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POV BRICK
Cerré la puerta con fuerza y me lance a la cama, tapando mi cara con la almohada. Ahogué un grito. No puede ser... ¡No puede ser! Le dí un beso, ¡¿Por qué le dí un beso??
No me dí cuenta de lo que hacía hasta que fué demasiado tarde. Por la expresión de Butch, me podía imaginar que tampoco se esperaba algo así de mi parte.
¡¿En qué estaba pensando?! Últimamente no soy yo. Hago cosas de las que no tengo maña de hacer, y eso ya me esta inquietando un poco. Y sobre todo, casualidad es cuando estoy cerca de cierto azabache.
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Traté de despejar mi mente de ciertos recuerdos; el resto del día no pasó nada interesante: limpiar mi cuarto, la casa. Atender al viejo propietario (vivo) cuando acudió a la casa. Se ofreció ayudarme a terminar de limpiar la casa, mientras que a su vez registraba como iban las cosas. Me preguntó si no había escuchado cosas extrañas. Yo le respondí con una mentirita blanca, ya que no podía decirle la verdad sobre Butch, Ken y Bellota.
Una vez que el señor se fué, preparé una merienda sencilla para dirigirme a mi cuarto a dormír. Toda la casa estaba en silencio, la luz de la luna se filtraba por la ventana, el sonido de los grillos era casi imperceptible. Me acurruque en las sábanas después de apagar la luz, hoy había sido un día de locos, pero fascinante. Me divierte ver cómo el pequeño demonio y Bellota, se guindan a pelear por cualquier tontería. Cómo si escogieran competir en todo...
(12 pm)
La hora de mi reloj digital (el que decidí comprar), marcaba esa hora. Me desperté tras sentir esa sensación de peligro. Registré la habitación con mis ojos, intentando descubrir algún indicio de presencia en ella. La oscuridad cubría los muebles que contenía mi habitación, ningún ser se encontraba aquí.
Intenté volver a dormir, dándome un zape mental por mi estupidez. Tal vez sólo era Butch merodeando por la casa. De repente, se escucharon unos pasos que subían con pesadez las escaleras, los pasos subían tan lentamente, haciendo fuerte eco recalcando el número de pasos que daba.
1..
2..
3..
4..
5..
6..
7..
8..
9..
10..
11..
12..
13..
...
13. Los passos se detienen. Esperé pacientemente si seguían subiendo, o se darían la vuelta para descender los escalones. El silencio me sobrecogió. No volví a escuchar esos pasos más, ni subiendo, ni bajando...
A la mañana siguiente, empecé a llamar a voces a Butch y a Bellota, más ninguno asistía a mis llamados. Quería saber cuáles eran sus propósitos, si querían asustarme o fastidiar mi sueño. Pero por más que llamé, por más que intenté llamar la atención de ambos, no lo conseguí. Ninguno apareció.
Esa misma noche, se repitieron a las 12 pm los pasos por las escaleras, y cuando llegaban al escalón N°13 se desvanecía el sonido. Transcurrieron en total 3 días, con la misma secuencia de los pasos que se detenían en el decimotercero escalón, y sin señas ni la presencia de ciertos hermanos.
Es que la cosa estaba tan jodida, que ni respondía Ken a mis llamados.
12 pm. Otra vez los pasos, decidí levantarme para investigar al responsable antes de que llegara al último escalón que recorría antes de desaparecer. Salí en silencio para no espantar la presencia de lo que parecía ser un espíritu, y no me equivoqué. Allí subiendo lentamente las escaleras, se encontraba un muchacho, que parecía tener mi edad, subiendo de a poco las escaleras. Este chico era rubio, utilizaba un trajecito de la edad antigua, pero algo de él me llamó más la atención: en su camisa, justo en el área de su pecho, había una herida que no dejaba de gotear mucha sangre, manchando el piso.
- Hola ¿Te encuentras bien?- el muchacho detuvo sus pasos en el décimo segundo escalón. Fiu, llegue justo a tiempo, un poco más y desaparece sin dejar rastro.
El espíritu se me quedo viendo atentamente, analizando mi aspecto. Una expresión de sorpresa y tristeza se reflejó en su rostro.
- ¿Sarah?- el chico me preguntó - ¿Sarah, eres tu?- al parecer el chico me confundió con otra personas. Pensé que correría escaleras arriba para abrazarme o hacer algo emotivo de una película. Pero no. Él no se movió, ni siquiera parecía interesado en continuar la secuencia, se quedó paralizado en el escalón.
Sus ojos se agrandaron más de miedo. Cómo presenciando algo que yo no veía.
- ¡Sarah!- señaló detrás de mi- ¡Sarah, cuidado!- de pronto sentí una manos en mi espalda que empujaron con tanta fuerza, que terminé suspendido en el aire. El chico retrocedió varios pasos, calculando la distancia para atraparme, lo cuál no logró del todo, ya que terminé llevándolo con mi peso al suelo. Al aterrizar, alcance a golpearme la cabeza con la pared, dejándome aturdido. La oscuridad me invadió poco a poco, lo último que escuche antes de perder la consciencia fué una risa malvada que disfrutaba de mi sufrimiento...
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Desperté. Estaba acostado en el sofá de la sala. El chico de pelo rubio me miró atentamente cuando notó que estaba despierto.
- Tu no eres Sarah.
- No, no soy esa tal Sarah- intenté levantarme, más el fuerte dolor de cabeza frenó mis intenciones. Hice una nueva de dolor.- Mi nombre es Brick. Brick Utonio.
- Brick- dijo analizando mi nombre para que no se le olvide; creo- Brick. ¿Dime cómo sigues vivo? ¿Dime cómo sigues viviendo en esta casa, sin que algún demonio te haya matado?
- Supongo que eso es gracias a Butch...
- ¡¿Butch?! Nah, nah, nah- se colocó la mano bajo el mentón pensativo- O tal vez si. Después de todo, te pareces a su difunta esposa.
- ¡¿Esposa?! ¡¿Butch estaba casado?!
- ¿Ah? Ehh.- se cubrió la boca arrepentido de soltar la lengua- Olvídalo. Después de todo, el espíritu de la esposa de Butch, no quedó atrapado en la casa. Así que no tienes que preocuparte.
- Amm, ¿Ok..?- no sabía si era bueno o malo. Decidí no darle importancia.- Oye, por cierto. Tu vistes lo que estaba detrás de mi. ¿Quién me empujó?
- Cloe. Esa fue Cloe. La esclava envidiosa de Cloe. Es tan terrible y vanidosa, que se hace llamar "Princesa".- me miró de nuevo, comprobando si me encontraba lo suficientemente bien- Mi nombre es Boomer. William Boomer. Soy el mejor amigo de Butch.- se levantó de dónde estaba arrodillado.- Es hora de irme, Brick. Si le cuento lo que pasó a Butch, de seguro se enojara mucho. Sin embargo, tiene que saberlo. Por ti seguridad.
Mostré una expresión de confusión.
- De seguro. Si te dejo vivir es porqué eres su amante, ¿Verdad?- mi cara se torno tan roja, que se camuflajeó con mi camisa. El soltó una suave risa- Adiós. Buena noche.
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