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Capítulo XVIII

¿Qué tan grave se podía convertir esa situación en el auto?. Lúckacs se había bajado del coche y se dirigió al Desierto Mojave,  Lyra iba tras él, Lemmy parecía estar inmenso en una extraña calma, Yuya aguardaba a que se movieran, pero la tensión había llegado hasta un punto sin retorno. El Punto de Ebullición donde ya no había forma de detenerlo, Dimitri miraba a Lincoln con aquella mirada inquisitoria, clavando sus ojos hacia el albino, el cual no tenía otra opción más que decir toda la verdad.


- "Lo miré a los ojos. Estaba nervioso, sudaba, Giorno me había enseñado de que la mentira no podía esconderse. Él lo había aprendido de Bruno aquella forma de averiguar si alguien los estaba engañando. Lincoln se estaba poniendo pálido, se rascaba la piel, parecía querer alargar todo esto. Yo ya estaba perdiendo la paciencia. ¿Acaso sería verdad? Mi futuro cuñado, el futuro tío de los hijos que iba a tener con Luna, ¿era el responsable de esa resaca?. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero aquí ya no tenía qué perder en estas apuestas. Lo teníamos contra las cuerdas, iba a tener que hablar, que dejara todo este "teatro" y moviera las palabras".- Pensaba Dimitri en esos momentos, clavando sus ojos en Lincoln, sin darle posibilidad de escape.


- Oigan, chicos, ¿no creen que están siendo demasiado supersticiosos?.- Preguntó Lynn, intentando defender a su hermano y marido.


- Y después dicen que yo soy el supersticioso con el Número 4, pero tú sí que te ganas el premio a la mayor hipócrita, Lynn.- Dijo Mista, provocando que la castaña se volteara con furia ante aquel dicho de parte del joven pistolero de "Passione".


- ¡¿Qué fue lo que dijiste de mí?! ¡Ya cambié, mejor olvida tú de tu miedo al Número 4!.- Exclamó ella con furia, casi estando por agarrarlo del cuello a Mista, pero Trish le golpeó las manos.


- ¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima a mi novio, ¿oíste?!.- Le advirtió la peli rosa con furia y de ahí empezaron a discutir con seriedad.


- ¡¿Y a ti quién te llamó, mudita?!.- Le señaló la deportista, casi yéndose a los golpes contra Trish. Ésta no quería sacar a su Stand "Spice Girls" pero la situación escalaba cada vez más.


- ¡¿"Mudita"?! ¡Jajajajaja, no me hagas reír! ¡Cuando tenía 15 años, luché junto a Giorno y sus amigos contra mi padre, el cual era un demente y que me quiso matar para permanecer en el anonimato y siempre estar en el poder de la Mafia, manejando todo desde las sombras! ¡¿Tú qué hiciste de bueno?! ¡¿Eh?!.- Recordó la peli rosa sobre el tema de Díavolo y aún mencionar eso, las cicatrices por las pérdidas sufridas, en especial de Leone Abbaccio, Narancia Ghirga y Bruno Buccelatti eran de esas que no parecían cerrarse con el paso del Tiempo. No, para nada, incluso a Mista y Giorno todavía les traía esos recuerdos de sus amigos caídos en combate.- Si supieras lo que fue eso, el vivir sin saber quién eres y no tener, ni siquiera a un grupo de amigos, estar sola y abandonada como un animal, tal vez entenderías bien lo que es sufrir y tú y tu familia se llevaron todos los premios al hacer a un lado a su único hijo varón.

Lynn no podía ni hablar por el impacto que las palabras de Trish habían dado contra ella. Se llevó las manos a su rostro pero estaba dominada por la ira.


