Narradora

¿Qué ocasionó el coma de Shun?

Uno, sus hermanos estaban depresivos. Dos, los dorados también. Tres, June estaba de igual forma. Y cuatro, encontró a su maestro muerto.

La última no es del todo malo.

De todas formas, ¿Qué pasó con ellos? Incluso los personajes secundarios como Jabu, Ichi y ellos están sufriendo.

Jabu no se lo creé (aunque demuestre lo contrario). Él bien sabía que tenía un gran poder que no le gustaba usar. Desde su pelea en el Torneo Galáctico sintió ese inmenso poder oculto, no, que luchaba por ocultar.

Se sentía mal por Shun porque sabía por todo lo que había pasado, y (aunque lo niegue) lo consideraba un digno oponente. Él también sufrió, sin embargo nunca levantó la mano contra un dios. Tiene su respeto.

—Infeliz… ¿Cómo te atreves a dejar a la señorita Saori sin protección? Más te vale despertar.

Sorrento de Sirena estaba en la misma situación. Él peleó contra Andrómeda y lo derrotó, si bien su cosmo no se compara con el de un dios, era consciente que es poderoso y si Andrómeda lo derrotó, era porque elevó su cosmo de manera que superó al suyo.

Desde que los revivieron juraron no volver a pelear al menos que su Dios les diga directamente. Los pilares fueron reconstruido y se comprometieron a mantener el equilibrio en el mar.

Cuando sintió que el cosmos de Andrómeda desapareció se entristeció, sabía que había una guerra contra otro dios, pero nunca esperó que fuera su última batalla. Ese día su melodía fue abrumadoramente nostalgica.

Los rumores se esparcieron rápidamente, se decía que Andrómeda no estaba muerto, sino que en coma. Aún recordaba como le había pedido una foto con algo de vergüenza, pensó que era su último deseo así que aceptó. Rogaba que los rumores sean ciertos.

Espara con ansias su reencuentro para volver a luchar contra él.

—Te estaré esperando, querido amigo.

Cómo olvidar a la marina que hizo que atacara a su propio hermano. Kasa de Lymnades es su nombre, y no se encontraba muy feliz que digamos.

Su "Muerte" le impresionó, cuando el cosmo del Fénix ardió con fuerza pensó que la vida de su querido hermano había acabado. Le agradó esa idea, si no fuera por el y su gran bocota seguramente podría haber emboscado al Fénix sin problema.

Su mejor técnica sin duda era llamar a su hermano, está le cobró su vida. Pero entonces, ¿Por qué se sentía mal por él? Si no fuera por el no lo hubieran matado.

Es que era tan inocente. Su inocencia lo había cautivado, esos ojos puros que no podían matar a su "Hermano" aunque supiese que era él. Una criatura que no debería estar ahí por su sensibilidad, el no era un guerrero, sino un niño.

Personas tan sentimentales como él no servían para la guerra cruel. Al menos en coma, sufriría menos.

—Tks… es solo un niño.

Aparte de Sonrrento, Io de Scylla también le tenía un gran aprecio por porque le recordaba a él.

Andrómeda era inteligente, y pudo derrotar a todas sus bestias despues de que él se haya confiado. Le dio varios oportunidades de que se vaya, que desistiera de la pelea por el simple hecho que eran demasiados parecidos.

Cuando lo derrotase sería verse a si mismo derrotado. Pero cuando lo atrapó con esas cadenas se dio cuenta que era alguien distinto a él, y que (si es que sobrevivia a su ataque) era una gran persona con un gran corazón.

Lamentablemente en estos momentos se sentía un cobarde. Atacarlo por la espalda era un acto de vergüenza, no digno de una marina, pero estaba segado por la irá y no iba a dejar que se saliera con la suya.

Y aún así se levantó. Dañado gravemente se levantó para pelear contra él, hasta su último aliento. Y teniendo todo en su contra, ganó.

—Seguramente estás bien.

