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V

Fukase se encontraba observando a Rana, apreciando cada rasgo de su rostro, desde sus ojos llenos de determinación hasta sus labios arqueados que evitaban la caída del lápiz que había puesto sobre ellos.

Ver estudiar a Rana era una de las cosas que más satisfacción le causaban.

Mientras tanto, la chica miraba su cuaderno tratando de recordar las respuestas que había estudiado, pero era inútil. Su memoria le fallaba todo el tiempo, pero era peor mientras estudiaba.

El lápiz cayó de sus labios cuando se sustituyó por uno de sus dedos. Fukase no sabía si era su forma de concentrarse, pero ella siempre lo hacía cuando estaba punto de rendirse.

—Ah... no recuerdo.

Se levantó de su asiento y caminó hasta Fukase para sentarse a su lado.

—Fukase, ayuda, aún no entiendo como conjugar los verbos en inglés.

—¿Y me preguntas a mí?

Rana cerró su cuaderno con frustración y lo puso a un lado mientras hacía puchero.

Fukase solo procedió a reír. En realidad sí sabía como hacerlo, pero quería tomarse un descanso para estar con Rana sin usar como pretexto el estudio.

—Bueno, estamos en mi casa, vamos a pasar tiempo juntos, luego estudiamos —dijo ella como si leyera su mente.

—¿Qué quieres hacer?

—No sé. Tengo juegos de mesa y así. ¿Vemos una película?

—Decide tú.

La expresión pensativa de Rana cambió por una mirada coqueta que lo hizo temer lo peor.

—Estamos a solas, no hay nadie en casa y somos novios. ¿Qué podrían hacer dos novios en una situación así?

Más allá de avergonzarse Fukase solo rió, siendo acompañado por Rana segundos después.

—Ni siquiera nos hemos besado y ya vamos a hacer esas cosas —dijo Fukase entre risas y Rana solo asintió.

—Bueno, iré por jugo y galletas. Si quieres busca una película, allí está mi computadora.

Fukase asintió y Rana salió de la habitación. Cuando ya no escuchó sus pasos tomó la computadora y se sentó sobre la cama para empezar a buscar el catálogo de películas esperando encontrar algo interesante, sin embargo no podía concentrarse.

"Ni siquiera nos hemos besado".

Fukase se mordió el labio inferior con frustración para luego dejarse caer de espaldas sobre la cama. ¿Cuándo sería el momento adecuado para hacerlo? Se había estado conteniendo ese mes para no robarle un beso. Tantas oportunidades desperdiciadas. Pero no quería sentir que se aprovechaba de ella, tampoco quería hacerla sentir incómoda ni mucho menos que por sus impulsos las cosas terminaran. Se sentía mal por eso, como si debiera proteger a Rana de sí mismo.

Ella era un algodón de azúcar, no podía arriesgarse a lastimarla de alguna forma. Pero por desgracia el algodón de azúcar es de las cosas que más le gustan y cada vez se le antojaba más.

—Malditas hormonas.

Los pasos de Rana se escucharon cada vez más cerca, haciendo a Fukase sentarse en la cama de nuevo. Al final no había buscado la película y Rana venía felizmente con los bocadillos.

—¿Qué película veremos?

—No sé, no la busqué.

—Ah... bueno, esfuérzate un poco —dijo haciendo un puchero—. Vamos a buscar una juntos.

Rana se sentó a su lado, puso el computador sobre su regazo y empezó a buscar entre el catálogo, llamando a Fukase cada vez que este parecía distraerse. Finalmente cerró la computadora y lo miró fijamente a los ojos con un poco de preocupación.

—¿Estás bien? Te veo distraído.

Fukase apartó la mirada evitando el contacto visual con Rana. Sus mejillas estaban calientes y sentía que en cualquier momento ella lo notaría.

No había dejado de pensar en besarla durante todo ese rato.

Rana tomó el rostro de Fukase y con suavidad lo hizo mirarla. Esta sonreía de forma dulce y comprensiva.

—Dime qué te sucede, trataré de ayudarte en lo que sea.

Fukase maldijo en su mente el hecho de que Rana fuera tan dulce. En ese momento en lo único que pensaba era en abalanzarse sobre ella y plantar un profundo beso en sus labios.

—No hagas esto, me la pones muy difícil.

Fukase no necesitó que ella le hablara para saber que no le había entendido.

—Dios mío, Rana. Estamos solos en una habitación.

El rostro de Rana se volvió totalmente rojo y se apartó ligeramente de Fukase para cubrirlo con ambas manos.

