Capítulo 13: Un poco sobre Lukas Hedleston
LUKAS:
Observo a Kylian levantar una pequeña mancuerna con demasiado esfuerzo, estoy por decirle que necesita descansar entre una rutina de ejercicio y otra cuando malhumorado suelta la pequeña pesa y esta casi cae sobre sus pies.
-Si dejarás de entrenar como un maldito psicótico obsesivo estoy seguro que seguirás conservando tu maldito pie -le dejo en claro mientras camino en busca de una botella dei energizante a la enorme nevera que se encuentra en el fondo del gimnacio.
-Para tí es fácil decirlo Luk, ninguna chica se reciste a tí, no te interesa conocerlas más allá de una noche porque estás seguro que ninguna se quedará en tu vida a pesar de todo el calvario que según tú tienes en ella -mi mejor amigo se queja a mis espaldas y juro que quiero replicar para explicarle que mi vida no es color de rosa cuando lo veo saccr una cajetilla de cigarros.
-Kylian... -hablo en advertencia haciéndole suspirar cansado -Sabes que estoy aquí para escucharte, habla conmigo Ky -lo llamo por el apodo que solía usar de pequeño.
Bufa y no puedo evitar notar como sus manos tiemblan en desesperación y sé que tiene que ver con su padre alcohólico y un total hijo de perra. No necesito que hable para explicarme porque estoy seguro de que volvió a su casa robó algunas cosas, golpeó a su madre y como de costumbre su hermanita tuvo que salir corriendo a resguardarse en casa de algún vecino.
-Luk en casa todo es difícil, mamá se niega a ir a la comisaría a implantar una orden de alejamiento porque según ella no quiere más escándalos pero no se da cuenta que la perjudicada es Lu, estoy tan casado ya de toda esa mierda Lukas, que no sé por cuanto tiempo pueda seguir aguantando para no terminar de una vez con esa mierda -reconozco ese rencor en su voz y no me gusta en lo absoluto porque ya una vez yo lo sentí en la mía y las cosas no terminaron precisamente bien.
-Estoy aquí para ayudarte amigo, intentaremos buscar por los medios legales a ver si así logramos que tú madre acceda a implantar una orden de alejamiento que manteng a esa escoria fuera de sus vidas. ¿Estas de acuerdo si le pido ayuda a mi padre? -su silencio me hace fruncir el ceñi en confusión, así que volteo para identificar a que se debe su repentino silencio, y allí está de nuevo.
Ahora soy yo quien bufa frustado al observar la cabellera negra que siempre se mantiene en un moño ajustado, lucir unos leggins deportivos que resaltan su figura delgada pero tonificada, va hablando con la que se ha vuelto su única amiga desde que regresó, la cual si mal no recuerdo se llama Francia, y es el crush de mi mejor amigo desde que tengo conciencia.
-¿A caso no es malditamente perfecra Luk? -la pregunta de Ky me hace prestarle atención nuevamente y arquear ambas cejas en señal de sorpresa porque él no es de expresarse así de las chicas. -Voy a molestarla un rato -comenta poniendose de pie para dirigirse hacía donde se encuentra sin darme tiempo a protestar.
Niego al verlo acercarse a ambas chicas con la típica personalidad sumamente expresiva que utiliza para incordiar a Francia y esta rueda los ojos aburrida antes de decirle algo en el oído a María Lucía que inmediatamente voltea en ni dirección. Su mirada conecta con la mía como si de esa manera intentara enviarme algún mensaje oculto, sin embargo pronto rompe el contacto visual para girarse en dirección a su amiga que portesta pero termina asintiendo.
Malú se despide de ambos y comienza a caminar en mi dirección con pasos cautelosos como si esperara que de un momento me levantara y saliera huyendo de ella, cuando ya está lo suficiente cerca, extiende su mano en mi dirección, dejándome bastante confundido
-Hoy te pido una ofrenda de paz entre nosotros, así que vengo a pedirte salir a dar una vuelta en moto, al lugar que desees -habla rápidamente intentando sonar desinteresada pero soy lo suficiente observador para notar como traga saliva nerviosa.
