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ꕤ「capítulo 36」

                   
― Con cuidado. ― Lo dejó un momento en el pórtico de la casa para poder abrir la puerta principal.

― Sí, sí...

Taehyung estuvo en observación hasta la tarde del día siguiente, y ahora volvían a casa.

Habían hablado con Julie porque estuvieron en el mismo hospital donde está ella. Estuvo preocupada pero se mantuvo calmada. Ella realmente quería mucho a Tae, y pensar que algo le pasaría a él o a sus nietas, la asustó. Pero cuando le dijeron que estaban fuera de riesgo se sintió más aliviada.

― Uh, me mata mi espalda. ― Se quejó. Jungkook pasó su mano a la zona dicha y empezó a sobar con cuidado mientras avanzaban dentro de la casa.

Sentó a Taehyung en el sofá de la sala y encendió el televisor.

― ¿Quieres que te traiga una manta o algo? ― Preguntó acomodando sus propios cabellos.

El menor tomó el control para encender la televisión. Giró a verlo y le sonrió.

― No, así estoy bien.

― Bien. ― Asintió. ― Estaré en la cocina, haré la cena.

Jungkook se dio la vuelta para ir a dicho lugar, pero Tae lo detuvo.

― Espera... ¿Porqué no hablamos primero? Aún es temprano para la cena. ― Sus ojos dorados parecían suplicarle que se siente a su lado.

Jungkook obviamente se rindió ante esos bellos ojos, y tomó asiento a su lado. Al fin hablarían. Y así hicieron. Jungkook le contó todo lo que estaba pasando con total honestidad y transparencia.

― Eso es todo lo que tenía que decir. Sobre mi jefa, el malentendido, mi hermana... ― Miró a Taehyung que tenía los ojos acuosos. ― Sé que debí decírtelo antes, perdón.

El meno recostó su cabeza en el hombro del mayor y negó.

― ¿Qué pasa?

― Que no lo puedo creer... ¿Cómo pudiste haber sido tratado de esa forma por algo tan absurdo? Ni si quiera pude consolarte... ― Tragó el nudo en su garganta y se enderezó para ver a Jungkook a los ojos. ― Y tu hermana, debió ser una sorpresa enterarte de eso, y tampoco compartí esa sorpresa en su momento. ― Bajó la cabeza. ― Todo por mi absurdo malestar. No te tomé en cuenta a ti, ni si quiera para escucharte.

― Oye, está bien, ya pasó. Tu también te sentías mal. ― Tomó su mentón y plantó un beso en sus cálidos labios. ― Todo está bien ahora.

Él asintió. ― ¿Y como hará tu hermana para solucionar el problema? ¿Cómo le pagaremos? Te quedarás sin trabajo luego de eso... ― Jungkook tomó sus mejillas y juntó con suavidad sus frentes.

― He estado pensando en ello. Tengo seis meses para pagarle a ella, y terminar el pago de mi madre. Me faltarían tres sueldos para pagar ambas cosas además de los gastos diarios con las gemelas que tendríamos. ― Tae se separó y ambos se miraron. ― Baekhyun encontrará otro empleo para mí, pero por mientras podría hacerme un préstamo con el banco.

― ¿Un préstamo? Pero...

― Sé que me empezarían a descontar el sueldo y tendríamos que cortar nuestro presupuesto para ciertas cosas, pero necesitamos pensar en el ahora.

― ¿Y nuestro futuro, Jungkook?

― No podemos pensar en nuestro futuro teniendo problemas ahora. ― Acarició su mejilla. ― Además como ya te dije, tendré otro trabajo y estaremos bien. Mamá se recuperará y volverá al taller, sí podemos con esto.

― ¿Tu crees?

― No lo sé, pero espero que así sea.

Taehyung asintió y rodeó el pecho de Jungkook con sus brazos para empezar un abrazo. El de ojos verdes correspondió de inmediato y besó su frente.

― Debo dejar el taller...

― Sí, solo por ahora. Estoy seguro que cuando mamá se recupere ambos podrán ir.

― ¿Y las bebés?

― Podrías llevarlas contigo, o dejarlas por unas horas en una guardería, como tu prefieras.

― Conmigo. No quiero a un extraño al rededor de mis hijas, además las guarderías son caras. ― Apoyó su mejilla contra su amplio torso.

― Bien. ― Acarició su espalda.

Se quedaron fundidos en ese abrazo por minutos enteros, escuchando el sonido de sus corazones, en la oscuridad de la casa. Hace mucho no hacían eso. Disfrutar de su compañía mutua.

― Desde ahora te cuidaré más, y te daré todas las atenciones que necesites. Hay que poner como prioridad nuestra relación antes que todo. ― Tae se separó para poder ver la sonrisa en su rostro. Le devolvió el gesto y besó su mejilla, volviendo a su abrazo.

― Me parece perfecto.

― Los amo. ― Soltó en un susurro.

Su mano se posó en el gran estómago de Taehyung y esa simple acción calentó sus corazones.

― Nosotros también.

―¡¿Cómo que estuviste en el hospital y no nos contaste?!

La voz de YeJin sacó una risa a Taehyung. ― Sí, pero ahora todo está mejor, estamos bien. ― Acarició su barriguita, sintiendo a sus bebés moverse inquietas. Sonrió.

― ¡Estábamos muy preocupadas cuando Julie nos contó, Taehyungie! ¿¡Dónde esta Jungkook y porqué no te cuidó?!

Tae reprimió una carcajada. Jungkook soltó una risa mientras cortaba las verduras. Estaban en la cocina y el teléfono en altavoz para que ambos escuchen.

― Ya, no seas escandalosa y dame el teléfono. ― La voz de Hae-sook se hizo presente y de fondo se escucharon los quejas de YeJin. Taehyung sonrió. ― Hola, cariño. Nos alegra que ya estés fuera de riesgo, nos tomo por sorpresa la noticia.

― Sí, a mí también, pero no hay de qué preocuparse, ahora solo debo estar en casa y descansar hasta la fecha de nacimiento.

― Debe ser así, debes cuidarte, cariño. Te tenemos un cariño inmenso, y cuando Julie nos contó por llamada lo que pasó...

― Lo sé, no se preocupe tía, de todas formas ya estamos bien.

― Sí... Oh, aquí JinSul dice que iremos a visitarte, ¿Mañana está bien?

Taehyung lo pensó y al final dijo:― ¿Porqué no la semana que viene? Será el cumpleaños de Jungkook, podríamos hacer un almuerzo.

― ¡Perfecto! Nos vemos ahí, saludos a Jungkookie.

Tae soltó una risita.―Yo le daré tus saludos. Las quiero, cuídense.

― ¡Byeeee! ― La llamativa voz de YeJin se escuchó y se escucharon regaños de fondo. Suelta una risa junto a Jungkook. ― Adiós, Taehyung. ― Hae-sook se despidió y la llamada se cortó.

Tomó su celular y apagó la pantalla.

― ¿Mi cumpleaños? ― Jungkook parecía confundido hasta segundos después en su rostro se reflejó sorpresa. ― Oh, mi cumpleaños...

Taehyung soltó una carcajada. ― ¡No me digas que no lo recordabas!

Jungkook se sonrojó y carraspeó. ― Tuve la cabeza muy ocupada, no lo recordé...

Se dedicó el resto del tiempo admirando a Jungkook cocinar, como los viejos tiempos cuando vivían en ese pequeño departamento.

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