Y que decir de los demas.

Si está persona inocente logró embelesar a sus enemigos, qué será de sus amigos.

Hay Mu, no estés triste, sonríe. Recuerda esos momentos con alegría y felicidad, no con pena y tristeza. Él está bien, y si muere, fue un gran caballero que su nombre será recordado.

Ignora los mormuros de las personas maliciosas, son ignorantes es todo. No saben la gran persona que es Shun Kido.

¿Otro mormuro? No hagas caso, pero si tienes la oportunidad de cambios hacer, hazlo, no la pierdas. Deben aprender que significa respeto.

¿Shun lo quisiera así? Él lo ignoraria y seguiría como si nada. El valeroso caballero de Andrómeda no le importaría.

Es inevitable, lo se. Querer darle un buen golpe y callarle la boca, pero la violencia no es la solución, eso te diría Shun.

Te diría que es mejor conversar para resolver un problema que en vez de herir a alguien.

Mira lo asustado que está por ti. Te tiene respeto por ser un dorado, hay que guiarlo por un buen camino.

—No estás en posición de decir eso. Por favor, te pido que reconsideres tus palabras dos veces antes de hablar, otros te darían un golpe.

—¡L-Lo siento mucho!

—Si es que verdaderamente lo sientes se lo dirás tú mismo cuando esté aquí.

Mira como tiembla Mu con unas cuantas palabras. Mejor que los puños, te ganaste más respeto que tenías antes por reprimirlo frente a todos. Y ahora sus amigos se alejan lentamente, te tienen mucho respeto.

Aldebarán de Tauro, caballero de oro y el más alto de todo el santuario. ¿Por qué estas enojado?

Es sorprendente que te enojes, ¿Qué pasó? ¿Por qué te sientes frustado? Como dice el viejo maestro; La frustración te hace vulnerable.

Estás así porque escuchaste ese comentario y Mu se te adelantó, lo escuchaste primero y te sientes inútil de no haber hecho nada. Pues no lo sientas, es lo más absurdo que puedes sentirte en esos momentos.

Sonríe, al menos tuvo su merecido, al parecer todos lo están marginado. Agradece a Mu que actuó rápido, notaste que algunos también tenían intenciones maliciosas.

No estés triste porque no hiciste nada, piensa que tuviste la intención, y aunque te ganaron, en tu interior sabes que estás haciendo el bien.

—¡Eh Mu! ¿Por qué esa cara larga? —Se acercó a Mu.

—Ay Aldebarán, esos aspirantes no saben de lo que hablan.

—Lo se, son unos ineptos —Mu se rió un poco—. ¿Tienes hambre? Puedo cocinar algo si deseas.

—Gracias Aldebarán.

Ahí pues, están triste, pero la esperanza de su despertar los mantenía firmes. Y aunque no lo lograra, sus palabras siempre estarán en su mente, y sobretodo, en su corazón.

Tomar cosas sin permiso es mal visto.

En ese mundo loco que vivían la moral ya era relativa. Aún así, sabían que lo que estaban haciendo estaba mal, no podían evitarlo, necesitaban respuestas.

Shun era demasiado reservado con su vida personal, no sabían casi nada. No mostraba sus verdaderos sentimientos y prefería callar a hacer sentir mal.

"08/04/20xx"

"Bueno, mi vida no es la mejor.

Ni la que yo deseaba.

Tan solo era un bebé en los brazos de su hermano cuando todo ocurrió.

Ikki nunca me contó la historia. No quise insistir, sabía que era un tema delicado de que no le gusta hablar. Pero era (o es) inevitable que no quisiera saber.

He tenido muchos (demasiados) sueños que ya ni se por donde empezar.

Bueno sí. Exagero. Era una vida normal y sencilla, un hermano y dos padres. Íbamos al colegio, yo estudiaba medicina e Ikki no me acuerdo.

Seiya, Shiryu y Hyoga son mis amigos. Y los que conozco del santuario también, aunque no tan cercanos como ellos.

