Recuerda cuando trabajaba en ese humilde restaurante lavando platos y el dolor que tenía en su espalda. Ahora trabaja en una empresa muy importante, pero no le duele la espalda, si no que sufre por el estrés y las discusiones con Taehyung.

― Hasta que al fin llegas, aunque tarde. ― Baekhyun lo recibió en su escritorio.

― ¿Qué dijo tu mamá? ¿Estoy despedido? ― Dijo preocupado.

Apresurado se acercó a él quién tomó su maleta y la dejó en el escritorio de Jungkook, lo tomó de los hombros y lo sentó en la silla de cuero.

― No te preocupes, ella no viene hoy a la empresa, ayer salió de viaje a China para hacer negocios con un tal Kim NomJun, no recuerdo. ― Se alzó de hombros para rodear el escritorio y ponerse a su lado mientras tomaba el mouse y su teclado, buscando algo en la computadora de Jungkook quien lo vio extrañado.

― ¿Qué crees que haces, idiota? Es mí computadora y tengo trabajo que hacer.

― La computadora la compró mi mamá, yo soy su hijo así que técnicamente es mía.

Jungkook se cruzó de brazos.

― ¿Qué haces?

― Tengo que mostrarte algo, Jungkook. ― Empezó a teclear.

Él alzó una ceja. ― Baek no tengo tiempo para esto.

― Es algo que te va a gustar, o no, en todo caso debes verlo.

― No estoy de humor.

Frotó su rostro con fuerza para luego peinar sus cabellos. Baekyun notó su molestia y paró para verlo. Dedujo rápidamente en porqué de su molestia.

― ¿Otra vez discutieron?

― Como es usual, sí. ― Lo miró. Baekhyun se veía preocupado.

― Realmente no entiendo como pasaron de tener una relación tan linda y estable a discutir cada día.

― Ni si quiera yo lo entiendo... ― Aplanó los labios.

Baekyun torció su boca y asintió. ― Luego tendremos esta conversación. Ahora solo quiero mostrarte algo.

Jungkook lo vió volver a teclear y usar el mouse, en la pantalla de la computadora se podía ver que buscaba algo hasta que se detuvo en una página de noticias.

Muere el padre de famosa abogada.

Jungkook lo miró con el ceño ligeramente fruncido. No entendía porqué Baek utilizaba su tiempo para enseñarle eso.

― ¿Y eso que es?

― Una noticia. ― Recuperó su postura y se cruzo de brazos.

Jungkook se impulsó hacia el frente para ver más de cerca la pantalla. Estaba el título de la noticia, la foto de una mujer y un corto texto debajo.

― ¿Para qué me haces ver esto?

Baekyun exhaló sonoramente. ― Esta mujer que ves aquí. ― Señaló la foto en la pantalla. ― Es una gran abogada. Es famosa por los casos que trató, en su mayoría casos de actores e idols.

― ¿Para qué quiero saber eso? ― Lo interrumpió.

― Déjame terminar, hombre. ― Bufó para meter las manos en los bolsillos y mirar a Jungkook. El de ojos verdes lo miró, percatándose que de repente la mirada de su amigo se volvía seria. Eso lo confundía más. ― En fin, su padre murió. ― Hizo una pausa. ― Su nombre era Jeon Haewon.

Jungkook arqueó una ceja cuando sus oídos captaron ese nombre.

Ese nombre era de...

― Tu padre, Jungkook. Tu padre murió hace una semana y esa mujer en la pantalla, es tu hermana.

Su padre, el hombre que los abandonó a él a su madre.

Sus venas se llenaron de rencor, su cabeza de borrosos recuerdos con el hombre en su infancia y sus ojos se abrieron más de lo usual en sorpresa.

― No puede ser.

Baekhyun posó una mano en su hombro y lo miró con sinceridad. ― Es verdad, no te estoy mintiendo, Kook. ― Retiró su mano.

Sus manos taparon su rostro mientras se echaba hacia atrás, su espalda chocó contra el respaldo de la silla de cuero.

― Tuvo otra familia... ― Murmuró.

― ¿Te afecta esto?

