Y de repente

Despertó.

Hizo un poco de memoria para ubicarse, pero el olor de los medicamentos y el sonido de pasos a su lado le hicieron entrar en razón.

Estaba en la sala de espera del hospital.

Su hermanito había entrado de urgencias hace unas horas, algo en su cerebro según escuchó , se sentía realmente mal por todo lo que estaba pasando.

Suspiró levemente y se levantó de la silla, necesitaba aire. Sus hermanos estaban dormidos aún y sus padres no estaban, suponia que salieron al igual que como lo estaba por hacer él.

Al salir del hospital se dirigió a un lado de la puerta, por obvias razones no se alejaría, simplemente se apoyó en la pared levantando su mirada al cielo, repasando todo lo que había sucedido hasta ahora.

—... ¿quiénes son ellos?... —

La pregunta que más se hacía era esa, quienes eran esas personas que amenazaban a su hermanito. Sabía que Ichimatsu tenía enemigos, todos ellos los tenían, pero había algo que no cuadraba en todo eso algo que se le estaba pasando y no sabía que era.

Sintió una mano en su hombro y volteó la mirada del cielo para colocarla en la persona que acababa de llegar quien en realidad era su madre, esta le entregó una pequeña bolsa.

— Hijo... tú padre y yo vamos a volver a casa, yo.. no puedo con esto... — ella se abrazo a si misma levemente con una mirada que denotaba sufrimiento — creo que su padre volverá más tarde, pero por favor... Cuidalos —

Osomatsu se había mantenido en silencio, no se sentía capaz de cuidar a nadie si nisiquiera él podía cuidarse... pero no le diría eso a su madre, así que demostrando una pequeña sonrisa intentando transmitir seguridad agarró con delicadeza sus manos.

— Voy a cuidarlos mamá, no te preocupes... este tonto te lo promete —

Matsuyo sonrió levemente mirando a los ojos de su hijo, sabía que él no estaba preparado para esto ella lo conocía bien, pero por ésta vez confiaria en él, ésta vez se lo dejaría en sus manos.

Su madre se separó y se alejó del hospital lentamente hasta que se encontró con su padre y después de que ellos levantaran su mano hacia él desde lejos en forma de despedida pudieron irse al fin.

La sonrisa que Osomatsu mantenía también se fue juntó la presencia de sus padre, observó por unos segundos la bolsa que mantenía y suspiró levemente antes de volver adentro.

Tenía que calmar a sus hermanitos si es que se despertaban alterados, no podía verse débil ahora que ellos necesitaban de él por primera vez en años, así que mostró una pequeña sonrisa y caminó hasta ellos notando que dos ya se habían despertado.

— Hey, mamá nos dejó comida ¿Tienen hambre? —

Karamatsu fue el único que volteó a ver al mayor, su sonrisa no estaba por ningún lado y se le notaba cansado. Jyushimatsu estaba perdido, estaba a un lado del azul abrazando sus piernas como su hermano mayor solía hacer, esta acción tapaba su boca así que no sabían si es que estaba sonriendo o si es que había dejado de hacerlo.

Osomatsu lo miró por un momento de forma inexpresiva, pero terminó sentándose al lado de Jyushi y extendió su mano para acariciar levemente su cabeza, aquel solo volteó su vista, notando finalmente que su hermano de encontraba a su lado.

— Hey... todo saldrá bien, no te preocupes, a Ichi no le gustaría verte así —

Jyushi no se movió, nisiquiera dejó de mirarlo de reojo. Osomatsu, sin notarlo, deshizo su pequeña sonrisa desviando levemente la mirada, solo extendió la bolsa con comida al de azul sin poder mirarlos a los ojos. No se sentía capaz de hacer esto.

Se sentía estúpido "Su hermano mayor es incapaz de cuidarlos, porque es mucho más incopetente que ustedes"

— Nissan.. —

Los tres voltearon ante ese llamado encontrándose con los últimos dos hermanos que ya se habían despertado.

— ¿Por qué... crees que saldrá de ésta? —

Choromatsu se acercó al mayor hasta quedar a un lado suyo, Todomatsu simplemente se acercó a Jyushi para revisarlo levemente y luego abrazarlo, aún cuando éste no correspondió.

