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Capítulo 4: Adorable y estresante hombre clon.


Capítulo 4:

Adorable y estresante hombre clon


Tony llevaba varios días viviendo con el clon de Rogers, el hombre le resultaba un completo enigma, era amable sí, pero también le resultaba estresante por su forma de hablar y lo sobreprotector que era con él, además que todavía no se adaptaba a que tuviese la imagen del hombre que amodiaba. Por qué así estaban las cosas. Aun amaba a Steve, pero también lo odiaba, estaba resentido, herido y muy celoso. Lo odiaba de verdad, pero aun así el puto amor que le tenía, no terminaba de morir.

Sobre su recuperación, bueno podría decirse que marchaba bien. Físicamente estaba mejorando, está curando rápido de sus lesiones gracias a los cuidados de Stephen, pero su corazón seguía herido.

─Anthony, por favor toma tus medicamentos.

Le reprendió el rubio acercándose con una pastilla y un vaso de agua. El genio rodo los ojos y protesto.

─No de nuevo, es asquerosa.

En efecto le dejaba un mal sabor de boca y la sensación de amargura y salivación, la odiaba, pero sí que admitía que ayudaba con el dolor.

─Y te está aliviando. No seas rejego y tómatela.

De mala gana lo hizo y el rubio le sonrió al ver su gesto.

─Sigues siendo un niño mimado.

─Clon de Rogers, me confundes, hablas como si me conocieras de siempre, pero...

─Desde que eras niño, Stephen te conoce desde entonces, tu hiciste cambiar a Stephen, lo despertaste y no, él no es clon de Rogers, es parte suya sí, pero no clon, no es.

─ ¿Qué eres entonces?

─Stephen es un arma, era, ahora es libre.

─Sí como Doby, pero no recuerdo haberte dado un calcetín y dices que yo te libere.

El chico le sonrió de nuevo y se llevó un dedo a la frente.

─Aquí, liberaste aquí.

Tony le veía absorto, era como Steve y a la vez tan distinto, esa voz, ese comportamiento, le era tan difícil compaginarlo con Rogers.

─También liberaste aquí. Él te agradece, late por ti.

Dijo ahora tocando el sitio exacto en que estaría su corazón.

─Oye si no eres el clon de Steve, pero parte de él, entonces, joder ¿no me digas que tú eres el original y él el clon?

Una carcajada fue su primera respuesta, antes de que le contestase más seriamente. Tony pensó que su risa era hermosa, su rostro se iluminaba como un sol, no más bien era el brillo de una estrella en el firmamento, el sonido era melódico y alegre, le gusto.

─No Anthony, no es eso.

─Quiero saber, lo necesito, vamos dime.

─Stephen lo siente, pero no puede decirte, al menos no todavía.

─ ¿Scawfell, Stephen me está volviendo loco?

Grito Tony hacía la Ia, quejándose, en esos días su única compañía, y los únicos con quienes dialogaban eran ellos dos, y se le hacía más raro hablar con la copia del capitán que con la Ia, después de todo él estaba familiarizado con el hecho de tener un amigo virtual, primero Jarvis, ahora Visión, y luego Viernes. Pensó que Scawfel y Viernes podrían ser buenas amigas, ambas eran chicas, o más bien tenían esencia de chicas.

─Se acostumbrará señor Stark.

Replico la IA.

─ ¿Dónde la conseguiste por cierto? ¿Quién la diseño me cae bien?

─Ella es amable e inteligente, Stephen la creo hace varios años. Ahora no podría replicarla, pero al menos ella evoluciona, es autodidacta y se conecta a la red actualizándose cada vez en las funciones que le programe, ella aprende por sí misma y guarda todos los conocimientos, también es una copia de respaldo de las memorias de Stephen.

─Wao, debo hacer algo así con Viernes, ¡un momento! creí que eras médico.

─Sí, médico cirujano, ingeniero mecánico, informático experto en sistemas, hacker, administrador, economista, espía, psicólogo, todo eso.