- Dime, ¿cuándo fue la última vez que se preocuparon por alguien más, que no sean ustedes mismas?.- Le interrogó la hija de Díavolo, manteniendo ceño fruncido y esa postura fría hacia la deportista, pero no hubo respuesta de parte de la otra.- Lo que me esperaba: Nunca lo tuvieron, solamente fueron una fachada, un engaño. Se creen que por ser 10 hijas y solamente tengan un hermano, piensan que tienen todos los derechos para pisotearlo como si nada, tratarlo como un esclavo, como su Sirviente. Qué patético, no sé cómo Lincoln no se fue de allí, tal vez es porque él tiene amor hacia ustedes, aunque lo dudo si es verdad o no.- Terminó por lanzar aquella "bomba", la cual provocó que Lynn pegara un salto, un impulso hacia Trish y empezaran a pelear, siendo Lincoln, el cual la tomaba de la cintura a su deportista, evitando que se mandara un error.


- ¡Lynn, no pelees, por favor!.- Rogó Lincoln, intentando cambiar el tema y queriendo calmar a su esposa.


- ¡Ni se te ocurra irte!.- Le detuvo Dimitri, agarrándolo del brazo y volviéndolo a sentar en su sitio.- Habla, ¿qué sabes de esto?. Giorno te hizo una pregunta y más te vale que respondas, ya.- Ordenó el castaño y el albino no sabía en dónde meterse, estaba más que petrificado por todo lo que estaba viviendo.

Ese viaje se había convertido en un auténtico campo de batalla, todos estaban discutiendo: Mista y Trish iban contra Lynn, Yuya estaba intentando contactarse con Sale y Mario Zucchero, Lyra se hallaba afuera, viendo a Lúckacs sentado en la arena del Desierto Mojave y Lemmy permanecía callado.


- Lincoln, no mientas, lo que estás ocultando es una cosa muy seria.- Le advirtió Giorno y, finalmente, el albino tuvo que ceder posiciones. Cerró los ojos y de ahí miró a Dimitri con los ojos cargados de tristeza.


- Fui yo.- Respondió, dando a conocerse como el culpable de todo lo acontecido. Todos los estaban discutiendo en el auto, se detuvieron. Lynn miró a su marido, Mista y Trish hicieron lo mismo. Incluso Yuya con los otros se quedaron helados al oír esas palabras de revelación.


Los labios de Dimitri temblaron, no podía articular ni una sola palabra, éstas quedaron colgando de su boca, un hilo, un siseo era todo lo que podía expresar ante aquella escena que se había revelado. El sudor le empezaba a caer por la frente, no era el calor del Desierto Mojave, sino más bien otra cosa: La decepción.


- Yo...Yo solamente...quería darle un poco de "alegría" a la fiesta, nada más que eso...No pensaba en arruinarlo, lo único que deseaba era sacarte de tu zona de comfort y nada más, Dimitri. Porque...con el paso del tiempo...ya varias de mis hermanas se han ido con los suyos...Leni se fue con Alexander, tú con Luna, Lucy con Rocky y Luan con James, al igual que Lori con Bobby y yo...me iba sintiendo alejado de todas ellas, la familia estaba tomando su camino y deseaba volver a aquellos momentos en los que nos divertíamos, pensé que solo sería una anécdota divertida, nada más que eso.- Relató el albino y en aquellos momentos, el castaño se quedó mudo, sin decir nada, simplemente se volteó, haciendo un gesto con su cabeza y las manos, para después encender el coche y partir de allí, sin embargo, éste empezó a hacer unos ruidos fuera de lo común. 

Lincoln se acercó hacia Dimitri para hablar.


- ¿Estás bien? ¿Quieres  una mano?.- Preguntó con preocupación, pero éste no decía nada. Simplemente yacía callado e intentaba hacer arrancar el vehículo, pero nada, no funcionaba.-¿Dimitri?.- Y cuando acercó su mano, haciendo contacto con los hombros del castaño, éste sintió esa "combinación", entre la verdad que soltó Lincoln y que el auto no estaba en funcionamiento, le llevó a apoyar la cabeza contra el volante, mirando hacia abajo y de ahí comenzaba a respirar con dificultad, sintiendo ese peso que le estaba destruyendo todo lo que había logrado.

Todo se esfumó, era como si hubiera habido un terremoto, uno muy feroz, intenso, imparable, como una máquina, una locomotora sin su maquinista y que estaba destinada a estrellarse contra la parada en la que todos estaban esperando para subirse. Las manos del ruso se agarraron con fuerza al volante y de ahí ahogó un grito, siendo atestiguado por Giorno, quien podía oír como gemía por lo bajo, intentando no llorar y de ahí, alzó la cabeza, de repente, para después golpear con fuerza el volante, queriendo sacarse todo ese "peso" de encima, pero éste lo estrangulaba a más no poder hasta que salió del auto.


