Al día siguiente Jungkook despertó más temprano de lo usual, tomó su desayuno junto a Tae y salió de casa. Dejó a su pareja en el taller y luego él llegó a su trabajo. Han pasado horas desde eso, y ahora está a punto de salir de su turno. Ya es de noche.

― Cariño. ― La voz de su madre lo llamó a través de la línea.

― ¿Cómo decías? ― Dijo cansado y distraído, hoy estuvo todo el día sentado y su espalda baja lo está matando.

― Estás muy distraído, aish. ― Le regañó la mujer mientras Jungkook sonreía. ― Decía que los extraño, a ti y a Taehyung. No los he visto esta semana, y me preocupa... ¿Todo está bien?

Él suspiró mientras se arreglaba la corbata con una sola mano.―No mamá, al contrario. Estamos bien, hay comida en la casa, tenemos lo básico y suficiente y-

― No, me refiero a ustedes como pareja. ― Jungkook no supo que decir así que Julie prosiguió. ― Llamé a Taehyung ayer y lo noté apagado, sin ganas, dijo que habían discutido mucho estos días pero que no te dijera, aunque obviamente tenía que hablarlo contigo.

Jungkook tomó su maletín y la abrió con su mano libre. ― ¿Lo notaste desanimado?

― Sí, lo cuál es inusual. Y lo sabes.

― Lo sé, debe ser por las discusiones y su embarazo, ya tiene casi ocho meses, está muy sensible y cambiante. ― Cerró el maletín y cambió el lado del teléfono a su lado izquierdo, con la mano derecha tomó el maletín ya listo para salir del edificio.

― Entiendo, es normal estar tan sensible, pero ¿Y tú cómo estás? Yo sé que lo quieres demasiado, esto te debe estar afectando. ― Sonaba a una madre comprensiva y calmada como siempre ha sido.

Jungkook dejó de tensar los hombros y asintió aunque su madre no lo veía. ― Sí me afecta, vivimos en el mismo techo sin embargo ya no compartimos los momentos de antes. Lo extraño aunque lo vea todos los días. Lo necesito, necesito cuidarlo, mamá. ― Su voz sonaba sincera y rota. Jungkook tenía ganas de llorar, Julie lo pudo notar.

― Oh, Jungkookie, mi hijo. ― Ella quería consolar a su hijo en ese momento. ― Tranquilo, corazón, las cosas mejorarán. Lo que ustedes necesitan es dialogar sobre lo que pasa, sentarse y hablar como personas adultas. ¿Lo han pensado?

― Hm, no. ― Respondió caminando hasta la oficina de Baekhyun. ― No hay tiempo en el día, y Taehyung parece no querer ni hablarme.

― Estoy segura que él también quiere hablar contigo, ustedes dos se quieren mucho. Sé que quizás no debería decirlo, pero Tae te extraña, también me lo dijo, ahora con el embarazo se pone muy temperamental. ― Confesó la mujer.

Jungkook parpadeó sorprendido unas veces y paró su andar.― ¿Enserio, mamá? ¿Él dijo eso?

― Sí, cariño. Así que habla con él, y no temas de si te escuchará o no, sí lo hará porque le dije que sea más comprensivo contigo porque te estás esforzando por él y las bebés.

Jungkook sonrió. ― Y por ti mamá. Lo hago por ustedes. Por cierto, ¿Cómo te has estado sintiendo? ¿Los medicamentos están ayudando?

― Claro que ayudan, no te preocupes, me siento bien, y tengo muy buena compañía. ― Soltó una risita.

― Perfecto, me alegra saberlo mamá, ya verás que pronto estarás de vuelta en casa con nosotros y las niñas. ― Prometió volviendo a su andar.

Realmente lo esperaba.

― Qué lindo eres, amor. Ya verás que todo se arreglará. ― Julie suspiró a través de la línea. ― En fin, ya debo dormir.

― Entiendo, te iré a ver mañana mamá, por favor cuídate.

― Lo haré, ustedes también, te veo mañana, ¡Te amo!

― Yo también. ―Lo dijo con toda la sinceridad en su voz y corazón.

Realmente extraña a su madre, espera que todo salga bien mañana y la vea aunque sea un momento.

― Hey. ― Baekhyun lo saluda cuando llega a su lujosa oficina. ― ¿Listo para terminar el día?

― Finalmente, sí. Es genial que nos hayan dejado salir más temprano de lo usual, podré conversar con Taehyung.

― Lo sé, es genial, llevaré a Jisoo al teatro. Le gustan esas cosas, pero...

― ¿Qué pasa?

