-"¿Porque no estoy muerto?¿Donde estoy? ¿Que hago aquí?". —Esos fueron mis primeros pensamientos mientras veía doctores intentando estabilizarme.

Después de unas horas todos salieran de la habitación, me habían quitado todos los molestos aparatos de mi cuerpo, de repente vi la puerta abrirse y pude verlo entrar en mi habitación...

-¡¿Joestar-San?!.. —Dijo Kakyoin con sorpresa y confusión. —¡¿Po-Porque es tan joven?! ¡¿Acaso, estoy muerto..?!

-Yooo.. Y-Yo no soy mi papá. —Le dijo Josuke con una sonrisa nerviosa, pero al darse cuenta de lo que dijo intentó arreglarlo. —Ma-mas bien yo no soy Joestar-San.

-¿T-Tu papá?. —Pero antes de que Kakyoin pudiera decir algo más, Joseph entró a la habitación con lo que parecía ser una bebe en brazos.—¡Joestar-San!

-Hola Kakyoin.. —Le dijo Joseph con una sonrisa.

Joseph le dijo a Josuke que saliera de la habitación, y este lo hizo a regañadientes ya que tenía muchas preguntas, como ¿Quién era el pelirrojo?, bueno al menos sabía que se llamaba Kakyoin y tambien se preguntaba ¿Que relación tenía con Jotaro?.

Cuando Joseph y Kakyoin quedaron solos, el mayor le explico cómo fue que seguía con vida, también le dijo lo que había pasado en su ausencia, como el hecho de enterarse de tener otro hijo y también le explicó la procedencia de la bebé que traía en brazos.

Mencionó todo lo que recordaba pero ninguna palabra de Jotaro, no porque no quisiera, sino que cuando iba a mencionarlo Shizuka empezó a llorar, así que tubo que irse ya que tenía que alimentarla.

-Tengo que irme Kakyoin. —Le dijo Joseph con una sonrisa. —Si nesesitas algo puedes llamarme con este celular. —Le dijo, para después darle un celular de bolsillo.

-Joestar-San.. No se como usarlo. —Le dijo Kakyoin un tanto apenado y con una sonrisa nerviosa, mientras sostenía el aparato.

-Tampoco yo..—Le dijo Joseph con una sonrisa nerviosa, haciendo que a Kakyoin le saliera una gotita en la frente. —Pero para eso está ¡Josuke!. —Grito el nombre de este.

Josuke al oír su nombre corrió hacia la habitación y abrió la puerta estrepitosamente, ya que pensaba que algo le había pasado a Kakyoin o a Joseph, pero no fue así..

-¿Qu-que sucede pa.. Joestar-San?. —Le preguntó Josuke mientras intentaba recuperar el aliento.

-Nesesito que ayudes a Kakyoin con lo que necesite y también que le enseñes a usar su teléfono. —Le dijo Joseph mientras salía de la habitación.

-Pe-pero.. Tengo tareas atrasadas.. — Dijo Josuke señalando su mochila llenas de libros, pero soltó un suspiro profundamente al ver salir a Joseph de la habitación sin escucharlo.

-Yo puedo ayudarte con eso si gustas. —Le dijo Kakyoin con una sonrisa. —Me quedé en segundo año de preparatoria y por la edad que tienes imagino que vas en primero, no creo que hayan cambiado mucho las cosas.

Josuke se sonrojo a más no poder, por todo lo que estaba pasando en Morioh iba atrasado en sus tareas, al final aceptó la ayuda de Kakyoin.

Se sorprendió al ver que Kakyoin enseñaba muy bien y sabía temas los cuales aún no había visto, eso le serviría más adelante en la escuela, también se dio cuenta que para el pelirrojo sería sencillo conseguir graduarse de la preparatoria.

Después de que Josuke terminará con todos sus trabajos, este le explicó como usar el celular, también le habló de los nuevos programas de televisión, radio, también le contó de los asesinatos que había en Morioh y hasta hablaron sobre videojuegos.

Josuke estaba sorprendido de la agradable compañía que transmitía Kakyoin.

Mientras conversaban Kakyoin intentó ponerse de pie, pero si no fuera por la ayuda de Josuke hubiera caído, supuso que tardaría unos meses en aprender a caminar de nuevo.

Josuke lo ayudó a acomodarse de nuevo en la cama.

-¡¿N-no te habré curado bien!?. —Preguntó Josuke un poco nervioso y un tanto decepcionado de el mismo.

- N-no es eso Josuke-kun, sólo tengo que volver a acostumbrarme. —Le dijo Kakyoin, mientras se volvía a acomodar en la cama. —Si no fuera por ti seguiría en coma, te debo la vida y lamento ser una carga para ti. —Le dijo mientras tomaba un mechón de cabello de la frente del menor, el cual por el alboroto se había salido de su lugar, el peliazul se tenso al sentir como Noriaki lo tomaba, pero este solo lo volvió a acomodar en su lugar. —¡Listo! Nunca había visto un pompadour tan lindo. —Le alabó con una sonrisa.

- Gra-gracias.. Y.. N-no fue n-nada.. En verdad me gus-gusta ayudarte. —Le dijo Josuke nervioso, con un gran sonrojo, preguntándose ¿Porque Kakyoin lo ponía de ese modo?, había recibido halagos de chicas pero el del pelirrojo lo hizo sentir ¿emocionado?.

