Despues de la pelea con The Lovers, el grupo de Jotaro tuvo que cruzar el Mar Arabigo desde Karachi y desembarcar en los Emiratos Árabes.

Mientras Joseph y Polnareff iban a comprar un auto caro a una agencia de prestigio.

Jotaro intentaba encontrar a Kakyoin, el pelirrojo lo había convencido de visitar la ciudad, llegaron a un pequeño lugar con tiendas y no supo en que momento lo perdió entre la multitud.

Esto era un problema ya que tenían que encontrarse con Joseph y Polnareff en la agencia.

-Buscas a alguien. —Le pregunto Kakyoin apareciendo detrás de él.

-Yare, yare daze.. ¿As visto un lindo pelirrojo problemático? —Le pregunto Jotaro, mientras se volteaba a verlo con una sonrisa.

-¡No soy problemático!.—Le reclamo Kakyoin, haciendo un puchero.

-Pero si lindo..—Le dijo Jotaro, para intentar acercarse a él y dale un beso.

Kakyoin al ver lo que intentaba lo evadió, recibiendo un bufido de disgusto de parte de Jotaro.

-¿Compraste algo?.—Le pregunto Kakyoin con curiosidad, viendo que Jotaro llevaba una bolsa en la mano.

-Si..—Le respondió secamente Jotaro.

-Y... ¿No piensas enseñarme que es?.—Le pregunto Kakyoin con curiosidad.

-Por un beso podria..—Le dijo Jotaro con una sonrisa un poco arrogante.

-De repente he perdido todo el interés.—Le dijo Kakyoin, soltando una risita y empezando a caminar hacia donde tenian que encontrarse con Polnareff y Joseph.

Jotaro lo siguió haciendo un puchero, a él nunca le a importado lo que la gente piense de su relacion, ahora que lo piensa mejor ¿Tienen alguna relación?.

Sin duda habían pasado de la amistad, pero.. ¿Si Kakyoin no lo pensaba asi?, no pudo evitar fruncir el ceño ante ese pensamiento.

Al llegar a la agencia de autos, lograron ver a Polnareff y Joseph afuera de esta con un auto muy lujoso, así que se acercaron a ellos y todos subieron al vehículo.

-¡Este país es increíble! A donde quiera que miremos, todas las casas parecen mansiones. —Comento Polnareff mientras manejaba.

-Si.—Le dijo Joseph mientras miraba un mapa.—En Tokio, una de estas casas costaria 3,000 o 4,000 millones de yenes, parece que casas como estas son lo norma en este pais, hace veinte años, esto no era mas que un desierto, pero con las ganancias de la crisis del petroleo, este lugar se convirtió en una ciudad de ensueño.

-El sol pega muy fuerte, pero estamos muy cómodos gracias al aire acondicionado.—Comento Polnareff con una sonrisa.—Así que no me quejo.—Kakyoin al oírlo no pudo evitar soltar un bufido.

-¿Ocurre algo, Kakyoin?.—Le pregunto Jotaro mientras lo miraba.

- N-no es nada.—Le dijo Kakyoin con un poco de nervios.—Este lugar es muy espacioso, seria fácil notar si alguien nos sigue, sin embargo, siento que alguien nos observa y no puedo dejar de mirar hacia atras.

-Claro, no te culpo.—Le respondio Polnareff.

-Ya veo, en ese caso, con respecto a nuestra ruta...—Les dijo Joseph mientras miraba el mapa.—Hay una aldea llamada Yarpline a unos 100 kilometros al Noroeste de aquí, pero el camino debe rodear las montañas y el desierto, nos tomaria dos días en auto, por eso los aldeanos suelen viajar en avionetas, primero compraremos una avioneta en la aldea y cruzaremos el bastó desierto de Arabia Saudita.—Les explico mientras trazaba el camino en el mapa.—Considerando todas las veces que nos han atacado, no querría volver a tomar otro avión, ya que arriesgamos vidas de gente inocente, pero se que puedo volar una avioneta.

