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◑ R e c h a z o ◑
Hay tantas cosas que no sabe y le molesta el proceso tan lento que llevara esto, para que el castaño le confíe todos sus miedos y traumas. Ya pudo presenciar un poco de la ira y la melancolía de este, que siempre llegaba a tal extremo y terminaba soltando lágrimas, eso también era algo que quería cambiar.
No solo porque un jefe de mafia deber aprender a no mostrar sus emociones con facilidad, si no porque le molestaba ver cómo ese rostro se desgastaba más y entonces ya no quedaría nada de Sawada Tsunayoshi.
Esa mismo día, por la tarde, decidió hacer aquella pregunta.
—¿Cuando fue la última vez que comiste?—cuestiono mientras el castaño estaba sentado en una silla de ese pequeño comedor, bajo su mirada y dejó que su largo flequillo cubriera sus ojos.
—¿Que fue lo último que comiste?—cambio la pregunta y otra vez espero.
—No recuerdo, talvez solo agua o sobras ¿Como voy a saberlo? No logro ver lo que ingiero, no importa—se movió incómodo sintiendo la mirada molesta de su tutor.
Y es que a Reborn, le molestaba que él hablara así de él mismo. Era algo que esperaba quitar primordialmente.
—Bueno, como sea, empezarás a comer más que sobras—noto la mueca de su estudiante—¿Algo que quieras probar por ahora?
Pregunto aquello y de inmediato la boca de su estómago respondió con náuseas. No es que no quisiera comida, es que de inmediato la sentía tan pesada que no la soportaba dentro de su organismo y la terminaba vomitando, por supuesto Reborn no sabía ni debía saberlo.
Suspiró agotado con todo esto, no terminaba de acostumbrarse con este asesino merodeando su casa.
—Con omelette me basta—sen encogió de hombros. Dudando de su decisión.
El Hitman inicio con eso, pero tenía pensado agregarle algo más. Como persona independiente había aprendido a preparar su propia comida, así que esto solo era como una de esos muchos desayunos, con la diferencia que estaría preparando para alguien más.
Le sirvió leche tibia mientras tanto y para él, café. Tsuna la recibió con una leve sonrisa y la bebió de apoco, sintiendo como el líquido le raspaba y luego suavizaba su garganta seca, lo sintió cálido.
Terminó su tarea y coloco en la mesa el plato de cada quien, dejo la cuchara cerca de la mano del moreno y de primer instancia quiso ver como este empezaba a comer por si solo. Para eso ya debía estar acostumbrado, ya que su madre paso tiempo suficiente con él después de salir del hospital antes de decidir irse. Que por cierto, aún debía saber los expedientes de hospitales y médicos donde asistió el castaño, debía conocer las condiciones en las que llegó al lugar.
Mientras estaba metido en sus pensamientos, no se percato de lo difícil que se le hacía al chico el pasar los alimentos, cada vez una mueca de disgusto se dibujaba; no era por el mal sabor, era su mismo cuerpo que no identificaba ese sabor, no identificaba que eso siquiera era alimento. Se arrepintió, talvez debió de haberle dado alimentos por intravenosa y una vez que estuviera acostumbrado, comenzaría con lo demas.
El no era doctor, nunca se preocupó por los demás, incluso ahora, era su primera vez que siendo tutor tenía que ver tanto por su alumno.
—Dejalo y solo bebé la leche—dijo apartando el plato que ni siquiera estaba a la mitad.
—Yo...lo siento, de verdad lo intente—dejo caer el cubierto y se tocó el abdomen hundido que tenía.
—Olvídalo, solo te daré por ahora fruta—dejo su sombrero descansar sobre la mesa y lo miró, tenía de nuevo ese semblante triste.
Tsuna no quería desperdiciar los esfuerzos que un extraño estaba haciendo por él, no lo merecía, por eso quería estar solo porque así nadie tiene que quejarse por no alcanzar sus expectativas. Se esforzó mucho por masticar y tragar el alimento, pero su cuerpo lo tomaba como un agente extraño y ya tenía las náuseas en la boca del estómago, listas para expulsar cualquier cosa. Ahora se sentía patético, se estaba odiando aún más.
Vaya jefe sería, seguramente con el primer contacto que tuviera con esa supuesta familia que formaría, lo ignoraran por verse patético; llorar y caerse sin sentido, es algo que les daría lástima.
