59
No sabía que hacer, Jimin había sido declarado culpable de todos los cargos que se habían presentado en su contra. Solo deseaba que todo sea una pesadilla, una en la cual quisiera despertar pronto.
—Dicho esto es necesario que al joven Park Jimin se lo lleven de una vez— aviso el secretario.
El oficial junto a otros dos más hicieron que Jimin se volviera a parar, pero antes de que empezarán a avanzar me pare y fuí donde ellos.
—¿Estás loco? ¿Por qué lo hiciste? tú no eres culpable de nada.— dije al borde del llanto agarrando su rostro con mi manos pero él no me quería mirar— mírame por favor.
Sus pequeños ojos achinados se quedaron vagando unos segundos en el suelo para luego quedarse en los míos. Por más que tratase de ocultar podía ver tristeza en ellos, y eso hacía que mi corazón se partiera en mil pedazos al verlo de esa manera.
—Lo siento mucho señorita pero tengo que trasladarlo— dijo un oficial serenamente.
No podía dejar que se lo llevarán, si era necesario me agarraria de su pierna pero todos esos pensamientos se esfumaron cuando sentí que me agarraron del brazo jalandome.
—Hee no cometas una locura, lo podrás ver en un rato te lo prometo— mi mejor amigo me tenía abrazada impidiendo que vaya donde Jimin al cuál ya estaba saliendo por la puerta.
Sabía que Taehyung no dejaría que Jimin este en la cárcel y yo tampoco.
...
Las horas pasaban y pasaban desde que se llevaron a Jimin a un calabozo, por lo que sabía aún no sabían en que cárcel pagaría la condena, eso se sabría aún pasado mañana cuando el juez le asigne una en la que permanecería por mientras estaría en la comisaría.
Me encontraba sentada en una de las sillas esperando que Taehyung que hace aproximadamente una hora había llegado y ni bien pisi la comisaría no espero ningún segundo para ir a ver a Jimin.
Admito que me siento fatal, y a la vez desconcertada por todo lo sucedido. No podía procesarlo aún el hecho que el chico que amo con todo mi ser este en este lugar y lo peor es que lo hayan juzgado horriblemente por cosas que no había cometido. ¿Cómo era posible que este lo tilden de narcotraficante, y de un violador? era imposible que él haga eso.
Salí del trance en el que estaba cuando escuché la voz de Taehyung, este estaba hablando con el abogado que había traído, no logre escuchar lo que le dijo, pero el licenciado salió.
—¿Cómo esta?— fue lo primero que le pregunté.
—Esta bien, no hay de que preocuparse— me respondió.
—¿El abogado busco alguna solución?.
—Jimin no quiere que ningún abogado lo represente, quiere que dejemos las cosas como están, no quiere ayuda.— soltó suspirando.
—Pero...eso complicaría todo, él no se puede quedar encerrado, tenemos que ayudarlo, déjame convencerlo.
Taehyung me agarra el brazo deteniendome.
—Heesook, él no quiere verte.— dijo haciendo que volteé a verlo— me pidió que solo lo olvidarás y continuaras con tu vida.
Negué.
—Yo no puedo hacer eso, por favor déjame ir a verlo, necesito hablar con él.— le supliqué casi al borde del llanto.
Vi que suspiro y soltó mi brazo, para luego asentir. No lo dude y rápidamente corrí por los pasillos. Quería verlo de nuevo, necesitaba abrazarlo, decirle lo mucho que lo extrañaba por más que solamente lo haya visto hace unas cuantas horas atrás.
Ahí estaba sentado en aquella cama mirando el piso. Al sentir mis pisadas levantó su mirada y rápidamente se paró.
—¿Taehyung no te dijo acaso?—habló frío.
—Jimin...
—Heesook no quiero que estés aquí, andate.— soltó sin dejarme hablar.
Entendía su acción, por más que demostrase que estaba bien realmente no lo estaba. Me dolía un poco la manera en la que me hablaba.
—Déjame ayudarte mi amor, acepta que el abogado Chang vea tu caso, así pronto estarás libre.—me acerqué agarrando los fierros de la reja.
