Especial De San Valentín (Crystal & James)
Crystal & James
Crystal...
¿Como pueden ser tan lindos?, claro son padre e hijos.
-James, ten en cuenta que tú limpiarás todo esto-dije al ver que la habitación de hotel estaba cubierta por stickers de Poli Pocket, Power Rangers, Gatitos, Peter Pan, Hello Kiti entre otros personajes de niños o niñas.
-¡Mamá! ¡¿Verdad que papá decora muy bonito?!-preguntó Wendy acercándose a mi y abrazando mis piernas.
-Si hermosa, tu padre decora muy hermoso-dije enredando mis dedos en el lacio cabello de Wendy.
-Solo esperen a ver sus habitaciones en Portland-habló James entusiasmado-vamos a pintarlas con nuestras propias manos y..
-¡¿De verdad?!-le interrumpió Wendy con un brillo en sus ojos.
-Claro que si, ademas irán a una escuela con su prima Katy, viajaremos en verano, veremos películas los miércoles y los sábados, un día los arreglará su madre para la escuela, otro día seré yo, celebraremos sus cumpleaños, también iremos a..
-Se divertirán mucho niños-corte el largo discurso de James.
-Niños y si van un rato a sus habitaciones, mamá y yo tenemos que hablar un rato-los dos pequeños asintieron pero antes de retirarse Wendy se encaramó en la espalda de su hermano quien la llevó hasta la habitación.
-¿De que quería hablar señor Collins?-pregunte rodeando su cuello con mis brazos.
-Te tengo una sorpresa-rozo su nariz con la mía. fruncí mi ceño y lo mire acusante
-¿Que hiciste ahora James?-dije acusante.
-¿Yo? Pero si yo soy un angelito.
-Una ángel caído-me burlé. me aparte de James y me lance al sillón que daba vista a la playa.
-¿Recuerdas cuando no nos reconocimos?-preguntó ubicándose a un lado mío.
-Como olvidar a un odioso que no quería cederme lugar en el tren y el muy descarado me miró el trasero y me pregunto que si lo opere-arqueé una ceja.
-Tenía entendido que habías superado eso, estaba enojado, había perdido mi vuelo a Portland y créeme que apartar otra reservación de hotel en España, un sábado y mucho peor, en época de turistas, no fue lo más cool-dijo mirándome con el ceño fruncido.
-Puf, para eso no tenías que verme como pervertido-dije con los ojos entrecerrados. James llevo una mano a su pecho y finjo ofensa.
-No es mi culpa que ese uniforme te quedara tan bien..
Flashback..
Resoné mis uñas en la pantalla de teléfono. Y mire al techo de cristal de la estación de tren.
¿Es normal que una chiquilla de dieseis años, con los ojos hinchados y rojizos, camine por una estación de tren? Pues para mi se volvió una rutina.
Desde que murió mi padre, salir de casa con la excusa de que solo iré con mi mejor amiga, cuando en realidad vengo a la estación de tren solo para recordar cuando papá me mostraba todo lo escondido en este lugar.
Me mostraba los atajos, la puertas escondidas..que todo este lugar, por más sencillo que parezca, tiene sus secretos.
Esto es horrible. Es horrible recordar.
Mamá actúa como si nada, pero yo la escucho llorar en las noches, cuando cocina, las lágrimas no tardan en aparecer y los sollozos en escucharse, cuando llego de la escuela la encuentro viendo los videos de papá en la televisión mientras un montón de fotografías están esparcidas en el suelo.
"Caí en depresión" fueron las palabras que recibí hoy al llegar a casa, e llorado toda la tarde y no e ni siquiera dignado a ir a casa y cambiarme el uniforme.
