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Capítulo 9

Narradora

Solamente veía como se movía de un lado a otro, tenso, y com una mano en su mentón pensando.

—Patriarca...

—¡Sh! —Lo calla de inmediatos—. Mu, ¿Estás seguro de eso? No hay indicios de una guerra santa o guerra. Tampoco hemos notado cosmos ni débiles ni fuertes.

—Cuando el me vio a los ojos... era una presencia imponente, que mostraba respeto de inmediato, pero a la vez era un poco cálido, como si transmitiera confianza. Su poder, no mostró su poder, pero era muy notorio que era demasiado poderoso.

—¿Tú crees que podría ser...?

—Tal vez.

—No podemos descartar esa opción, pero no estoy seguro de decirle a Athena —Mu suspiró aliviado—. Tenemos que investigar. Mu, necesitamos a decirle a uno o dos caballeros más.

—Tienen que ser discretos, por lo que creo que sería bueno Acuario y Capricornio. Camus puede controlar sus sentimientos casi a la perfección y Shura lo guardará hasta la tumba.

—Muy bien, mandaré a alguien a llamarlos. —El ambiente se puso tenso de la nada—. Déjame entrar a tu mente unos momentos, no es que tu explicación sea mala, pero necesito saber todos los detalles.

—No estoy de todo seguro maestro, pero si es lo mejor, lo haré. Solo... tenga cuidado.

No entendió muy bien las palabras de su alumno, aun así entro  la mente de su alumno. Una técnica parecida al la de leer mentes, pero mejorada, que podría adentrarse a tus recuerdos. 

Shion entró y vio como su alumno regresaba tranquilamente a su templo hasta que se quedó parado y buscaba con la mirada a alguien. Lo notó, un chico igual a Shun exceptuando su lunar, no tuvo nada de confianza apenas lo vio, lo miró por todos lados, y cuando intentó tomarle por el hombro.

—¿No crees que deberíamos presentarnos primero? Estas avergonzándome. —Se cohibió en su sitio sonrojado sonriendo levemente, mientras apretaba más la muñeca de Shion. Daba a notar su cosmo sin importarle nada.

De un momento a otro lanzo a Shion al suelo y cayó de sentón mirándolo sorprendido.

—¿Q-Qué eres? 

—Oh querido —Se agachó agarrando bruscamente el mentón del patriarca—, solo soy una persona que busca la paz.

Salió del recuerdo y una onda de energía separó a Shion y Mu. Ambos se reincorporaron adoloridos, se sentían vacios y agitados.

—¡Patriarca, Mu, ¿Se encuentran bien?!

—Ugh, ¿Camus, Afrodita? —Shion los veía mareado. Ellos les ayudaron a pararse.

—Patriarca, ¿Qué sucedió? —Camus le preguntó.

—¿Te encuentras bien, Mu?

—¿C-Cómo sabían...?

—Una onda de cosmica pasó por nuestros templos, no estoy seguro si Capricornio lo sintió, pero nuestros templos sí.

—Oh por Athena... —Shion no resistió más y calló desmayado en los brazos de Afrodita.

—¡Patriarca! —Todos se acercaron a Afrodita, este se había sentado con Shion entre sus brazos.

Camus puso una mano en la frente del patriarca usando algo de su cosmos para enfriarle. Shion reaccionó y se removió acomodandose más en los brazos de Afrodita, pero a la vez queriendo más frio. El guardián de la onceava casa puso otra mano encima de su pecho y Shion por fín respiró bien.

—¿Cómo sabías que debías hacer eso? —Mu, algo agotado, le preguntó.

—Mu —Un escalofrío recorrió su cuerpo—. Ese cosmos era demasiado caluroso, mi templo y casi se descongela y las rosas de Afrodita estaban sofocadas y casi marchitas. —La mirada de ambos caballeros (exceptuando Aries) se oscurecio—. Ese cosmos, ese cosmos era demasiado poderoso, como el de un dios.

—¿En qué te has metido? Ese cosmos era demasiados... —dice Afrodita aún abrumado—. No me gusta recordar esto, cuando nosotros nos "aliamos" con Hades, sentimos su cosmos, era frío y-y abrumador, daba ganas de morir aún estando muerto, y sabiendo que aunque te mataras no te salvaría, de eso. —Tomó aire, sus manos empezaron a temblar al acordarse del maligno de Hades—. Su cosmos es parecido, pero en vez de frío es calido, pero un calido sofocante, atroz, lleno de superioridad y arrogancia, poderosísimo, demasiado.

