Holiiiisss 7u7 Me gustaria que me dijeran que les parece Cecily 7u7 yo ampe escribirla 7u7

20 MAYO 2020

Simon entró al salón principal del instituto y bajó su maleta, detrás de él entró Isabelle que sostenía la de ella, y detrás de ella entró Max cargando en sus hombros Cecily

-¡Más rápido!-exclamó la niña, Max la bajó

-llevo cargándote desde que llegamos a Nueva York-Cecily hizo un puchero, pero después puso los ojos en blanco, Cecily era alta para su edad, tenía tan solo 5 años y parecía una de 7, Max tenía 11 y era tan parecido al niño al que se debía su nombre

-¡Max!-una niña de piel azul llegó corriendo a saludar a su mejor amigo, los niños se abrazaron y se fueron enseguida

-claro-dijo Isabelle-yo te llevo el equipaje a la habitación-

-¡Cecy!-un niño rubio y uno castaño rojizo llegaron a donde la niña que los abrazó, el pequeño Simon abrazó a su tío, que prácticamente era como su padre, esa siempre era la escena cuando ellos venían de un viaje, claro ya no viajaban mucho ya que tenían que pasar mucho tiempo en el instituto por el entrenamiento para la ascensión de Max, que sería cuando el niño tuviera 12, después de los niños llegaron los adultos conocidos a saludar a sus amigos, Cecily tomó de la mano a sus primos y salió del gentío con ellos, después de caminar un poco se detuvieron

-Jonathan-dijo Cecily-¿tienes la llave?-Jonathan sonrió y le mostró una llave-súper-se giró a su primo-¿Simon?-

-si entramos ahora, nadie se dará cuenta-

-correcto, hagámoslo-los tres silenciosamente subieron por las escaleras hasta la habitación de los padres de Jonathan

-mi mamá me los escondió porque sabía lo que tu mentecilla haría-le dijo Jonathan a Cecily, la niña rió, llegaron a la puerta de la habitación y entraron, Jonathan los guió hasta un baúl, ahí insertó la llave y se abrió, ambos miraron su contenido, eran tres pistolas de agua que la mamá de Jonathan les había regalado, pero las mantenía ocultas para evitar que ellos mojaran a todos, eso justamente era lo que tenía pensado Cecily, pero primero tenían dos víctimas, los tres salieron con las pistolas escondidas en la espalda, aunque era un poco absurdo ya que eran grandes y se les notaba, los tres bajaron hasta el patio donde llenaron las pistolas, se ocultaron tras unos arbustos para prepararse, Cecily se asomó un poco

-bueno-dijo Cecily-Max y Alisa están bajo el árbol leyendo-

-no podemos mojar el libro-dijo Jonathan

-la magia de Alisa lo secará-dijo Simon-lo he visto hacerlo ¿recuerdas?-

-sí, ya vale-dijo Jonathan

-preparen-ordenó Cecily-a la cuenta de tres disparan… ¡Tres!-exclamó, los tres niños salieron del arbusto y dispararon a los niños del árbol, Max y Alisa se quedaron sorprendidos mientras les caía agua, los tres niños se echaron a reír en el momento de que se les acabó el agua

-Jonathan Herondale-dijo Max

-Simon Lewis-dijo Alisa

-Cecily Ashdown-dijo Max

-¡están muertos!-exclamó Alisa

-¡Retirada! ¡Retirada!-exclamó Cecily, dejaron tirada las pistolas y salieron corriendo, Cecily tomó la mano de Jonathan que tomó la mano de Simon, para no separarse, los pequeños eran rápidos y tenían la ventaja que Cecily sabia a donde iban, solo no contaban con el inconveniente que no  tenían a la magia de su parte, Cecily se estrelló contra un muro invisible sin duda hecho por Alisa

-¡Cecy!-escuchó a su hermano, se recompuso y siguió jalando a sus primos por otro camino, pudo encontrar el camino hasta una de las habitaciones del instituto, esquivando a algunos jóvenes, adultos y niños entraron, Cecily encontró enseguida la manija en el suelo y abrió la puerta del suelo