Después de perder el contacto con mi amor pasajero de preadolescente, todo se me hace más difícil y más doloroso. Mi primer "novio" y lo digo entre comillas porque en realidad solo fue algo de preadolescentes, cuando tenía los trece o doce años fui de visita a Portland por unos meses, allí me gusto alguien por primera vez, pasaron los meses y nos convertimos en novios sin experiencia, al acabar el año me devolví a España y perdí el contacto con el.
La muerte de mi padre convirtió mi mente en un papel blanco, no recuerdo las cosas muy bien y si mal no lo recuerdo su nombre era Daems o Keims, o no, su nombre empezaba por J..Estoy CASI segura.
Su nombre era James.
-Pasajeros de la línea de trenes 11-B y 10-A por favor prepárense para abordar en dos minutos
Agarre mi mochila y metí teléfono dentro del bolsillo de mi falda, preparándome para poder dirigirme hacia mi tren.
Después de los dos minutos, me encontraba caminando rápidamente hacia mi tren el cual iba a cerrar sus puertas en tan sólo segundos.
Apresuré mi paso y solo por unos milisegundos puede entrar antes de que las puertas se cerraran por completo y me mocharan una pierna.
Solté un fuerte suspiro de alivio y de frustración, ¿Por que dos cosas totalmente diferentes? Sentí alivio porqué logre entrar, frustración porque justamente sobarbada un asiento y fue ocupado justamente cuando yo iba a poner mi trasero en el.
-Disculpa, pero yo vi ese asiento primero-le dije al chico, con el ceño fruncido.
El chico levantó la cabeza y..ay virgencita, es-es, es el prototipo físico de hombres que hoy en día necesita la humanidad.
Algunos cabellos rebeldes caían en su frente, sus ojos café claro que si te desconcentrabas por un momento se volvían un café verdoso que trasmitían algo diferente a la realidad, eran tan hipnotizantes, como si te tomaran y te llevaran a otro mundo, sus labios rosados se ven tan esponjosos..¿Como sería morderlos?
<Ay santa madre de las madres, te guardo de pensamientos impuros>
Amén.
-¿Ves que me importa? Además la cosa no es verlo, es tomarlo y eso fue justamente lo que yo hice-dijo frunciendo sus hombros y empezando a usar su teléfono.
Retiro todas las cosas buenas de este hombre.
Torcí mis ojos y me obligué a sostenerme fuertemente del tubo enfrente mío.
Los minutos pasaban lenta y tortuosamente.
¡¿Acaso atente contra el mundo como para tener la maldita mirada del maleducado en mi trasero?!.
-¿Oye?-me llamo el estúpido.
-¿Que?-hable cortante y aún sin mirarlo.
-¿Puedo preguntarte algo sin que suene indecente?
-Te advierto que tendré todo el derecho de castrarte-lo amenace.
-Tu..¿Te operaste el trasero?
Mis ojos se transformaron en dos grandes burbujas y mi cabeza giró cual demonio siendo exorcizado.
-Eres un pervertido de mierda-hablé con el ceño fruncido.
-Solo decía, es que es muy..redondo y..muy..-callo por unos segundos y rascó su nuca con nerviosismo-grande
-No sabes las ganas que tengo de patearte las bolas en este momento-apreté mis dientes-no eres capaz de cederme el asiento pero si me miras el trasero y aparte, insinúas que me lo opere. Pues no me lo opere, este trasero es real y totalmente..
Todo esto gracias a la ineptitud y falta de educación que la gente tiene hoy en día, justamente por eso caí sentada en las piernas de aquel idiota y todo gracias a que donde me encontraba parada fue ubicado el gigante estómago de un señor que habla por teléfono.
Intente levantarme, pero más gente se adentro en el tren haciendo que el espacio en del pasillo se reduzca hasta no quedar absolutamente nada, no exagero al decir que si más gente entra mis piernas se triturarían.
Me removí incómoda encima de él idiota y no me atrevía a hablar.
-Podrías dejar de moverte..