Exhaló con fuerza y relajó los hombros con los ojos cerrados.

¿Cómo podría sentir pena por la muerte de alguien que lo abandonó? ¿Alguien que le hizo daño emocional a su madre? ¿Alguien que nunca creó un lazo padre e hijo con él? Prácticamente un desconocido, solo que lleva sus genes en su sangre.

― No... Solo me tomó por sorpresa. No lo sé, es raro. ― Abrió los ojos y lo miró. ― ¿Como lo encontraste?

― Mi madre me pidió revisar los expedientes de sus trabajadores más cercanos, por problemas con la empresa y confidencialidad. ― Su vista se desvió a la pantalla y luego a su amigo. ― Lo hice, pero cuando llegué a revisar tus antecedentes me encontré con la relación de parientes. Estaba el nombre de tu mamá, Kim Julie y el de tu papá, Jeon Haewon, pero en este último figuraba como difunto. Me entró la curiosidad y entré a su relación de parientes encontrándome con el nombre de esta famosa abogada, así que busqué en internet y encontré esto. Pensaba que era un error, o una confusión mía con los nombres, pero no. Ella es tu hermana.

― Mi hermana...

― ¿Mucho que digerir?

― Primero mi relación amorosa va en picada y ahora me dices que mi padre murió, que tengo una hermana que es una famosa y exitosa abogada. ― Dijo pareciendo desanimado. ― Así que sí, es demasiado.

Baek simpatiza con él. ― Ven, mejor vamos por un café. No me gusta verte así, amigo.

― No necesito un café, necesito una cerveza.

― ¿Cómo? Tú no tomas. ― Lo señaló. ― Ahora tú y yo dejaremos el trabajo de lado e iremos por un maldito café, ¿Entendiste?

Jungkook soltó una carcajada sin tantas ganas. Asintió y se puso de pie. ― Bien, vamos por ese maldito café. Pero luego vuelvo para hacer mi trabajo.

― Así se habla.

Estacionó el auto frente casa, bajo la luz de la noche y la luz artificial de las calles admiró un momento su casa. Esa casa donde creció casi toda su vida. Ahora era un poco diferente. La había mandado pintar y se veía más decente. Compró arreglos para el jardín y era más colorido. Aunque recuerda que de alguna u otra forma por hacer esos cambios se ganó una discusión con Taehyung.

Una más de las miles.

Ingresó la llave a la cerradura y abrió la puerta principal. La casa por dentro estaba a oscuras excepto por la luz de la cocina y ahí se adentró aún con el maletín en mano. Esperó encontrarse a Tae pero sólo encontró una nota en el refrigerador. Se acercó para leerla.

La cena está en el microondas.

Ahora tenían un microondas, debía agregar. Cosas básicas y realmente útiles que decidió comprar para vivir mejor. Arrugó la nota y la tiró en el tacho de la basura. Dejó el maletín en la pequeña mesa de la cocina y peinó sus cabellos.

Estaba tan cansado.

Extrañaba sus cenas calientes y apreciar la sonrisa de su pareja. Disfrutar sus momentos para ellos, ser solamente ellos como una pequeña familia que luego se extenderá. Pero todo lo hace por ellos. Las horas extras, soportar el estrés, soportar las molestias, todo por su familia.

Taehyung no parece valorarlo.

Cenó con tranquilidad, aunque la comida calentada no era la mejor. Lavó el plato que usó, y al final tomó un vaso de agua para calmar su sed. Apagó la luz dejando el maletín ahí, salió de la cocina y subió las escaleras hacia su habitación pasando por la habitación que estaba destinada a sus hijas. Que por cierto estaba quedando muy linda con los colores suaves y esas dos cunas de madera blanca.

En un suspiro mudo entró a la habitación y divisó entre la oscuridad a Tae bajó las sábanas.

Como quisiera contarle sobre mi padre y mi hermana.

Pronto ya estaba con su ropa de dormir y bajo las sábanas pero lejos del cuerpo de Taehyung. Se daban las espaldas.

Su relación se enfriaba como el espacio entre ambos cuerpos bajo las sábanas.