—No quiero ayuda.— respondió— todo esto no debió suceder, a Tae le deje diez millones de dólares para que te los de y hagas tu vida fuera de aquí, puedas vivir mejor y solo olvidar todo, haz como si nunca hubiera existido Heesook.
Negué una y otra vez.
—¿Cómo me puedes pedir eso?— dije alterada— a mi no me importa el dinero, yo lo único que quiero es seguir a tu lado, yo en verdad te amo y aunque me pidas que vaya y olvide todo no lo haré, no te dejaré.
Vi que suspiró, a pasos lentos se acercó a las rejas teniéndolo solo a unos centímetros de no ser por la reja que nos separaba, odiaba todo lo que estaba pasando.
—¿Me seguirías amando si te digo que no soy la persona que conociste en verdad?— preguntó.
—Jimin yo sé que todo lo que dijeron allá afuera es mentira, yo confío en ti y se que no fuiste capaz de hacer esas cosas.— metí mi mano por el espacio vacío que había tocando su rostro pero él se alejó.
—No es mentira, todo lo que se dijo es verdad Heesook, en verdad lo hice y créeme cuando te lo digo... Aún así ¿todavía piensas permanecer aquí?— llevó su pelo hacía atrás— agarra el maldito dinero y vete de aquí, te pertenece por todo lo que te hice.
Lo que había dicho no lo podía creer me estaba confesando que todo lo que habían dicho de él era cierto pero yo aún seguía sin poder descifrar.
—Mientes, solo quieres que me alejé de ti pero tenlo por seguro que no lo haré por más que me lo pidas. Jimin yo creo en ti y no dejaré que te hundas en este lugar, te sacaré de aquí.
Dicho esto lo vi reírse sarcásticamente.
—¿Sacarme? linda estoy más hundido de lo que te imaginas y es imposible salir, por más que contrates al mejor abogado no se podrá, peor aún que estoy seguro que habrá más cargos, así que olvida tu plan de ayudarme.
Iba a responderle pero la voz de un guardia me interrumpió.
—Señorita ya se acabo su tiempo, salga de aquí por favor.
Lo vi volver a la cama pero esta vez acostarse en ella mirando el techo, lo mire por última vez y salí de ahí.
Taehyung estaba esperándome sentado al verme se acercó rápidamente.
—No quiero el dinero, y aunque el me lo haya pedido no lo recibiré ni me iré, comunícate con el abogado y dile que que tome el caso de Jimin.— dije segura.— tendrá que aceptar nuestra ayuda por más que no quiera.
Me sonrío y asintió.
—Por un momento pensé que saldrías corriendo y aceptarías lo que Jimin te pidió pero me equivoqué.— me toco un hombro para volver a sonreír.
Pero su sonrisa se borró cuando vi a un hombre entrar furioso y gritando. Rápidamente me apartó poniéndome atrás de él, no entendía su reacción a no ser por oír al hombre.
—¿Dónde está ese maldito? Park Jimin eres hombre muerto.
Aquel hombre quería entrar a los pasillos pero los guardias no lo dejaron deteniendolo.
—Señor por favor calmese, hay menores de edad, de un buen ejemplo.
—¡¿Cómo quiere que me calme cuándo se que el asesino y violador de mi hija está aquí?!— gritó.
—Hee es mejor que vayas a casa, las cosas aquí se pondrán muy mal— Tae susurró.— hay más problemas.
¿Asesino? ¿Violador? ¿Qué decía este hombre? puras locuras.
—¿Quién es ese hombre?— pregunté.
—Es el papá de Lidia... la ex esposa de Jimin.—respondió Tae suspirando.
¿Qué mierda? ¿Ex esposa? ¿Por qué nunca me lo dijo? mi cabeza me dolía en este instante y sentí mi cuerpo caer cuando el hombre volvió a hablar otra vez.
—Voy a matar a ese hijo de puta, como fue que dejo a mi nieto sin su mamá.
Mis ojos se cerraron, volviéndose todo oscuro.
Holaa volví después de mucho tiempo, perdón la inactividad por aquí pero ya estoy de vuelta, prometo actualizar, perdonen cualquier error, nos vemos en un próximo capítulo♡
frai.
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