( desire, six )
fireflies

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Chris Argent golpeó una barra de metal contra el césped mientras los cinco estaban parados alrededor de su auto. —Estos son emisores ultrasónicos. Es una de las herramientas que usamos para acorralar a los hombres lobo, empujándolos en la dirección que queremos que corran. Emite una frecuencia alta que solo ellos pueden escuchar —Detonó el dispositivo como ejemplo, provocando que los tres hombres lobo se agarraran las orejas de dolor.

—¡Dios, no es broma! —Isaac gruñó cuando Argent lo apagó.

Derek tomó uno de la mano de Chris y lo miró. —¿Estos los llevará a la escuela?

Chris asintió. —Y luego depende de ustedes llevarlos al sótano.

Isaac también tomó uno y le pasó otro a Scott. —¿Alguien más quiere reconsiderar el plan donde nosotros simplemente, eh, los matamos?

Scott habló, tomando otra vara. —Va a funcionar —Los tres se vuelven para mirarlo—. Funcionará.

* * *

Isabelle entró pavoneándose en su habitación, con Stiles detrás de ella después de asegurarse de que Lydia estuviera a salvo en casa, tirando su bolso y abrigo en la puerta. —No tenías que seguirme a casa.

Stiles asintió. —Solo quería asegurarme de que entraste bien. Y vivimos al lado.

Isabelle arqueó las cejas. —Tenía una escolta policial. Y tú estás en mi casa, no en la tuya.

—Conozco el funcionamiento interno de esa fuerza, ¿de acuerdo? No son tan confiables como la gente piensa.

Isabelle asintió. —Bueno, tampoco tenías que seguirme a mi habitación.

Stiles comenzó a tartamudear.
—Bueno, yo... uh, sí, no tengo una respuesta para eso. Puedo irme.

Isabelle negó con la cabeza y agarró su mano, acercándolo a ella y al final de su cama. —¿De verdad vas a irte sin hacerme la pregunta que te mueres por hacerme?

Stiles se burló, tratando de no dejar que sus nervios se mostraran por su proximidad. —Bueno, yo no... no me muero por preguntar nada. Yo... no hay preguntas de Stiles. Nada.

—Puedo verlo en tu cara.

—Tal vez mi cara tiene, como, una expresión naturalmente interrogativa...

—Bueno, tu expresión interrogativa me está poniendo de los nervios —La rubia dejó escapar un suspiro mientras colocaba la cabeza en su hombro. Envolvió un brazo alrededor de su cintura, acercándola más a él para que no hubiera espacio entre ellos mientras pasaba la mano arriba y abajo de manera reconfortante—. La respuesta es, no tengo ni idea de cómo Lydia terminó encontrando ese cuerpo y yo encontrando a Lydia. Ni siquiera sabía dónde estaba hasta que salí del auto.

—Sí, pero la última vez que sucedió algo así...

Isabelle asintió. —Lo sé. El tío de Derek.

—Peter.

Después de unos minutos, él recibió un mensaje de texto de Melissa pidiéndole que se reuniera con ella en el hospital. Suspiró, se movió en su asiento y echó el brazo hacia atrás, poniéndose de pie con pesar. —Tengo que ir a un lado. Volveré después, ¿de acuerdo?

—Oh. ¿Puedo ir contigo? Realmente no quiero estar sola ahora.

Stiles trató de ocultar la sonrisa en su rostro pero estaba luchando severamente. —Sí, sí, claro, ven conmigo.

* * *

Melissa saludó a Stiles y Elle mientras cerraba un libro documentado. —Hola.

Stiles asintió, jadeando levemente.
—Hola.

Isabelle sonrió cortésmente. —Hola Sra. McCall.

Melissa suspiró a la chica. —Sólo Melissa cariño, ¿cuántas veces?

Isabelle asintió con la cabeza cuando Melissa dio una señal para que comenzaran a caminar. —Por aquí. Y si le dices a alguien que te mostré esto, te juro por Dios que te mataré lenta y dolorosamente.

Stiles tenía una mirada confusa en su rostro cuando lo llevó a la morgue para mostrarle el cuerpo que Lydia e Isabelle encontraron. —¿Por qué quieres mostrarnos un cuerpo que ya hemos visto?

Melissa suspiró. —Porque no lo has visto todo. ¿Ves esto alrededor de su cuello? Es una marca de amarre. Eso significa que fue estrangulado con algo, como cordón, soga...

—Ah, está bien, espera un segundo. ¿Qué tipo de hombre lobo estrangula a alguien? Ya sabes, eso no es muy hombre lobo...

—Eso pienso yo. Y luego está esto —Melissa giró la cabeza del cadáver hacia un lado, mostrando un agujero en su cráneo.

Stiles e Isabelle se atragantaron. —Dios, hombre, ¿qué es eso? ¿Eso es materia cerebral? Sí, es materia cerebral, por supuesto.

Melissa lo ignoró. —¿Ves la hendidura? Fue golpeado en la parte posterior de la cabeza, lo suficientemente fuerte como para matarlo. De hecho, cualquiera de estas cosas podría haberlo matado. Quiero decir, alguien quería a este pobre niño muerto.

—Está bien, entonces esto no pudo haber sido obra de Boyd o Cora, ¿sabes? No hubieran hecho todo eso. Así que tal vez esto sea solo un homicidio. Quiero decir, tal vez sea solo una coincidencia al azar.

Melissa negó con la cabeza. —No creo que haya sido solo una.

Stiles frunció el ceño. —¿Por qué?

Melissa asintió con la cabeza hacia el cadáver femenino junto a ellos que estaba cubierto. —Porque esa chica de ahí tiene exactamente las mismas heridas.

