Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

VEINTIDOS


― Jungkook, es una buena idea, además JiMinie es muy capaz.

― Puede pasarle algo, mamá. No quiero que esté en un lugar que no conoce solo por tanto tiempo, y-

― No eres su padre, deja de preocuparte tanto, cariño.

― No puedo. ― Murmuró apenado, sus mejillas teñiéndose de un tenue naranja.

JiMin trataba de no intervenir en su pequeña discusión, sólo se limitaba a sonreír pues era divertido. Jungkook tenía una mirada seria pero un puchero en los labios y Julie lo regañaba con los brazos cruzados y frunciendo un poco su nariz.

Aunque Jungkook no quisiera, estaba decidido. JiMin ya había decidido lo que quería y Julie lo apoyaba, así que era suficiente.

Él entiende que Jungkook quiere protegerlo, pero algunas veces suele ser sobre-protector. Como ahora.

― Terca.

― ¡Terco tú!

JiMin se carcajeó un poco, Jungkook suspirando y rindiéndose, cruzado de brazos se recostó en el respaldar del sillón. Julie iba a decir algo, seguramente alguna broma por la forma en la que sus labios se elevaban, pero su mirada se desvió hacia la puerta y unos pasos se acercaron.

― Buenos días, Julie.

― Hola, Doctor Kim. ― Sonrió, con un extraño brillo en los ojos.

― ¿Como se siente? ― Se acercó a revisar las máquinas que señalaban los signos vitales de Julie.

― La tos persiste, pero me siento mejor. ― Asintió con el hombre a su lado, mirándola con una gran y brillante sonrisa.

Era atractivo, pero parecía algo mayor.

― Bien, eso es bueno, pero aún debemos hacerte otros exámenes. ― La mujer asintió y el hombre se dirigió a JiMin y Jungkook que los veían a ambos. ― Les pido que salgan un momento, ¿Sí? También hay que dejarla descansar a solas.

Jungkook asintió desconfiado y JiMin acarició su espalda. Estará bien, le susurró.

Se levantaron con cuidado del sillón y pronto se encontraban en la cafetería, listos para tomar su bien merecido desayuno. Pero claro, en medio de la comida Jungkook no pudo dejar de lado aquel tema.

― No te sientas obligado a ir, de todas formas mamá no trabaja sola, es un negocio con sus amigas del vecindario, sus socias. ― Le dió un sorbo a su café.

― Lo sé, y no, no me siento obligado. ― Le sonrió.

Jungkook suspiró. ― No quiero dejarte allá por tu cuenta, no sabemos qué clase de peligros hay y no deberías hacer muchos esfuerzos de todas formas...

― Primero, estás siendo muy paranóico. No es la mejor zona pero tampoco es peligrosa. Segundo, TaeHyung dijo que estaba fuera de riesgo.

Jungkook lo miró y suspiró rendido, dándole un mordisco a su emparedado. Con el ceño fruncido y la mirada en la mesa.

JiMin tomó su mano y negó con una sonrisa divertida. ― Eres muy sobre-protector. No estoy hecho de cristal, Jungkook.

― Es mi deber. ― Pronunció con su típica mirada seria.

JiMin se estiró hasta dejar un suave beso en los labios de Jungkook. ― Eres muy tierno, cariño.

Jungkook se sonrojó y desvío la mirada, sintiéndose cohibido.

JiMin solía ser el más cariñoso entre los dos, por lo tanto le robaba besos dónde sea y como sea. Siempre con su linda sonrisa y suave voz que dejaban embobado al de ojos verdes.

― Muy lindo también.

Jungkook lo miró con las mejillas coloradas y el ceño fruncido.

― No digas eso.

― Jungkookie. ― Lo llamó de forma melosa.

Jungkook sabía lo que JiMin quería hacer con sus palabras. Y lo estaba logrando.

― Muy, muy guapo. ― Dejó un beso en su mejilla y Jungkook sólo pudo relajarse ante el tacto cálido. ― ¿Ya no estás molesto?