-¿Y por qué te haría ca..-me calle y ardí como el mismísimo infierno al sentir su..miembro en mi trasero, puedo jurar que en mis planes no estaba gemir ni tampoco apretar mi falda bajando la miríada mientras cerraba los ojos.
No mentiré. Se sintió bien.
Hasta pude escuchar un jadeo de su parte, al menos se que no fui la única.
-¿Eso fue un gemido linda?-su aliento chocó en mi oído haciendo que mi piel se erizara.
-Y si lo fue ¿que te importa?-dije en un susurro.
-Me importa y mucho..fui yo el causante ¿o no?-dio un pequeño roce en mi oreja y como respuesta me removí un poco encima de él causando lo mismo que causó anteriormente.
Esto se siente jodidamente bien pero esta jodidamente mal.
-¿Te conozco?-pregunte recuperado la cordura y retirando su mano que empezaba a aventurar dentro de emi falda.
-No-respondió acomodándose en su asiento-pero me gustaría hacerlo.
Me acomodé cuidando que no sucediera lo anterior, quedando de perfil hacia el.
-Que bueno por usted señor..
-Llámame James señorita..
Mi entre cejo se arrugo y con inseguridad, respondí.
-Y tu llámame Crystal-sus ojos brillaron por un momento causando cierta..rareza en mi-p-por casualidad no eres..James Collins-sus ojos se abrieron por completo, así dando la respuesta a mi pregunta.
-O por dios-mi respiración se volvió cortada y mi única reacción fue sonreír incrédula-eres..tú
-Pero que modales tienes James-lo mire con una sonrisa y me acerqué más a él para abrazarlo.
-C-Como..
-Agradéceme que lo te pateó las bolas por no llamarme nunca-susurré escondiendo mi cabeza en mi su cuello mientras respiraba su olor.
Espera..el-el, nosotros..¡¿Tuvimos un calentón?!
Me separe rápidamente con las mejillas sonrojadas y me atreví a mirarlo a los ojos.
-De verdad, lo siento, yo no debí haberme aprovechado de ese momento, yo..
-Tranquila Crys..-ahora fue el quien tomó la iniciativa de abrazarme-tus gemidos son muy sexys, al igual que tu trasero..
-Oh cállate quieres-golpee levemente su costilla y me separe de él-eres todo un perverido
-Y tu una calentona..
Fin del Flashback..
-¡MAMI! ¡PAPI! ¡PETER ME ESTÁ MOLESTANDO!-el grito agudo de Wendy interrumpió nuestro "pequeño" recuerdo.
-Dios míos, pero que niños tan chilindrinos-James y yo nos dirigimos a la masacre, encontrándonos a Wendy de brazos cruzados y su hermano intentándole hablarle pero ella no le dejaba.
-pero Wen..
-¡No!
-Wendy por fa..
-¡No!
-Solo brom..
-¡Mentiroso! ¡Tu dijiste que la querías más a esa niñita fea más que a mi!-el enojo de Wendy me asombro demasiado.
Ellos nunca pelean.
-¿Que pasa niños?-James se acercó a los dos y colocó a Wendy en sus piernas.
-Es que ese Niño que está allí sentado-señaló a Peter-y yo nos sentamos enfrente de la ventana para ver la playa, entonces él vio a una señora MUY fea y dijo que ella era más bonita que yo y..
-¡Eres una broma Wendy! Tú eres la niña más hermosa del mundo y mama es la mujer mas hermosa del mundo-una sonrisa apareció en mi rostro y un bufido se escuchó en la habitación.
Wendy es difícil de convencer.
-Resolverán esto como hermanos y si no lo hacen no saldrán del la habitación del hotel hasta nuevo aviso-sentenció James.
-¡Pero hoy es la fiesta de vestidos largos y mañana iremos a la estatua del Cristo Redentor!
-Su padre les dio una opción, si no resuelven las cosas y yo también les daré otra aparte del castigo de su padre. Tú Wendy, no jugarás con Katy hasta nueva aviso y..
