Desmoronado
Hinata Uzumaki, la esposa del séptimo Hokage de Konoha Naruto Uzumaki estaba en la cocina de su casa haciendo el desayuno. A ella le gustaba la vida que tenía y no se quejaba, se había casado con el amor de su vida, había dado a luz a dos hijos que a su juicio eran el vivo retrato de amor que se tenían, incluso había adoptado a un chico más para su familia. Eso si, había tenido que dejar el servicio activo como ninja, pero eso no le molestaba, mientras SU Naruto estuviera con el nada más le importaría.
Buenos días mami. - saludó Himawari, su hija llegando a la cocina.
Himawari, la hija menor de Hinata y Naruto. Ella estaba a poco menos de un año de salir de la academia y formar parte de un equipo. Ella era tratada con uña prodigio, desde el punto de vista de su madre mo era para menos pues había despertado el Byakugan a muy joven edad, claramente tenía una gran ventaja gracias a su Doujutso. La matriarca Uzumaki vio como su hija se sentó en la mesa cuando se día la vuelta para saludar.
Buenos días hija, ya tengo casi listo el desayuno. - dijo la ojiperla con una sonrisa.
Es cierto, Nii san había pedido que nos juntáramos temprano con la familia de Sarada san. - dijo la menor mientras comenzaba a comer.
Boruto hace unos días había le había contado a sus padres que con Sarada se había organización para almorzar las dos familias juntas, según lo dicho por el adolescente era porque tenía algo que contarles. Por eso Hinata estaba haciendo el desayuno temprano hoy y Naruto se había tomado el día libre.
Así es hija. No se que es lo que nos quiere decir tu hermano, pero debe ser importante. - dijo mientras terminaba de revolver los huevos.
¡Tal diga que está en una relación con Sarada san!. - dijo la menor intentando adivinar.
Esto llamó la atención de Hinata. Ella no tenía nada en contra de la Uchiha, pero eso no quitaba que tuviera preferencias para la persona que fuera la esposa de su hijo. Siendo honesta ella prefería a Sumiré, una chica de pelo morado de la generación de su hijo. Más que nada su preferencia con esa chica era por que le recordaba a ella cuando joven, a diferencia de Sarada.
No lo se Himawari, no creo el Sarada san sea el tipo de chica que le guste a Boruto kun. - expresó mientras ponía naranjas en la licuadora.
¡Yo creo que si va a decir que esta en una relación con Sarada san!. - dijo Himawari con una sonrisa haciendo reír a Hinata.
En eso se escucha unos pasos bajar por la escalera. Ambas mujeres voltean la vista al lugar viendo a un adulto rubio de ojos azules y bigotes en la cara con cara de cansado.
Buenos días ttebayo. - saludó Naruto mientas bostezaba.
¡Oto san, buenos días!. - saludó Himawari a su padre con energía.
Buenos días Naruto kun. - saluda Hinata a su esposo con las mejillas ligeramente sonrojadas.
Buenos días Hinata. - dijo Naruto mientras se inclinaba para besar a su esposa
Y ahí estaba, ese beso, el beso que le demostraba a Hinata que todo era real, que su esposo estaba ahí para ella, que Naruto eso suyo y solo suyo. Después de unos instantes Naruto dejó de besarla quedando ella con una sonrisa.
Himawari, ve a buscar a tus hermanos para desayunar. - dijo el rubio a su hija.
Esta bien. - dijo mientras se paraba de la silla e iba hacia las escaleras.
Hinata sonrió mientras veía lo que era su familia. Después de eso su esposo le habló.
¿Tienes todo listo?. - preguntó Naruto a su esposa.
Si, ya esta casi el desayuno y pronto comenzaré con el almuerzo para cuando estemos junto con los Uchiha en el parque. - dijo la peli negra con una sonrisa.
Gracias Hinata, no se Que haría sin ti. - dijo Naruto antes de volver a besarla.
Esto hacía sentir bien a Hinata. Ella sabía que era una mujer ejemplar y cumplía bien su papel. Ella era la ideal para Naruto.
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En una habitación, tapada la ventana por unas cortinas que apenas dejaba pasar la luz, había un cuerpo en una cama cubierto por una sábana y conectado a una serie de máquinas de hospital. Al frente de la cama habían tres siluetas, dos hombres y una mujer, uno de los hombres llevaba bata de director.
¿Estás seguro que eso funcionará?. - preguntó el más viejo de los hombres.
Lo va a hacer, ya funcionó con varios pacientes antes. - dijo el joven de la bata sacando de una caja una jeringa con un líquido.
Por favor, sálvala. - pidió la mujer.
Téngalo por seguro. - dijo el joven destapando un brazo del cuerpo en la cama.
El limpio una parte del hombro con alcohol gel para luego pinchar con la jeringa e inyectar el líquido.