Negó luego de unos segundos, murmurando. ― Ya no lo estoy.

Sabe como tocar mi punto débil, pensó Jungkook.

Carraspeó y observó los lindos ojos dorados del menor, a la espera de su respuesta.―Si es tu decisión, voy a aceptarla aunque me preocupe. Pero quiero una sola condición, ¿Si?

― Bien, dilo. ― Le dio un sorbo a la bebida caliente entre sus manos.

― No me sentiré tranquilo si no te llevo por la mañana y te recojo por la noche los días que debas ir.

JiMin lo pensó y al final sonrió. ― Me parece bien, trato hecho. ― Ambos juntaron sus manos en un suave apretón y siguieron con lo que quedaba de la comida en la mesa.

Cuando terminaron dieron un par de vueltas por el hospital y su lindo jardín hasta volver a la habitación de Julie.

Pasaron una noche tranquila, cumpliendo su palabra y quedándose a dormir.

A la mañana siguiente regresaron a casa y luego de un buen desayuno, un par de besos y demás, Jungkook llevó a JiMin hasta la puerta de la misma tienda de telas y trabajos de confección. Pronto estuvieron ambos dentro del pequeño lugar.

JiMin observó las máquinas de coser, estantes con telas llamativas y hermosas en las paredes. Sonrió ansioso detrás del gran cuerpo del oji-verde, pero con sus dedos entrelazados.

― ¡Pero si es Jungkook! ― Escuchó los pasos de tacón. Y luego de cuero de su pareja fue rodeado por unos brazos femeninos que lo soltaron casi al instante. ― ¡Has crecido tanto! ― Chilló.

― Oh, el hijo de Julie. ― Escuchó una voz diferente, más rasposa y calmada. ― ¿Como has estado? Estás tan alto.

― Bien, muy bien. ― Jungkook sonrió levemente dando una pequeña reverencia ante las señoras. ― Buenos días a todas.

― Buen día, querido. ― Otra voz más. ― Hace mucho no te veíamos por acá. ― Era una voz suave.

¿Cuántas mujeres más habían? ¿O eran sólo tres como hasta ahora? JiMin no podía saberlo, Jungkook le obstruía la vista.

― Sí, no pude venir a visitarlas. Lo lamento.

― ¡Para nada, no te preocupes! ― La primera mujer exclamó, tomando sus mejillas y apretándolas con cuidado. Jungkook rió. ― ¿Y qué te trae por aquí, eh?

― ¿Nos contarás el porqué Julie no ha estado en la tienda?

― ¡Sí! Cariño hemos estado timbrando a su celular ¡Y no responde!

― ¿Acaso pasó algo malo? Dinos que no, corazón...

― Justo a eso venía, tía. ― Jungkook jaló la mano de JiMin con cuidado y lo trajo a su costado, revelando su pequeña y embarazada figura. ― Pero antes, les quiero presentar a JiMin, Park JiMin, mi pareja y...

― ¡Que tierno es! ― JiMin observó a la mujer con voz enérgica, apesar de su edad. Sobre zapatos de tacón anaranjados y una blusa del mismo color. Parecía tener una personalidad burbujeante y una sonrisa animada. Se acercó y apretujó su rostro con sus tersas manos. JiMin soltó una pequeña risa. ― Y está en cinta, que lindura.

― ¿Tú eres JiMin? Julie nos ha contado mucho de ti. ― Una mujer de ojos caídos y arrugas amistosas se le acercó. Era la más bajita de las tres mujeres. Tenía una voz muy suave. ― Eres tan lindo como ella dijo. ― Asintió a sus propias palabras. ― Soy Kim Hae-sook.

― Un gusto en conocerla. ― Hizo una pequeña reverencia al igual que Jungkook hizo, pero él posaba sus manos en la parte baja de su sobresaliente vientre. Hae-sook notó esto muy tierno.

Una mujer, la más alta y de voz rasposa pero calmada le sonrío tan sólo un poco. Cabello muy corto y una piel bien conservada, quizás la menor de las presentes.

