-"Kakyoin... Kakyoin... Kakyoin.. Kakyoin.. ¡Kakyoin!".—Jotaro despertó de esa pesadilla, se toco la cara y noto que estaba sudando demasiado y su respiración era irregular. 

Intento no tener otro de sus repentinos ataques de pánico y regular su respiración.

Cuando se calmo miro a su lado y se alegro del hecho de no haber despertado a su abuelo, quien descansaba en una cama continúa a la suya.

Salio de la cama y camino hacia el balcón, sabia que después de las pesadillas de siempre no podría volver a dormir.

Al salir al balcón de la habitación pudo apreciar la ciudad de Moriho, le pareció demasiada tranquila, nadie pensaría que habría un asesino serial el cual intentaban encontrar, suspiro cansadamente. 

Tal vez el hecho de tanto estrés, lo hizo recordar su rostro.

Tal vez el hecho de la ansiedad que tenia porque Josuke conociera horas atrás a Joseph, lo hizo recordar ese terrible momento..

Movió su cabeza hacia los lados negando, ¿A quien quería engañar?, lo recordaba a cada momento.

Joseph por su lado solo se quedaba callado mirando a su nieto, el cual lo había despertado con murmullos, casi gritos, del nombre de la persona la cual sabía significaba mucho para él.

A la mañana siguiente Joseph intentó salir de la habitación desapercibido, pero no lo logró.

-¿A dónde vas?. —Le preguntó Jotaro en un tono curioso, mientras alzaba una ceja.

-¡Oh Jotaro! Pues verás.. —Le dijo Joseph un poco nervioso. —Iré a desayunar con Josuke, así que..

-Está bien, supongo que quieres pasar tiempo a solas.. —Le dijo Jotaro para volver a lo suyo.

-¡Exacto, eso es!. —Le dijo Joseph con una sonrisa, para después salir de allí.

Si tenía pensado ir con Josuke, pero tenía otros planes los cuales no involucraban un desayuno.

Al llegar al lugar de reunión, pudo notar al estudiante de extravagante peinado sentado en una banca del parque, este se veía estar nervioso, por lo cual Joseph sonrió.

Cuando llegó junto a él, se sentó a su lado.

-¿Pará qué me quería ver Joestar-San?. —Pregunto Josuke un poco nervioso, rompiendo el silencio.

-Tranquilizate un poco. —Le dijo Joseph con una sonrisa. —Aunque me gustaría hablar contigo de mil cosas, esta vez nesesito que me ayudes con algo ¿Podrías?. —Le preguntó, sin dejarle de sonreir.

- Su-supongo.. ¿Neseistas que te cure alguna herida?. —Le preguntó Josuke, mientras lo miraba, ya que parecía que este estaba bien.

-A mí no.. A alguien mas.. —Le dijo Joseph haciendo una mueca.—¿Que es lo que piensas de mi nieto Jotaro?. —Le preguntó de repente.

A Josuke le sorprendió la pregunta, ¿Jotaro se encontraba herido?, eso era imposible, alguien como él no podría resultar herido, era demasiado genial.

Pero en eso recordó un momento en que lo vio, no sabía porque esa imagen llegó a su mente tan de repente y aunque en ese momento no pudo ver sus ojos noto que este estaba...

-Triste.. —Munrmuro Josuke, sin darse cuenta que lo había dicho en voz alta.

-Así que tu también lo vez.. —Le dijo Joseph mientras soltaba un suspiro, causando que Josuke se sonrojara por decir lo que pensó.—No te preocupes, yo también lo veo así y nesesito tu ayuda.. —Le dijo Joseph con una sonrisa.