Extra: Un amigo
Murmullos inundaban los pasillos y las salas alfombradas. Después del tan mencionado nombre del décimo Vongola, ya no había nada de lo que los mafioso pudiera murmurar y, sin embargo, en esta nueva reunión, se encontraban hablando entre si acerca de otro jefe famoso.
Se hablaba últimamente sobre un mafioso pelirojo, quien maneja una mafia a la cual se le creía extinta, pero resultaba que ahora podría hacerle competencia a Vongola y asistía como todos, a las reuniones de la mafia donde se hablaba sobre todos los asuntos de bajo mundo.
Tsuna alcanzo a escuchar todo, por supuesto, era actualmente una de las tareas más fáciles de hacer mientras bebé una copa de vino (muy a pesar de la negativa que le dio Reborn en beber en una reunión)
—Pero solo lo hago mientras espero, ademas no inhibe mis sentidos—
Eso fue lo que dijo, así que ahora bebía tranquilamente su tercera copa, asombrosamente sin emborracharse y disfrutando de los continuos murmullos.
—¿Con que competencia, eh?—penso divertido, escuchando los múltiples pasos de unos jóvenes y un par de ruedas avanzando.
—¿Es él? Debes estar bromeando—
No es una broma
—¿Competencia de poder?
—Mas bien una competencia de minusva–
—Terminas esa frase y te corto la garganta—interrumpio Tsuna, al comentario de un hombre que estaba muchos pasos alejado de él, sin embargo el castaño alcanzo a escucharlo y con la rabia subiendo por su estómago, lo callo de inmediato.
Todos los demás hombres se quedaron congelados ante la orden del "Despiadado" Décimo Vongola (como muchos aún lo llaman). Lo ven avanzar en dirección al hombre que silencio y sus ojos normalmente cerrados, los muestra y con ellos, el brillo naranja, característico de que su irá está a flote.
Tsuna dejo la copa en la mesa y sin rastro de estar ebrio, se enfrentó al mafioso que se atrevio a insultar a su amigo.
—Escuchame bien—arrastro las palabras—Podras decir todo lo que quieras. Pero despreciando a un jefe como Enma Shimon, no te hará un mejor jefe para tu propia familia—el castaño apunta con su dedo al pecho del hombre—Te aconsejo que cuides tus palabras
El mafioso trago en seco, el sudo frío bajo por su nuca y pensaba, que el solo apartar la mirada de esos aterradores ojos naranjas, sería su perdición. Nadie podía escapar de la mirada fija que dirigía el Vongola cuando estaba enojado por algo. Era como faltarle el respeto al mismísimo diablo.
—Tsuna, es un placer verte de nuevo—interrumpe el momento tenso, una voz armoniosa.
Al instante, el castaño relaja su expresión y cierra sus ojos. Con desprecio mira por última vez al hombre y luego voltea a la dirección en la que su mejor amigo le hablo.
—Enma, Bienvenido— el moreno le dirigió una sonrisa brillante
Si la conmoción de antes debía de explicarse, no hacía falta, por qué el simple saludo amistoso de los dos mafioso más famoso hasta el momento, lo decía todo.
Tsunayoshi y Enma eran jefes de mafias poderosas, que bien podrían hacer competencia y el bajo mundo estaría hecho un caos, pero por milagro del destino, en lugar de convertirse en enemigos, ellos se convirtieron en mejores amigos.
¿Y la razón por la que Tsuna había callado a ese hombre?
Bueno, era porque así como Tsuna tiene su "cualidad" de no ver, el peli-rojo tiene la "cualidad" de no poder caminar. El mafioso Shimon era conocido por ser peligroso a pesar de tener una discapacidad como la tenía Tsuna, e igualmente, era respetado como lo era Tsuna.
Enma no hallaba vergüenza en presentarse a las reuniones de la Mafia en su silla de ruedas, acompañado siempre detrás por su familia. Hubo un tiempo que nunca se mostraba y su imagen no era más que formada por rumores, pero cuando su amistad con el moreno se formó, hace 5 años, no hay día que se sienta avergonzado de su condición.
También el castaño se encarga por supuesto, de que absolutamente nadie, se atreva a comentar algo al respecto de su incapacidad. Por qué conoce a su amigo pelirojo y porque han hablando sobre ello, tiene la necesidad de callar a cualquier tipo que quiera comentar sobre su condición.
Quizás no tengan las mismas limitaciones, pero el castaño se siente muy identificado con Enma y por esa misma razón, odia que sean señalados.
El décimo Vongola aún tiene tan fresco como ayer, el recuerdo de la vez que él y Enma se hicieron amigos, de la primera vez que se toparon.