-¡Ahora!-incitó a sus primos a entrar, luego ella entró cerrándola a su paso, se sentaron jadeando, estaban empapados de sudor, se miraron en la oscuridad y se echaron a reír, el escondite lo había encontrado Cecily hacia un año, estaba viendo todo el instituto y había encontrado la puerta en el suelo, Cecily aun no había hallado una utilidad que no sea esconderse, ellos aun se estaban riendo tanto que no se dieron cuenta que la puerta se había abierto y una chica de piel azul y cabello castaño asomaba su cabeza

-los encontramos-los niños gritaron, Alisa los sacó a los tres flotando, los tres estaban de cabeza, Max al lado de la chica riéndose

-ya suficiente venganza-dijo Simon colocándose rojo

-la sangre sube a mi cerebro-dijo Jonathan

-estoy mareada-dijo Cecily

-bájalos-dijo Max riendo, Alisa los bajó y también se echó a reír-lo admito, mi querida hermana y mis queridos primos-dijo Max-fue una buena broma-

-gracias-dijeron los tres niños

-me tocó secar el libro-dijo Alisa sonriendo

-sabíamos que lo harías-dijo Simon

-y ya tenemos su escondite-sonrió Max

-tenemos más-dijo Jonathan

-les doy tres segundos para correr-dijo Alisa-o quedaran boca debajo de nuevo… uno…-no terminó de contar ya que los niños se fueron corriendo

-hay que buscar otro escondite-dijo Simon cuando se detuvieron de correr, estaban caminando, Jonathan se detuvo y tomó a sus amigos por las manos

-¡Las pistolas! ¡Me mataran si no están en su lugar!-ellos corrieron hasta encontrar las armas de juguete y las llevaron, por suerte los padres de Jonathan no estaban, después de cerrar el baúl los niños suspiraron

-¿Qué hacían?-los tres gritaron y sobresaltados se giraron para ver a la mamá de Simon con los brazos cruzados

-nada, mamá-dijo Simon sonriendo

-solo-Jonathan sacudió la mano-estábamos aquí sentados-

-sí-dijo Cecily-tía, emm ¿Qué nos enseñaras?-

-hoy no hay clases-dijo Rebecca-están actuando extraño-

-para nada-dijo Simon, se tocó la barriga-mami, tengo hambre-puso ojos de cachorro, Cecily y Jonathan rieron internamente, la mirada dura de Rebecca se ablandó

-vengan, hay galletas en la cocina-

-no quiero-dijo Jonathan acostándose en su cama

-debo ir a buscar a mi papá-dijo Cecily-mejor separémonos-les susurró a sus primos y salió, Simon salió detrás de ella y se dirigió a la cocina con su madre, Jonathan se quedó en la habitación de sus padres.

Cecily halló a sus padres entrenando en el salón de armas, normalmente los niños no podían entrar así que prefirió irse a su habitación, no sin primero escoger un libro para leer, Cecily así como el resto de los niños del instituto aprendió a leer de muy pequeña, con solo 5 años ya leía novelas infantiles de casi 300 páginas, la habitación de Cecily era pequeña y estaba pintada de rosa, pero ella odiaba ese color, Cecily no era como su madre, su madre era una mujer hermosa, fuerte y “A la moda” como los adultos decían, Cecily odiaba peinarse, no le gustaba la ropa que su mamá le compraba, sin embargo la niña adoraba a su madre, pero sabía que nunca sería tan hermosa como ella, había escuchado a muchos decir que Cecy sería un dolor de cabeza cuando creciera, ya que era muy traviesa y siempre tenían que estar castigándola, pero ella no podía evitarlo

-¿Cómo está mi princesa?-Cecily sonrió cuando vio a su papá entrar al cuarto, ella amaba a su padre, era su adoración

-bien, estoy leyendo-

-tu mamá me dijo que te notó un poco aburrida ¿quieres salir un rato?-la niña asintió sonriendo

-¿vamos a llevar a Max?-preguntó

-¿Qué te parece solo una salida padre e hija? Tú y tu madre han tenido muchas salidas de chicas-Cecily rió

