Después de Clase, a veces Iida limpiaba la suciedad que quedaba en el salón, era algo muy común y realmente nadie lo cuestionaba, sabían que hacerlo les haría ganarse una perorata de como se debe mantener el salón limpio y de cómo todos deberían ser su ejemplo

Pero algo que se le olvidaba, es que hoy era el día de San Valentín

-Iida Kun

Levantó la vista y ahí estaba su novio, con un rostro un tanto serio, eso le ponía nervioso

-Paso algo?

-Sabes que día es hoy verdad?

El chico abrió su boca por la sorpresa y se inclinó como disculpa, mientras retrocedía hasta estar con la espalda contra la pizarra, y el bicolor entraba en el salón acercándose, hasta tenerlo acorralado

-Sh-Shoto... Perdóname, es que

-Te preocupa más el salón que tú novio?

-N-No! Claro que no! Se me olvidó!

-Ah.... Bueno, si es un error honesto, definitivamente puedes arreglarlo

-Oh, que puedo hacer por ti?

-Besarme

Le sonrió tierno y ambos comenzaron a besarse, eran besos muy dulces, Iida en parte agradecía haberse olvidado de San Valentín (aunque sonara mal) pues dejarse llevar por besos del chico era bastante delicioso

Habían pasado minutos, pero ellos perdieron la noción del tiempo, llevaban besos húmedos, acumulando el calor de su cuerpo, Iida le tenía las manos en la cintura, apretándolo y acercándolo a él, Shoto le rodeaba el cuello con los brazos, dejándose llevar por cada caricia y roce que sus lenguas llevaban

Hasta que de la nada, alguien tocó la puerta, haciéndolos sobresaltarse, Shoto optó por meterse rápido debajo del escritorio para esconderse mientras Iida se arreglaba los lentes y tomaba un paño, para fingir que limpiaba el escritorio, momento en el que abrieron la puerta

-Hola? Iida! No me escuchaste?

-Oh! Denki! Emm... Que agradable sorpresa! Emm no, no te escuché, estaba muy concentrado limpiando esto, Aizawa sensei no lo hace así que... Si...

Estaba nervioso y movía sus brazos como robot, y por suerte, el no captó nada raro

- Y? Que haces aquí?

-Ah, Kirishima me dijo que había dejado un cuaderno suyo que utiliza para estudiar con Bakugou, dice que si no se lo llevo lo van a matar así que vine de salvavidas!

Mientras la conversación sucedía, Shoto estaba mirando fijamente la parte inferior del cuerpo de su novio, porque maldita sea, ese cinturón y pantalón se encargaba de moldear perfectamente su silueta, la dulce cintura de de su hombre correcto y recalcar su trasero y lo que llevaba entre sus piernas, aunque esto último solo ligeramente

Fue ahí cuando con una sonrisa maliciosa bastante inusual en él, decidió que tomaría venganza por el descuido de su novio

-Como ustedes toleran ese comportamiento de Bakugou?

-Oye! Es un animal incomprendido, pero la verdad es buena gente, quizá por eso Midoriya no se despega de el a pesar de todo, aunque de lejos parezca que no tiene amor propio

-Lo se, pero-

Se detuvo abruptamente cuando sintió el zip de su pantalón y la ebilla de su cinturon soltarse, se puso rojo, y lo peor, no podía levantar sospechas

-Pero?

-P-Pero nosotros sabemos cómo es Midoriya, le encuentra bondad a todo el mundo

-Eso es cierto

Iida miró de reojo hacia abajo, Shoto lentamente sacaba su pene hacia afuera del pantalón, comenzando a darle besos mientras le devolvía la mirada, Iida no tenía idea de que su novio tuviera semejantes mañas

-Y tu? Que piensas de eso?

-Hmm?

-Esta bien cómo actúa Midoriya? Digo, nosotros ya conocemos a Bakugou y por eso no hacemos nada, pero si viene un tipo a gritonearte mínimo le devuelves el grito no?

-E-Em... Si! B-Bakugou ha tenido m-mucha suerte de no encontrar... A alguien que le ponga un pare

Se mordía la boca por dentro, Shoto disfrutaba lamiendolo como una paleta, cerrando sus ojos en el momento en el que lo ingresó a su boca para pasar su lengua en la punta, haciendo un suave masaje con su lengua, Iida se acomodó los lentes, había comenzado a sudar, yuchaba por no hacer nada extraño mientras Denki se dedicaba a buscar el dichoso cuaderno con una lentitud digna de una tortuga amarrada

-Eso definitivamente es cierto, te imaginas que hubiera encontrado a alguien como All Might? Le hubiera golpeado y enseñado que eso está mal, quizá hasta tendría otra personalidad, es triste que haya abusado así de Midoriya, no me veo a mi golpeando a nadie, ni a Kirishima con su quirk activado, solo a los malos

"Cállate el hocico" pensaba Iida, Shoto discretamente ahora tenía más de la mitad en su boca, lo hacía como si no hubiera un mañana y El pobre ya creía que le iban a fallar las piernas, empuñó sus manos, mirando a Denki tener varios cuadernos en sus manos, rezaba porque en ese montón estuviera el dichoso y maldito cuaderno que necesitaba

-Pero b-bueno... E-esperemos que al graduarse sea una persona b-buena no?

-Oh claro, le tengo cierta fé... Aquí está!

-AH!~

-Estas bien?

-E-Eh? C-Claro! Q-quise decir Ah! dios!.. Q-Que sucio es Aizawa sensei con su escritorio!

-Eso es culpa tuya, lo estás mal acostumbrando, deberías dejar de hacer las cosas por él, disfruta tu tarde como quieras! No todo es la escuela y las reglas!

-Jeje, si..

-Bien! Me voy! Nos vemos!

En cuanto Denki cerró la puerta Iida comenzó a jadear fuerte, mirándolo como le engullía por completo, unas de sus manos fue a su cabello, apretándolo pero sin jalarlo, tratando de evitar que lo soltara pues sus caderas comenzaron a moverse sin control por sus espasmos, estaba cerca del orgasmo y babeaba por aquello

Fue un grito ahogado el que anunció que se estaba viviendo, a Shoto no le importó en lo más mínimo tragar el orgasmo de su novio, de hecho se lamió los labios mirándolo fijamente, solo para verlo taparse su rostro de vergüenza por un momento

-Mirame Iida~

De a poco se quitó las manos de la cara y vio su sonrisa radiante y enamorada, eso hizo toda vergüenza irse inmediatamente, haciendo que se levante para comenzar un beso largo, importandole muy poco lo que el bicolor acababa de hacer

-Iida, oye se me....

Denki ahí estaba, mirando a ambos compañeros besarse y notando que el pantalón del más alto claramente estaba desabrochado, cerró lentamente la puerta, sujeto con fuerza el cuaderno y comenzó a alejarse

-Por que soy yo el que siempre ve las cosas turbias que nadie cree?

Sin más siguió avanzando, poco le importa haber olvidado el pequeñísimo detalle de que todos los cuadernos de Kirishima eran rojos

Pero en el salón una pareja disfrutaba su día realmente feliz