* * *

Chris detuvo a Scott fuera de la entrada de la escuela y señaló a una luciérnaga cercana. —¿Ves eso?

Scott asintió, inseguro de por qué era relevante en la situación actual. —Sí, es una luciérnaga.

Chris negó con la cabeza lentamente.
—No, no, lo sé, es...

—¿Qué?

Chris hizo una pausa por un segundo. —Es, uh... es muy extraño. Las, uh, luciérnagas de California no son bioluminiscentes. No brillan.

—¿Eso significa algo?

* * *

Isaac se enfrentó a la escuela, esperando una señal para bloquear el alcance de la red cuando escuchó gruñidos detrás de él. —Oh, genial —Se dio la vuelta lentamente para revelar que Boyd y Cora le gruñían, le mostró los ojos del inocente color ámbar y vio como corrían hacia Derek.

Los hombres lobo rabiosos corrieron hacia la otra entrada donde estaba Derek, Chris y Scott vinieron detrás de ellos. En lugar de atravesar la escuela como habían anticipado, saltaron al techo.

—No están pasando por la escuela. Sino sobre ella.

* * *

Melissa reveló el otro cadáver mostrándoselo a Stiles y Elle. —El forense dijo que a ella no solo la estrangularon. Quien lo hizo usó un garrote, que es un palo que pones a través de la cuerda, y que se tuerce, y... —se calló cuando vio a Stiles con lágrimas en los ojos cuando vio el cadáver de su mejor amiga.

Isabelle también se volvió hacia él y vio sus ojos vidriosos. Ella hizo una mueca de dolor y lo atrajo hacia un abrazo, él se lo devolvió brevemente envolviendo un brazo alrededor de sus hombros, presionando sus labios en su cabello, acariciándolo suavemente como una distracción mientras Melissa se disculpaba. —¿Stiles? Oh, Dios mío, ¿la conocías? Lo siento mucho. Ni siquiera lo pensé.

Stiles tragó saliva. —Yo estaba... yo estaba en su fiesta. Era su cumpleaños. Se llama Heather.

Isabelle le frotó la espalda, su corazón se rompió un poco al verlo llorar.

Melissa asintió. —Está bien, tenemos que llamar a tu padre, porque eres testigo. ¿Stiles?

* * *

Heather agarró el cuello de Stiles y lo arrastró por un pasillo antes de empujarlo contra una viga de soporte. —Stiles... acabo de cumplir 17.

Stiles, que todavía estaba distraído por el beso anterior, no lo registró. —¿Mm?

—¿Y sabes lo que quiero de cumpleaños?

Stiles arqueó las cejas. —¿Una bicicleta?

Heather se acercó una vez más. —No ser una virgen de 17 años.

* * *

Stiles pensó en el anillo de pureza en el dedo del chico. —¿Alguien más ha pasado por aquí esta noche? ¿Algún... algún otro cuerpo, o incluso alguien desaparecido?

Melissa negó con la cabeza, tratando de ponerse al día. —Uh, no, no más cuerpos, pero, um...

—¿Qué?

—Dos chicas. Trajeron a la primera, Caitlin, para una toxicología, y luego escuché que su novia, Emily, simplemente desapareció. Quiero decir, estaban en el bosque y...

Stiles la miró. —¿Nadie la ha encontrado todavía?

—No lo sé.

Stiles asintió. —Está bien, la primera.

—Caitlin.

Stiles tarareó. —Está bien. ¿Ella está aquí? ¿Está aquí ahora?

Melissa miró a su alrededor pensativa. —Eso creo.

Stiles salió corriendo, sosteniendo la mano de Elle. —Está bien, ¿dónde?

Melissa lo detuvo antes de que pudiera ir a ninguna parte. —Está bien, está bien, espera. Espera un minuto.

Stiles suspiró. —Tengo que hablar con ella.

—¿Por qué?

—Porque creo que sé lo que está pasando —Melissa e Isabelle se miraron confundidas mientras seguían al adolescente.

* * *

Caitlin estaba en una bata de hospital en su cama. —No estábamos haciendo nada malo. Quiero decir, he acampado allí muchas veces.

Stiles asintió. —Bien, pero ¿por qué esta noche?

Caitlin contuvo un sollozo.
—Queríamos estar solas por una noche. Emily vive con su mamá, y yo tengo tres compañeras de cuarto. No son exactamente escenarios románticos, ¿sabes?

—¿Cuánto tiempo han estado juntas?

Caitlin susurró: —Tres meses.

—Y querías hacerlo romántico.

Caitlin asintió. —Sí, ya sabes, porque...

Stiles suspiró. —Porque era su primera vez.

—La encontrarán, ¿verdad? ¿O no?

Isabelle y Stiles se miraron mientras ambos sabían que la chica, Emily, estaba muerta.

* * *

Stiles cubrió el rostro de Heather después de mostrarle a Scott sus heridas. Scott miró a Stiles con paciencia. —¿Entonces Boyd y Cora podrían no haber matado a nadie?

Stiles suspiró con pesar. —Desearas que sí.

—¿Por qué?

—No estoy exactamente seguro todavía. ¿La otra chica que estaba en el bosque, Emily? Eventualmente la encontrarán. Ella es uno de ellos. Emily, Heather... Ese tipo que Lydia encontró en la piscina. Los tres eran vírgenes... Y todos van a tener las mismas tres heridas... estrangulación, garganta cortada y de cabeza golpeada. Se llama muerte triple.

—Entonces, si estos no son homicidios al azar, ¿qué son?

—Sacrificios. Sacrificios humanos.