Capitulo Diecisiete
Porque es navidad 7u7 Actualizo pronto!!
los quiero, que tengan felices fiestas!!
Isabelle solo vio oscuridad, se imaginó a Simon siendo capturado por demonios, se acordó de Jace siendo capturado por Sebastian, se imaginó a Simon gritando su nombre en una oscuridad infinita, se imaginó a ella, vagando por la ciudad a oscuras gritando el nombre de Simon mientras él era torturado, Isabelle abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en la enfermería, la rostro de Jace sobre ella, sus ojos dorados llenos de preocupación
-¿es cierto? ¿No lo he estado soñando?-preguntó ella
-eso depende de que creas que es cierto-
-a Simon lo capturaron unos demonios-Jace asintió-¿Dónde está Alec?-
-está en la biblioteca con Marysse, Robert y Jia-
-¿Qué hora es?-
-son las dos de la mañana, cuando Alec te dio la noticia te desmayaste, pero yo te alcancé a atrapar-Isabelle se levantó
-debo ir a donde mamá ¿y Clary?-
-durmiendo, estuvo llorando hasta que se quedo dormida, me quedé con ella y después vine a verte, Alec quería venir pero no lo dejan salir, es el único testigo-
-la runa…-
-no ha sangrado, no te preocupes, está vivo-ambos se dirigieron a la biblioteca y entraron
-tenemos que empezar una búsqueda Jia-estaba diciendo Marysse-sabemos que está vivo-
-pues tienes razón-dijo Jia-que uno de los nuestros muera, ya es normal, pero un secuestro es cosa seria-
-y más si es causada por demonios, esto es un ataque directo a la clave-dijo Robert
-más no decir que causa una gran pérdida a Isabelle-dijo Alec
-encarga a unos cazadores de este instituto a su búsqueda, Marysse, tenemos la suerte de que sabemos que está vivo-dijo Jia, Isabelle se acercó a donde ellos estaban reunidos, al ver la presencia de Isabelle se quedaron callados
-escuché todo-dijo Isabelle-yo quiero ser de esos cazadores que vayan a buscarlo-los adultos asintieron pero enseguida Alec negó con la cabeza
-me niego-dijo Alec
-¿Qué te pasa Alec?-dijo Isabelle furiosa
-¡Estas embarazada, Isabelle!-exclamó Alec, todos miraron a Isabelle-Magnus me lo dijo después de que te desmayaras-
-¡Magnus soplón!-
-estaba preocupado por ti, Izzy-dijo Alec, Isabelle se cruzó de brazos-ve a dormir, debes descansar-Isabelle se dio la vuelta, le dio una patada a una silla y salió furiosa de la biblioteca y se dirigió a su habitación, no pensó encontrarse a Max durmiendo en su cama, el niño sostenía en sus manos un comic que Simon le había regalado, Isabelle le conmovió verlo, se pregunto de donde sacaría el valor para decirle al niño lo que había pasado.
Simon sintió una punzada de dolor en la cabeza, sintió la luz apenas abrió los ojos sin embargo veía todo borroso, no llevaba los lentes puestos, lo último que recordaba fue sentir el golpe cuando el demonio lo dejó inconsciente, pensó en estirarse hasta que sintió la cuerda en sus muñecas, estaba sentado en alguna silla, con sus manos y piernas atadas ¿Dónde estaba? ¿Por qué los demonios lo habían capturado y no matado? ¿Dónde estaba Alec? ¿Estaba bien al menos?