-no me gustan mucho-Simon la besó en la frente

-estas todavía muy pequeña, cuando crezcas vas a ver qué serás idéntica a tu madre, tendré que cuidar mi bolsillo-la niña rió-ven, vámonos de día…-miró el reloj-bueno, tarde de campo-

Simon nunca había salido con su hija, al principio pensó que sería complicado, pero se dio cuenta que Cecily tenía más de él que de Isabelle, Cecily nunca había visto los parques de Nueva York, y eso le asombraba, Simon notó que su hija se veía de su edad verdadera, anteriormente le habían dicho que los niños cazadores de sombras maduraban más rápido, siempre en mente son como 3 años mayores a lo que en verdad tienen y en ese momento Cecily si parecía que tuviera cinco años, se veía verdaderamente infantil, la niña perseguía una mariposa, después una ardilla, después un pájaro, no se cansaba de ver tantos colores, él podía ver el brillo de felicidad en los ojos azules de su hija, al final Cecily terminó agotada de tanto correr y se tiró en el césped, Simon llegó y se sentó a su lado

-esto es muy divertido-rió la niña, ella se sentó y abrazó a  su padre-te quiero, papi-

-yo a ti, mi niña-Cecily miró frunciendo el ceño a unas mujeres en una banca

-¿Por qué esas mujeres te miran como lo hace mamá?-Simon miró a las mujeres que enseguida voltearon la mirada, se echó a reír-ellas no pueden mirarte así, solo mamá tiene ese derecho-

-no te preocupes cariño-dijo Simon-yo solo tengo ojos para tu mamá-

-mucho mejor-se quedaron un rato más, cuando ya el sol se está poniendo Simon se da cuenta que tenían que volver, no estaban tan lejos del instituto así que se irían caminando, Cecily iba de la mano de Simon, pero iba inquieta, así que Simon decidió soltarla un rato, estaba pendiente de que no se alejara, la niña estaba a solo unos metros cuando ve una sombra emerger y atraparla, Simon corrió detrás de la figura pero esta era rápida, se dio cuenta que era un vampiro, él lo acorraló en un callejón, sacó un cuchillo serafín que estaba en su bota-suelta a la niña-dijo al vampiro, el submundo enseñó los colmillos, Cecily estaba paralizada del terror, pero él podía ver la suplica en los ojos de su hija-este es un atentado a la clave-

-cazador de sombras-dijo el vampiro y luego olió el cuello de Cecily-sangre de humanos, sangre de cazador de sombras-sonrió-me llevo el premio-

-¿estás jurado al clan de Nueva York? Mira lo que haces, no tendré otra alternativa que matarte-el vampiro rió

-intenta atacarme-puso los colmillos cerca del cuello de Cecily, Simon sabía que debía ser rápido, un golpe con el cuchillo serafín y dejaría libre a su hija y así podría pelear fácilmente-¿sabes desde cuando tengo que contenerme de beber sangre humana?-Simon ya iba a atacar cuando otro vampiro cayó, este lo atacó y Simon se defendió, los vampiros eran buenos peleadores, pero se dio cuenta que el primero lo único que hacía era entretenerlo, mientras el otro se llevaba a su hija, Simon no supo como lo hizo, lo único que se dio cuenta fue que el vampiro con el que peleaba estaba ardiendo, ardiendo en fuego celestial, se dirigió hacia el otro y sin pensarlo hizo lo mismo, todo sucedió muy rápido, el vampiro ardió hasta las cenizas dejando caer a Cecily que empezó a gritar, Simon se dio cuenta que el brazo de la niña estaba ardiendo, Simon se acercó y el fuego desapareció, Cecily estaba llorando, lo que era extraño, ella odiaba llorar, Simon miró el brazo, justo debajo hombro de su hija este estaba de un increíble rojo y con algunas ampollas, había quemado a Cecily, eso nunca había pasado, sacó su estela y se hizo unas runas de velocidad, tenía que llevar rápido a Cecily a el hospital en el instituto, ya que como todavía era pequeña no se le podían aplicar runas, con cuidado Simon la tomó en brazos y se fue corriendo hasta el instituto.