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ılı.lıllılı.ıllı.

Autor: Maroon 5.

Canción: Payphone.

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1:30━━━━●───────── 4:09

┗ #Songficstag ┛

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✿↯:ｉｎｄｉｃｅ

꒰◌; Introducción.

꒰◌; Songfic.

꒰◌; Curiosidades.

꒰◌; Palabras finales y agradecimientos.
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⚘·  ·  ·  ·  · ·  ·  ·  ·  ·  ·  · ✿ ·  ·  ·  ·  · ·  ·  ·  ·  ·  ·  ·⚘

•こんにちは•

•ᴷᵒᶰ'ᶰᶤᶜʰᶤʷᵃ•

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• ღ • ~ Introducción ~ • ღ •

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Minna ohayou!

Esté es mi tercer Songfic, espero que les guste. No tengo mucha imaginación para los títulos, así que cómo está se quedará (??

Posiblemente esté songfic esté algo sad y ganas de matar a uno que otro personaje, pero intenten meterse en los zapatos del personaje y comprender sus sentimientos (?)

Sin más, ¡Comencemos!

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-Por favor contesta... -suplicó en un hilo de voz el muchacho de cabellos marrones, esperando que su llamada fuera atendida.

Desde hace días ha estado intentando comunicarse con su amada, siendo que siempre era mandado al buzón de voz. Quería arreglar las cosas con la chica de cabello verde oscuro.

Pero como siempre, su llamada no fue respondida ni por la madre de ella, ni por Aki, sintiéndose aún más preocupado mientras que un nudo se formaba en su garganta. Ichinose suspiró con pesadez, colocando su mano en el interior de su bolsillo para buscar una moneda con la intención de llamar una vez más a Japón.

Para su mala fortuna, todo su cambio había sido usado, por lo que ya no podría intentar de nuevo comunicarse con la casa de la ojiverde, causándole otro suspiro lleno de tristeza.

-Apresurate niño -exclamó un señor lleno de furia, llamando así la atención del oji café que, al girarse, vio alrededor de cuatro a cinco personas detrás de aquel hombre regordete.

-D-disculpen -murmuró nervioso Ichinose, haciendo una reverencia con su cabeza y colocó el teléfono público de nuevo en su lugar.

Pasó sus dedos por sus cabellos cafés, alborotandolos un poco mientras empezaba a caminar sin dirección alguna, dejando que ahora las demás personas usaran el teléfono para que llamaran a sus familiares o amigos.

No pudo solucionar nada con Aki en persona cuando estaba en Japón, ya que, tenía que volver a América después de los mundiales que habían sido en el país del Sol naciente. Su familia se encontraba en Estados Unidos y su trabajo como futbolista era bastante estable ahí, y dejarlo posiblemente sería una estupidez y decepcionaría a sus padres.

Ichinose mordió su labio inferior, con algo de fuerza para contener la tristeza que estaba invadiendo todo su ser. Aquella tarde estaba bastante nublado, y muchas personas andaban apresuradas ya que varias gotas de lluvia comenzaban a caer.

Las gotas de agua no alarmaron para nada a Ichinose, y los pensamientos del pelimarrón lo llevaron a una semana antes de regresar a América, meditando en cómo la situación con la peliverde había llegado a un punto demasiado crítico.

. •.• *. •.༺◈Flashback◈༻.• *.•. •.

Ichinose se encontraba en una lujosa tienda de Japón, quería aprovechar el leve descanso que tenía del mundial. Su mirada café miró el interior del local lleno de vitrinas con joyas preciosas como collares de oro y plata, también anillos con hermosas gemas de diferentes colores, incluso relojes y aretes estaban entre los estantes.

Quería darle una sorpresa a su amada novia, ya que después de tantos años de tener un noviazgo con Aki, quería unir su vida con una chica tan amable y trabajadora como ella.

Los ojos cafés del moreno pasaban de estante en estante, hasta posarse en un anillo con pequeños diópsidos en él. Aquel color verde oscuro de la gema, automáticamente hizo que Ichinose recordara los cabellos y ojos verdes de su novia.

-Es perfecto -susurró Ichinose hechizado por la hermosura de la sortija.