-No quiero subirme a una avioneta con un hombre que ha estado en tres accidentes aéreos.—Le dijo Jotaro, causando que Joseph hiciera un puchero.

-Pues, en primer lugar son cuatro accidentes ya y en segundo.. Pensaba atravesar el desierto para llegar a la aldea de Yarpline, deberíamos tardar un día a camello.—Le comento Joseph.

-¡¿A camello?!—Se quejo Polnareff.—Me parece bien lo de la avioneta, pero ¡espere un momento! ¡Nunca he montado un camello!

-Déjamelo a mi.—Le dijo Joseph soltando una risita.—Conozco la técnica, yo les enseñare.

Llegaron al limite de la ciudad y allí encontraron un vendedor de camellos, Joseph intercambio el auto causando que todos se sorprenderán.

Joseph les explico que había comprado el auto para eso, ya que no podía pagar con un cheque en ese lugar y que tampoco confiaban mucho en el dinero.

El vendedor sin más le dio 4 camellos y bidones de agua a cambio.

-Bien muchachos. ¡Prepárense!.—Les dijo Joseph con una sonrisa.— Atravesar el desierto no sera fácil, debemos prepararnos por completo.

Polnareff no tenía nada con que cubrirse del sol, así que el vendedor le dio una capa un poco mugrienta.

Kakyoin antes de resibir una capa igual se alejo de ellos, bajo la atenta mirada de Jotaro.

Al pelirrojo no le agradaba la idea de estar bajo el sol tanto tiempo, pero tampoco iba a ponerse eso, conseguiría alguna otra cosa..

-¿A dónde vas?. —Le preguntó Jotaro mientras se acercaba a él.

-No pienso usar algo así.. —Le dijo Kakyoin haciendo una mueca, sin dejar de caminar. —Iré a buscar algo mejor..

-Espera.. —Le dijo Jotaro, Kakyoin pudo sentir algo de nervios en su voz, así que se detuvo y se giro a verlo.—Toma.. —Le dijo tapando su rostro con su gorra y entregándole la bolsa con lo que había comprado anteriormente.

Kakyoin lo miró con curiosidad y tomó la bolsa para ver que era.

-Es muy bonita. —Dijo Kakyoin, mientras sacaba una pashmina blanca del interior de la bolsa. —¿Podrías ayudarme a ponerme la?. —Le pregunto con una sonrisa.

Jotaro no se negó, tomó la pashmina y la enredo en la cabeza de Kakyoin.

Kakyoin hizo como si quisiera decirle una cosa al oído a Jotaro, este se agachó para escucharlo, pero antes de que pudiera reaccionar el pelirrojo le dio un beso en la mejilla.

-¡Gracias Jojo!.. —Le dijo con una sonrisa, alejándose de él y volviendo con los demás.

Después de salir de su trance Jotaro lo siguió.

-¡Apesta!.—Menciono Polnareff, al acercarse a los camellos.—Oiga, señor Joestar. ¿Como los montamos? ¡Miden como tres metros.

-Veras, si se trata de camellos, haces que se sienten y luego los montas.—Dijo Joseph mientras jalaba la cuerda de uno, intentando hacer que se sentara.—Haces que se sienten y luego los montas...—Dijo tirando aun mas fuerte de la cuerda, pero el camello no cedía.—¡Haces que se sienten y los montas! ¡Esperen un momento! Ahora mismo haré que se siente.—Les dijo mientras se colgaba del camello intentando que este bajara.—¡Oye! ¡Siéntate ahora mismo! ¡Maldición, bestia testaruda!

-Oiga, ¿De verdad los ha montado en el pasado?.—Le pregunto Polnareff mientras lo veia luchar con el animal.

-¡He visto esa película larguísima, "Lawrence de Arabia", tres veces! ¡Lo se todo sobre los camellos! Aunque me quede dormido dos veces... —Le dijo Joseph, colgándose de el camello intentando hacer que bajara.