- ¡Dimitri, espera!.- Pidió Lincoln, quien lo veía correr de allí, pateando el piso polvoriento, mandando a volar aquella tierra seca hacia el aire, desapareciendo para siempre.


Trish lo miró y se llevó las manos a la boca, no se esperaba algo así en Dimitri, siendo una persona bastante calmada, nunca había visto un estallido de furia en él. 


- Pobre chico.- Se lamentó la peli-rosa, quien quiso bajarse pero Mista y Giorno le hicieron una seña con la cara, una negativa, aconsejándole no hacerlo.- No podemos dejarlo así.


- Trish, esto no es asunto nuestro.- Dijo Giorno, inclinando la cabeza hacia atrás.- Eso lo debe resolver con su futuro cuñado.- Sostuvo el rubio, quien cerró los ojos.


- A decir verdad, Trish está en lo cierto, Dimitri jamás tuvo esos ataques de ira. Dudo bastante, no lo vi muchas veces a él, pero siempre oía que era muy calmado.- Relató Mista, quien apoyó su mano sobre su pierna izquierda y de ahí miraba hacia atrás.


- Solo es cuestión de que entre ellos se entiendan, chicos y a decir verdad, él deberá resolver ya. Si su futura esposa llega a dar a luz, se lo perderé.- Sentenció Giorno y de ahí Lynn corrió para ver a su marido, el cual iba tras Dimitri.


Afuera, el albino le seguía el paso al castaño, el cual tenía una rabia inconmensurable, le consumía por dentro, el no poder estar con su amada Luna, presenciar el nacimiento de sus hijos. Todo para él era una especie de "broma" de mal gusto, una que el propio destino parecía estar jugándole en contra. Se detuvo y de ahí, tras tropezar contra el piso en bajada de la banquina en la ruta, Lincoln fue hasta él.


- ¡Dimitri!.- Exclamó el joven albino, queriendo ayudarlo.- Dios, ¿estás bien? ¿te lastimaste...?.- Quiso saber éste, pero el joven rechazó su ayuda.


- ¡No me toques, no quiero verte ni a ti, ni a Lynn, ni a nadie!.- Exclamó, sacándose aquel peso de encima.


Lincoln se quedó helado al presenciar ese momento, mientras que el castaño se iba quebrando por dentro.


- Dimitri, yo no quería hacer esto. Simplemente...Simplemente era para divertirnos, nada más. No quería hacer ningún daño.- Intentó ofrecer perdón, no era su intención, pero era imposible conversar con esa persona.


- ¡NO QUIERO SABER NADA DE TI, NADA, ¿OÍSTE?! ¡TODOS...TODOS USTEDES SON UNOS DEMENTES EN TU FAMILIA: MALA SUERTE, PELEAS ESTÚPIDAS, INCESTO! ¡SALVO POR LUNA, LUCY Y LENI, EL RESTO SON UNA VERDADERA PLAGA! ¡DESDE QUE LLEGUÉ DE MORIOH HASTA AQUÍ, LAS COSAS ERAN TRANQUILAS, SIN NINGÚN PROBLEMA, CON MI FAMILIA Y TAMA, LUEGO, AL CONOCER A TU FAMILIA POR ESE PUTO "INCIDENTE DE LA MALA SUERTE", FUE ALLÍ DONDE SE FUE AL REVERENDO TRASTE. LO ÚNICO QUE HE VIVIDO FUERON PROBLEMAS TRAS PROBLEMAS POR LO QUE HACÍAN TU FAMILIA Y TÚ. LO ÚNICO QUE ME ALEGRA ES TENER A LUNA, PORQUE ELLA SUFRIÓ, COMO TODOS, POR ALGO QUE LYNN HIZO POR ESA ESTUPIDEZ DE LAS SUPERSTICIONES!.- Gritó con todas sus fuerzas, teniendo los ojos cubiertos por las lágrimas.- ¡NO SÉ CÓMO ALEXANDER PUDO PERMITIR ESTO DE QUE TE CASARAS CON TU PROPIA HERMANA Y AHORA ...DEBERÍA HABER SIDO YO QUIEN ORGANIZARÍA LA BODA INMEDIATAMENTE Y NADA MÁS, SIN ESTA LOCURA DE IR A LAS VEGAS!.- Continuó y de ahí cayó al  piso, nuevamente, sintiendo que las fuerzas le abandonaban su cuerpo.