-¡Pero..
-Nada de peros señorita-dije desafiante haciendo que ella se rinda cruzándose de brazos-y tú Peter, no más libros de tu interés hasta nuevo aviso..
-¡Mamá!
-Ya hable y más vale que no me hagan enojar-hable cruzándome de brazos.
Pude notar como James se acercó a Peter y le susurró algo al oído al igual que a Wendy.
-Resuélvanlo y veremos pelis hasta tarde-fue lo último que dijo James antes de salir de la habitación.
-Que estresantes están poniéndose esos niños-camine hacia la pequeña cocina del cuarto del hotel y empecé a preparar algo de yogurt con galleta.
Lo sé, es raro pero a mi me gusta.
-Bonito trasero eh-James rodeó mi cintura y beso mi mejilla.
-¿Pero que modales James?-justamente como ese día en el tren.
-¡Oh! ¡Se me olvidaba!-fruncí mi ceño confundido al ver como James corrió apresurado a nuestra habitación y regresó con algo en las manos.
-Estas muy raro últimamente y..
-Tu sorpresa amor-James me entregó un sobre envuelto haciendo que me confunda más-ábrelo
Empecé a desenvolver el sobre y me confundí más al ver escrito las palabras;
Ve hacia la puerta.
Mire confundida a James quien me sonreía ampliamente y me hacia señas con sus manos.
Me encamine hacia la puerta y aún sin abrirla me volteé hacia James.
-¿Por qué tanto misterio?-dije cruzándome de brazos.
-Deja de preguntar y abre la puerta-con la misma confusión abrí la puerta y así de rápido como pasa el tiempo mi confusión fue remplazada por felicidad pura.
-¡Campanilla!-chille mientras tomaba en brazos a mi cosita linda, a mi hijo canino quien le tardó segundos en reconocerme.
Campanilla empezó a llorar, a aúllar, ladrar y lamer mi rostro-pero que grande estas hermoso, ¿extrañaste a mamá? ¡Claro que lo hiciste!-empecé a hacerle cariñitos con un puchero a mi canino.
-¿Y para mi no hay cariños?-dijo James con tono burlón.
Deje a Campanilla en el suelo y me lance encima de James repartiendo besos en su rostro y el último fue en sus labios, un beso vivo y que no podía hacerse llamar como beso tierno o como beso salvaje.
Tenía sus momentos.
Me aparte un poco de James y allí fue que noté que mis pies no tocaban el suelo ya que su antebrazo rodeaba un poco más bajo de mi trasero.
Acaricie su nariz con la mía haciendo que los dos cerremos los ojos.
-Para ti hay amor..
-Y para ti hay una vida conmigo pequeña..
Retomamos nuestras composturas y llevamos a Campanilla a el sillón mientras le hacíamos cariños.
-¡Listo!-la voz de Wendy resonó por todo el cuarto de hotel-mami, papi, Peter y yo..¡Oh por Dios! ¡un perrito!-Wendy y Peter se acercaron a paso rápido y empezaron con las caricias hacia Campanilla.
-¿Como se llama?-pregunto Peter.
-Campanilla, su padre me la regalo hace unos años-hablé con una sonrisa plantada en mi rostro.
-Es hermosa-dijo Wendy mientras acariciaba las orejas de Campanilla.
-¿Arreglaron las cosas?
-Si papá-dijo Peter.
O por Dios. ¡Le dijo "Papá"!
Las mejillas de Peter se pusieron como tomates y pude notar como una sonrisa gigante aparecía en el rostro de James.
-No sabes lo feliz que estoy en estos momentos-dijo James con la mirada clavada en un punto fijo-¡¿Pelis en familia hasta tarde?!
-¡Si!
-¿Que película?-mis ojos brillaron cual Estrella.
-¡Peter pan!-dije como niña pequeña haciendo que todos rían.
-No cambias Crystal..
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