─ ¿Que?

Estaba totalmente sorprendido, a él el rubio le había parecido buen médico dentro de lo que cabía, pero suponía que algo debió pasarle que lo dejo tocado del cerebro, quizá algún tipo de trauma como el suyo o algún fuerte golpe en la cabeza. Por otra parte, en lo demás veía al clon de Rogers, como un idiota, así que oírle decir eso era asombroso.

─Sí Stephen estudio en la facultad de medicina y en el Mit, también en la universidad, me gradué en ciencias políticas, economía y administración, informática e idiomas.

─ ¿Eres más genio que yo?

Pero pareces un tonto, hablas como tonto, actúas como tonto. Pensó Tony, sin decir aquello.

─Era, pierdo facultades cada vez más, Stephen tiene daño cerebral, estudie psicología y medicina, sé lo que tengo, Stephen sabe, mi sistema, está mal, está loco, hum sería una forma simple y bonita de decirlo, soy un arma, Tony, Stephen es peligroso, mucho, pero a ti a ti jamás te haría daño.

─A ver, a ver, ¿me estás diciendo que eres una especie de psicópata con lagunas mentales?

─Peor.

Bajo la mirada avergonzado. A Tony, le era difícil creer eso, pero sabía bien que los psicópatas y sociópatas podrían llegar a ser muy listos, y encantadores, que ganaban la confianza de sus víctimas y las encandilaban.

─ ¿Has matado animalitos?

Pregunto, así empezaban los psicópatas. Y si le decía que sí fingiría que no había problema, pero huiría de él ipsofacto, mentira no podría controlarse y se le lanzaría encima para sacarle los ojos. Odiaba que hicieran daño a los indefensos y nadie más indefenso que un pequeño animalito.

─No, nunca haría daño a un animalito.

Dejo ir un suspiro de alivio, podía estarle mintiendo, pero algo en su mirada le había creer que le decía la verdad.

─ ¿Has destripado osos de peluche?

Pregunto esta vez con humor, ya un poco más tranquilo. Bien que podía estarle mintiendo el clon de Steve tal y como Steve le hizo, pero por alguna extraña razón dudaba que este chico raro lo hiciera. Stephen sonrió de nuevo, Tony era tan peculiar. No había cambiado mucho desde niño, seguía teniendo un gran sentido del humor, el sarcasmo como arma y un corazón de oro.

─No, Stephen no ha hecho tal cosa, de hecho, nunca ha tenido un osito en las manos, jamás siquiera ha visto uno. Tú no tenías ositos cuando te visitaba, tenías figuras de acción del capitán américa, un tsum tsum de él y muchos autitos de colección. Como este.

Dijo el rubio dándole a Tony un carrito de color azul que de inmediato reconoció, le dio la vuelta y noto la palabra Stark escrita con rotulador negro en la parte baja del auto, un pequeño Corvette, hizo lo mismo con el rojo, una miniatura de Ferrari, y también decía Stark.

─Creí que lo había perdido, es decir soñé que se lo di al capi paleta, pero...Oh por dios, tu, te lo di a ti ¡no eran sueños!

─No Tony, no lo eran.

─Eras un pinche usurpador, acosador y no sé qué más.

─Perdón, soy peor aún, pero no importa que era, él solo no quiso destruir tu fantasía infantil, pensabas que eran sueños y...Parecías feliz de tener a tu héroe.

Dijo con sinceridad, su mirada ahora denotaba tristeza, Tony pensó que sus insultos anteriores quiza lo habían herido, ese hombre parecía ser demasiado sensible, cosa extraña ya que se decía un psicópata y ciertamente su habla mostraba un desorden mental.

─Háblame de eso. ¿Por qué me visitabas?

─No, no puedes saber, no aún.

─Me has cambiado el tema y ambos me inquietan, me dices que eres un psicópata y que me vigilas desde niño, no sé si temerte o que.