Lynn temblaba del miedo ante aquella escena, quería llorar al escuchar semejante verdad. Pronto, la castaña llevó sus manos hasta su rostro y se tapó la cara, Dimitri, a su vez, se secó las lágrimas y golpeó el suelo con rabia.

Yuya, Giorno, Mista, Trish y Lemmy lo miraron al castaño, el cual yacía en el piso, abatido, destruido, no sabía qué hacer, en dónde moverse, estaba perdido, en la nada, a la deriva y sin ninguna posibilidad de salir a flote del hundimiento. Lincoln caminó hacia él, abrazando a Lynn, la cual lloraba en silencio. El castaño miraba hacia la nada misma.


- Lo único que quería era tener una vida pacífica, igual que mi padre tuvo junto a mi madre, mi familia biológica y luego con mis padres adoptivos. Nada más que eso. Yo..Yo solo quería...quería estar al lado de Luna y ver, presenciar el nacimiento de mis pollitos, de mis amados hijos, nada más que eso. Mis Polluelos, solo eso, ¿acaso era mucho pedir?. No, solo eso, lo único que pedía era eso, nada más. ¿Por qué? ¿Por qué la vida tiene que ser así?. Parece una broma, una broma de mal gusto...Yo...soy...soy el "Segundo Heredero de Dio Brando", mi posición, mi vida, todo lo que construí tras la muerte de mi familia biológica y ahora...cuando estoy a un paso de completar ese cierre de las heridas del Pasado, esto me viene a ocurrir.- Decía, ahora con la voz quebrada y baja, mirando hacia el piso y abrazando sus piernas, hundiendo su cabeza contra las mismas.

No hubo ruido, ni movimiento, todos permanecían en sus puestos, sin decir nada al respecto.

Flashbacks:

Llegaron a la Casa Loud, después de aquella renuncia que Luna había hecho ante esos productores y miembros del concurso de canciones, la castaña se sintió totalmente destruida esa noche: Había vendido todo, su familia, su orgullo, su vocación, su voz, incluso su forma de ser, todo para ser una Estrella de la Música, sin importarle el sendero de personas que habían quedado atrás y la habían ayudado para eso. Se recostó contra su cama, hundiendo su cabeza contra las almohadas y lloraba a mares, mientras que el maquillaje, el cual aún le perduraba, dejaba una estela oscura sobre su rostro.

Para ella, aquel día no podría haber sido peor: Perdió todo, lo vendió, ¿a costa de qué?. De una fama que no era nada más que un vil engaño, una publicidad que vendían en donde sería importante pero crearon una Luna Loud "artificial", quitándole rastro suyo de personalidad. Su familia quería ayudarla, pero ella mantenía la puerta cerrada, ya que al verlos, lo único que veía eran esas escenas donde todo se había arruinado.

Dimitri se encontraba volviendo a la Avenida Franklin 1204 por el tren que había inaugurado el Emperador y que unían las zonas periféricas de las Capitales Estatales de los "Dominios Imperiales". Recordaba aquella discusión que habían tenido Luna y él el día anterior, en donde ella lo había acusado de ser un "celoso", que no la quería y que solamente pensaba para sí mismo. Tal vez estaba en lo cierto, tal vez no, ¿quién sabe?.