Buaf, lo malo de los sueños es que son impredecibles, yo disfrutaba de mi vida normal hasta que apareció algunos villanos a atacarnos, tenía a Saori en brazos y Seiya ya se estaba aventando a enfrentarlo.

Yo como alumno normal salí corriendo junto a los otros estudiantes. Hasta que el concretó se derrumbó y nos tapó la salida del colegio. Dos segundos despues yo ya había sacado mis cadenas para sacar a todos.

¿Mencioné que puedo sacar mis cadenas sin necesidad de armadura? No, claro que no lo mencioné.

Es un secreto, no le digas a nadie.

Bueno, sigamos. Los estudiantes salieron y me atacaron, como yo estoy acostumbrado de sentir esos tremendos golpes no me levanté. Lo que sí me hizo levantar fue ver como Shriyu se me acercaba con los ojos rojos (y de milagro que no perdió su vista) para hacerme el Excalibur.

Te juro que mordí la almohada para no llorar.

Esa noche dormí mal, y la siguiente, y la siguiente de esa.

Mis sueños era normalmente así. Si se trataba de la vida normal acababa peleando contra alguien.

Una vez tuve un sueño diferente.

Todo era negro, completa oscuridad. De pronto una luz apareció y vi una persona, pero ya no me acuerdo que como era, su voz era masculina e imponente, pero con dulzura.

"—¿Quisieras cambiar tu vida a una más normal?"

Obviamente iva a responder que sí. Pero no lo hice, si bien deseo eso pero a la vez no.

"—Veo que aún estas indeciso. No te preocupes, más adelante te lo preguntaré cuando ya estés listo. Se que sonará acosador pero, te he estado vigilando desde hace mucho tiempo, siempre fuiste especial, pero nunca pensé que me llamarias la atención de esa manera. Eres muy interesante —Se ríe—. Guerrero que no quiere luchar, Shun de Andrómeda. Haz logrado llamar la atención de los ð_œ§3§"

Y luego se fue. No entendí lo último que dijo, pero nunca más volvió a aparecer.

Vaya sueños suelgo tener.

En fin. Las cadenas me han avisado que algo malo se acerca. Esperemos que no sea muy grave.

A quien engaño. Esperemos que no sea tan larga ma guerra.

Que caprichoso es el destino."

—Una persona… —Murmuraba Saori tras releer esa página.

Estaba preocupada, muy preocupada. No había dormido por pensar en ese sueño que tuvo Shun. Una persona le está diciendo que llamó mucho la atención a algo, pero no sabía a qué o a quién.

No quería una guerra en esos momentos, no se encontraba en condiciones de recitar un discurso para inspirar a sus caballeros. No quería.

Esa persona de seguro conocía el poder del cosmo, porque si no no le diría guerrero a Shun. Lugo que llamó la atención, ¿Acaso se dio cuenta que reprimia su poder? Si ese era el caso era alguien muy poderoso como para averiguarlo.

Lo que más la alteraba es que llamó la atención de unas personas, no sabían nada sobre eso o ellos. ¿Por qué le habrán preguntado eso? ¿Qué querían decir con eso?

Soltó un suspiro dejando el diario en el escritorio. Estaba asustada, frustada y sobretodo enojada. Ella solo quiere paz, que no se metiera con el planeta tierra ni con los humanos, menos con sus caballeros.

No volvería a poner en peligro a sus caballeros, estaría siempre preparada para cualquier cosa, pero para eso debería entrenar.

Sabía que era débil a comparación de los demás dioses. Su cosmo no resplandecia como el de ellos. Si quería averiguar lo que está pasando, tendría que mejorar con eso.

Lo malo es que no sabía poco, supuso que meditando y sacando su cosmo a flote funcionaria. Esperaba que funcionaba, no sería nuevamente derrota por eso.

No quería preocupar a nadie por lo que arrancó las hojas, esperaba que nadie se diera cuenta que fue ella, era egoísta pero tendría que echarle la culpa a Shun.