-¿Ese es el indicado? -la encargada del lugar llamó a Ichinose, refiriéndose al anillo que él observaba con tanto anhelo.

-A-ah, este es -contestó sonrojado el moreno, causando una risa suave en la vendedora por su reacción.

Sin más, la fémina que estaba atendiendo a Ichinose, tomó las llaves de la vitrina para abrirla y poder tomar la cajita donde estaba colocada aquella hermosa joya.

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El moreno ahora se encontraba en el parque, que era el centro que unían a cada sección de los diferentes edificios que fueron hechos al estilo de su país para que los deportistas se sintieran cómodos y como en casa.

Ichinose veía su reloj a cada momento, ya que cada segundo que pasaba iba sintiéndose más nervioso. Levantaba su pie izquierdo ligeramente, dando leves golpecitos al suelo, mientras llevaba su mano al bolsillo de su pantalón, para sacar una cajita de terciopelo color verde esmeralda.

Ahí dentro, yacía el anillo que le daría a Aki cuando llegara. Imaginarse el solo hecho de proponerle matrimonio, causaba maripositas en su estómago y ardor en sus mejillas. El varón abrió la cajita, observando la gema verde, y una sonrisa apareció en su rostro, siendo que su apacible curva no duró mucho al escuchar una voz detrás de él.

-Cariñín, ¿Qué es eso? -murmuró una peliazul llena de curiosidad, mirando por encima del hombro del castaño para observar mejor lo que tenía en sus manos.

Lika Urabe era la persona que menos quería ver en estos momentos Ichinose. Ella había llegado con el Inazuma Japón cómo una animadora, por lo que el castaño no podría hacer mucho si esa era la decisión de Lika estar presente.

No tenía nada en contra de la fémina de cabellos aqua, ya que la respetaba y quería como una amiga, pero por su personalidad, podría malinterpretar todo en un santiamén.

-N-no es nada Lika, solo es una sorpresa -declaró el moreno, claramente inquieto rezando internamente que no insistiera en el tema.

-¿Eso es un anillo? -volvió a preguntar la morena, ahora analizando la sortija más de cerca.

Ichinose rápidamente cerró la cajita, colocando sus manos sobre el regalo que tenía preparado para que no viera de más, haciendo una seña de silencio con su dedo índice.

-Sí, es un anillo -suspiró con pesadez Kazuya, intentar ocultarlo solo haría que Lika curioseara aún más.

De un momento a otro, al oji café un sollozo llegó a sus oídos, lo que hizo que se preocupara. Ichinose pudo ver como los ojos violetas de Lika estaban llenos de lágrimas. Un sinfín de pensamientos vinieron a la cabeza del moreno, los cuales alejó para extender su mano hacia el hombro derecho de la peliazul.

-¡Oh cariñín! -la joven se abalanzó hacía el varón, envolviendolo en un abrazo. Los ojos cafés de Ichinose, que parecían un rico chocolate, se encontraban bien abiertos y parecía que iban a salirse de sus cuencas.

Y es que... Lika tenía unidos sus labios contra los del peli marrón . Las cosas habían ido en una dirección totalmente opuesta, justo lo que no quería Ichinose.

-¿Interrumpo algo? -una voz suave y amable llegó a los oídos de ambos jóvenes adultos, siendo que la de cabellos aqua fue apartada bruscamente por Ichinose, girando su cabeza para observar a la poseedora de la voz que le era familiar.

Ahí estaba Aki, con una expresión de intriga, tristeza, decepción y sintiéndose traicionada, todo eso ella lo alejó y lo suprimió en una de sus bellas sonrisas, que siempre le mostraba a los demás.

-Aki... No es lo que crees -murmuró un asustadizo Kazuya, alejándose de Lika para acercarse a su novia, siendo que la peliverde notó la cajita que tenía el varón.

Y, antes de que la gerente del Raimon pudiera pronunciar palabras de nuevo, la pretendiente de Ichinose tomó su brazo para apegarlo a ella, colocándolo entre sus pechos ya desarrollados.

-¡Cariñín y yo nos vamos a casar finalmente! -exclamó con emoción la oji violeta, causando que Aki retrocediera unos pasos ante la información dada.