Miró a su alrededor, sus ojos estaban humedecidos por las lágrimas y en ese momento, el joven ruso recordó algo que le hundía más en la tristeza. Se veía así mismo, viendo aquella película con los Loud y su familia, una que más le encantaba y recordaba esa frase que había dado el actor que representaba al villano principal.

https://youtu.be/Ynm5nrNv5js

- "Oye, Max. Un tipo se sube al Metro de Los Ángeles y se muere. ¿Creen que alguien lo note?".- Recitó Dimitri la frase de Tom Cruise, encarnando al sicario Vincent antes de morir a manos del taxista Max Durocher, interpretado por Jamie Fox, durante aquel tiroteo en el subterráneo. 

https://youtu.be/eLjz2gkO4v0

 Destruido, ¿esa es la palabra para él?. No, no lo sabía, ni él mismo estaba de acuerdo con aquella definición, pero lo que sí tenía en mente era que lo ocurrido con Luna, con su querida Lunita, él no iba a aceptar las disculpas ni el perdón de los que la cambiaron. Su semblante cambió a uno de expresión seria y se levantó del asiento, no sin antes mirar hacia el Atardecer en Royal Woods.


- Yo no soy ningún "Hombre Muerto" como piensan esos infelices. Yo soy Dimitri Sasha Ginovaef-Yoshikage, el "Segundo Heredero de Dio Brando" y nadie impedirá que esté con la mujer que amo.- Sentenció con seriedad y de ahí salió del tren, bajándose en la "Estación Benjamin Franklin" para llegar a la Casa Loud y en donde tranquilizó las aguas cuando vio que Luna lloraba a más no poder, sobre todo por haber dañado el corazón de su novio.

Hay que saber perdonar en la vida, para Dimitri, el verla a Luna de esa manera le destrozó su alma, no podía creerlo. Estando, ella, de esa manera, tan ridícula, tan horrible con ese maquillaje y esos colores fuertes, parecía como si quisieran dejarlo ciego. Era duro, pero cuando la abrazó, pudo sentir a la rockera que había conocido cuando llegó a Morioh y no esa "copia barata" de ella. Solo quedaba tomar cartas en el asunto con aquellas personas y de ahí empezar de cero, nuevamente.

Y pasó: Luna terminó con aquella gente y se quedó con su familia y con el castaño de Rusia. 

Perdonar, esa era la palabra que se buscaba en medio de tanto dolor y tempestad.

Fin del Flashbacks:

Lincoln decidió tomar coraje, si él había aceptado el perdón de sus hermanas y de su familia por todos los eventos en los que él y las otras quedaron metidos, ahora había llegado la hora de saldar esa herida con Dimitri, con el futuro marido de su hermana rockera y sin importar nada. 


- Linky.- Le iba a detener Lynn, temiendo de que algo le pasara pero él se contuvo, tomando las manos de su esposa.


- Estaré bien. Tranquila, todo va a ir a favor nuestro. Te lo prometo.- Juró el castaño y tras pasar por donde estaban Lúckacs y Lyra, los cuales lo observaron y de ahí quedó al lado de Dimitri, quien estaba pensativo y con la cabeza agachada contra sus piernas. 

Pronto, el albino puso su mano en los hombros del joven y lo abrazó con fuerza, tomándolo por sorpresa ante todo lo ocurrido.


- Entiendo que estés enojado y todo, pero, no puedes vivir. Solo hablemos, ¿sí?. Solo hablemos tranquilamente.- Pidió y llevó a que el castaño alzara la mirada hacia el albino, ante aquella sugerencia dada.

Pronto, cerró los ojos y lanzó un suspiro un tanto largo.


- Está bien. Hablemos.- Aceptó aquella "oferta" el extranjero.


[Si alguien conoce de esos momentos emocionales, emotivos, de los que ocurren en las películas, este es uno de ellos y en el capítulo que viene, Lincoln intentará sanar aquella "brecha" entre él y Dimitri, sumado de que se tendrá que reanudar la búsqueda de los que están perdidos y volver a Los Ángeles pronto.

Estamos en los últimos capítulos, ya el que viene es el XIX y en total son 25, así que a prepararse, Camaradas. 

Mando saludos y agradecimientos para LeoneEpsilon, RCurrent, AnonimousReader98, LucasAbad0, Sitx20, entre otros. 

Nos estamos viendo, amigos. Cuídense y buen inicio de Domingo para todos ustedes.].







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