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La familia Uzumaki se estaba dirigiendo al parque central de la aldea. Boruto y Kawaki iban al frente conversando mientras Himawari estaba tomada de las manos de sus dos padres, a su ves Hinata llevaba las cosas para almorzar en una cesta. La gente saludaba a la familia principal de la aldea cuando pasaban a su lado. A Hinata esto le gustaba, le gustaba ser reconocida como la esposa del Hokage.
¿Que es lo que nos quieres decir cuando lleguemos Boruto?. — preguntó Naruto a su hijo
Tranquilo viejo, lo dire al llegar ttebasa. — dijo de forma calmada el rubio joven.
Ya déjalo Naruto kun, el nos lo dirá al llegar. — le dijo Hinata a su esposo.
Esta bien. — dijo resignado el Jinchuryki.
Boruto y Kawaki rieron un poco al ver como Naruto era dominado por su esposa. El grupo siguió su caminar llegando al parque de la aldea, donde ya estaba la familia Uchiha.
¡Boruto, por acá!. — gritó Sarada llamando la atención del Uzumaki.
Hinata al igual que el resto de su familia volteó la vista hacia donde estaba la familia Uchiha. Sasuke seguí igual que siempre, un ojo y brazo menos. Sarada por su lado a sus 16 años se había dejado crecer el pelo y había despertado el Byakugo no in. Por último estaba Sakura que seguía igual que siempre salvo por un pequeño detalle, entre sus brazos había un pequeño bebé con el mismo color de pelo que ella. La familia Uzumaki saludo a lo lejos y se acercaron.
Hola a todos. — saludó Naruto.
Hola Naruto. — saludó de vuelta Sakura con una sonrisa.
Hpmf. — fue lo único que respondió Sasuke.
Y ¿cómo han andado las cosas Hinata?. — preguntó Sakura a su amiga mientras amamantaba a su hijo.
Bastante bien como siempre, es bueno que Naruto kun tenga ahora mas tiempo para nosotros. — dijo Hinata mientras se sentaba.
¿No les dijo Boruto algo sobre la junta de hoy? Sarada no nos dijo nada. — preguntó ya que ella no sabía que buscaba su hija.
No se, pero creo que quieren contarnos algo. — dijo la ojiperla.
Es cierto, ¿que es lo que nos quiere contra Nii san?. — preguntó Himawari a Boruto quien ya estaba junto a Sarada mirando a los demás.
Bueno, lo que les queríamos decir es que Boruto y yo tenemos algo hace tiempo. — dijo nerviosa Sarada.
¿Que cosa?. — preguntó Sakura intrigada por lo que tuviera que decir su hija.
Verán, Sarada y yo comenzamos una relación romántica hace dos meses. Hace dos meses que somos novios. — explicó Boruto algo nervioso.
Todo el mundo quedó en silencio. Hinata no se espero esa revelación por parte de su hijo, pero al parecer su hija menor tenía razón. La primera en reaccionar fue Himawari.
¡Felicidades Nii san, Sarada san!. — dijo aplaudiendo la menor.
Hinata solo atinó a aplaudir junto a los demás. Sasuke por su parte no había dicho ninguna palabra, solo se mantenía en el mismo estado que antes, pero su mirada era más seria y dirigida hacia Boruto.
Felicidades. — dijo Naruto.
Felicidades. — le siguió Hinata.
Felicidades a los dos. — dijo Sakura mientras aplaudía.
Hasta que al fin tienes el valor para decirlo. — bromeó Kawaki a Boruto causando enojo en este.
Al final te gane mamá. — dijo Himawari a Hinata.
Así parece, pero ¿porque no mejor no almorzamos para celebrar? Tengo Sándwichs en el canasto. — dijo la oji perla mostrándolo.
Me parece buena idea. — dijo Sakura acercándose a su esposo.
Gracias Hinata, no se que haríamos sin ti. — dijo su esposo sonrojandola.
Hinata sonrió ante lo atento que era su esposo, le gustaba ser vista así. Ella dejó la cesta en el piso y la abrió para sacar la comida. Pero lo que pasó después fue algo que no pudo explicar.
¿Que está pasando?. — se pregunto desconcertada.
Cuando Hinata alzo la vista todos los demás habían desaparecido. Es más, el cielo paso de estar despejado y soleado a nublado y gris, las plantas de alrededor estaban marchitas y las estructuras que se veían a lo lejos lucían roídas y viejas. Una ráfaga de aire helado pasó alrededor de ella causando que soltara la comida y buscara abrigarse como si fuera invierno.
¿Que...Que pasó? ¡Naruto kun, Himawari, Boruto, Kawaki!. — gritó el nombre de sus familiares buscando encontrarlos.