-¡¿Una pelicula?!.—Le reclamo Polnareff alterado.—¡¿Que?! ¡Entonce nunca los ha montado?.

Mientras Jotaro, Kakyoin y Polnareff miraban a Joseph luchar contra el animal, el camello le escupio al mayor en la cara.

-Es un exelente protector solar. ¿No lo sabia?.—Les dijo Joseph mientras reia.—Presten atención.—Les dijo mientras se acercaban hacia su mochila y sacaba una manzana. —Lo mas importante es comprender los sentimientos de los animales ¡Compréndanlos!.—El mayor le dio la manzana al camello haciendo que este siguiera la fruta hasta el suelo y asi al fin lograra subirse al animal.—¡Bien! Les diré algo que deben saber a la hora de montar un camello, presten atención, los camellos se diferencian de los caballos en que mueven ambas patas de un mismo lado al mismo tiempo, por eso suelen tambalearse mucho, pero el truco esta en seguirles el ritmo ¡Así como ven!.—Les mostró haciendo que el camello avanzara, pero el animal camino mas rápido de lo que pensó, haciéndolo caer.

Después que todos subieran a los camellos Joseph les dijo que avanzaran hacia el noroeste.

-Es extraño.—Menciono Kakyoin.—Aun siento que alguien nos observa.—Les dijo mientras miraba hacia atrás, pero no había nadie.

-Kakyoin ¿No te estarás volviendo paranoico?.—Le dijo Polnareff, haciendo que el mencionado hiciera un puchero.— Borramos nuestras huellas con hoja de palma y podemos ver a kilometros a la redonda, veríamos a nuestro perseguidor.

-A decir verdad, yo también siento una presencia.—Le respondió Jotaro.

-Jotaro, echa un vistazo.—Le dijo Joseph mientras se detenían, dándole unos binoculares, el mencionado los tomo y uso a Star Platinum para ver con ellos, pero no noto a nadie detrás de ellos.—¿Puedes ver algo sospechoso?

-No nada, no hay nada, pero... Hay algo extraño.. Algo.—Le respondió Jotaro.

-Pongámonos en marcha.—Les dijo Polnareff restándole importancia.

Joseph les dijo que tenían que seguir mientras sea de dia y en cuanto anocheciera pararían para instalar sus tiendas de campaña, ya que viajar de noche era peligroso.

-Pero ¡Que calor hace! ¡Miren hace 50 grados!—Se quejo Polnareff.

-Si, hace calor, pero a esta hora es cuando hace mas calor en el día.—Le respondió Joseph mientras revisaba su reloj.—¿Las ocho? Jotaro, ¿que hora tienes?—Le pregunto nervioso.

-Las 8:10pm.—Le dijo con sorpresa.—¡Oye, viejo!

-Lo sabia.. Se que nos distrajimos, pero ¿Que ocurre aquí? ¡Son mas de las ocho de la noche!.—Les dijo Joseph, haciendo que Kakyoin y Polnareff se sorprendieran.

-¡Imposible! ¡El termometro llego a los 60 grados!.—Dijo Polnareff mientras miraba el sol.

-No solo evita ponerse.. ¡Sigue elevándose en el Oeste!.—Dijo Kakyoin mientras veia el sol.

-¿Sera posible que ese sol sea un stand?—Les pregunto Joseph.

Ya que se encontraban en medio del desierto bajaron de los camellos y se ocultaron detrás de unas piedras.

-Sentí su presencia, pero nunca pude verlo...—Menciono Kakyoin.

-A este paso pasaremos todo el día, no, toda la noche..¡Ese stand planea asarnos como pulpos toda la noche hasta matarnos!.—Les menciono Polnareff.

-No, no le tomara ranto tiempo, pasar mas de treinta minutos en un sauna ya es peligroso.—Le aclaro Joseph.

Mientra mas tiempo pasaba la temperatura comenzaba a subir, Jotaro les dijo que lo mas fácil seria enfrentarse a su usuario, ya que no podían enfrentarse al sol.