Mientras el peli-rojo y el Oji-miel avanzan hacía otra habitación para poder hablar tranquilamente de lo que se han perdido estos meses de no verse. La multitud de capos se dispersa y vuelve a sus asuntos, no queriendo mencionar más a Vongola, en caso de que esté este escuchando en secreto.
Al mismo tiempo, Tsuna comienza a recordar dulcemente su encuentro casual de hace años.
Fue en una reunión como está, pero la diferencia era que no se trataba de la mafia, si no que se toparon en un lugar común y corriente, solo por casualidad.
Aquel día el castaño de repente se quedó solo en su mansión, era joven y aún no empezaba a asistir a las reuniones como los demás mafiosos, así que no tenía muchos amigos fuera de su familia y se sentía un poco aislado del mundo mismo al que pertenecía. Así en consecuencia de haber sido abandonado misteriosamente, Tsuna salió de la mansión y camino por las calles de Italia sin ayuda ni compañía.
Normalmente si quería salir o pasear, era acompañado por su familia y todo el tiempo en limosina, con la excusa de que pronto sería el jefe de la mafia más poderosa, tenía que cuidar sus alrededores. Aún apesar de ser él era el que mejor vista y oído tenía, nunca le permitían salir sin compañía; hoy aprovecharia la oportunidad y se desataría de todas las responsabilidades como Vongola y sería solo un joven ciego paseando por la ciudad.
También como ya era su costumbre, no salió con su bastón para identificarse como una persona ciega, simplemente decidió bajar su flequillo, ocultar sus ojos cerrados y fingir ser una persona normal. No estaba de humor para llamar la atención de las personas en los mercados y tiendas de al rededor, pues fue a parar en un lugar lleno de gente con muchos puestos que vendían todo tipo de cosas. Los olores se mezclaron cada vez que se adentraba más al lugar y el ruido también aumentó, pero no fue molestó, más bien agradable a los oídos sensibles de Tsuna.
Con solo oír, el castaño podía decir que todo era colorido y alegre. Un mercado entre las calles y callejones de Italia eran poco frecuentes. Tsuna había oído muchas de ellas a la lejanía de su mansión y siempre había soñado con estar ahí, imaginando como podría ser, que tipo de personas o situaciones se formarían. Mientras estaba estudiando en su escritorio o mientras leía en tiempos libres, escuchaba a los lejos y podía permitirse imaginar los tantos encuentros que se daban en esos lugares o amistades que se formaban, y Tsuna deseo estar ahí para vivirlo el mismo.
Cuando finalmente estuvo ahí, paseo un largo tiempo, luego se sentó en lo que parecía ser la orilla de una fuente y disfruto la brisa. Mucha gente paso frente a él y algunas se detuvieron a mirarlo ¿Quizás tenía algo en la cara o en su ropa?
¡No era él a quien miraban! Se trataba de una persona justo detrás de él, que no alcanzo a detectar dentro de su ecolocalizacion. Detrás de él, al otro lado de la fuente, también había alguien pero no estaba sentado como él, más bien se encontraba tratando de subir a la orilla de la fuente mientras sus piernas estaban arrastrándose en el suelo.
—Dejame ayudarte—dice Tsuna acercándose al chico.
—T-te diste cuenta, gracias—le responde, conociendo que el castaño que lo ayuda parece haber notado su discapacidad
Cuando el castaño coloca el brazo del pelirojo sobre su espalda, por fin puede levantarlo y hacerlo sentar en la orilla de la fuente.
—¿No tenías tu silla contigo?—pregunta el moreno cuando se sienta a su lado.
—En realidad si, pero un grupo de chicos hicieron tropezar y al caerme ellos simplemente se llevaron la silla—rie avergonzado de haber dejado que sucediera—Por cierto, me llamo Enma ¿Y tú?
Tsuna, que hasta ese momento aún tenía su flequillo cubriendo sus ojos, el extraño no había cuestionado nada y lo agradeció.
—Me llamo Tsunayoshi, pero puedes decirme Tsuna—el adolescente sonríe y contagia al otro—¿Y no venías con compañía? Así pudiste evitar el accidente.
—Jaja Bueno...estaba escapando de mis responsabilidades—se rasca tímidamente la mejilla—Solo quería dar un paseo, pero mi amiga insistía mucho y no me escuchaba, asi que en un momento de distracción yo huí
—Entonces para andar en silla de ruidas eres muy ágil para huir—ante la alegre conversación que Tsuna lleva con esta persona, no vio ningun problema al platicarle sobre él—De hecho soy ciego y mi familia lo sabe, y también sabe que eso no me impide trabajar, así que me piden mucho—el castaño ríe y a Enma le agrada el sonido que hace al reir—Pero hoy simplemente desaparecieron, aproveche y escape aquí
—Lo tienes difícil, eh...¡Ah, pero es increíble que puedas trabajar aún si eres ciego! Mucha gente tiende a subestimarnos—termino diciendo Enma con tristeza
—Por suerte para ti, yo no te subestimo—Tsuna le volvió a sonreír.