—Un cosmos de un Dios... —Mu se paró—. Tengo que avisarle a Athena —Apenas quiso telestransportarse cayó al suelo de inmediato con todo el cosmos disipado.

—¡Mu! —Camus se acercó a él.

—¿Q-Qué? —Intentó provocar algo de su cosmo en su mano y solo salió unas pequeñas chispas.

Se sentía vacío, no se sentía bien. Su cuerpo se empezó a calentarse de una manera nada normal. Sintió como Aries le empezaba a pesar y se desprendía de su cuerpo. Empezó a respirar agitado por tanto calor, su cabeza le dolía y quería tomar agua. La sensación de frío en su mejilla lo hizo sentir mejor, pero a su vez su estómago se empezó a remover como si quisiera vomitar. Se inclinó hacía adelante apoyando su cabeza en el pecho de Camus en un intento de aliviar su dolor. Camus movía sus manos de arriba a bajo por su espalda con bastante de su cosmos, porque sentía que estaba ardiendo. 

Y vomitó.

Camus se separó de golpe queriendo limpiarse, pero ni si quera se tocó, suspiró intentando calmarse. Mu se había desmayado de tanto calor.

—Afrodita —El nombrado tragó saliva.

—¡Y-Yo tengo que encargarme de Shion!

La mirada frívola con la sonrisa sin gracia de Camus,  Afrodita no sabía que hacer, por lo tanto hizo un rosa de su cosmo para que perfumen el ambiente, sonriendo inocente. Camus se paró, puso a Aries en su espalda  y agarró  a Mu en brazos.

—Cuida a Shion, y, si haces alguna estupidez no solo te mataré, si no-

—¡Ya entendí, ya entendí! No haré nada, no te preocupes, cuida a Mu.

—Aja.

Sudó frio intentando ser lo más discreta posible, había cámaras y no quería ser descubierta porque si no, todo su plan se echaría al caño. Tenía la cuartada perfecta y hasta había decidido cambiar a una apariencia más, simple, por así decirlo. 

No entendía porque tanto revuelo por un simple chico, así era la vida, difícil y dura, un día andas feliz y al día siguiente pueden pasar mil cosas, que lleven a la tragedia.

Muerte.

Extinción.

Enfermedad.

Suicidio.

Y sin fin de cosas.

Era duro, hasta cruel pensar en eso. Pero así es la vida, tan efímera y llena de gozos y tristezas, y nadie entendía el porque era así y simplemente lo aceptaron.

Chasqueó los dedo cuando cerró la puerta y creó una ilusión. Apoyó su cabeza contra la puerta y suspiró.

Quería ayudarles.

Y no se refería solo al chico recostado en esa cama, si no a todos.

Quería poder apoyarlos y aconsejarlos, consolarlos y evitar que pase por más penurias. Pero eso no era posible, ya no más. Pero otra parte solo quería asesinar a las personas que les hacen tanto daño a otras, y a su propio planeta, él que no tiene la culpa de nada.

Pero esto no le estaba naciendo (no del todo) esto era más para recordar a una buena amiga, que se animó a hacer un cambio.

Al principio cuando la conoció, le cayó mal. Tantos jiji jaja que le daba ganar de matarla. Pero poco a poco empezó a entenderla, y el por qué deseaba ayudarles, escépticamente empezó a "apoyarla", solo lo hacía para las personas que de verdad le caía bien. Se preocupaba más por ella y el ambiente que por las personas.

Porque después de todo, no consideraba su familia, una familia verdadera. Era cruel, pero nunca entendió el verdadero cariño de mamá, o los abrazos de papá. Tuvo que crecer en un ambiente aislado, hasta que se liberó, o bueno, le liberaron.

Jamás se casó, y no deseaba tener hijos. Quería disfrutar sin preocupaciones, y es más, no tener ninguna preocupación. Simplemente su estilo de vida es vivirla.

Pero no fue la última vez que pensó en tener hijos, siempre pensó en como sería cuidarlos, amarlos, renegar, respetar y educar. También pensó en tener un marido, amarse y respetarse mutuamente, tener de vez en cuando su pelea pero ambos serían muy maduros como para dejar el orgullo de lado y reconciliarse. Y en el sexo, aunque no lo quisiese admitir.