Más no recibió respuesta, solo la silenciosa y fría brisa. Hinata se comenzó a asustar, no entendía que estaba pasando, ¿porque todos habían desaparecido?.
¡¿Donde están?!. — gritó buscándolos.
No volvió a obtener respuesta alguna. Sin que se diera cuenta la canasta y la comida se hicieron polvo. ¿Era una pesadilla? ¿Aún no había despertado? Preguntas así pasaban por la cabeza de la ex Hyuga. De repente ella escucha un ruido y voltea la vista hacia donde lo escuchó, el rostro Hokage de su esposo de comenzó a agrietar y romper. Esto le dio un escalofrío en la espalda.
Siento que debería correr. — pensó nerviosa.
No supo porque tuvo ese pensamiento en ese momento, lo que sí supo es que el siguiente instante estaba corriendo lo más rápido posible. Corrió y corrió por las calles de la aldea, lejos del monte de los Hokages y buscando a su familia y a su esposo, quería encontrarlos y ver que todo estaba bien. No obstante, estaba tan centrada en su problema que no se daba cuanta que a medida que corría por la aldea estada estaba siendo destruida por donde pasaba, como si ella destruyera por donde pasaba. Al final le faltó aire y paro sin que sus piernas respondieran, no podía comprender que pasaba ya que nunca encontró a alguien en la calle a la cual pedir ayuda mientras corría. Volvió a tomar oxígeno y alzo la vista viendo que estaba al frente de Ichiraku ramen, el lugar donde su esposo siempre iba ahora gris y quieto en el tiempo.
Naruto kun ¿donde estas?. — preguntó es voz alta teniendo la esperanza de ser escuchada.
De repente a sus espaldas escuchó un sonido de derrumbe a sus espaldas. Ella volteó su cabeza no sabiendo que esperara, más lo que vio deseo nunca haberlo visto. El rostro de su esposo se había caído al piso pero no levantó polvo, en su lugar una grita negra se esparcía por tierra y aire engullendo todo a su paso y creciendo. Hinata se asusto ante esta visión, más aún con el hecho de que estaba creciendo y parecía ir tras de ella. Intento volver a correr pero ya era tarde, la grieta rompió el piso bajo ella cayendo al vacío.
¡Naruto kun, ayúdame!. — gritó desesperada buscando a su pareja.
Ella comenzaba a caer más y más rápido, perdiendo la vista de lo que fue su hogar. Después todo se volvió oscuro con una gran sensación de frío, hasta que una luz apareció tras de ella creciendo y envolviéndola en su calor.
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Hinata despertó de golpe, asustada y sudando a mares. Aún estaba aturdida por el miedo y la desesperacíon, sin entender que había pasado.
¿Que fue todo eso?. — se pregunto.
Tardo un poco, pero se dio cuenta de que algo no encajaba. Ella estaba en una habitación oscura, una que no era la suya, estaba sentada sobre una cama, la cual se sentía como si alguien hubiera estado ahí mucho tiempo por la forma del colchón. También sentía su cabello más largo de lo que lo recordaba. Sentía también un montón de cosas conectadas a ella en varias partes de su cuerpo, esto lo podía corroborar gracias a los sonidos de máquinas y pequeñas luces que estas emitían. Su vista de a poco se fue acostumbrando a la oscuridad permitiéndole ver mejor. Era una habitación elegante que daba a una salvada un patio lleno de plantas, ella suponía que debía estar en la mansión Hyuga pero entendía el porqué.
¿Que hago en la mansion, no debería estar en mi casa?. — se pregunto pensando en que le había pasado algo y su familia la estaba cuidando.
Ella entendía que algo estaba pasando, algo que no entendía. No obstante, salió de sus pensamientos al ver la puerta abrirse y seguidamente prenderse la luz. Ella por reflejo cerró sus ojos, pero escuchó una voz que no había escuchado hace mucho.
¿Hinata sama?. — pregunto una voz masculina.
Hinata abrió los ojos sorprendida y vio que al frente de ella estaba alguien que ella creía muerta.
Neji Nii san. — dijo mientras comenzaba a llorar de sorpresa y alegría.
Hinata no entendía, Neji estaba vivo pero ¿cómo?. Ella lo vio morir en la guerra. No tuvo tiempo para seguir pensando cuando Neji se abalanzó sobre ella abrazándola.
Que bueno que se encuentra bien. — dijo alegre y eufórico ante el estado mejorado de Hinata.
Neji Nii san ¿cómo estás vivo? Te vi morir en la guerra. — dijo Hinata confundida, aunque en el fondo estaba feliz ya que podría presentárselo a sus hijos.
Neji se aparto de ella algo aturdido por lo que dijo Hinata. El iba a decir algo pero una voz más entró por la puerta.
¿He...hermana?. — se escuchó una voz femenina.
