Estoy en mi tienda, temo ser descubierto por los ambientalistas así que cambio mis ropas.

Estoy dentro de mi tienda (la de ella); temo, si quiera, pensar en la cosa que me ha arrebatado el cuerpo de Tadeo.

Comienzo a valorar, mentalmente, si he de decirles a estos ilusos que "algo" atacó a Tadeo y se lo llevó por uno de los tres caminos, quizás/

"Shhh/

"SHHH/

"NO, TONTO."

"CALLA"

Las voces se alteran.

–Está bien –farfullo, con la voz entrecortada.

De pronto, la calma esquizofrénica de la ausencia de remordimiento me tranquiliza, sin nada qué perder, y sin haber sido atacado, no tendría por qué temer.

Suena un altavoz, uno de ellos nos indica agruparnos para un mensaje.

Salimos todos.

Nos han pedido levantar el campamento y marchar en busca de algunos campistas que se han extraviado, o no.

Caminamos todos en grupo y mi mente enloquecida vio, a diferencia de la mañana, el lago al lado del camino, como si éste hubiera aparecido de pronto; el trayecto fue largo y no parecía haber evidencias de mi crimen. Sonrío victorioso y descaradamente.

Una chica a mi lado me sonríe, pensará que le he sonreído a ella. O que compartimos interés en este emprendimiento naturista.

El camino se divide, como ya había comprobado yo, y se toma la decisión de dividirnos a todos en tres grupos y cada uno tomó un sendero.

Las voces en mi mente ríen escalofríantemente, la piel se me eriza y los ojos se me nublan.

–Te emocionas, al igual que yo –dice la chica mientras, con ojos cristalinos, me toma de la mano y me ofrece lo que ella cree es un poco de empatía.

Anduvimos casi todo el día por caminos inaccesibles, hasta que, tras varias situaciones extrañas y avisos de retorno inmediato, llegamos al sector que nos correspondía.

Estaba oscureciendo ya, y las voces me habían abandonado hacía rato; pero siempre sentí sus presencias cercanas.

–Muy bien, compañeros –dijo nuestro líder–. Esta es la situación. Me he comunicado con los dos grupos durante el día, como lo habrán notado algunos. Pero desde hace una hora, aproximadamente, perdí contacto con el grupo del sector A, cuando ellos ingresaron a un edificio; y se cortó de tajo la comunicación, hace diez minutos, con el líder que exploraba el sector B; me decía que habían hecho contacto con un guardia y que les había dado acceso para conocer aquel sector. Algo no me parece. Algo no está bien y, honestamente, estoy preocupado por nuestros compañeros. Levantaremos un pequeño campamento aquí, afuera del sector C y nos organizaremos para explorar el A y el B dos parejas de este grupo.

LAS VOCES RIEN, DE PRONTO, A CARCAJADAS.

Volteo y una serie de sombras comienzan a escurrirse a nuestro al rededor.

UNA GRAN EXPLOSIÓN SE ESCUCHA; HUMO POR EL SECTOR B.

Un edificio en ruinas se parapeta ante nosotros. Esto es el sector C.

El viento soplaba desde el sur, cargado de aromas extraños. De nuevo.