En la habitación empezó a sonar un teléfono, el cual era de Josuke, el menor contestó y al parecer era Jotaro.

Kakyoin al escuchar su nombre se quedó pasmado, Josuke terminó la llamada y por lo que entendía Jotaro iría a la sastrería al día siguiente con alguien llamado Koichi.

- Kakyoin-San.. ¿Conoce a Jotaro-San?. —Le preguntó Josuke de repente, haciendo que Kakyoin se tensara.

-Puedes llamarme Noriaki, Josuke-kun. —Le dijo Kakyoin con una sonrisa. —¿Joestar-San te dijo algo de mi?.

-Me contó una historia sobre Egipto y un viaje el cual hicieron para derrotar a alguien, en ese tiempo también me había enfermado como Holy-San, así que también tu me salvaste a mi Noriaki-San.. —Le dijo Josuke con una sonrisa.

-A pues veraz... Jotaro era mi mejor amigo. —Le dijo Kakyoin con una sonrisa nerviosa.—Aunque ya no se mucho de él.

- Pues yo tampoco se mucho de él.. Mas que tiene una hija pequeña y que es divorciado.—Kakyoin se sorprendió por eso, pero no dijo nada y dejo que Josuke terminara de hablar—También es un famoso biólogo marino.—Menciono, Kakyoin al escuchar eso hizo una mueca. —¿Sucede algo?

-No.. Es solo que a cambiado mucho, antes aborrecia el mar. —Le dijo Kakyoin soltando una risita al recordar sus aventuras. —¿Y como es él?

-Mm.. Fuma mucho, es malhumorado, aveces pareciera que detesta a las personas, en especial a las mujeres gritonas como les dice él. —Dijo Josuke, haciendo que Kakyoin soltara un suspiro, al parecer no había cambiado mucho. —Viste una gabardina blanca, al igual que su gorra del mismo color y usa un lindo broche de delfines, una vez intente tocarlo y casi me arranca la mano. —Le dijo con gracia, mientras recordaba el incidente.

Lo último había sorprendido a Kakyoin, pero no lo dio a notar y sólo le sonrió.

-También.. Hay algo más.. —Le dijo Josuke pensando si decirlo o no, pero tal vez Kakyoin pudiera ayudar a Jotaro.. —Su mirada tiene algo.. No se muy bien que es.. Pero es como si algo, como si algo le faltara.. Tal vez si tu hablaras con él y... — Josuke no pudo terminar de hablar ya que Noriaki intervino.

-No.. —Le dijo Kakyoin con la cabeza agachada. —Josuke-kun hazme un favor, no le digas a Jotaro nada sobre mi.

Josuke trago grueso... Kakyoin no solía ser serio, tal vez él y Jotaro no se llevaban tan bien como decían.

Pero aún así le hizo la promesa a Kakyoin de que no diría nada.

Despues de un tiempo Josuke tenía que irse o si no su madre lo mataría, se despidió de Kakyoin con un apretón de manos, pero algo en la mano de este llamó su atención, Noriaki tenía un anillo idéntico al de...

-¿Sucede algo?. —Le preguntó Kakyoin un poco curioso, ya que Josuke no soltaba su mano, el menor levantó la mirada y vio fijamente al pelirrojo.

-Tus ojos.. —Murmuró Josuke, pero al darse cuenta que lo había dicho y no pensado corrigió. —Tu-tus ojos son muy lindo.. ¡M-me tengo que ir!.—Kakyoin se sonrojo por el halago, pero no pudo decirle a Josuke ni siquiera adiós, ya que este tomó su mochila y salió de la habitación corriendo.

Al salir del hospital Josuke se puso a pensar en lo que había visto.

Josuke se encontraba caminando junto a Jotaro.

Mientras caminaban, el adolescente lo inspeccionaba de pies a cabeza, hace apenas una semana se había enterado de que él era su sobrino.

Josuke le había contado su sencilla vida como estudiante, pero Jotaro no le había contado nada de él, supo algunas cosas gracias a Koichi, pero algo hacia que quisiera saber más.

Lo inspeccionó de nuevo con la mirada y noto algo que lo sorprendió.

-Jotaro-San, usted es casado. —Le preguntó Josuke, al ver en su mano un anillo, el anillo era sencillo pero a su vez elegante, tenía pequeñas piedras al redor de este, las cuales parecían ser amatistas.

-No, soy divorciado. —Le contestó sencillamente Jotaro.

-¿Entonces el anillo...?. —Le preguntó Josuke un tanto confundido.

Jotaro miró su mano y al ver el anillo no pudo evitar sonreír, Josuke se asustó al verlo, ¿Acaso el mayor acababa de sonreír?.

-Este anillo significa mucho para mi..—Le dijo Jotaro.

Josuke hizo un puchero, solo eso le iba a decir, ¿No le iba a contar nada mas?.

Aunque Josuke insistía Jotaro no le contó nada del anillo, sin embargo le llego a mostrar una foto de su hija.

Ahora que lo pensaba, las amatistas del anillo de Jotaro, parecía que fueron escogidas para que fueran del mismo color de los ojos de Kakyoin..

-Tal vez es una coincidencia.—Penso para si mismo y empezó a caminar hacia su casa.