Pasaron mucho tiempo sin hablarse, sintiendo un grave resentimiento por el otro.

No sabían si fueron minutos, horas, días, meses, años, décadas o siglos.

Pero era insoportable.

Sus almas resonaban.

Deseaban abandonar todo rastro de temor, de odio y de rencor para correr al lado de su contraparte.

Y así fue.

Lo bueno de estar muerto. Es que ya no tienes nada que perder.

Sus almas se encontraron, y estando unidas solo con un toque sintieron todo lo que el otro quería expresar. Lo mucho que ambos sufrieron, lo mucho que anhelaron, aquellos deseos frustrados que no lograron alcanzar, lo desesperados que pudieron estar, y aquellas estupideces que cometieron y estuvieron por cometer. Pero eso ya no importaba, solo debía dejar atrás el miedo, el odio, el rencor, perdonar y solo perdonar. Porque tenían los mismos deseos y añoranzas, porque tenían seres les amaron, pero supieron apreciar por su propio miedo, ciegues y orgullo.

Pero ahora estaban para sí.

Porque se amaban, pese a todo, se amaban. Y nada cambiaría eso, ni siquiera la propia muerte.

Siempre, en la eternidad.

Hola, verdaderamente, quiero agradecerle a todos los que siguieron este fic. Sinceramente lo escribí en diciembre en un solo día, pero como es corto es natural que así haya sido. No obstante, en ese momento estaba repleta de emociones que necesitaba liberar de alguna forma. Justo por el 18 de diciembre, uno de mis cantantes favoritos falleció de una forma que no esperamos nunca, de verdad quede conmocionada dado que tomo su vida por propia mano. Al principio creí que sería una broma, pero al paso de las horas y con todas las fuentes oficiales, vi que no era así. Hay personas que lloraron y sufrieron más que yo su perdida, otros fans, familiares y los propios miembros del grupo que integraba. Quería de cierta forma escribir algo, y junto a la ultima carta que esta dejo a una amiga, decidí componer este fic. Tarde un poco para publicarlo, pero al final lo hice. Me gustaría creer que hay algo de felicidad luego de esta vida, y que él estará allá feliz, porque aquí no pudo serlo. 

Quiero dedicar este fic a todos los que han tenido un proceso de odiarse a si mismo al punto de querer abandonarlo todo, todos hemos pasado por ello, incluso alguno no lo soportan y ceden, yo pude ser fuerte, pero quisiera decir que no están solos. Aunque estén en lo profundo de la desesperación, siempre habrá alguien que querrá ayudarles, siempre habrá alguien que les quiere, indistintamente si es por una pantalla o algo. Pueden tomar esto como un minúsculo apoyo, pero quiero dar mi aporte, para cosas como las que ocurrieron ese 18 de diciembre no vuelvan a ocurrirle a nadie.