Pero para que tener tantas maravillas si el mundo se va a acabar tan rápido. El planeta tierra estaba llegando a su limite y no sabía cuanto aguantaría, porque sí, el mar ya no daba a basto. Los corales que dan más oxigeno que los arboles, el cambio climático y la pesca "sustentable", esa maldita pesca está matando a todo el océano, y tal vez no tenga reparación. Dieron una fecha en ese documental, y aunque no se acordaba con exactitud no pasarían del 2060. 

Entonces, ¿Para qué tener hijos, para qué tener un marido? No quería ver a sus hijos sufrir, ni a su marido. Por lo tanto, no quería tener hijos, ni marido. Aunque le doliese.

Disfrutaba de su soltería y no deseaba tener relaciones con alguien. Una vida sin complicaciones, y de gozo.

Y aún así, se sentía mal. Sola y vacía.

Por eso empezó a... ayudar más, por así decirlo. Le agradaba ver la sonrisa de la cara de las personas cuando una complicación en su vida se iba, cuando un familiar se sana, o cuando una injusticia se vuele justicia. No se sentía tan vacía como antes.

lo hacía por, ya ni sabía porque lo hacía, pero lo hacía(?

Ah, verdad, se acaba de acordar que lo que está haciendo es ilegal. No solo se estaba haciendo pasar por un profesional, si no que también se había robado un chaleco de doctor. Pero si no la descubrían todo bien.

Se paró del suelo (porque al parecer se había sentado) y se acercó al chico en la cama, una adolescente en coma no es que fuera común. Pero había algo raro en el.

¿Cómo había terminado en coma?

Hubiera robado el archivo del niño, bueno, le tocaba salir y volver para ver como ayudarlo.

—¿Doctora? —Giró sorprendida, ¿Su ilusión había fallado?

No, solo que había pasado tanto tiempo que desapareció.

—Hola Reina, ¿Me podrías traer el archivo de este chico, por favor?

—Discúlpenme, s-soy nueva y quisiera saber como se llama.

—Oh, no lo tengo en mi... —Hizo la que revisaba su bata—. Perdón, siempre me olvido de  ponerlo. Soy la doctora Ariztimuño. Mucho gusto.

—Arisrimuño —La "doctora" aguantó la risa—. Mucho gusto doctora, ¿Quiere que le traiga los documentos de este chico, no?

—Si, por favor. Se llama Shun Kido

—Es una lastima lo que le pasa a los jóvenes, vuelvo en seguida.

—Aquí estaré esperando.

Apenas Reina se fue, puedo respirar tranquila. Sabía como mentir, pero su corazón la estaba matando. Se sentó en la silla al lado del chico  respirando hondo para luego sacar una risita, sabía que ese apellido le sería de utilidad.

—Ariztimuño... —Pensó, buscar apellidos raros en internet porque estas aburrida fue productivo.

Ya se había calmado, su actuación de profesional llena de confianza era buena, pero si quería seguir así, tendría que pensar en como botar a la pequeña enfermera, o, podría utilizar...

Había muchas opciones.

Esperó tranquila hasta que la puerta se abrió—. ¡Doctora Aristimuñon, aquí está! —Parecía haber flores al rededor de la enfermera, era adorable.

—Gracias.

Lo leyó con atención, según Saori Kido, el chico sabía artes marciales, y cuando estaba practicando se golpeó la cabeza con el borde la mesa, no le había pasado nada grave por lo tanto no lo llevaron al hospital, el chinchón no bajaba y cada vez le dolía más la cabeza y se veía perdido, cuando decidieron sacarlo para que tomara aire, unos niños jugando con la pelota lo golpearon ahí de casualidad, y terminó así.

No tenía nada de sentido.

—¿Pasa algo?

—No tiene sentido —Toco levemente la nuca del chico, se sentía del todo inflamado.

También decía que tiene varios hematomas en el pecho y piernas, con cortaduras en el pecho.

—¿No será que tuvo una pelea y para no mancha el apellido Kido dijeron otra cosa? —dijo Reina.

—Pienso igual.

Se mordió el labio interno cuando vio el aura divina detrás del chico, como un campo de fuerza que le impedía trabajar. Sin duda alguna Saori Kido era Athena. Estaba inquieta, podía haberlo curado físicamente, pero según lo que notaba...

Era un cuerpo sin alma.

Estaba vacío, casi como muerto 

Suspiró profundo devolviéndole el  archivo a Reina, estaba molesta, Saori Kido había hecho lo correcto al haberse alejado y dejado solo al niño. No podía sanarlo, tal vez físicamente e incluso un poco espiritual, pero no podía hacer nada con ese campo, si lo hacía, se darían cuenta de inmediato.