― El gusto es nuestro, JiMin. Yo soy Son JinSul pero puedes decirme Jin. ― Puso una mano en su pecho como señalándose, y con la otra mano trajo a la de voz animada. ― La mujer revoltosa que ves aquí es mi esposa, Son YeJin. Tiene cuarenta años pero se comporta como si tuviera diez.

― No soy revoltosa, soy divertida. ― Le sacó la lengua y se cruzó de brazos.

JiMin tomó del brazo a Jungkook y le sonrió.

― Un gusto, Jin y YeJin noonas.

― Nada de eso, ¡Eres como de la familia! Dinos tías.

― Oh, de acuerdo, tía. ― Sonrió tímido, pegando su mejilla al fuerte brazo del más alto, que le sonrío como tonto y al observar las miradas divertidas de las mujeres sobre su persona carraspeó.

― A lo que venía. Pues verán, JiMin ayudará aquí en la tienda tomando el puesto de mamá mientras ella regresa. Y no se preocupen, JiMin sabe manejar la aguja y el hilo, mamá le enseñó de todo un poco, lo básico.

Las tres mujeres se miraron entre ellas confusas, y YeJin preguntó:― Algo pasó, ¿No es así?

Jungkook intercambio miradas con JiMin y suspiró. Le contó todo. Se lo tomaron bien, pero la sorpresa y angustia de que su socia, su amiga cercana, que Julie sufría de tuberculosis estuvo presente en sus rostros.

― Ahora puedo entender. Tenía el rostro más delgado y hasta mareos... ella decía que no era nada. ― Hae-sook dijo, con una mano en el pecho y otra en el rostro. Parecía tener los ojos acuosos.

― Esa mujer, tan terca como siempre. ― Jin sujetó la mano de su esposa y la ayudó a sentarse, sintiéndose mal. Era la más cercana a Julie. ― Pudo habernos pedido ayuda antes de invertir tanto dinero en las remodelaciones... ― Se lamentó.

― ¿H-hay algo que podamos hacer, cariño? ― Preguntó YeJin.

― Por ahora no. ― Formó un mueca y miró el reloj digital en la pared a su izquierda.

Se le hacía tarde.

― Pero sin duda iremos a visitarla, YeJin, así que no llores. ― Hae-sook le dió palmaditas en la cabeza a la mencionada, quién se apegó al tacto como un cachorro, sorbiendo la nariz y con una mueca extraña en el rostro.

JiMin sonrió enternecido.

― Me temo que debo ir al trabajo y ordenar un par de cosas. ― Rascó la nuca de su cuello. ― ¿Está bien si JiMin se queda hoy?

― Sí, puedo ser de ayuda. Ayudaba a Julie cuando llevaba el trabajo a casa. ― Sonrió sin mostrar los dientes.

Jin se le acercó y posó una mano en su hombro. ― Por mí está bien, serás nuestro aprendiz.

El menor asintió emocionado. Tan trasparente como siempre.

El hombre más alto da un paso hacia atrás y atrae a JiMin para despedirse. ― Vendré a recogerte por la noche, ¿Sí?

YeJin interfirió. ― Oh, no, tenemos un auto, podemos dejarlo sano y salvo en tu casa.

Jungkook parpadeó indeciso, pero asintió. Confiaba en ellas, las conocía de prácticamente toda su vida. Aunque desearía llevarlo por su cuenta, viajaría más seguro y cómodo en el auto de YeJin y JinSul.

JiMin vió su rostro y con una sonrisa que escondía sus bellos ojos dorados, besó con cariño su mejilla. El oji-verde sonrojándose al instante.

― Te veo en la casa, Jungkookie.

― Te veo en casa, bebé.

Yéndose de ahí sonrojado y dejando a JiMin aún o más colorado que él.

Para los que no saben tengo más historias kookmin, así que, si desean pueden echarles un vistazo.

- Mgg.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro