
VIX. Deseo
Capítulo 14
Hora de decorar la pieza
Sibila llegó agotada a su casa y se derrumbó en la puerta de esta, ¡Desde que le dijo al viejo inútil ese que era del clan D él la estaba entrenando a muerte! Estaba segura que ese bastardo la estaba golpeando con Haki y no se lo decía, ¡Era una rabia terrible la que sentía! Pero no se podía quejar o sus padres sobreprotectores actuarían y no aprendería espada y lucha cuerpo a cuerpo.
Porque sí, el viejo hombre decidió que debía aprender a defenderse a base de puñetazos.
¡Puñetazo el que le iba dar ella a él! ¡Ese bastardo sin vergüenza! Ahora apenas tenía energía para jugar con el pequeño Law el cual le exigía cada vez más y más atención, ¡Aparte de que el dolor muscular que sentía la hacía sentir incomoda mientas estudiaba medicina! La señora Trafalgar a tenido que curarla varias veces al verla llegar herida después de su entrenamiento exhaustivo.
Aah~ Law~ pequeña bolita de amor, ¡Lo iba a llenar de todo su cariño! ¡Mira ese bollito de leche! ¡Se lo iba a comer a mordiscos! ¡Muak, muak, muak!
Sibila empezó a jugar con el pequeño Law a lo que él quisiera, ¡Ese pequeño tirano tenía las cosas bien claras desde pequeño! ¡La estaba castigando por no prestarle la suficiente atención! ¡Ese mocoso mimado! Pero no importa, ¡Law era tan hermoso en pañales que bien podría actuar como todo un mocoso con derecho todo lo que quisiera.
Hoy, en vez de estar en la casa de Law estaban en la de ella así que él pudo observar esa linda pared vacía y ese espacio completamente blanco sin ninguna decoración... bien, su habitación era la más aburrida del mundo porque se acostumbró a ser simplista y porque no pasa tiempo en ella ya que empieza a estudiar con los doctores, en clases, entrenamientos y blablablá ¡Básicamente lo único que hace en esa habitación es desmayarse y dormir como tronco! No tiene necesidad de que se vea agradable, cómoda o tenga su toque.
Law miró con molestia la habitación, ¡Estaba tan vacía! ¡Y tan blanca! ¡No había nada ahí! Como el armario estaba dentro de la pared, no había necesidad de un mueble, solo una mesita de noche con una lampara, un escritorio pegado a la pared con unas hojas ordenadas, un lápiz grafito, un bolígrafo, tinta y una regla, ¡Y todo lo demás vacío! Que fea habitación, ¡Prefería el living, gracias!
Sibila miró como Law se fue orgullosamente al living después de despreciar olímpicamente su pieza y solo pudo suspirar mientras lo veía, ¡Que terrible se sintió esa mirada de desprecio a su habitación! Tendría seriamente que pedirles a sus padres que decoraran la habitación, nota mental agendada.
La niña jugó a los peluches con el pequeño, luego al doctor, le hizo caballitos, dejó que jugara con su cabello, jugaron un rompecabezas para niños pequeños, se persiguieron por la casa, corrieron, se escondieron, hicieron algunas travesuras y estudiaron juntos, todo hasta que llegó la noche.
—Mamá, papá —llamó Sibila mientras acostaba a Law en su cama.
—¿Si cariño? —habló su padre rápidamente.
—Quiero decorar mi pieza —habló la niña.
—¡Por fin! —lloraron ambos padres abrazándose mientras miraban a su hija con orgullo, ¡Estaban tan emocionado con tal de que ella se decidiera de ese vació algún día! ¡Querían verla llenarse de vida con colores, hacer cosas de niños de su edad!
Sibila los miró extrañados y luego simplemente asumió que ambos eran extraños y lo descartó, si le daban lo que quería...
Al día siguiente, los cuatro fueron de compras para diseñar la habitación de la niña ya que los señores Trafalgar con gusto le dieron el derecho de tener a Law durante toda la semana. Mirando las vitrinas, había muchas cosas bonitas y brillantes... demasiado brillantes.
Bien, compraron un montón de cosas innecesarias, ¡Pero eran para que Law se sintiera cómodo en su habitación! La única razón por la que ella cambiaría esa habitación vacía era para él, ¡Porque Law era su pequeño! Si, así que las paredes blancas cambiaron a paredes turquesa, la base de madera de la cama era de color negro, las sábanas blancas con diseños negros, estanterías con algunas fotos en marcos negros y turquesas, en la pared que daba a la cabecera de su cama había estrellas negras y su lampara cambió a una plateada.
La habitación se veía mucho más llena de vida, ¡En especial con ese rincón solo para peluches que sus padres le compraron compulsivamente! Había una variedad de felinos grandes, perros, lobos, osos y seres fantásticos, ¡Su habitación se veía tan interesante que Law sonrió satisfecho! Pero se fue directo al rincón tierno que tenía la chica, ¡Todo tipo de peluches hermosos y esponjosos! ¡Ahh~ que maravilla!
Si había algo en lo que Law y Sibila coincidían de todo corazón, era en que adoraban las cosas tiernas, ¡Eran tan hermosas! Entonces se quedaron encerrados en su rincón tierno durante días jugando con las cosas, blando de nada y de todo, haciendo idioteces y cualquier cosa que les divirtiese, ¡Incluso ella le leyó libros de todo tipo! Desde infantiles hasta libros informativos, ¡Todo para entretener a su niño! Dios como amaba a su bolita de leche.
Si Sibila pudiera, ¡Tendría a su pequeño Law en su regazo todo el día! ¡Eran tan suave, cálido y pequeño! ¡Era una bolita de amor amarga! Pero lo amaba tal y cual era, incluso si era cruel con ella cuando regresaba de su entrenamiento hecha polvo.
Law abrazó al pequeño leopardo de las nieves de brillantes ojos negros y lo acercó más a su pequeño pecho mientras ocultaba su rostro en el lomo del animal de felpa. El leopardo tenía una mirada serpia y de pocos amigos, pero unos ojos brillantes que se iluminaban con la luz haciéndole ver un toque ciertamente encantador y contradictorio, pero a él le gustaba, amaba ese pequeño peluche porque le recordaba al rostro de Sibila.
Porque si, Law había visto a Sibila y su cara de pez muerto desde la lejanía y apenas se acercase él brillaría como si en una noche oscura y tenebrosa las nubes se abrieran y mostraran cientos de estrellas y numerosas constelaciones en el cielo despejando todo tipo de escenario escalofriante para volverlo en uno sumamente bello y acogedor. Law pensaba que Sibila era como una pantera negra y sus ojos brillaban de un tono café rojizo cuando estaba completamente furiosa, ¡Él había visto como ella derribaba completamente furiosa a unos tipos adultos cuando lo patearon! Ella fue como su héroe, pero no pudo evitar sentirse intimidado cuando mostró tal rostro y las intenciones que le daban escalofríos.
Sibila... también era sigilosa como cuando robó galletas para él mientras sus padres estaban en la cocina y nadie se dio cuenta de ese hecho hasta que las galletas ya habían desaparecido en sus estómagos, ¡Era sigilosa y silenciosa como un fantasma! Era como lo decían en los libros de animales que le leyó Sibila, por lo que Law estaba convencido.
¡Sibila era una pantera negra!
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