Era para proteger, y se notaba el amor de la diosa. 

—No se puede hacer nada —Termina para acomodarse el chaleco—. Será mejor que nos vallamos, estar aquí es una perdida de tiempo —Le revuelve el cabello a Shun—. Va estar bien.

—Sinceramente, no estoy segura...

—¿Mmh?

—Es muy difícil que alguien salga del estado vegetal, y no veo que este chico salga —Suelta un largo suspiro, sentía una presión en la boca del estomago y mucha tristeza. El cuerpo de ese chico expresaba nostalgia—. No estoy segura, pero... este chico es, fuerte, no lo se, solo lo siento fuerte. Es como si se sintiese una fuerza que sale de el.

La "Doctora" miró con atenta a la pequeña enfermera.

—Dime Reina, ¿Qué vez?

—Siento como une energía saliendo de el. —Sonrió mucho, tal vez podría hacer algo al final.

—¿Me guardarías un secreto, Reina?

—¿Hum? 

Puso sus manos en la frente y en el pecho de Shun, haciendo fluir su cosmos para sanarlo. Poco a poco, el color pálido y muerto de Shun parecía desvanecerse  a volver un color normal, pero no tanto.

—¿Qué está haciendo? —dijo una vez que terminó.

—Dime Reina, ¿Alguna vez has sentido el poder del Cosmos?

Sus ojos se abrieron de golpe, sudando.

—¿Q-Qué?

Abrazó a si misma intentando calmarse.

Agarró su celular y llamó de inmediato a uno de sus caballeros en Japón.

¿Señorita Saori, Qué sucede?

¡J-Jabu, que gusto oirte!

—También es un gusto pero, no quiero ser irrespetuoso, ¿No es de noche Grecia?

—Es urgente Jabu. Debes ir al hospital y ver si hay alguien con cosmos o algo.

—¿Sintió algo, señorita Saori?

—Puse un sello protector en Shun, si alguien le quiere hacer daño lo evita. Alguien no le quiso hacer daño, si no curarlo, pero igual debes ir a buscar al usuario del cosmos.

—Entendido. Señorita Saori, ya no se preocupe, yo me encargaré. Por ahora vuelva a dormir.

—Gracias Jabu, pero es mejor que lleves a los otros. El cosmos era poderoso, necesito que tengan cuidado.

—Está bien, tendremos cuidado.

—Gracias, Jabu, me voy a volver a dormir, oraré  por ti y los demás.

—Duerma bien Señorita.

—Adiós...

¡Hola!

¿Cómo están?

Yo estoy alterada, mi mamá esta viendo un anime Yaoi si saber que es Yaoi.

¿Y eso qué?

Bueno, es que yo lo estoy viendo con ella. Y está de la puta madre.

Si la quieren ver está por Netflix y se llama la bendición del oficial del cielo.

Me caso con el prota. Me caso ❤.

Jo~ intenté tomarle una ?foto pero no se que le pasó a mi cámara, bueno, aquí está igual.



En fin, ¿Qué les pareció el capitulo?  Sinceramente me pareció interesante poner a Reina, digo, solamente hemos visto personas que ya manejan el cosmos muy bien (y las que maneja) así que me pregunté, ¿Cómo sería alguien que apenas conociese el cosmos? Sin contar a los seguidores de Athena o de alguna dios.

Entonces... pensé en ella, a decir verdad, que estuviera en el hospital se me salió de la nada, me gusto como terminó.

Ah, y Artizmuño(? no lo se, busque apellidos raros y me gusto ese, y lo puse xd.

¡Novedades sobre mi vida!

 Estoy haciendo (en contra de mi voluntad) bordado. En el colegio tengo clases de artes, y nos hacen hacer un bordado de un corazón, para el día de las madres.

Yo quiero a mi mamá y todo eso, pero...

¡ME QUIERO MORIR LA CONCHA DE SU MADRE! ¡ESTOY HASTA LA MADRE CON ESA COSA DE BORDADO, NO SE QUE MÁS HACER Y NO SE SI ESTÁ BIEN LO QUE HICE!

me quiero morir.

Aparte que se me hace una hueva escribir el celular, ahora se siente raro.

Ah, y no me maten que tenía el capitulo como hace 4 o 7 días ya terminado, pero faltaba esta parte( ya sabes la que estoy escribiendo) por eso no subí xd.

Bueno, después de eso ya no me acuerdo más xd

yyyyy, eso creo.

¡Bay!

Palabras:2849

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