-mi señora-escuchó una voz-ha despertado, pero parece que no pudiera ver-escuchó un murmullo y minutos después le colocaron unos lentes, pestañeó para aclarar mas su vista, estaba en un lugar que ya conocía, y en una esquina estaba una mujer de cabello rojo y ojos totalmente azules
-Hola, querido-dijo la reina Seelie, Simon enseguida puso cara de repulsión, la reina sostenía en sus manos un cuchillo corto, nunca la había visto manejar un arma-es un honor que hayas decidido visitarnos-
-no es que me hubieses dado opción-la reina se acercó y tomó la cara de Simon con una mano
-créeme, y tendrás menos opciones, hay muchas cosas planeadas para ti-Simon quería atacarla, pero estaba atado así que lo único que se le ocurrió fue escupirle, la reina se limpió la mejilla y luego le colocó el cuchillo en el cuello-una reina nunca se mancha las manos, pero ya me estás hartando, los nefilims han exiliado a mis hadas y me gustaría que la sangre de ustedes corriera, podría matarte, ya no me interesa mancharme las manos, con tu muerte haría sufrir a esa chica Fairchild, aunque ahora es Herondale, y a tu esposa, haría sufrir a todos tus amigos, puedo matarte y lanzar tu cuerpo en frente del instituto-los ojos de la reina destilaban furia, Simon en ningún momento se encogió, solo fue más firme-pero no puedo matarte, alguien más tiene planes para ti, esta vez sí acabaremos con los nefilims-la reina sonrió malévolamente- y tú serás nuestro boleto-
-mamá…-Isabelle sintió que la sacudían-mamá…-ella abrió los ojos para ver los hermosos ojos grises de Max-mamá, estabas llorando-el niño para tener 5 años era bastante listo, Isabelle se pasó la mano por las mejillas secándose las lagrimas
-estoy bien, cariño-
-¿Dónde está mi papá?-Isabelle lo miró ¿Cómo iba a decirle? “Al menos no está muerto” pensó
-amm… cariño-le dijo y le acarició la mejilla-¿recuerdas cuando te dije que los cazadores de sombras adultos siempre estaban en constante peligro?-el niño asintió-pues…-se mordió el labio, no sabía que decir-ayer que tu padre estaba de caza… él… él… desapareció-los ojos del niño se aguaron
-¿papá no va a volver?-las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas, Isabelle lo abrazó, nunca pensó que sería tan difícil
-él está vivo, él volverá, no te preocupes amor, él volverá con nosotros-
Simon se estaba hartando de estar amarrado, vio a las hadas que estaban hablando con su reina, miro detrás de él, no había nadie, así que empezó a buscar la forma de desatarse las manos, por suerte la cuerda ya estaba un poco floja, así que empezó retorciendo las manos, mientras con la mirada buscaba algún arma, sonrió al encontrar en el fondo un arco y con flechas que debió pertenecer a algún hada, Simon sonrió en su interior cuando la cuerda de sus manos se soltó, con sumo cuidado de que no lo vieran desató las que le sostenían los tobillos, con agilidad pero silenciosamente agarró el arco y carcaj, se colgó el carcaj, sacó una flecha y apuntó directo a la reina, lanzó
-¡mi señora!-exclamó un hada interponiéndose y dándole la flecha a ella, Simon enseguida cogió otra y esta le dio en el hombro a una sorprendida reina
-¡Guardias!-exclamó la reina, Simon vio a un montón de hadas venírsele encima, lanzó flechas dándole a todos los que podía y cuando se le acabaron peleó con puños y patadas hasta que lo golpearon en la cabeza y dos hadas lo agarraron, la reina que aun tenía su mano y su hombro ensangrentado se acercó a Simon con una mirada furiosa, le dio una bofetada, la mejilla del chico quedó manchada de sangre de hada, la reina gritó a una de sus hadas-¡Díganme que el portal está listo!-
-sí, mi reina-
-genial, ya no quiero a esta basura aquí-la reina sonrió malévolamente-mejor dejémosela a alguien que si quiere verlo con muchas ganas-
Clary vio a Isabelle en el comedor jugando con su comida, normalmente una mujer en estado de embarazo comería mucho, pero Isabelle al parecer en la depresión que estaba, sumado con la preocupación por la desaparición de Simon no comía, Clary sintió hormiguear su runa, y después unas punzadas de dolor, se mordió la lengua para no gritar, no quería preocupar más a Isabelle ni ha Max que había estado llorando ya que Clary pudo notar los ojos hinchados del niño, ella suspiró
-lo encontraremos-dijo Jace
-no me lo digas a mí, Isabelle te necesita más que yo en estos momentos-
-ambas me necesitan, sí, Isabelle tiene a un amor desaparecido, pero tú tienes a tu parabatai, ambas me necesitan en estos momentos-
-tengo mucho miedo-dijo Clary-tengo mucho miedo que en un momento esta runa pueda empezar a sangrar-Jace le besó el cabello a Clary
-Simon es un tipo duro, créeme, estará bien-
Simon sintió las diminutas piedras clavársele en las palmas de las manos en cuanto cayó, tomó una bocanada de aire, las hadas no le habían dicho nada de donde iría cuando lo lanzaron por el portal, pero nada más al sentir el olor supo donde estaba, Simon escuchó una risa sonora, una risa que deseaba no volver a escuchar, una risa que en verdad no le hubiese gustado recordar, Simon se puso en pie y miró al trono
-vaya vaya diurno-dijo el hombre que estaba sentado-o perdón, ahora eres nefilim-mostró una sonrisa deslumbrante-que bueno que hayas llegado, tengo muchos planes para ti-Simon fingiendo ser desafiante miró a los ojos del demonio, a los ojos del príncipe del Edom, Asmodeus.
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