Joseph les dijo que el usuario debería estar cerca oculto en algún lugar del rededor, ya que solo los stands dediles se controlan a larga distancia.

Gracias al calor los camellos comenzaron a colapsar.

Kakyoin intento medir la distancia del sol con Hierophant Green, para que así fuera mas fácil encontrar al usuario enemigo, pero al llegar a los 100 metros el sol empezó a sacar chispas.

-¡Hay algo extraño! ¡Kakyoin! ¡Retira a Hierophant!—Le grito Jotaro, con preocupación en su voz.

-¡Algo se aproxima!—Le menciono Polnareff, señalando al sol.

Kakyoin uso su Emerald Splash, pero el sol comenzó a aventar pequeñas piedras lastimandolo, Jotaro lo sujeto antes de que cayera al suelo.

Jotaro utilizo a Star Platinum e hizo un hoyo en el suelo para que pudieran entrar en el.

-¿Estas bien Kakyoin?.—Le pregunto Jotaro.

-Si, el hecho de haber lanzado mi Emerald Splash me protegió de salir mas lastimado. —Le dijo con una sonrisa para no preocuparle.—S-sin embargo, hace mucho calor... Siento que perdere la cordura...

-Ese ataque fue muy preciso.—Les dijo Polnareff.—Es obvio que el enemigo nos esta observando. ¡¿Donde?! ¡Donde esta el enemigo?

-No grites.¡Nos encontrara!.—Le regaño Joseph—Calmanse y esperemos a ver que sucede.

Joseph se dio cuenta que su cantimplora había sido atravesada por el ataque del sol, así que la lanzo.

Joseph intento usar los binoculares de Jotaro para ver donde podría estar el usuario de stand enemigo, pero al momento de asomarse, el sol los rompió con un ataque.

Mientras mas tiempo pasaba aumentaba la temperatura.

-Pff.. Hehehehehe.. Nyohohohoho...

-Oye, Kakyoin, ¿Que te pasa?.—Le pregunto Joseph, ya que el pelirrojo empezo a reir, pero solo hizo que este riera mas fuerte.—¡Oye Kakyoin!¿De que te ríes? ¿¡E-Estas bien, Kakyoin?! ¡Controlate!

-Ha Hahahahaha...

-¿Jo-Jotaro? ¡¿Tu también?!.—Le pregunto con nervios Joseph, mientras veía a estos dos reír juntos.

-Pff... Hihihihihihihi...

-¡¿A-ahora tu, Polnareff?!.—Les dijo Joseph preocupado.—¡Oh, my God! Todos perdieron la cabeza por culpa del calor, yo soy el unico cuerdo.¡Oye, Jotaro! ¡Cálmate! ¡Contrólate!.—Le dijo mientras lo tomaba de la gabardina, pero este seguía riendo.—¡Mantener la calma en situaciones como esta es lo mas importante para salir victorioso!

-No nos malinterprete, Joestar-San.—Le dijo Kakyoin mientras paraba de reír.—Mire esa roca que esta por allá. ¿No le parece del tamaño adecuado para ocultarse?—Le dijo mientras señalaba la roca.

-¿De que hablas?..—Le pregunto Joseph sin entender.

-Ahora mire la roca en el lado opuesto.—Le dijo señalando una piedra igual.—¿Aun no se da cuenta? Hay una roca que luce idéntica a la que esta por allá, su sombra esta al revés, es decir..

-Nihihihi.. ¡Que estupidez!.—Menciono Polnareff.

-Apartate. —Le dijo Jotaro a Joseph, mientras salia de la cueva en la que estaban.—Me estorbas, viejo.

-¡Jotaro! ¡Salir en este momento es una invitación a ser atacado! ¡Es peligroso!—Le regaño Joseph.

Jotaro tomo una piedra con Star Platinum e hizo que se rompiera un espejo.

Gracias a que derrotaron al usuario de stand enemigo volvio a ser de noche.

Salieron de la cueva en donde estaban y caminaron hacia el espejo roto, detrás de este, estaba el usuario de stand enemigo.

