Después de enemigos que sigue... (Perla x Greg)
Greg se cansaba de esperar, no sabía si su familia iba a sobrevivir, puede que la noticia que le dio perla hace 7 meses fuera la mejor para un hombre, pero él ya había pasado por eso y no quería que volviera a pasar pero por un simple descuido, el lo tenía que volver a enfrentar.
A su lado se encontraba su hijo, él tenía 17 años y sabía que si todo salía mal el no iba a ser el mismo de antes, estaba feliz, pero no quería que Perla se fuera.
Del otro lado de la sala de espera, se encontraban las Criztal Gems, conformadas por Peridot, Garnet, Amatista y Lápiz. La mirada de Garnet parecía atormentada, no sabía que iva a pasar, su visión futura se veía arruinado y no podía saber que iba a pasar.
-Papa- Steven llamo a Greg mientras jalaba su playera de la parte de abajo.
-¿Steven que es lo que pasa?- dijo Greg viendo a Steven con miedo.
-Tu crees que Perla este bien, no quiero que nada le pase- dijo con la mirada en el piso.
-Yo sé que ella va a estar bien, ella es la persona más fuerte que e conocido- el abrazo a su hijo mientras sonreía nerviosamente.
Mucho tiempo atrás...
Las Cristal Gems se encontraban luchando con algunas gemas corruptas, las gemas corruptas atacaban sin coincide ración a Steven, mientras que una de cada gema corrupta atacaba a las demás integrantes del equipo.
Steven no pudo más con esto y callo al piso cansado, las gemas corruptas se acercaban lentamente, cuando creyó que era su fin, una silueta se formó en su mirada, ella tomó a Steven en sus manos y logró meterlo en una burbuja transportándolo al templo, donde Steven se desmayo.
Después de un tiempo, Steven abrió sus ojos pesadamente encontrándose en el templo, al recordar que había pasado, trato de salir de la burbuja.
-Perla!!!- gritó con un gran remordimiento, esa sombra no era nada más que ella, lo había protegido, de lo que seguramente iva a ser su muerte, a un no sabían si Steven podía regresar a su gema para poder curarse.
Lagrimas escurrían por sus ojos, mientras que la burbuja se rompía, el chico corrió hasta la sala.
-Perla!!!- gritó cuando entro a la sala, pero no vio a nadie, pasos se escuchaban por todo el lugar, el se preparo para atacar, la puerta se abrió lentamente, dejando ver a Peridot, Lápiz y Amatista pasar pero sin rastro de Perla.
Steven trató de mirar si por casualidad entraba Perla pero nadie, quiso decir algo, pero antes de que eso pasara Garnet entró con la gema de Perla en la mano.
-Dime que no, no de nuevo- soltó en llanto el chico mientras corría para tomar la gema en sus manos.
El cuarto de Rose se abrió, el chico al no saber que hacer, tomó la única opción que pensó en es momento y corrió al cuarto.
-Steven...- antes de que la puerta se serrara escucho ese susurro que todas las gemas decían.
-Cuarto un cojín- sin desobedecer una parte del cuarto se transformó en un pequeño cojín color rosado, donde el chico colocó la gema cuidadosamente- deseo ver mi sueño- el cuarto se convirtió en un proyector, que el chico encendió para después sentarse al lado de la gema.
En la proyección...
En el sillón se encontraba perla, con una mirada triste, de los pies a su estómago estaba una pequeña manta, en un momento al otro, Steven entro a la sala y vio la sonrisa fingida que tenía la Gem.
El chico dio paso por paso lentamente hasta llegar junto a perla, sonrío tímidamente, para bajar la mirada.
-Perla, ¿me amas?- dijo el pequeño chico, ya no parecía un chico de 16 años sino que parecía un niño de 4 años de edad.
-Steven...- dijo con la mirada nerviosa, a lo cual el chico bajo más la cabeza- no debes sentirte así o fingir ser más pequeño para que te ame- dijo la Gem levantando su carita.
-Perla, ¿ya... N...no me quieres?- dijo con lágrimas en sus pequeños ojos.
-No es eso Steven, yo te amare siempre y aunque has crecido siempre serás mi bebe- los ojos de Steven se iluminaron al oír tales palabras.
-Ensherio- dijo El Niño que ahora se parecía a un niño de 3 años lo cual sus palabras no eran bien pronunciadas, las cuales sacaron una pequeña sonrisa en Perla.
-Ven mi pequeño- dijo cargando al pequeño Steven sin levantándose de su asiento, Steven reía sin parar, mientras los besos de Perla eran presentes.
La pantalla se puso en blanco y después un sonido se hizo presente era como una canción, una pista de baile tal como su padre le había contado cuando intento fusionarse con su mama apareció en la pantalla.
Intermedio del video...
-Esta es mi parte favorita- dijo el chico con sus ojos iluminados.
Regresamos al video...
La pista se iluminaba y hay estaba su papa vestido de esmoquin y Perla con un hermoso vestido blanco.
Los dos bailaban al compás de la música un chico de pelo negro vestido de gala se acercó a ellos.
-Puedo bailar- dijo El Niño con deseo.
-Claro Steven, cuando vas a vivir algo como esto, el día en que tus padres se casan- dijo Greg con una sonrisa viendo a Perla, la cual se sonroja a tales palabras.
La pista de baile se iluminó más y aparecieron los tres bailando, Steven parecía ser feliz parecía ser lo mejor del mundo, pero el sueño cambió a ser otra de esas pesadillas, esta mañana había gritado al levantarse.
Se encontraban en un hospital, no sabía que pasaba, solo sabía que tenía miedo, un miedo intenso que provocaba tristeza, como cuando sabes que algo no está bien.
A su lado se encontraba su padre alterado, parecía impaciente y triste, parecía ser lo peor.
-Papa- Steven llamo a Greg mientras jalaba su playera de la parte de abajo.
-¿Steven que es lo que pasa?- dijo Greg viendo a Steven con miedo.
-Tu crees que Perla este bien, no quiero que nada le pase- dijo con la mirada en el piso.
-Yo sé que ella va a estar bien, ella es la persona más fuerte que e conocido- el abrazo a su hijo mientras sonreía nerviosamente.
Continuará...
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