-¿Y como se lo diras a tu tio? - pregunto Bracker mientras desgustaba de su helado bajo la sombre junto a su amigo.

   - Todavia no lo sé - respondio sin preocupacion el ojos rojos.

    En la mente imperturbable de Brick, no entraba razon del miedo o preocupacion, seguia sintiendo un inmenso jubilo de la proximidad de sus sueños. Cada vez daba un paso hacia la verdad.

    Llamo al numero registrado en la carta para reportar su interés por el trabajo. Le comunico el nuevo jefe que era un trabajo sin retroceso, si aceptaba, el contrato lo obligaba a permanecer en la hacienda. Estaba prohibido renunciar. Si lo hacia, tendria una gran deuda de varios millones de dolares encima.

    Brick aseguro no abandonar nunca el trabajo. En ningun momento compartio sus pensamientos del interés por el espejo, se pinto como un joven ansioso por un poco de adrenalina y nuevas experiencias. El hombre mayor, aun aceptando con un poco de duda, termino asegurando el trato con Brick y sentenciando el horario de trabajo (el dia que empezaria a trabajar).

    Brick llego con ilusion a su casa. "Deberia empezar por empacar", penso recostado en su cama. Todo era perfecto. Nada podria arruinar esto.

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    O al menos eso penso el pelirrojo.

    -¿Donde demonios consiguen a la inutil servidumbre que contratan en esta casa?- pregunto con arrogancia cierta pelirroja de lazos rojos y descuidados.

    - Vamos Berserk, no seas asi.- respondio pacientemente el Utonio mayor.

   Como Brick quisiera tener la paciencia que manejaba su tio. Berserk era la prima mas orgullosa, engreida y bruja que no soportaba. Con su llegada, su animo se volvio sombrio.

    - ¡Hey! ¡Brick! ¡Te estoy hablando, maldito sordo!- le grito con fastidio Berserk.

    - Perdon. No te escuché. ¿Qué decias primita?- Brick respondio lo mas amable que pudo mordiéndose la lengua.

    - Te estaba comentando si tu estupido cerebro recapacito, y por fin tomaras el curso de derecho.- dijo la pelirroja con malicia y codicia.

    Berserk solo pensaba en el dinero. Para ella, si Brick estudiaba derecho o finanzas, era una buena oportunidad de mantener la vida de capricho que mantenia. Ya que el dinero no era para siempre.

    - No empieces con eso- Brick puso su mano en su propia frente.

    Una señal imperceptible de Berserk, causo que el señor Utonio abandonara la habitacion. El mayor tenia un mal presentimiento.

    - Ya que ha pasado mucho tiempo, y aun no tomas una decision. He tomado la iniciativa de buscarte trabajo.- saco un papel del bolsillo de la falda- El amigo de mi novio trabaja en una empresa de electrodomésticos. Aqui esta el contrato. Es para un puesto pequeño, pero la paga es mas considerable que el misero sueldo que recibes en ese vulgar puesto de comida rapida. Vamos, aceptalo. Te estoy haciendo un favor.- Berserk le regalo una sonrisa llena de malicia.

    Brick no lo pudo soportar mas.

    - ¿En verdad crees que aceptaré ese trabajo?

    - Claro que sí. Por cierto, olvida las clases de historia o lo que sea. Ya retiré tus papeles.

    Brick se quedó boquiabierto.

    - ¡Ahora si te pasaste de la raya Berserk! ¡Con qué derecho manejas mis decisiones! ¡Lo que haga o no haga, no tiene nada que ver contigo!- gritó furioso el pelirrojo.

    - ¿Todavía preguntas qué con que derecho? Parece que se te olvida todo el tiempo y dinero que mi padre ha desperdiciado en ti durante estos 10 años. Deberías ser mas agradecido y pensar en en devolver el favor apropiadamente consiguiendo un futuro prometedor.

    - ¡Estas bien equivocada! ¡Soy yo el que decide como demuestro mi gratitud!, ¡No tu, una niña caprichosa y consentida!- le apunta con el dedo para apoyar su argumento.

    - Tan siquiera, yo tengo un padre y madre que me consienten. No soy un pobre vagabundo que se satisface con simpatía y compasión por los demás. ¡Al menos mi madre no me abandonó como una bolsa de basura!