― Perdí los boletos, no los encuentro, juro que los traje conmigo, no recuerdo haberlos dejado en casa. ― Dijo con una risa nerviosa. ― No quiero sonar desesperado pero lo estoy.

― Quizás están en tu casa, Baek, tranquilo. ― Dijo mientras miraba a Baekhyun buscar entre unos papeles en su bolso. ― O puedes comprar otros, igual Jisoo lo entendería.

― ¿Qué cosa?

― Que tú eres el mal novio que perdió los boletos.

― ¡No ayudas, Kook! ¡En serio!

Jungkook soltó una carcajada mientras Baekhyun lo miraba mal.

― ¿Disculpen?

Baek dejó de renegar y miró detrás del oji-verde, percatándose de Nayeon una compañera de trabajo. Jungkook miró a su costado en el marco de la puerta de vidrio, viendo a la chica, no la conocía.

― ¿Qué pasa, Nayeon? ― Preguntó Baekhyun.

Se enderezó acomodando sus cabellos. En el ajetreo de buscar los boletos perdidos se desarregló un tanto.

― La directora Byun me encargó decirles que vayan a su oficina. Ambos. ― Dijo tímida al ver lo alto que era Jungkook a su lado. Hasta más alto que Baekhyun y este ya parecía un poste de luz.

― ¿Ahora?

― Sí, ahora. Lucía impaciente. ― Se alejó de la puerta. ― En fin, los veo luego chicos. ― Y se retiró.

Jungkook dirigió su mirada a su amigo quién alzó los hombros y soltó una sonrisa despreocupada, se colgó el bolso en el hombro.

― No te aflijas, debe ser algo del trabajo. Soy su hijo y tú su secretario, tiene sentido, vamos.

― ¿Y los boletos?

― Ah, tranquilo, compraré otros.

Jungkook asintió cuando el rubio pasó por su lado y lo siguió detrás. Pronto estaban en la oficina de la importante mujer.

― Madre, ¿Qué ocurre?

― Quiero hablar de algo con ustedes. ― Dijo directa detrás de su escritorio, dándole un aura de superioridad.

Jungkook no lo iba a decir en voz alta, pero su jefa lo intimidaba. No era porque tuviera un orgullo que "conservar", si no por el hecho de que no tenía importancia en sí.

Solo que ahora sí deseaba decirlo y salir de ahí, la mujer no le estaba dando buena espina al llamarlos cuando la mayoría de trabajadores se han ido del edificio, y mirándolos con esa mirada filosa.

― De acuerdo, ¿Es sobre negocios?

― ¿Porqué tanta impaciencia, hijo?

― Eh, tenemos planes mamá. No queremos llegar tarde y eso.―Se puso nervioso cuando su madre entrecerró los ojos hacia él.

Jungkook lo miró y se dió cuenta de su nerviosismo. Siempre se ponía de es modo cuando debía ocultar el hecho de que tenía novia de su madre.

Pasó saliva con dificultad cuando ella lo escaneó a él también.

― No tienes porqué ponerte nervioso, ya lo sé todo. ― Ella estiró su mano y de una carpeta sacó unos boletos escondidos. ― Lo sé todo, así que creo que aclarar las cosas antes de su cita esta noche es lo ideal.

― ¿Qué?

Ambos se miraron y luego a la mujer. Baekhyun parecía haber perdido sus colores. Él se compadeció de su amigo. Jungkook estaba sorprendido y curioso. Había descubierto a la novia de Baekhyun, ¿Qué tenía que ver él ahí?

Algo no andaba bien.

El rubio carraspeó y miró a su madre tratando de disipar los nervios.―No entiendo madre.

La mujer formó una sonrisa ladina. ― No tienes que mentir, sé sobre ustedes. No creas que no sé sobre ti y Jungkook.

Jungkook se puso rígido y la advertencia de Baekhyun que su madre no se entere de que tenía a un doncel como pareja resonó en su cabeza. Ella era una importante mujer, tenía miedo si podía despedirlo.

― ¿Como dice, directora Byun?

Chaesung se recostó en su silla de cuero y entrelazó sus dedos. ― Como me oíste, sé lo que me ocultan, pero antes que digan nada, quiero decir que me parece bien. Todo lo que tú hagas, hijo, yo voy a aceptarlo.―Dijo mirándolo.

Byun Chaesung le permite todo a su hijo.

― Así que... ¿Estás de acuerdo con mi relación? ― Un atisbo de esperanza y emoción se instaló en el rostro de Baek.

― Claro que sí, Baekhyun. Los apoyo.