No se daban cuenta de que eran seguidos por él, gracias a que reflejaba con el espejo el paisaje del desierto.

Stand enemigo, The Sun, derrotado.

-Deberíamos llegar a nuestro destino cuanto antes.—Les dijo Kakyoin.—El desierto es muy fresco de noche, ¿No les parece?.—Les dijo mientras se abrasaba el mismo.

-E-Esperen! ¡Viajar de noche es peligroso! ¡Pasaremos la noche aqui!.—Les comento Joseph

-Como ya derrotamos al enemigo, creo que tendré dulces sueños.—Les dijo Polnareff con una sonrisa.

Joseph iba a instalar las casas de campar, pero estas tenían agujeros por el ataque del sol, asi que dormiría a la interperie.

A mitad de la noche, todos dormían amenamente hasta que..

-¡Todos ustedes despierten! ¡Ya es nochebuena!. —Les grito Polnareff, mientras sacudía a Joseph quien se encontraba a su lado.

-Si, pero es media noche en el desierto.. No he dormido bien en los últimos días, porque hemos sido atacados sin parar. —Le dijo Jotaro con cierta irritación. —Asi que si no te importa volveré a dormir.

-Está bien... ¿Pero sabes?, me trae recuerdos de Sherry, como nos sentábamos bajo el árbol de navidad y nos emocionabamos y reíamos juntos. —Le dijo Polnareff con nostalgia y un poco de tristeza la cual Kakyoin pudo notar.

De repente algo verde comenzó a brillar a su alrededor, Polnareff y los demás sacaron su stand pensando que era algún ataque de stand enemigo, miraron hacia dónde la luz provenía y pudieron notar un gran árbol de navidad, creado por Hierophant Green.

-¡Merci beacoup Kakyoin!. —Le agradeció Polnareff con una gran alegría.

Después de un tiempo quedaron dormidos todos excepto Kakyoin, quien sólo miraba el gran árbol frente a él, también miró a Polnareff, este tenía una gran sonrisa mientras dormía.

-Fue muy amable de tu parte lo que hiciste por Polnareff.. —Le dijo Jotaro, acercándose un poco a él. —¿Porque sigues despierto?. —Le preguntó mientras dirigía su mirada también hacia el árbol.

-Solo.. Persaba en mis padres, ¿Que estarán haciendo ahora? ¿Si estarán bien?—Le dijo Kakyoin haciendo una mueca. —Siempre les di problemas, no creo que el hecho de que escapara les sorprendiera.

-¿Porque no regresas?..

Kakyoin al oír eso miró a Jotaro y pudo notar que cierto brillo en sus ojos se apagaba.

-Este viaje es peligroso, sería mejor que tu... —Jotaro no pudo terminar de hablar ya que Kakyoin lo interrumpió.

-Yo quiero estar aquí, con ustedes.. —Le dijo Kakyoin—Contigo Jotaro..

Jotaro miró a Kakyoin y este tenía una gran sonrisa.

Jotaro no sabía que pasaría en ese viaje, pero de algo si estaba seguro, tomó a Kakyoin de su gabardina y lo jalo hasta él, dándole un dulce beso bien correspondido.

Cuando se separaron Jotaro fue el primero en hablar...

-Noriaki, se mi novio..—Le dijo Jotaro, de una forma la cual parecía más una demanda que una pregunta.

Kakyoin rio y como respuesta lo beso de nuevo.

Después de un tiempo, se acostaron juntos a dormir.

Jotaro despertó gracias a los rayos del sol, busco aun adormilado a su acompañante y se quejo al no encontrarlo, abrió los ojos y vio una pequeña caja con un listón.

-¡Oh vaya, que suerte!. —Le dijo Kakyoin, con una sonrisa mientras lo veia—Parece que te visitó Santa..

Jotaro se sentó en su lugar y abrió la caja, la cual traía un broche de unos delfines formando un corazón.

Sonrió ante el regalo y miró a Kakyoin quien solo le guiño un ojo.

To Be Continued...