Hinata vio a la recién llegada, dándose cuanta que era su hermana menor Hanabi. Esta no perdió el tiempo y abrazó a su hermana entre sollozos.
Que bueno que estás bien hermana. — dijo entre sollozos lo Hyuga menor.
Hinata se sorprendió por la actitud de su hermana. Se supone que se habían visto hace pocos días.
¿Que te pasa Hanabi? Estas actuando raro, además ¿como Neji Nii san está vivo y donde están Boruto y Himawari?. — preguntó separándose de su hermana.
Hanabi al separarse tenía una cara de sorpresa, la cual no pasó desapercibida para Hinata.
Hermana, ¿quienes son Boruto y Himawari? Además, ¿Neji muerto?. — preguntó la Hyuga menor.
Hinata ignoró la segunda pregunta, puesto que se asustó con la primera. ¿Cómo diablos Hanabi no sabia quienes eran sus sobrios?.
Mis hijos, los que tuve con Naruto kun, ¿como no recuerdas a tus sobrios?. — preguntó sin entender y algo enojada.
Hanabi y Neji ensombrecieron la mirada y la apartaron de Hinata cómo queriendo ocultar algo. Y la Hyuga mayor se percató de ello.
¿Que les pasa?. — preguntó con miedo.
Hinata sama, usted ha estado en cómo desde que acabó la cuarta guerra ninja. Recién ahora la pudimos despertar. — dijo Neji en un tono triste.
La noticia cayó como un balde de agua fría con hielo en el cuerpo de Hinata. Si eso era cierto, quería decir que todo lo que vivió desde que comenzó su relación con el Uzumaki en la luna hasta su vida en familia nunca ocurrió. ¡No!, no podía ser posible eso, sus hijos tal ves estén en alguna parte de la mansión esperándola.
Eso no puede ser verdad, mis hijos... — dijo con tristeza intentando aferrarse a alguna esperanza.
Lo siento hermana, pero es verdad. Cuando el Tsukuyomi acabó hubieron personas que quedaron aún en el, tú porque desgracia fuiste una de ellas. Además tú misma lo dijiste, por lo que sabías Neji estaba muerto. — dijo con pesar Hanabi.
Hinata tomó en cuenta eso, por lo que ella recordaba Neji murio en la guerra. Si el estaba vivo quería decir que...., solo la idea la puso triste y las lágrimas que fueron de alegría por ver a su primo se volvieron lágrimas de tristeza.
¿Eso hace cuantos años fue?. — preguntó ya resignada.
Neji se tomó un instante para responder.
Fue hace 17 años. — dijo el Hyuga.
Hinata comenzó a llorar más fuerte, 17 años en los que sus hijos no existieron, 17 años en los que ella no avanzó como Kunoichi, 17 años donde ella no estuvo al lado de Naruto kun, ya que según a sus ojos ella era la única que podía ser su esposa. Lloro sin control por el tiempo perdido y por el dolor de aquellos que perdió.
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En el hospital de Konoha dos doctores estaban viendo los resultados de una nueva vacuna. Dicha vacuna fue diseñada para ser suministrada a los pacientes que aún estaban bajo los efectos del Tsukuyomi.
¡Increíble!. — exclamó uno de ellos sorprendió. — La efectividad de la vacuna es de un 100%.
Ese chico es un genio, mira que a sus 16 años crear una vacuna que sea capaz de romper uno de los Genjutsu más fuertes. — dijo el otro con admiración viendo los datos.
Era de esperarse, después de todo es el primogénito de nuestro Hokage y de la jefa del hospital. — alago el primero.
Aún así pobre de el, siempre ha dicho que no le gusta llamar la atención. — dijo con algo de gracia el segundo.
Tienes razón, más aún que ahora tendrá que ver a los pacientes de Konoha uno por uno. — dijo el primero pasando en limpio los datos.
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¡He vuelto!
Se que ha pasado muchos desde la ultima vez que publique una historia.
Como dije que iba a ser ahora que termine el semestre en la universidad voy a volver a escribir ya que tengo más tiempo, eso si durante los últimos meses tuve algunos problems de ansiedad por lo cual me estuve viendo con una psicóloga.
Por lo cual ahora no habrán actualizaciones tan seguido ya que muchas veces en el pasado me obligaba a escribir para tener un capituló a la semana y solo me estresaba y quedaba mal el capituló.
Otra cosa es que estuve leyendo libros reales ya que tuve un problema en la universidad en un informe por problemas de puenteo a la hora de escribir. Todo gracias a que en Whattpad no se exige que la gente escriba bien, por eso ahora ven mi estilo de escritura distinto
Esta historia es una que debía have mucho tiempo, así que la gente que la esperaba disfrútenla.
Sin más que decir feliz navidad y próspero que siga ardiendo.
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