― Pensé que no te agradaría la idea de mí saliendo con la hija de los Kim. ― Sonrió Baekhyun.

La mujer lo miró rápidamente y frunció el ceño. Jungkook sabía que algo pasaba.

― ¿Con la hija de los Kim, nuestra competencia? ¿De qué hablas, hijo?

Baek la miró un momento y su sonrisa tembló. ― De mi relación con Jisoo, la relación que acabas de aprobar, madre.

Un malentendido.

― ¿De que hablas?

Su sonrisa se borró. ― ¿De qué hablas tú?

― De la relación tuya con Jungkook.

Chaesung vio la sorpresa en los rostros de ambos hombres. Se miraron sin entender y luego a ella, como si hubiera dicho una total

― Creo que se está confundiendo, directora Byun-

― Yo nunca me equivoco. ― Cortó sus palabras.

― Dejemos las cosas claras. ― Baekhyun frunció el ceño y dio un paso al frente. ― Jungkook y yo somos buenos amigos, nada más que eso. Yo ya tengo mi pareja y es Kim Jisoo heredera de las farmacias One & One.

― Tú nunca estarías con nuestra competencia, sabes muy bien cuánto los odio y a su hija muda. ― Se levantó del asiento y los miró desafiante. ― Sabes además que nunca aprobaría esa relación por más que te ame.

Jungkook colocó su mano en el hombro de Baekhyun y este lo miró. ― Tranquilo, hombre. Mejor vámonos. ― Susurró.

― No, tengo que dejar esto en claro. ― Volvió a mirar a su madre. ― Yo sé que tu nunca lo aceptarás pero la amo y no puedes hacer nada al respecto, madre.

― ¡Dices incoherencias! ¿Entonces estos boletos de teatro son para ti y esa chica? No pueden salir en público como una pareja. ― Alzó la voz en una orden. ― ¿Qué dirá la prensa? He declarado muchas veces mi claro rechazo hacia ellos.

― Nos son incoherencias, madre, acéptalo, ¡Estoy saliendo con ella! Tú... Tú estás mal.

― ¿Entonces yo me equivoqué, eso dices? Yo nunca me equivoco, ¡Nunca! ― Golpeó la mesa.

― No.

La voz de Jungkook sonó potente. La mujer lo miró con molestia.

― ¿No? ―Repitió.

― No, señora. Yo no estoy saliendo con Baekhyun, él tiene novia y es Jisoo... Entiéndalo, por favor.

La mujer volvió a tomar asiento y peinó sus cabellos. ― ¿Tú también tienes secretos, Jungkook? Porque ya vi a mi hijo traicionándome, nada me sorprendería ahora.

Retrocedió un poco, se puso al lado de un incómodo y tenso Jungkook por las palabras de la mujer claramente intimidantes. ― No digas incoherencias, madre. No te estoy traicionando.

― Le hice una pregunta a Jungkook. Que responda, quiero saber si me traiciona como tú.

― Yo... tengo una familia, señora. ― Respondió mirando a la mujer. ― Pronto nacerán mis hijas.

― ¿Es así? Bien, de todas formas no debes sentirte amenazado, mi ira no es contigo es con mi hijo y su molesta relación.

Baekhyun apretó los puños.

― Entonces, ¿Tienes una esposa, no? Nunca lo mencionaste, ¿Porqué?

Era un maldito interrogatorio.

― No creí que fuera oportuno, directora Byun. ― Dijo con firmeza. No debía mencionar que estaba con un hombre doncel, pues la mujer los odiaba. ― No quería molestarla con esos detalles.

La mujer vio su incomodidad y sabía que algo escondía.

― ¿Por qué es una mujer, verdad? ¿No es un doncel? ― Su mirada filosa calló a Jungkook.

Su silencio le otorgó la respuesta que menos quería. Jungkook lo notó por la oscura mirada de la mujer y se maldijo por dentro. A si mismo y a ella.

― Madre, déjalo en paz. ― Intervino Baek por él.

― Cállate. ― Entrelazó sus dedos, una amarga expresión en su rostro. ― Sigues hablando y te saco de la empresa... Pero eso lo arreglaremos luego. ― Habló dando por entendido que era el final de la discusión.

Baekhyun giró en su mismo sitio y caminó a la salida, pero antes volvió a hablar.

― Hoy te equivocaste. Espero te disculpes, madre.

La mujer golpeó la mesa y les gritó. ― ¡Salgan de aquí!

Tampoco era como si quisieran seguir ahí. Rápidamente caminaron a la salida.

Jungkook conoció la faceta más horrible de aquella mujer.