-Lamento arruinar su celebración, solo pasaba... -soltó la peliverde en un hilo de voz, girando sobre sus talones y apresurándose ahora a correr, para alejarse lo más pronto de donde la "pareja" estaba.

-¡Aki, espera! -Ichinose llamó a su amada, e intentó zafarse de Lika, pero ella simplemente no lo iba a dejar ir tan fácilmente. El peli marrón había notado un leve destello cristalino salir de los ojos de la mencionada, y quería aclararlo todo, pero la fuerza que Lika aplicaba en su brazo era demasiado.

-¡Le voy a decir a todos! -susurró la morena, cosa que hizo llegar al límite a Ichinose, por lo que el varón usó sus dos manos para apartar nuevamente a la chica con fuerza.

-¿¡Sabes qué!? Tú no le vas a decir a nadie, tú y yo, ¡No somos novios y no nos vamos a casar! El anillo era para Aki, pero ahora lo arruinaste todo, como siempre.

El tono que Ichinose había usado, fue demasiado alto y efusivo y las personas que paseaban por el parque habían detenido su andar para observar qué había sucedido. El peli marrón no le prestaba atención a sus alrededores, por lo que continúo con su hablar llena de molestia.

-Me cansé de ser amable contigo, joder ¿Crees que todo el tiempo puedes comportarse así conmigo? ¡Ahora mi noviazgo se fue al caño por tu maldita culpa! Ojalá estés feliz por quebrarlo en añicos.

Ichinose ya no tenía nada más que añadir, por lo que salió de la vista de Lika echando humo, literalmente. Por su parte, la peliazul se quedó en shock por las fuertes palabras del chico, sintiéndose avergonzada por sus imprudentes acciones de querer capturar la atención del chico, tal como Aki había hecho con total éxito.

-Perdoname... -susurró al viento la morena, mientras que unas lágrimas recorrían sus mejillas.

Ahora, Lika se marchó en dirección hacía la sección de Japón, en busca de su mejor amiga Touko, para desahogarse y contarle todo lo sucedido.

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Desde ese día, toda comunicación que Ichinose tenía con Aki, se había cortado. No recibía noticias de ellas, ni una carta o llamada por parte de ella. Y, las llamadas del castaño no eran recibidas, por lo que sus intentos eran en vano.

Domon contacto con ella, e intentó reunirla con Ichinose dos días posteriores de su malentendido, Aki comenzó también a ignorar al peli azul grisáceo, cortando así los lazos de amistad que ambos tenían.

Finalmente el día de irse a América, después de festejar con los victoriosos Raimon, había llegado aunque todos con un mal sabor de boca. Todos los jugadores, tanto ingleses como japoneses, se percataron del ambiente tenso entre Ichinose y Aki.

-Seguramente ya se le pasará, solo dale tiempo -Domon palmeó la espalda de su mejor amigo Ichinose al verlo tan pensativo, y que veía con mucha atención el avión donde se iban los representantes de Raimon.

Kazuya asintió, ella estaba dolida por lo que presenció hace poco. Por lo que darle unos días para procesarlo todo, era bueno, así podría pensar mejor sus palabras.

El de ojos achocolatados comenzó a subir las escaleras de su avión dirección a América, seguido de su buen amigo peliazul. Esperaba que tarde o temprano ella pudiera responder sus llamados.

. •.• *. •.༺◈Fin Flashback◈༻.• *.•. •.*

Siete días habían pasado desde entonces... El varón estaba realmente desesperado, Aki era la única mujer que amaba en su vida, por lo que estar en esta situación era doloroso.

La lluvia creó pequeños charcos en el corredor, siendo salpicadas por las personas que lo pisaban, provocando que algunas gotas de agua se adhieran al pantalón de Ichinose.

«Lo intentaré de nuevo mañana.»

Su pensamiento lo animó un poco, siendo que ahora se dirigía dirección a su casa, donde sus padres y amigos se encontraban preocupados.

•✦───────────•✧

Un nuevo día reinaba sobre Estados Unidos, donde los rayos del sol aún no tocaban las tierras americanas donde residía Ichinose. Eran alrededor de las 5 Am, ya que teniendo en cuenta la diferencia de horarios, en Japón serían las 18:00 hrs.