Que bajo había caído como para hecharle la culpa a una persona en coma.

Fue de madrugada a buscarlo, no sabía cuanto tiempo había pasado leyendo y releyendo eso. Son las 2:22 a.m. y estaba agotada. Soltó un bostezo y fue a su habitación.

No era muy sigilosa, nunca lo fue. Agradecía que sus caballeros tuvieran el sueño pesado como para que no la interrogaran.

—¿Qué hacías en la habitación de Shun?

Sintió un escalofrío subir por su espalda, se sintió atemorizada y giró poco poco para encararlo.

—Shiryu…

—¿Qué. Hacías. Ahí? —Se cruzó de brazos.

Saori bajó la mirada sin saber que decir. Shiryu soltó un suspiro y se acercó a ella.

—¿Estás bien? —No quería sonar brusco, pero sonó—. Perdón, solo que…

No sabía porque se había enojado. Se sentía frustrado, molesto, incapaz y muchas emociones más. No debió hablarle así a Saori, pero de verdad quería saber que hacía en esa habitación que prometieron que iban a entrar todos juntos.

—No pude evitar entrar, perdón.

—No te preocupes, es entendible.

Shiryu abrazó a Saori y ella empezó a sollozar, aunque hubiera ido por el diario de verdad extrañaba a Shun, y odiaba mentirle a su amigo, solo que no quería preocuparle. 

—Yo también lo extraño, pero lo prometimos. —Saori paró de llorar—. Cumple lo por favor.

—P-Perdón…

Se separaron. Saori tenía las ojas arrugadas dentro de su pijama, esperaba que con el abrazo no se hubiera dado cuenta.

—Si… me voy a mi habitación —Gira y se va a paso rápido.

—Buenas noches Saori.

Shiryu entró a su habitación y se sentó en su cama, prendió la lámpara y desarrugó una hoja que le quitó a Saori. No era estúpido, a lenguas se notaba que ocultaba algo. Cuando se abrazaron sintió el sonido de una hoja arrugandose y disimuladamente le quitó.

—¿Qué rayos?

La hoja que había agarrado era el casi final de la parte de la nota, justo en la parte donde la persona misteriosa le hablaba por última vez.

Se sentía intrigado, la única forma de resolver ese misterio era buscando la hoja que faltaba, la hoja que tenía Saori.

Tenía tres opciones. La primera era decirle a Saori que ya sabía y todo eso, la segunda era contarles a los chicos, y la tercera era resolverlo por si mismo.

Le tentaba mucho la tercera, pero luego pensó, lo que le pasó le afecta mucho a los demás, no sólo a él, si le decía a los chicos de seguro lo resolverían como siempre lo han hecho.

Juntos.

Peeeero escogió la tres. La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo. De todas maneras si lo descubrían, estaría listo para soltar todo lo que sabrá.

Pero por ahora a dormir, que es tarde.

Era hora del plan.

Saori no estaba en su cuarto y los chicos estaban haciendo otras cosas. Se aseguró que nadie estuviera por ahí y entró a la habitación de Saori.

No tenía mucho que decir, solo que era grande y con una cama muy tentadora de tirarse y saltar sobre ella y de paso dormir, se veía muy cómoda. Empezó a buscar las hojas restantes por toda la habitación sin hacer mucho ruido, no se encontraba ni en los estantes, armarios, debajo de la cama, etc. No lo encontraba.

Soltó un suspiro para ver toda la habitación de nuevo. Luego se precartó de algo que no había notado antes. Un libro de Economía enorme en su escritorio perfectamente acomodado. Saori no leía.

Bingo, lo había encontrado.

Abrió el libro y resultó ser solo un señuelo, tenía un enorme hueco en el centro donde estaba aparentemente el diario de Saori. Lo abrió y ahí estaba, las hojas que tanto le costó buscar.