—¿D-de verdad quieres h-hacerlo?

—¿Que...? No. Ah... Claro que no. Es decir... Sí pero no ahora, es decir no está entre mis prioridades. Ah, mierda —Fukase bajó la mirada reflexionando entre si confesarse o no, peo tampoco quería que Rana tuviera una idea errónea de lo que pensaba. Tomó un respiro y con la mente más serena habló—. Pasa que quiero besarte. Es todo.

Rana se volvió para mirarlo. Su rostro estaba rojo y su mirada estaba fija en el suelo. Sintió una ternura inexplicable que lo hizo acercarse a él nuevamente.

Ella también quería recibir un beso de su parte pero tenía miedo ya que jamás había dado uno.

—¿Por qué... no nos besamos? Es decir, no sé hacerlo pero puedes enseñarme. Quiero todo contigo.

Fukase volvió a maldecir.

Entre más tierna era Rana más lo invitaba a ceder a sus impulsos.

Sin poder resistirse más tomó a Rana por los hombros y la recostó sobre la cama, quedando sobre ella. La posición era un poco incómoda para su espalda pero valía la pena al tener a Rana así, indefensa.

—¿Fukase?

Él no respondió y procedió a acercarse a su rostro. Rana volvió a entrar en pánico como la última vez que lo intentaron y estuvo apunto de evitarlo pero el cosquilleo sobre sus labios empezaba a volverse desesperante. En algún momento empezó a desear a Fukase de una forma intensa.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca Fukase besó sus labios. Pero estos estaban cerrados lo que causó una pequeña frustración en él.

—Abre los labios —pidió haciendo que Rana se estremeciera. Su voz estaba ronca y sensual.

Ella cerró sus ojos con fuerza y abrió un poco los labios, aunque lo suficiente como para que Fukase pudiese apoderarse de ellos. Aunque esto no duró mucho ya que él de levantó alejándo sus labios de los de ella. Rana lo observó confundida.

—¿Te sientes incomoda? Es que te noto tensa...

—E-estoy bien —se apresuró a decir— es solo que es... vergonzoso. Además de que aún no he besado. Estoy tratando de recordar lo que leí en internet pero no lo logro. De pronto me olvidé de todo.

Fukase sonrió de ternura y alivio al saber que no la estaba molestando. Depositó un beso en su frente, luego en su nariz hasta llegar a sus labios.

—Solo relájate. No es como que yo sea experto en esto. Aprendamos juntos.

No es que las palabras de Fukase la hayan ayudado a sentirse menos avergonzada pero al menos se sentía más tranquila.

Fukase volvió a acercarse a sus labios y esta vez Rana lo recibió, dispuesta a dejarse llevar. Él empezó a moverlos, primero lento luego un poco más rápido haciendo a Rana perder el ritmo de vez en cuando.

El sentimiento que ese beso les transmitía era totalmente nuevo para ambos. El cosquilleo en el estómago acompañado de las caricias que sentian con cada movimiento hacian a sus cuerpos calentarse ligeramente.

Fukase no se dio cuenta de que había empezado a acariciar de forma inconsciente el cabello de Rana, manteniendo el equilibrio con la otra mano.

Los movimientos empezaron a volverse más profundos. Rana ya llevaba mejor el ritmo y había empezado a disfrutar aún más ese momento, sin que la vergüenza estuviera de por medio. Quería sentir a Fukase aún más por lo que de forma involuntaria puso sus manos en su espalda, acariciandolo en ocasiones.

Fukase se separó de sus labios tratando así de recuperar el aliento. Ella jadeaba, pero aún así fue capaz de dedicarle una sonrisa que él correspondió besando su mejilla.

Sintiéndose finalmente complacido, se dejó caer sobre la cama con una enorme sonrisa de satisfacción.

—¿Te parece si nos dormimos un rato? —dijo Fukase y ella asintió acercándose a él.

—¿Te incomodaría abrazarme?

Fukase se acercó a ella y la atrajo a él para invitarla a recostarse sobre su brazo, luego la abrazó.

—Por supuesto que no —dijo para luego ambos sucumbir ante el sueño.

No sé si es casualidad que justamente un 27 esté actualizando este libro ya que hace dos meses exactos (27 de junio) publiqué el último capítulo. Y publicando a la 1 de la mañana como debe ser.

Por cierto los hice besarse, eso compensa los dos meses¿?

Andaba con una extraña frustración por escribir esmut lleno de sentimiento y terminé escribiendo esto akdkajd a veces planeas algo y te sale algo totalmente distinto.

Gracias por leer <3

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