Jungkook cumplía años, sí, ya había pasado una semana desde que el oji-verde le contó todo a JiMin. En fin, había invitado a su pequeño círculo social a pasar la tarde y celebrar con una tranquila reunión.

― Bebé.

JiMin volteó sonrojado por la forma en la que Jungkook lo llamó.

― ¿Sí?

― Solo quería que te sonrojaras. ― Dijo con una risa de lado.

JiMin rodó los ojos con una sonrisa divertida y se acercó a él para dejar un beso en su mejilla.

― ¿No están siendo muy empalagosos?

Baekhyun dijo en el afán de molestar a su amigo pero se ganó un leve codazo en las costillas por parte de Jisoo, quien le dedicó una mirada de advertencia.

― Ya, ya. ― Sonrió divertido, inclinándose para dejar un beso en la frente de la chica.

― ¿Les gustó el almuerzo?

― Por supuesto, ¿A quién debo felicitar? ― La hermana de Jungkook hizo aparición en la sala. Traía una sonrisa tranquila.

― Fue JiMin y Jisoo, ambos hicieron el almuerzo. ― Dijo Baekhyun orgulloso de su novia, pues la comida estuvo más que deliciosa.

Normalmente sería Jungkook quién haría la comida, claro en un día donde no trabaje, pero ya que era su cumpleaños era obvio que JiMin se ofrecería para cocinarle algo, y así hizo, pero también Jisoo quiso ayudar. El resultado fue un excelente almuerzo.

― Gracias, chicos. ― Agradeció Suzy manteniendo su ligera sonrisa.

― Está bien, Suzy. ― Dijo JiMin mientras Jungkook pasaba una mano por su cintura.

Jisoo alzó su pulgar en señal e aprobación mientras sonreía.

― Pero Jungkook cocina aún mejor. ― Halagó el oji dorado mirando a su pareja. Jungkook le sonrió.

―¡Pero que tiernos!

YeJin se acercó a ellos para apretar las mejillas de JiMin quien solo reía avergonzado. JinSul suspiró por la actitud aniñada de su esposa para luego reír divertida.

―No agobies al niño, YeJin. ― Hae-sook regaño a la mujer menor que ella.

― Son tan lindos, no puedo evitarlo. ― Dijo dramáticamente mientras soltaba las mejillas del menor.

― ¿Qué hablamos del espacio personal, eh? ― Regaño de vuelta la mujer mayor, a lo que YeJin se avergonzó volviendo a sentarse al lado de su esposa en uno de los sillones.

Todos se sentaron en los muebles de la casa y Jungkook puso música suave para generar un ambiente más amigable, aunque ya lo era.

Charlaron por tiempo entre risas y bromas. Jungkook riendo junto a JiMin, las tías hablando de como era el de ojos verdes tan pequeño en su infancia y como ahora era tan alto que parecía un árbol, Suzy riendo bajo mientras Baekhyun se burlaba de su amigo y Jisoo lo regañaba aunque soltaba risas disimuladas.

Hasta que el timbre sonó. Jungkook fue a abrir.

― Oh, hola TaeHyung.

― Hola, feliz cumpleaños Jungkook. ― Saludó con una sonrisa cuadrada en su rostro.

Habían de invitado al Doctor de JiMin. Obviamente fue idea del menor, Jungkook nunca lo habría pensado, pero cuando JiMin lo propuso él no se negó, al contrario aceptó.

TaeHyung aunque causó celos en Jungkook por JiMin, la verdad no tenía sentido sentirae de esa forma, porque JiMin era su pareja, su familia. Lo que tuvieron ellos quedó en el pasado, no tenía porqué sentir celos de ello. Además TaeHyung siempre fue amable con ambos y aquella noche donde llegaron en medio de la madrugada asustados por el sangrado en JiMin, el hizo a un lado todo y atendió al de ojitos dorados. Jungkook agradecía su atención.

Quién sabe y se volvían buenos amigos como él y JiMin son.

― Oh, gracias.

Jungkook lo miró mejor. Era extraño ver al hombre sin su típica bata y ropas formales que lleva en su trabajo como Doctor. Ahora llevaba unos jeans y una chaqueta roja. Muy casual.