—... Ichimatsu tiene voluntad... — comenzó — tiene valor... él a pasado por muchas cosas al igual que nosotros, pero siempre era el que tomaba buenas deciciones... Algo me dice que él no escogió con ésta enfermedad, un desliz tal vez o una maldición... pero se bien que es capaz de enfrentarla... así como nosotros podemos ayudarlo una vez despierte —

Nadie dijo nada, Choromatsu se sentó en la última silla libre al lado de Osomatsu y suspiró levemente mirando al suelo. Karamatsu se había mantenido en silencio todo este tiempo, no se sentía con energías suficientes para intentar alegrarlos. Todomatsu escondió su cabeza en el cuello de Jyushi, que había dejado su postura para que su hermanito se sentara en una de sus piernas mientras lo abrazaba, ahora se notaba que la sonrisa del chico no estaba en ningún lado.

— Quien... ¿Quiénes son ellos? —

Osomatsu volvió a hablar, aún no se sacaba de su cabeza esa pregunta y bién sabía que sus hermanitos la tenían también.

— ¿No tienes a nadie en mente que pueda hacer eso? —

Karamatsu finalmente hizo presencia con su voz.

— Todos tenemos casi los mismos enemigos... pero hay partes que no conocemos de su vida al mismo tiempo que algunos dejamos de enterarnos de él por un tiempo... —

Ichimatsu era un misterio para sus hermanos, los años que perdieron de jóvenes y luego las peleas de adultos hicieron que casi no supieran nada de su hermano, fue peor luego de que se volviera reservado y tomara una actitud hostil contra su familia y desconocidos.

Fue una época difícil, una época donde estuvieron más separados de lo que pensaron.

Aunque todo se hubiera resuelto al final y en los últimos tiempos convivieran más, nada cambiaba el hecho de que no conocían en nada a su hermano, sabían que le gustaban los gatos y tenía una tendencia al sadismo... ¿pero que más?...

Tienen 25 años, son ninis y están casi todo el tiempo en casa, llevan todo ese tiempo juntos y nunca se dieron el tiempo de arreglar nada... eso quisieron creer, quisieron creer que todo se había arreglado y olvidado de la nada... pero la realidad era otra, ellos no estaban arreglados, ellos no tenían ni idea de los gustos de su hermano, ellos no lo conocían en nada y ellos eran los peores hermanos que Ichimatsu pudiera tener...

《》《》《》《》《》

Tuvieron nuevas noticias casi al final del día, su hermanito se había salvado, estaba fuera de peligro y eso significaba que pronto lo enviarían a casa... o eso quisieron creer.

Su hermanito se había salvado, si.

Estaba fuera de peligro, si.

Pero él no iba a volver... Ichimatsu estaba en coma.

Un coma desconocido por los doctores.

No tenían la menor idea del porqué había entrado en coma y no tenían la menor idea si es que él iba a despertar.

Su pobre hermano estaba en un Coma indefinido.

Eso fue suficiente para romper el espíritu de los hermanos, las lágrimas no demoraron y prontamente tenían a un grupo de hermanos abrazandose y llorando.

El doctor les permitió entrar por unos momentos a la habitación, pero no pudieron aceptarlo, no podrían resistir la vista de su hermano en una camilla conectado a sabe que aparatos que nisiquiera podían ayudarlo, dentro de todo solo les diría que sigue vivo.

Tuvieron que decicidir si volver a casa o quedarse después de eso y eligieron que ya debían volver pues por desgracia no podían seguir ahí ni un minuto más y además sus padres debían saber la noticia... les gustara o no.

Aún así el doctor prometió a los hermanos que la próxima vez que regresaran podrían entrar a visitar a su hermano el tiempo que quisieran.

Y con esa promesa en las mentes de los cinco, los hermanos abandonaron el hospital a la primera hora del siguiente día con dirección a su hogar.

Palabras: 1328

Publicado: 13/05/20

Lamento si es poco, no acostumbro a hacer capítulos largos gracias a que si lo hago terminaría haciendo técnicamente un One shot :(

Los dejo Bay~ :D

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Aby-