Deseo de Año Nuevo
Elizabeth llevó a sus mascotas dentro del baño de la planta baja para que pudieran dormir temprano. Los dos perritos cenaron un buen pedazo de carne, así que se quedarían tranquilos hasta el día siguiente.
Luego, volvió con él, llevando dos tazones de helado de pastel de frambuesa. Christopher hizo una expresión de gusto al ver el postre, se sentaron en el sofá y siguieron viendo la película, la cual habían pausado mientras cenaban para conversar.
De vez en cuando, ella lo miraba desde el rabillo del ojo, intentando que no lo notara. Observaba sus gestos reflexivos cada vez que Treebeard hablaba, también la forma en la que sus ojos brillaron cuando Gandalf invocó a Shadowfax. Le parecía sincero cuando encontraba algo en común con él, creía que por eso se permitía bajar la guardia en su presencia, y esa era la razón por la que no quería cometer errores. Lo último que quería era perder su amistad, si es que no tenía posibilidad de relacionarse con él de otra manera, quererle de la forma en la que se lo permitiera, era algo con lo que estaba conforme y no buscaba ser codiciosa, las cosas iban bien tal y como estaban. Ése era su segundo deseo, que todo permaneciera con él como hasta ese momento.
—A veces tu actitud me recuerda a la de Éowyn —le dijo, a lo que ella respondió con una expresión confundida—, sí, prefieres hacer algo radical a dejar que te molesten. Creo que eso es muy valeroso.
—¿Lo dices por el día en que me volví loca en la calle para que no me atropellaran?
Él se rió al recordar el incidente en el que Elizabeth peleó de manera feroz con una mujer sobre una camioneta que hizo el gesto de querer pasarle encima después de cederle el paso.
—Yo no lo veo así. Te enfrentaste a una señora con mamá-móvil y saliste ilesa. No todas las personas hacen cosas así.
Eso la hizo sonreír.
—Eso me hace pensar en que tal vez yo también debería ser más valiente —continuó, mirándola con intensidad—. No nada más volví antes por Percy, también quería pasar este día contigo si era posible.
—¿A qué te refieres?
—Quiero pasar contigo todo el tiempo que pueda, si tú me dejas.
Ella sintió sus mejillas enrojecerse.
—Entonces... ¿quieres que empecemos a salir?
—Si tú quieres.
—Si no quisiera no te hubiera dejado entrar en primer lugar —le dijo, sin pensarlo.
Él sonrió y le dio un beso corto en los labios, mientras en la pantalla, Aragorn y Éowyn caminaban con la caravana de Rohan hacia el Abismo de Helm. Ella estaba tan sorprendida, que no pudo evitar llevarse las manos al rostro en cuanto la soltó.
—No esperaba que hicieras eso —le dijo, riendo.
—No pude evitarlo.
Elizabeth le puso los brazos al cuello y lo besó de vuelta.
—Estamos a mano.
Terminaron de ver la película juntos y se prepararon para el conteo de la medianoche. No se dijeron sus deseos de Año Nuevo, pero era un acuerdo no verbal el desear estar juntos al año siguiente. Harían todo lo posible para que así fuera, cada uno por su lado y en conjunto. Christopher intentaría ser más valiente para hablar de sus sentimientos, y como Elizabeth no quería que su felicidad dependiera de una relación, trabajaría en sus deseos de morir para no afectarla.
Ninguno de los dos quería algo más, mejorar lo que ya estaba sobre la mesa era más que suficiente.
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