Y a partir de ese punto, ambos comenzaron a hablar más y llevarse mejor, olvidando por completo que la silla fue robada y que Tsuna tenía que regresar a su trabajo.
La tarde paso y la gente del mercado poco a poco empezó a escasear, luego hasta los puestos empezaron a cerrar. El sol apenas comenzaba a bajar, Tsuna podía saberlo por la fría brisa que empezaba a sentir. Hubo un momento de silencio entre los dos, pero jamás se sintió incómodo, más bien, decidieron respetar el acuerdo silencioso de disfrutar la brisa que pocas veces suelen respirar.
Enma siempre estaba en casa, viviendo casi oculto entre muchos edificios para no ser visto por mafioso que quieren destruir a su familia y, no siente que sea un error vivir así, pero si odia no estar cerca del campo o de espacios grandes donde pueda disfrutar de una pequeña libertad. Ya que no tiene movilidad en las piernas para correr o caminar, todo el tiempo suele sentirse enjaulado, incapaz de explorar por si solo; así que vivir todo el tiempo en su mansión no le ayuda mucho a su mente.
Desde que perdió la movilidad, causado por un accidente que se vio envuelto entre mafias, su familia murió y el sobrevivió quedando así. No fue hasta que empezó a contar con el apoyo de sus amigos, para después convertirse en su nueva familia; entonces él mismo hizo crecer su familia mafiosa al descubrir de dónde viene. Y así, les demostraría a los demás capos, como se debía hacer correctamente su trabajo. Quería destruir los simientes retorcidas de la mafia, las traiciones, las muertes, la violencia, y crear su propio nuevo concepto de Mafia, una donde ayudará a los demás y lidiará con los problemas de formas pacíficas.
En donde se encontraba, aún no parecía tener la mirada de los demás sobre él, aún consideraban a la familia Shimon como alguien débil y mediocre. Por eso su amiga Adelheid, le insitaba tanto en trabajar y no salir de casa para armar un plan a largo plaso sobre lo que haría. Ella quizás era la más enojada, respecto a que el pelirojo no podía caminar; por el contrario él, ya había dejado ese rencor atrás y solo se sentía a veces desanimado por no poder avanzar más como desearía.
Y entonces, cuando decidió escapar por un rato de su trabajo, lo que menos espero fue haberse encontrado con un chico discapacitado como él y que, sin pensar en las consecuencias, empezaron a platicar sobre sus vidas, contando la mafia. Para consternación de los dos, resultó que ambos eran jefes y a veces subestimados; ellos rieron un buen rato y luego comparaban a su familia para ver quién podría ser peor, más escandaloso o el más callado. Así, hasta llegar al cómodo silencio, esperando la inminente llegada de su amigos que ya podía Tsuna sentirlos venir.
—Una mujer se acerca por tu lado, podría ser tu amiga Adelheid—informa el castaño
—Gracias. Ahora que se cómo es que puedes ver, me sorprendo mucho—sonrie el peliroja.
—Oh, parece que también se acerca Gokudera, es uno de mis Guardianes que te conté
—¿En realidad? Sería bueno conocer a toda tu familia, sería divertido volver a reunirnos—suspira un poco triste—Quiero decir, como amigos, no como jefes de la mafia
Ante la propuesta, el Oji-miel ríe divertido, ellos siguen hablando mientras los demás se acercan. Ya no solo es Gokudera y Adelheid, al parecer más atrás estaba el resto de sus familias siguiendo el rastro.
—Enma, ya somos amigos ¿No? Así que hay que hacer un montón de reuniones para escapar y divertirnos más amenudo
—Por favor ya no se escape más Décimo, nos la puso difícil para localizarlo—dice Gokudera al acercarse y alcanzar a oír un poco la conversación.
—Enma no vayas por ahí haciendo amistades con desconocidos—tambien se acerca una mujer azabache, escudriñando al peli-plata
—Pero Tsuna no es un extraño, nos hicimos amigos ¿Verdad?—el pelirojo ve como el moreno se pone de pie y sonríe a su amiga, ignorando por completo las quejas de su mano derecha.
Mas atrás, también observa como, tanto de su lado, como el de Tsuna, sus familia se aproximan.
—¡Por supuesto!—el castaño hace una reverencia a Adelheid y luego se levanta para mostrar sus ojos—Formemos una alianza, Enma, así no nos darán excusa para no reunirnos como amigos ¿Que dices?
Y ante eso, tanto la azabache como el de Fedora que ya había llegado, al oír eso, inmediatamente se negaron.