Sabía que quizá era arriesgado someterle a ese interrogatorio, pero necesitaba respuestas, tenia que saber que suelo estaba pisando. Estaba cansado y herido, había sido traicionado tantas veces y ahora mismo sentía que se metía en camisa de onne varas al tratar de confiar de nuevo en alguien, sobre todo alguien que alas claras no esta bien del cerebro. Quizá él tampoco estuviera bien porque realmente se sentía bien al lado de ese clon de Rogers.

─Sí tal vez, pero igual no, a ti jamás te haría daño. Sé que otros lo han dicho y te han traicionado, pero yo no, hay cosas que aún no te puedo decir, pero lo hare, no te quiero mentir tampoco. Stephen está mal, es consciente de ello. Nunca ha hecho daño animalitos, jamás ha visto un peluche, pero ha matado gente, mucha gente, cuando él se hace con el control, Stephen no puede detenerlo, no puede detener al arma que está dentro, al detonador, cuando los ojos de Stephen cambian a escarlata, nada bueno pasa, pero Tony no, él no está en riesgo porque los ojos escarlata cambian a azul nada más lo ven. Por qué Tony libera, y entonces Stephen puede elegir.

El genio no entendía nada, ese hombre le confundía cada vez más. Realmente debía estar temblando ante la confesión de sus múltiples asesinatos, pero por el contrario sentía mucha cala y esa certeza de que en efecto a él no le haría daño.

─ ¿Él? ¿Quién es él?

Estaba casi seguro de que el rubio de nuevo le diría que no podía saberlo, pero noto de inmediato su mirada triste y no se imaginó que comenzara a desabrocharse la camisa, la tiro a un lado y enseguida se quitó la playera revelando un imponente y sensual torso, realmente similar al del capitán américa, salvo que en este había un enorme tatuaje, si es que le podía llamar así, ya que más bien era una gran quemadura con la forma de un Craken, un símbolo que conocía demasiado bien, un símbolo que odiaba y temía.

Sus ojos se abrieron tanto que pareció un cervatillo asustado, sintió que hiperventilaba y que un ataque de pánico estaba por comenzar. Tembló un poco y lágrimas salieron de sus ojos, estiro la mano y con un dedo toco uno de los bordes de la herida, por que fuera como fuera, aquello era una terrible herida que debía doler de los mil demonios. No entendía como el rubio podía estar tranquilo con semejante quemada en el pecho, era enorme, tampoco entendía por qué la tenía y a que se refería con ese "él."

Stephen se dio cuenta de la reacción del hombre y supo lo que estaba por llegar, una crisis de ansiedad.

─Tony, mira los ojos de Stephen, solo los ojos, respira, vamos inhala, exhala, inhala...Eso es, calma, calma, ahora concéntrate solo en los ojos, estas a salvo, estas en casa, estas bien, nadie te lastima, nadie te toca, todo está en calma, vamos respira.

El genio le hizo caso y fue calmándose poco a poco.

─Eso debe doler mucho.

Dijo apenas sintió que sus pies tocaban piso nuevamente y que su respiración se normalizaba.

─Lo hizo, cuando la pusieron allí, todas las veces que la pusieron allí, ya no.

─Hydra...pero... ¿Por qué? Eres un soldado del invierno ¿cierto? Me visitabas cuando niño y lucias exactamente así, no tiene sentido, a menos que te congelasen cada tanto.

─No soy un soldado del invierno, pero sí, era puesto en sueño criogénico de vez en vez, además de que hay otros factores de experimentación que tiene que ver con lo que soy, lo que fui, lo que Stephen en si es. Tony cuando él toma el control hay un baño de sangre, a Hydra le gusta eso, Hydra lo creo para eso, lo moldeo para eso, pero tú, tú lo controlas a él y a mí, a Stephen y a la bestia.

─Y él es un soldado, un trabajador de esos malditos, eres de ellos.

─No Stephen no es, él no es, es arma, no soldado, es arma que han perdido por ti, él les dejo por ti.

─ ¿Y él es?

─El capitán Hydra.

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