    El corazón de Brick se apretó en su pecho, tan dolorosamente que salió de esa estancia por miedo a que las lágrimas lo traicionaran.

    Lo llamaron más tarde a comer, pero no siquiera se molestó en abrir la puerta...

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    Eran alrededor de las 11 AM.

    Brick bajó de el avión en Floridas. Esa mañana temprano, empaco las pertenencias más importantes, salió con sigilo en la madrugada y tomó un avión directo a la parte del país en la que estaba ubicada la hacienda de Myrthles. Sacó su celular: 70 llamadas perdidas. Al fin notaron su ausencia.

    La mayoría de llamadas eran del profesor. Otras eran de Bracker. Marcó el contacto para devolver la llamada.

    - Loco ¿Dónde te habías metido?- preguntó la voz al otro lado de la línea.

    - Me adelanté a ir a Floridas para comenzar el trabajo.

    Bracker se quedó en silencio unos minutos.

    - ¿No se supone que comenzaba la proxima semana?

    - Si. Pero preferí adelantarme.- Brick se encogió de hombros aunque el otro chico no lo veía.

    - ¿Ya hablaste con el señor Terri?- preguntó Bracker.

     - Todavía no. Si no esta de acuerdo a que me adelante en el trabajo, puedo alquilar una habitación de hotel.

    Continuaron conversando un rato más. Después se despidieron deseando lo mejor para el otro. Brick con la petición de no decirle nada al tío Utonio; Bracker con el lamento de todo lo que extrañaría a su amigo...

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    Por suerte, el señor mayor acepto de buena manera la idea de adelantarse en sus días de trabajo. El señor Terri insistió en darle un recorrido por toda la Plantacion. Recorrieron grandes espacios. El lugar era más grande de lo que imaginaba. Lo que llamó la atención del pelirrojo, fué una estatua de una criatura que se asemejaba a un angel. El "ángel" mantenía los ojos cerrados, con una expresión de melancolía. La estatua se percibía que en sus tiempos había sido una hermosa y útil fuente. Pero actualmente presentaba un agujero mediano seco (algo así como una piscina vacia).

    - Su tarea es permanecer en la casa como si fuera suya.- Brick presionó un interruptor en vano- Por ahora la electricidad no funcionará sino hasta la próxima semana que venga el electricista. Tendrás que adquirir unas velas.

    - Bueno... Creo que sera un inconveniente. Más me la sabré llevar.- responde decidido el pelirrojo. Buscará la forma de cargar su celular.

    Cuando finalizó el recorrido, el señor Terri se giro en la entrada. La mirada de éste le provocó escalofríos al más joven. Era como una sentencia de muerte; como sí supiese qué en cualquier momento la vida de Brick se extinguiría en esa casa. El hombre suspiró, acomodando su sombrero, con la perrilla de la puerta, le dijo:

    - Que Dios te bendiga muchacho.- acto seguido se marchó...

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    Brick salió a comprar viveres, una linterna y agua potable acompañado de refrescos. Regresó a la hacienda para organizar y limpiar las habitaciones más importantes que usaría el día de hoy.

    Comenzó por la cocina para guardar los alimentos. Después la sala y por último la habitación. Todo el día la pasó tan ocupado que se saltó el almuerzo. Eran las 8 pm. Brick encendió una vela en uno de los baños de la casa (en la casa habían otros tres baños que logro contar por encima), para ser específicos un baño que estaba incluido con la habitación. Una bañera con agua que logró calentar con unos trucos. Brick se recostó hechando la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos mientras suspiraba. Ni en su antiguo hogar, había tenido un buen momento de relajación como el que estaba viviendo en esos momentos. Tanto fue la paz que sentía, que se terminó quedando dormido.

    De repente, la puerta del baño se abrió lentamente. Dejando entrar una silueta espectral. La criatura se acercó al pelirrojo dormido lentamente. Cuando estuvo parado frente a frente de la bañera, levantó una mano en señal amenazante, mostrando unas garras afiliadas. Sin contemplación, embistió la mano con fuerza en dirección al cuello del humano.