― Pasa, pasa. ― Se hizo a un lado.

TaeHyung entró y ambos llegaron a la sala. JiMin al ver a su amigo le sonrió y saludó con la mano.

― Puedes sentarte aquí. ― Señaló el lado vacío al lado de Suzy, su hermana.

Ambos se miraron un momento y se saludaron con un asentamiento de cabeza. TaeHyung tomó asiento y pronto JiMin se acercó a él ofreciéndole un vaso con refresco.

― Que bueno que hayas venido, pensé que no.

― Estuve un poco ocupado con el hospital, pero ya estoy libre, JiMinie.

Sonrieron hacia el otro. JiMin se retiró y volvió a tomar asiento al lado de su pareja, quien lo abrazaba por los hombros.

― JiMin, ¿Qué le dice un pez a otro pez? ― Preguntó YeJin hacia el menor.

― Ah, ¿Qué le dice?

― ¡Nada, porque los peces no hablan! ― Empezó a reír mientras su esposa la miraba preocupada.

JiMin soltó una risa. ― Qué mal chiste, tía.

Jungkook negó con diversión a su lado, una sonrisa en el rostro mientras le daba un trago a su refresco de naranja. JiMin se volteó y dejó un beso en sus labios mientras acariciaba su gran estómago. Daban una imagen muy bonita y enternecedora para la mujer sentada frente suyo.

Son una linda familia... Pensó.

Ella los miró un rato más, pensando seriamente hasta que al final se levantó, arregló su falda de traje y caminó hasta ellos. Más precisamente hasta Jungkook.

― Hey, ¿Podemos hablar?

Jungkook encontró los ojos verdes de su hermana y asintió. ― Claro. Vamos a la cocina.

JiMin los miró curioso, solo recibió un beso en la mejilla por parte de su pareja y una pequeña sonrisa de Suzy. Luego ambos desaparecieron por la entrada de la sala.

― ¿Pasa algo, Suzy? ― Preguntó apoyándose en la encimera de la cocina.

Ella lo miró seriamente. ― La investigación se abrirá, y estoy segura que pronto tendremos buenas noticias. Estarás libre de Park Chaesung.

Contó un poco más sobre lo que vendría a partir de ese momento, el procedimiento y demás.

Mi hermana es una gran abogada... Pensó Jungkook mientras la escuchaba hablar.

Estuvieron en distintos lugares recopilando información, hasta Jungkook grabó una conversación con la mujer donde delataba el maltrato a su persona y un par de cosas más con ayuda de Baekhyun. Tenían evidencia necesaria, y ya pronto arreglarían todo esto con ayuda de la ley.

― Muchas gracias, enserio.―Soltó un suspiro y relajó los hombros.

― Sí. Eso quería decir, así que no estés tan afligido. Luego discutiremos los detalles.

Se dió media vuelta dispuesta a salir de la cocina, pero se detuvo en el marco de la puerta y giró sobre sus tacones negros para ver a su hermano.

―Sobre el pago-

― Oh sí, sí. Te pagaré en cuanto se cumplan los seis meses, así que no te preocupes por eso. ― Asintió.

Espero poder hacerlo, a estas alturas pensar en dinero se hizo un tema complicado... Otra vez.

Pensó mientras mantenía el semblante tranquilo frente a la mujer.

Ella negó. ― Escucha, tu... Tienes una linda familia, y es injusto por lo que están pasando. Sé que tienen problemas económicos graves para ser tan jóvenes. Pronto nacerán tus hijas, mis sobrinas y... ― Conectaron sus ojos verdes. ― No me pagues. Se que no tienes el dinero, ni en seis meses lo tendrás.

― Pero acordamos-

― No, Jungkook. Somos hermanos. ― Le sonrió sin mostrar los dientes, su mirada como nunca se hizo la más amable. ― No gastes el dinero en pagarme, inviértelo en tus hijas.

Jungkook parpadeó con sorpresa unos segundos y luego sonrió en grande. Agradeció mentalmente que la luz de la cocina estaba apagada y la poca luz entraba desde la sala, porque sus ojos se llenaron de lágrimas.

― Gracias.

― No hay de qué, hermano.