-¿A caso te has vuelto loca?, porque creeme que eso no sería ninguna novedad, ya estás bastante chiflada -comento para picarla y lo consigo cuando sus labios forman una mueca de irritación.
-No estoy loca, pero soy lo bastente decente para querwr agradecerte por lo de la otra noche, así que mueve tu bonito culo hacía mi moto y vámonos -pide de forma hosca y ahogo una carcajada al verla caminar apresuradamente a la salida.
Con una calma que no poseo recojo todas mis pertenencias y las echo dentro del bolso deportivo que le extiendo a Kylian al pasar por su lado pidiendole silenciosamente que me lo deje en casa. Al salir al parking dek gimnacio río de forma inmediata al observar a María Lucía de brazos cruzados con el trasero pegado a la motocicleta como si estuviese invocando una paciencia que no posee.
-¿Crees que mi cordialidad durará todo el maldito día? -pregubta extendiendome un casco negro que tomo entre mis manos lara hacerlo girar.
-Pensé que al decir que mi trasero era lindo serías cordial el resto del día -me burlo de sus palabras ganándome una nirada afilada que ni dudo en devolverle haciéndola cortar el contacto visual -¿Vas a llevarme tú? -pregunto y una sonrisa maliciosa se extiende por sus bonitos labios.
-¿Ya olvidaste como pateé tu culo en aquella carrera de motos?, tranquilo niño bonito no dejaré que te caigas, anda sube -pide y obedezco solo para no darle una mala contesta.
La moto pronto esta en ruedo y siento el aire rozarme el cuello, aunque me cueste admitirlo María Lucía es bastante buena conduciendo, tan buena que puedo apostar a qué ha corrido carreras más de una vez, lo que me hace pensar que tanto ha cambiado esta chica.
Chicago tiene sus calles repletas de transeuntes que se dirigen a sus respectivos destinos. Malú se detiene en un semáforo para voltearse y enarcar una ceja como si esperara que respondiera a dónde debería dirigirse.
-¿Por qué me miras con esa cara larga?, no es por ofender pero pareces un caba...
-¿Tendrías la amabilidad de indicarme la dirección? -pregunta ignorando por completo mi ofensa, lo que me hace sonreír ampliamente con una nueva idea para picarla.
-Me dejarías usar tu moto...
-¡Claro que no!, ni muerta te dejo tocar a mi preciosa bebé -comenta y vuelve acelerar la moto sin darme tiempo siquiera a indicarle el lugar.
El aire golpea mi rostrl haciendome lagrimear un poco, maldita María Lucía y su afán por querer llevarme un paso por delante. Vamos tan rápido que no puedo observar bien los establecimientos para ubicarme en mi cafetería de hamburguesas favorita. Cuando estamos próximos hago la tonta broma de chillar logrando que Malú frene de golpe.
-¡Una ardilla! -grito y el frenazo es tan repentino que mi cuerpo se mueve uno centímetros hacía delante.
-¿Eres tonto?, casi me matas de un puto susto ¡Imbécil de mierda! -chilla haciendome reír a carcajadas. Con cuidado me bajo de la motocicleta y le entrego un casco.
-Sígueme, voy a mostrarte las mejores hamburguesas de todo Chicago -comento y no pierdo de vista como sus labios bufan a modo de morfa.
Esta cafetería era la cafetería de mi madre, de niño veniamos una vez a la semana a disfrutar de las hamburguesas en familia. Después que se marchó este lugar se convirtió en mi refugio para lidiar con toda la mierda que se esparcía por mi vida y poco a poco fui trayendo a Davin de vez en cuando para que saliera a despejar de la rutina encerrado en casa.
-Bueno, debo admitir que me gusta este estilo -eschuco a María Lucía murmurar y asiento.
La decoración a variado mucho con el pasar de los años. Creo que lo único que se mantiene intacto son los discos colgados en la pared de diferentes cantantes de la década de los 90.
-Pero a quién tenemos aquí, vaya vaya la última vez que te ví ibas con el pequeño Davin, no creo que el se haya cambiado de sexo -Jasper bromea haciendome negar la cabeza riendo.
-No, ella es..... -observo a María Lucía con atención y recuerdo cuando éramos pequeños como solíamos presentarnos -La versión malvada de Greter.
-¿Ok?, da igual vengan por aquí he reservado tu mesa de siempre porque a veces te pones quisquilloso -Jasper hablo mientras no dirige a la mesa que siempre utilizo desde que tengo memoria -Enseguida les traigo la especialidad de la casa.
Enfoco mis ojos en la chica frente a mí, su mirada ya no está cargada de ironía sino se encuentra confundida.
-Me llamaste como me llamaba un amigo de la infancia -susurra tomandome por sorpresa -¿Comi sabía que me llamaban así? -pregunta y trago grueso.
-No lo sabía, además te traje aquí porque es mi cafetería favorita, deberías sentirte alagada de ser la primera fuera de mi familia en poner un pie aquí -demando cruzando mis brazos y ella arquea una de sus cejas incrédula.
-Vaya, gracias por tenerme a tu lugar familiar secretos Lukas Hedleston, sin duda esta es la mejir experiencia que he vivido jamás -dramatiza con una mano en su pecho, y por mucho que no intento burlarme termino estallando en carcajadas al igual que ella. -Supongo entonces que puedo preguntar por el tal Davin.
Suspiro y asiento, crei justo que si ella me mostró la otra noche un poco suyo yo le muestre un poco mío.
-Davin es mi hermano menor, él...- omito la parte que esta en silla de ruedas -viene amenudo conmigo porque es un fanático de las hamburguesas -termino por responder.
-¿Tú, como hermano mayor?, digo no te ofendas pero no te veo siendo el ejemplo para alguien -habla y justo cuando voy a responderle Jasper se acerca con las hamburguesas.
Comemos en silencio y charlamos un rato, al menos no nos estamos arrancando la cabeza y eso parece sorprenderla porque me sonríe, una sonrisa que me recuerda la pequeña niña que jugaba conmigo y por la cuál tuve un amor platónico.
El sol ya se está escondiendo cuando salimos de la cafetería para regresar a a casa, la brisa de la tarde es ligera y despeina un poco el moño alto de Malú.
-Hoy te traje a la cafetería favorita de mi madre, veniamos una vez a la semana antes de que se marchará -rompo el silencio causando que ella detenga sus pasos.
-Lo siento, no pensé que...
-Ella no ha muerto María Lucía, está viva, viviendo en otro país, ella simplemente se cansó de nosotros y decidió marcharse -contesto con la vista al frente contemplando los autos que pasan por la carretera.
-De igual forma no debe ser fácil para tí hablar de esto Lukas, así que gracias.
-¿Por qué?.
-Por compartir un poco de tí conmigo. -responde -Anda niño bonito que te llevo a tu casa antes de que llegue la noche y te rapten por ahí -ordena y río ya por inercia.
-Tú estas verdaderamente loca -susurro lo suficiente alto para que me escuche y me saque el dedo corazón.
Nota de autor:
Yo sinceramente no tengo palabras para expresar lo feliz y lo agradecida que estoy con las 977 lecturas que posee la historia, esto quiere deck3r que Malú y Lukss están llegando a más personas, y aunque sea poquito para mí ys significa mucho!!!.
No olviden votar y comentar, para que la historia llegue a más personas.
Si te animas déjame un mensaje en mi tablero con gusto te responderé.
Feliz fin de semana y hasta dentro de la próxima actualización.
Los quiero
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro