Isabela.

—¿Quién es?—.

—Soy yo...—

—¿Qué vienes a buscar?—

—A ti...—

—Y es tarde...—el desánimo en mi voz ya era notorio.

—¿Por qué?—y la borrachera de Tyler, era notoria leguas.

—¿Porque no te callas de y nos vamos a dormir?—dije ya cansada del asunto.
Ty, negó con su cabeza y se encaminó hacia mi.
Hoy hubo una celebración en el club del hotel donde nos hospedamos y aprovechamos que hoy es nuestra última noche aquí en Brasil, para celebrar.
Todos a excepción de Mili, Elli, Sofía y yo, se emborracharon, decidimos contratar a una niñera solo por unas horas mientras nosotros respirábamos de la tarea de ser padres o de el trabajo, pensé que sería tranquilo pero llegó el vodka y todo se descontrolo, me recordó mi adolescencia.
Mila aprovechó la inconsciencia de Miler, y lo llevó a hacer quien sabe que cochinadas, pobre.

Elli se puso toda romántica con Brandon.

A Crystal y a James se les salió su lado salvaje y se están literalmente comiendo en la barra.

Sofia duerme con Steve, mientras murmuran estupideces aún dormidos.

Y por último, Tyler y yo, digamos que lleva dos horas cantando música en otros idiomas, no para de recordarme cuanto me ama, me canto una canción en el Karaoke y ahora mismo me tiene encima de su regazo mientras acaricia mi pierna.

—¿Sabes cuanto te amo?—susurró acostándome en su pecho.

—No—dije cerrando los ojos al sentir sus dedos entre mi cabello.

—Pues te amo más que a mí mismo, te amo sobre todas las cosas—susurró arrastradamente.

Esta muy borracho.

—Te hice sufrir mucho. Oye, ¿recuerdas cuando te tire en un estanque de patos?—se rió como un completo estúpido—teníamos 17 y después tu te vengaste mojando mi consola—me hizo alzar mi cabeza para que quedáramos mirándonos el uno al otro.
Su nariz empezó a jugar con la mía haciendo que en mi rostro aparezca una sonrisa.

—Fue una lección—bese sus labios por unos segundos.

—Quiero a mi Isa, juguetona—dijo haciendo puchero.

—Créeme, no la quieres—dije soltando una risita.

—Oh, si que la quiero—dijo haciendo un camino de besos desde mi mejilla hasta el lóbulo de mi oreja.

—Para—hable mientras apretaba su camisa con los ojos cerrados—no estamos solos—

—Tienes razón—su manos, que anterior mente se encontraban metidas en mi corto vestido, salieron de tal lugar, bajaron más de lo normal mi falda para después rodear mi cintura y apretar posesivamente esta.

Tu se acercó a mi oído y su susurro palabras que me dejaron demasiado mal;—No quiero que absolutamente nadie te oiga gemir, no lo merecen y yo tampoco—

(...)

—Ay no, hermosa—mi tono de preocupación era notorio—¡Tyler! ¡Amor! ¡Ven rápido!—

Volví a tocar la frente de Katy, esta demasiado caliente.
Los apresurados pasos de Ty, no tardaron en escucharse por el pasillo.

—¿Que pasó?—dijo alarmado.
Sus ojos estaban hinchados y con algunas lagañas en ellos, su cabello desorganizado y su torso desnudo me decían que se acababa de levantar.

Lo que hace la resaca.

—Katy tiene fiebre alta—le dije para después morder mi mejilla interior con nerviosismo.

—¿Que?—

—Yo estoy bien papi, mami sólo exagera—su voz era tan débil y sus ojitos pesaban demasiado.

Mi bebe.

Esta mañana me levante y todo iba bien hasta que noté que eran casi la 1 de la tarde y Katy, no se había levantado, ella normalmente se levanta temprano para ver el amanecer desde nuestro balcón, decía que era como ver magia pero hoy no lo hizo.
Cuando fui a su habitación, sus mejillas estaban sonrojadas y su piel sudaba, me acerqué preocupada porque el aire acondicionado estaba encendido ella se veía demasiado acalorada, cuando la toqué estaba demasiado caliente y se veía tan débil que me arrugo el corazón.

—Ponle el termómetro—dije entregándole el termómetro a Ty e ignorando las palabras de Katy.

Esperamos unos minutos y Ty, con una mirada de preocupación me entrego el termómetro.

—38º casi 40°, hay que ir con el doctor—dijo mirando a Katy.

—Mi pequeña—

—Yo no soy pequeña—la débil pero enojada voz de Katy, hizo que plantáramos nuestras miradas en ella.

Esta niña ni enferma deja la necedad.

—Iré a bañarme y cambiarme ya por lo visto tú ya estás bañada—dijo Ty, para después irse del cuarto.

—Mami, me duele el estómago—hablo Katy, con la voz aguda.
Sus ojitos se aguaron y una lagrima rodó por su mejilla.
Rápidamente me acerqué a ella, me acoste a su lado y empecé a acariciar su cabello mientras le tarareaba una canción.

—Ya no llores hermosa, las princesas no lloran, tú eres tan fuerte como mamá y papá, ¿bien?—susurre.

—Vale mami—respondió con una sonrisa débil queriendo decir ñame que estaba bien pero lágrimas seguían brotando de sus ojos.
Nos quedamos unos minutos abrasadas donde lo único audible era el tarareo de mi boca y su débil respiración combinándose.

—Ve a cambiarte y enseguida nos vamos—la voz de Ty, hizo aparición y allí estaba el, intentando ponerse los zapatos aún de pie, con un Jean oscuro y una camisa blanca la cual tenía los 3 primeros botones sueltos, su cabello estaba mojado y desordenado haciéndolo ver sencillo pero lindo.

—Ya vengo Princesa—le susurré a Katy y ella asintió.
Me levante de la cama y me acerqué a Ty—Tiene dolor de estómago—le susurré mordiéndome una uña de el nerviosismo.

—Tranquila amor, ella estará bien—tomo mi cabeza y la beso—ella estará bien mientras esté con nosotros—acaricio mis mejillas y me acercó más a él para darme un beso rápido a mis labios—Ve—
Asentí y fui rápidamente a la habitación.

Ya en ella, busque ropa que ya estaba empacada en la maleta, específicamente, un Jean casual y una blusa sencilla, recogí mi cabello en una coleta alta y me puse unas sandalias, hoy no es día para usar maquillaje.
A paso apresurado fui a la habitación de Katy, encontrándome con la escena más hermosa.
Katy, estaba cubierta por una sábana, sólo se veía su cabeza y su piececitos, sus ojitos pesaban, sus mejillas estaban más rojas que antes, su largo cabello estaba totalmente hacia atrás, estaba sentada en las piernas de Ty, acurrucada en su pecho mientras él le cantaba una canción y acariciaba su cabello.

—Ya vámonos, Amor—llame su atención haciendo que el levante su cabeza y me mire—iré apartando cita—el asintió y se levantó aún con Katy en brazos.
Camino hacia mi cuando estuvo frente a mi, beso mis labios durante un buen tiempo.
Al separarse miró mis ojos y pegó su frente a la mía.

—Te amo y no me gusta verte así—dijo en un susurro ya que Katy, yacía dormida en sus brazos.

—Estoy bien solo que... Me preocupa, ella nunca había estado así—dije alejándome un poco de él.
El asintió y besó mi frente nuevamente para encaminarse a la puerta—y Ty—le llame cuando el estaba apunto de cruzar la puerta—yo también te amo—

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Halooooo!

Regrese con un capítulo más, espero que lo hayan disfrutado.
No tengo mucho por decir pero si por preguntar.

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CORRAN A LEERLA!!!! 😆😆