Así que con desgana comió aquel platito de fruta, le pareció suave a su paladar y dulce. Esta vez no se resistió y pudo pasar con facilidad el alimento, sonrió levemente y continuó saboreando cada bocado. Reborn noto eso y como ya había terminado su respectivo desayuno se levantó y recogió, hizo una lista mental de lo que necesitaría hacer después, ya que la poca comida que estaba en el refrigerador, estaba echada a perder y todo lo que tenía que ver con cereales y fruta, se había agotado.
Ahora tenía que hacerle de mamá y hacer las compras, solo pensarlo le parecía fastidioso, pero sabía que era para provecho suyo. Entonces vería si mandaba a alguien más por aquel mandado o iba junto con el chico.
¿Porque con él? Bueno, tenía que ver con su pálida piel que por bastante tiempo había dejado de recibir luz del sol y por eso le parecía importante una caminata.
—Saldremos, ya es más del medio día y necesitas alimentos para más días, así que iremos juntos a comprarlos—dijo de nuevo viendo al castaño sentado en el sillón donde lo encontró.
—Me quedaré, no saldré de este lugar—dijo con tal firmeza que no esperaba.— Además no creo sostenerme, a menos que quiera cargarme.
—Bien, no tardaré—dijo con un deje de molestia, pero tenía razon. Luego se retiró, apuntando mentalmente que también tenía que reparar esa cerradura.
Tsuna mientras se recostó en el sillón, triunfante de no tener que salir y por tantos sonidos a la vez que le aturdían. Jamás había entendido eso de que una persona con discapacidad visual desarrollaba sus otros sentidos, pero ahora veían que era doloroso, doloroso no poder controlar que sonidos quiere percibir y que otros no. Incluyendo el sonido abrumador del pasar de los carros, porque aún tenía el miedo de ser envuelto en otro accidente.
Esto no tenía pensado decirlo a su Tutor, no quería causar más molestia, su vida no valía tanto como para que alguien haga pagar a los responsables de ese accidente; además seguramente con el buen asesino que se hacía decir debería descubrirlo dentro de poco.
Al final se quedo dormido esperando el regreso de Reborn, recupero el sueño que por días había perdido, se sentía en paz.
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Reborn entonces regreso, tardó más de lo esperado, pero se sorprendió al ver a su alumno dormido, una leve sonrisa se dibujó en forma de aprobación y luego empezó a guardar las cosas que compró en los anaqueles de la cocina.
Ahora lo que lo mantenía ocupado era como iniciar con los estudios del moreno, no sabía cuánto tiempo lleva ausente de la escuela, aunque seguro lo suficiente para ya ser tomado como expulsado o recursor de un año. No importaba por ahora, el se encargaría de ayudarlo, enseñarle lenguaje Braille para leer y si necesitaba memorizar ciertos ejercicios para aprender de álgebra, entonces guiará su mano sobre procedimientos previamente ya resueltos en libros y así, con suerte aprendería a resolver problemas mentalmente, en un futuro.
Aunque se estaba llendo a los extremos, por ahora con enseñarle a leer en lenguaje Braille, con paciencia; cosa que a la madre del castaño olvido hacer, o talvez lo hizo intencional, al no ver igualmente un futuro para el jóven.
Entonces aprovechando que Tsuna estaba dormido en la sala, iniciaría con revisar su habitación con más detalle, seguro tenía algo que le hacía actuar así al moreno, no lo sabía.
Una vez adentro, pudo ver tantas cosas regadas habia por todos lados bulto tras bulto, seguramente arañas ya estaban habitando ahí. Bufo molesto, más trabajo de limpieza.
Empezó con las cosas fuera de lugar, recogió y tiro lo que parecía basura, fue ahí cuando le dió curiosidad encontrar varias bolas de papel escondida en rincones o simplemente tiradas en su sesto de basura. Las tomo y las desenvolvió dejando ver las grotescas palabras ahí escritas; suspuso entonces que eran hojas arrancadas de su cuaderno, notas que le escribían cuando Tsuna se iba del salón o estaba distraído.
Palabras amenazando o insultando eran lo único que destacaban, parecian escritas con bastante intención de herir y hacerle burla, y claro Tsuna no podía evitar leerlas, creerlas y luego botarlas en la basura fingiendo que nada ocurrió.
Reborn volvió a fruncir su seño, era obvio que el moreno se guardaba cada cosa dicha en lo más profundo y las fue creyendo hasta sentirse así, basura. Por eso lloraba, porque todos tenían razón y si alguien quería contradecir esa palabras de sus abusadores, entonces simplemente ahora era un nuevo objetivo de burlas. Nadie se detuvo a ayudarlo por estar asustados de esos abusadores ¿En qué clase de instituto había ingresado?
De pronto el ruido de un objeto caerse en la planta baja, lo hizo salir de su trance y asomarse a ver qué era lo que ocurría.