Las tomó victorioso para luego arrepentirse, del otro lado de la puerta se escuchaba pasos y como si alguien estuviera apuntó de entrar.

Cerró el señuelo y vio la ventana (que también era enorme) de Saori. No lo pensó dos veces y se lanzó por ella cayendo en unos arbustos.

Por suerte, Tatsumi no estaba podadando ese día. Lo malo es que Seiya estaba ahí sentado tocando su guitarra. Al parecer estaba tan concentrado que no había notado que se lanzó a través de una ventana.

—¿Shiryu? —Dejó de tocar su guitarra—. ¿En qué momento llegaste?

—Estaba dando un paseo.

Seiya podría ser estúpido, no idiota. Despues de analizar con la mirada todo alrededor de Shiryu (y a éste de paso) se dio cuenta.

El pasto estaba levemente descubierto, y tenía remarcardas las huellas de los zapatos de Shiryu, ademas de que sus zapatos estaban medios sucios. Pequeñas ramas y hojas salidas del arbusto que estaba detrás de Shiryu, pero solo la parte de arriba estaba descuidada. La ventana del cuarto de Saori abierta. Todo indicaba que Shiryu había saltado del segundo piso, específicamente del cuarto de Saori. Su puño derecho estaba cerrado como ocultando algo y aunque lo intentaba aparentaba, estaba nervioso.

Dejó su guitarra de lado y suspiró para cruzar los brazos y alzar una ceja. Las guerras y batallas le habían dado esa percepción de guerro, por así decirlo. Cuando estas en combate debes analizar todo a su alrededor, incluso la posición de combate de tu contrincante, si es que tiene mala posición puedes tumbarlo. Despues de todo no se sabe que puede ver a tu alrededor que te pueda ayudar o no.

—¿Paseando uh? No sabía que lanzarse de las ventanas era un paseo.

—Eh…

—¿Y que tienes en tu mano? ¿Alguna cosa prohibida?

—¡Santos cielos Seiya, no es eso!

Conocía a Shiryu y era incapaz de hacer alguna cosa indebida. Tenía curiosidad que escondía y cuando se propone algo, lo consigue.

—¿Qué tienes en la mano entonces?

—Unas hojas del diario de Shun.

Seiya frunció mas el ceño, ¿Shiryu rompiendo sus promesas? Estaba impresionado.

—No me mires así, yo no lo saqué, fue Saori —Seiya abrió la boca—. La encontré en medio de la noche saliendo del cuarto de Shun con esas hojas, le quité una pero me faltaba las otras dos.

—Entonces por eso saltaste de la ventana… —Shiryu asintió—. ¿Por qué no nos dijiste antes? Me siento ofendido sabes.

—Tenía curiosidad —Se encogió de hombros—. Mira.

Shiryu se acercó a Seiya y les mostró las hojas, ni rápido o lento lo leyenron para luego mirarse un tanto tristes. Se sentían un poco culpables aunque no tuvieran la culpa de nada, solo protegían al mundo y Athena.

—¿Le decimos a Ikki y Hyoga?

—No lo se, Ikki se sentirá más culpable. Hyoga tal vez…

—¿Yo qué?

Soltaron un grito y giraron un poco asustados. Y ahí estaba Hyoga con los brazos en su cadera, el de verdad había salido a pasear.

—P-Pues —Seiya miró nervioso a Shiryu—. Yo creo que sí deberíamos decirle…

—Yo también… Escucha Hyoga, Saori en la noche entró a la habitación de Shun y arrancó unas hojas de su diario —Las alzó—. Ya conseguí todas.

Hyoga se acercó y empezó a leer las hojas, se sintió triste y enfadado. Pobre Shun, si tan solo se hubiera dado cuenta antes lo hubiera ayudado, pero ya es tarde.

—¿Ikki sabe de esto? —Ambos negaron—. Que sea un secreto.

—¿Donde lo esconderemos?