El peli marrón salió de casa, evitando hacer el más mínimo ruido para no despertar a su familia. Los bolsillos de su pantalón estaban llenos de cambio, listo para llamar a Aki un sinfín de veces.

Ya fuera de casa, el varón se apresuró a ir al teléfono público más cercano, pudiendo apreciar la fría brisa que chocaba en sus mejillas dejando esa parte de su cara bastante helada.

Solo le tomó unos 10 minutos llegar al mismo lugar de ayer, notando que las calles estaban vacías y solo transitaban muy pocos carros a esta hora de la mañana. Debía apresurarse a contactar con Aki, faltar varios días al entrenamiento de fútbol no era bueno y su condición física que tanto le costó edificar se vería bastante afectada.

Llevó sus manos a los bolsillos, sacando las monedas y las colocó en una torre encima de la cabina telefónica. Tomó una moneda, insertándola en su lugar correspondiente procediendo a recitar el número de su amada.

Tras aquella simple pero temerosa acción, hizo que Ichinose sintiera un leve cosquilleo en su estómago y que su corazón se estrujara. El sonido tan característico de que la llamada fue conectada, un pequeño rastro de esperanza se hizo presente en los ojos achocolatados del chico.

Mordió su labio inferior levemente, rezando mentalmente para que alguien en la otra línea le respondiera. Una, dos veces del pitido fue suficiente como para poder escuchar una voz contestar.

-¿Bueno? Residencia Kino. -Ichinose contuvo la respiración al escuchar la voz de su amada Aki, siendo que por unos cortos segundos su mente quedó en blanco, sin saber qué decir.

-¡Aki! Soy yo, Kazuya... No cuelgues. -se apresuró a decir el castaño en japonés, oyendo un pequeño jadeo en la otra línea.

-Es demasiado tarde para solucionar todo, me quedó bastante claro ese día. -soltó con frialdad la muchacha, dejando de lado la voz tan cálida del inicio.

-¿Pero lo es para intentarlo nuevamente? ¡Tan sólo déjame explicar lo que realmente sucedió! -contraatacó el varón, comenzando a respirar con cierta agitación, forzando a su cabeza para pensar las palabras correctas- Y-yo no quiero a Lika, te quiero a ti y lo sabes bien... El anillo era para ti, mi amor.

El silencio reinó en ambas líneas, siendo que Aki estaba realmente sorprendida por la confesión e Ichinose esperaba la respuesta de la jovencita, convencido de que su relación fuera cómo antes.

-En estos momentos, ya no me interesa para quién era el anillo -la voz tan gélida de la peliverde fue como un balde de agua fría para el moreno- Lo que pasó, pasó y sinceramente no pienso tolerar una infidelidad. No me busques más.

Y con aquél ultimátum, Aki dió por terminada la llamada, dejando solo el pitido familiar de cuando se corta la comunicación. Ichinose tenía la mirada perdida, intentando procesar toda la información dada.

Fue un golpe duro hacia su corazón. Lentamente en sus ojos se asomaron unas gruesas lágrimas, que no tardaron en recorrer sus mejillas. Dejó el teléfono en su lugar, devolviendo las monedas a los bolsillos, sin hacer el más mínimo esfuerzo de secar las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Kazuya, con lentitud se fue a su casa, bajo los leves rayos de sol que comenzaban a iluminar la ciudad donde vivía cómodamente, sintiéndose vacio ahora que no tenía a quién darle mimos o darle parte de su amor.

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• ღ • ~ Curiosidades ~ • ღ •

1-La época en que se basa este songfic es en 1970 uwu donde los teléfonos públicos eran bastantes populares y los viajes en aviones era común.

2-Lika se fue a disculpar con Ichinose la noche antes de qué se fuera, exactamente en la fiesta. Aunque el castaño le pidió que hablara con Aki, Lika no tuvo el valor de hacerlo y al día siguiente, se fue a primera hora a Okinawa dejando las cosas sin arreglar

3-Quise hacer esté songfic basado en Ichinose y Aki, es mi ship frustado XD pero, quise darle drama ya que siento que Lika es de las personas que no aceptan un No como respuesta.

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