Tsuna ya no estaba en el sofá, seguramente se calló al intentar encontrar algo en la cocina, Reborn pensaba bajar de todas formas así que no le importa en ese momento.
Sin embargo, al escuchar unos murmullos decidió prestar más atención.
—¿R-reborn?—llamo, tanteando la superficie de la mesa del comedor. Sus manos temblaban —¿L- Llegaste ya?—pregunto al oir ruido proveniente de la planta de arriba.
Con temor siguió avanzando porque en esa basta oscuridad no sabía si todo estaba transformándose en una pesadilla. Quería escuchar la voz del asesino respondiendo, porque si no, la verdadera oscuridad lo estaba consumiendo de nuevo. Aquel silencioso lugar, sin paredes ni suelo en cual apoyarte, solo una sala vacía y oscura que lo atrapaba en anciedad e inseguridades.
Aún tenía mucho que aprender.
—Asi que... ¿Todo fue un sueño?—dijo por fin decepcionado y se disponía a regresar con cuidado a la sala. Reborn solo miraba curioso la situación sin hacer nada, podía ver fácilmente los latidos rápidos del corazón del chico, marcado por su delgada complexión. Era obvio que estaba asustado, pero ¿De qué exactamente?
El moreno tropezó en el intento por regresar al sillón. Reborn por su parte bajo con agilidad las escaleras y tomo al chico en su pecho. Al levantar su rostro, como siempre mantenía sus ojos cerrados, tratando de soportar las lágrimas que quería salir y una mueca de disgusto estaba dirigida hacia él.
Tsuna lo trato de apartar, forcejeo nuevamente y gimió de impotencia.
—Idiota—murmuro—soy estúpido al seguir aquí ¿Verdad? Por qué así dejaría de tener esas pesadillas, porque así dejaría de pensar que toda mi inútil vida pueda tener esperanzas.
—Tsunayoshi...
—Reborn ¿Porque no me disparas con esa arma que tienes? ¿Porque no dejas de mentirte y te vas ignorando el hecho que me encontraste?
El azabache lo interrumpió.
—¿Y dejar que el mundo siga creyendo que un patético chico como tú no puede patear sus traseros? ¿Y dejar que crean que al dejarte ciego, te hicieron incapaz de vivir? Si es así como piensas morir, entonces significa que necesitas una nueva familia para que te haga creer lo contrario, necesitas un nuevo propósito en tu vida, Tsuna—
El moreno por fin alzo su mirada.
—Antes de que digas que no necesitas ayuda de más, eso ya no puedes decirlo tu, porque ahora soy yo el que me haré responsable de ti. Tu madre se ha ido, deja de temer por ella. Tus abusadores creen que estás muerto, así que no volverán, sin embargo tu les mostraras a esas personas que estuvieron equivocados al dejarte.
—No creo ser suficiente, no lograré todo eso que tú quieras que sea y aún así...¿Por qué?—
—Ya te lo dije. Tienes que patearles el trasero a esos imbéciles—
—¿Y si no lo logro? ¿Me abandonaras?
—Al contrario, del error se aprende niño. Tu seguera no va a ser problema, porque yo haré que tu habilidad salga a relucir aún así, tendrás que prepararte—
Tsuna suspiró agotado, había sufrido de muchas emociones en un solo día, sus ojos ya estaban irritado, pero simplemente no podía cambiar su costumbre de llorar por todo, todo el tiempo. Por otra parte estaba tranquilo de oír esas palabras, no había encontrado a alguien que persistirá tanto con no dejarlo solo. Aunque por ahora estaba bien con solo esa personas, no podía imaginarse estando rodeado de mas. La supuesta familia que formaría estaba seguro que sería todo un proceso muy pesado, pero tenía la curiosidad de querer intentarlo, talvez una vez conociendo a esas personas, encontraba el nuevo objetivo que Reborn le decía que tuviera.
[ ⋋✿ Nota del final ✿⋌]
Bueno es una nueva semana y toca capítulo.
El asunto aquí es que así como ustedes se emocionan yo también me emociono y no sabría en qué día de la semana subir capítulos. Anteriormente me había dicho a mi misma, que lo subiría el miércoles, pero no aguante la emoción UnU
Bueno ya talvez los siguientes capítulos se suban a mitad de semana. Esto es solo porque vamos iniciando.
Disculpen si hay alguna falta de ortografía o palabras que están mal escritas, volveré a releer y corregiré.
Gracias y Los quiero mucho ( ꈍᴗꈍ)
H a r u h i~✧*。
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