—Aquí no, Ikki es capaz de romper todo con tal de encontrarlo —Dijo Seiya—. ¿Y si lo dejamos en el orfanato? Sería transcendental.

—¿Y si Ikki lo descubre?

—No hará mucho escándalo porque los niños le recuerdan a Shun.

Shiryu y Hyoga se miraron sin nada que refutar, sabían que Seiya era muy inteligente y esa deducción los dejó un tanto orgulloso, estaba madurando.

—De acuerdo, vamos.

La habitación de Saori era un completo desastre.

Había buscado esas hojas por toda la habitación pero no las encontró. Soltó un grito y se tiró a su cama frustrada, ¿Por qué siempre tiene que pasar algo malo?

Ya sabía que Shiryu agarró una de las hojas, prefirió no hacer un escándalo y con lo que había leído, intentar buscar una solución a todos esos problemas. Su deber como diosa es el bienestar de la tierra y velar por sus caballeros, si Shun tiene esas preocupación ¿Alguien más la tendrá? Estaba molesta porque pensaba que tendrían la suficiente confianza cono para contarle lo que siente, pero se equivocó.

Ahora más que nunca necesitaba ayudar a sus caballeros. En la batalla de las 12 casas murieron sus dorados, y luego fueron revividos por Hades y abrieron la herida que estaba cerrada, sus caballeros sufrieron al pelear contra sus amigos de armas, y más al pensar que fueron traicionados. Sin embrago, ellos son adultos.

Hay veces que se olvida que son adolecentes, deberían disfrutar su adolescencia, sus inestables mentes solo estarán más perturbada y de seguro que las repercusiones de la guerra llegarán tarde o temprano. Puede que tus heridas físicas sanen, pero las psicológicas no. Y aunque quisiera de verdad, no podrían ir a un psicólogo, ninguno de ellos lo entenderían.

Solo ellos.

Por eso lo decidió, tenían que estar unidos en una situación así.

Viajarían al santuario.

¡Hola! ¿Cómo les va en está cuarentena?

Les juro que ya me he aburrido varias veces de mi celular 0.0

Me demoré pero todo tiene un propósito.

Como no muchas personas (para no decir casi nadie) escribieron sobre Albiore, lo dejaré inconcluso, es decir, nos centraremos en los demás personajes parte de Shun, él y Esmeralda. Al menos hasta que más gente responda o se me ocurra algo.

Hay veces que quiero hacer a los chicos (Seiya, Shiryu, etc) maduros como adultos (lo cual no logro por completo porque aun soy una adolescente :v) pero luego me doy cuenta que no lo debería.

Despues de ver Steven Universe Futuro me doy cuenta que algo parecido está pasando, y como soy buena no los quiero hacer sufrir de más.

Si han visto SUF ya se darán Spoirle (o eso creo), es que es parecido. La guerra no se olvida así porque si. Son adolescentes y tienen un gran peso desde que eran pequeños, no pueden seguir solos así.

¡Pero bueno!

Qué fuerte los pensamientos de Shun, ¿No? No será la última vez que los veremos, después de todo esta historia se trata sobre él. El diario de Shun será un recurso muy utilizado en esta parte de la historia (sobre todo ahora) pero no en toda.

Y Shiryu saltando por las ventanas :v

Aquí vimos como todos los enemigos de Shun incluso se ha encariñado con él, raro, pero cierto. Pero no todos lo aman (claro que no) sólo que aún no aparecen.

En una parte empecé a narrar así bien raro (Oh Mu, no estés triste) así. La razón fue que estaba leyendo "Platero y Yo" y se me quedó pegado todo eso xd

Hablé de los dos caballeros, de oro según el orden todavía me falta 10, 12 contando a Kanon y a Shion (no me detendre si me equivoqué con el cálculo :v).

Bueno, eso es todo.

¡Bay!

Palabras:3749

6:55

Que no entiendo nada xd

Y cuando lo leo así en el libro me sale guiones chiquitos XD.

¿Saben por qué?