—¿Pero que dices Tsuna? ¿Quién es él para empezar?—cuestiono su padre señalando.
Antes de que alguien de los Shimon,pudiera protestar por señalar a su jefe, claramente aún sentado, el castaño interrumpe.
—Oye no lo señales, ya te dije, es ahora mi amigo Enma Shimon y como Decimo Vongola propongo una alianza—
El pelirojo emocionado, forma una "o" con su boca y aplaude; él está encantado de ver cómo su familia se queda callada y con cara de terror, al igual que la de Tsuna. El moreno mostró su autoridad y no acepto objeciones de sus guardianes.
—¿V-Vongola?¿A-Aqui?—susurra Koyo.
—Tsuna, no—
—Tsuna, Si—sonrie divertido—Además, ustedes fueron los que me dejaron, porque iba a quedarme trabajando mientras estaban-No-se-donde haciendo algo a mis espaldas—el castaño se cruza de brazos y mira a su familia enojado.
—Entonces como Jefe Simon, acepto la alianza—Enma extiende su mano y la estrechan.
La familia por el lado de ambos capos, estaba muy asombrada, mirando la repentina relación que se a formado y, principalmente, porque Vongola era poderosa y no se imaginaban haciendo una alianza con una pequeña familia como ellos. Que apenas comenzaban y eran muy amenazados.
—Bueno, lo que sea, Enma ahora vamos a trabajar—
—¡Espera! Pero tenemos que celebrar con una comida juntos ¿No?
Y la familia de Tsuna no podía dejar se sorprenderse cada vez más, hablaba tan despreocupado y tan comodo con el desconocido jefe, que tenían sus dudas.
—Tsuna ¿Cuánto tiempo estuviste fuera?—pregunta Yamamoto, pues piensa que el tiempo que ellos estuvieron buscando a su jefe, no fue el mismo que cuando Tsuna se fue.
—Creo que desde el momento que desaparecieron.—coloca inocentemente su dedo sobre su barbillo—Soy malo para el tiempo, pero creo que fue temprano ¿Porqué preguntas?
—Yamamoto dejalo—Reborn suspira, sabiendo bien que no puede negarle a su hijo está amistad que ha formado—Vamos entonces familia Simon, El Vongola décimo está feliz de tenerlos como aliados—termina colocando su mano sobre el rebelde cabello castaño.
—Oh, pero no pueden venir sin una silla para Enma, ¿Verdad?—
—¿A qué te refieres con eso...? ¿Oh? ¡Oh!
—Podria ayudarlo con una ilusión, Jefe—Ofrece su niebla con una sonrisa.
—Si, eso sería de ayuda, gracias Chrome—dijo el moreno y, hasta que la niebla formó una silla de ruedas, finalmente los demás de la familia de Tsuna que no sabían, entendieron todo.
—¡Enma...! —
—Esta bien, Adelheid, Tsuna se dio cuenta muy rápido, además el me entiende—
—Bueno, así como Enma, carezco de la vista—afirma él y su familia no dice nada. Saben que a Tsuna lo hace sentir orgulloso ahora—¿Nos vamos?
Quién iba a saber, que meses después, Tsuna supo porque sus guardianes se habían desaparecido ese día, pero que gracias a eso conoció a un buen amigo y aliado.
Entonces cuando lo reconoció frente a todos esos mafioso podridos en dinero e injusticias, nadie se atrevio a comentar nada acerca del jefe pelirojo, mucho menos a subestimarlos o burlarse de sus capacidades.
Porque más tarde se darían cuenta que, con el control absoluto de la gravedad, gracias a sus llamas de la tierra, el pelirojo lograba levantarse y atacar a cualquier enemigo. Casi como si volará, se enfrentaba desde el aire siendo inalcanzable para cualquiera; años fueron necesarios para lograr esos movimientos y, por supuesto, la ayuda de un castaño que lo ánimo a intentar usar sus llamas a su máximo poder.
Ahora ambos capos iban a esas reuniones entre mafiosos, ambos queridos también por el jefe Cavallone Dino, haciéndose un trio inseparable y respetado. Y si alguien decía algo, era mejor que se preparará para salir de ese lugar envuelvo en sábanas, directo al cementerio.
╔═.✵.═══ Nota final
Eh aqui, el último extra ♡
Pues lo termine antes de lo esperado y quería publicarlo cuando fuera el cumpleaños de Enma, pero no le vi caso. Si ya tenía este extra, porque no publicarlo.
Muchas gracias por ser pacientes y leer comigo está historia, aún después de dos años de haber sido finalizada, aquí están uwu
Siempre que regreso aquí, me lleno de emoción, porque ustedes le dedicaron tanto cariño a esta obra, gracias c:
Cómo siempre, nos leemos en otra obra.
Haruhi═══.✵.═╝
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