Isaac hubiera estado tan sorprendido como Scott por la llegada de Jackson, de no ser por la conversación que tuvo con Stiles hace unos días, dónde el castaño le hizo saber que llamaría al kanima para pedir su ayuda en el enfrentamiento contra la manada de alfas, sabía que eventualmente volverían a verse, solo que no esperaba que fuera tan pronto.

Jackson se sentó donde Scott había estado hace unos momentos y los dos se miraron fijamente por unos largos segundos, el chico de rulos había tenido tiempo para pensar que diría cuando este momento llegará, pero parecía de pronto que todos los posibles discursos se borraron de su mente cuando esos ojos azules lo miraron de nuevo y se dio cuenta que talvez su corazón nunca estaría listo.

— Isaac... ¿por qué no me dijiste que estabas embarazado? — pregunto Jackson directamente con un tono más duro del que pretendía usar, sabía que no tenía ningún derecho a cuestionarle nada a Isaac, pero la escena de una familia feliz le había dolido demasiado, en especial porque Stiles no le había mencionado nada cuando pregunto por el omega.

— Yo... yo... — empezó Isaac y su pecho se contrajo por la fría forma en que el chico le hablo — no sé porque no funcionaron los supresores... — dijo sin poder ocultar la culpabilidad en su voz y entonces Jackson lo entendió, ese niño era suyo, coincidía con el tiempo en el que se separaron y explicaba la reacción del moreno, los nervios de Isaac y el aroma familiar del bebé.

— No puedo creerlo... — dijo Jackson dejando caer su espalda en la silla, tratando de asimilar sus palabras, no estaba seguro si estaba feliz o molesto, pero al menos le aliviaba saber que el bebé no era de Isaac y Scott — jamás contestaste mis mensajes o llamadas, pensé que no querías volver a saber de mí y ahora me dices nosotros tenemos un hijo...

— Lo siento Jackson yo pensé...

— No sabes lo mucho que te extrañe, así que cuando recibí la llamada de Stiles no dude en venir, si eso me permitía verte de nuevo, supe que lo primero que haría en cuanto pusiera un pie en Beacon Hills era buscarte, pero ahora no sé qué pensar... solo quiero saber... ¿Por qué?

— Yo también te extrañé y fue difícil la decisión que tome, pero trata de entenderme... tu querías iniciar de nuevo... me pediste que mantuviera lo nuestro en secreto... yo pensé que solo seriamos una carga para ti...

— ¿Cómo puedes decir eso? con lo que sabes de mi pasado, deberías suponer lo terrible que sería para mí no poder estar al lado de mi hijo, sé que lo nuestro fue breve, pero nuestro bebé merece tener a sus dos padres y no tenías porque pasar por todo esto solo.

— En realidad no lo hice solo... tuve mucha ayuda...

— Oh ya veo... — dijo Jackson dándose cuenta que era absurdo pensar que Isaac lo esperaría todo este tiempo — supongo que ahora estas con Scott.

— No, no de esa manera — se apresuró a aclarar el omega — pero él y su madre me han ayudado mucho... — dijo y el rubio empezó a sentir esperanzas de poder recuperar a Isaac y Oliver y no desaprovecharía su oportunidad.

— Isaac quiero ser honesto contigo, aun me siento dolido por como actuaste, no me diste la oportunidad de decidir lo que quería, ni de afrontar esto juntos, lamento que mi forma de actuar te llevara a pensar que no tenías opción, ya no podemos cambiar eso, pero de ahora en adelante me gustaría formar parte de la vida de Oliver y tal vez en algún momento... también de la tuya — dijo tomando con suavidad su mano y mirándolo a los ojos.

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Scott se sentó en una banca del parque, no entendía porque tardaban tanto, pero trato de mantener la calma porque Oliver parecía muy sensible a los estados de ánimo, movía una sonaja frente a él haciéndolo sonreír, pero cuando vio salir a Isaac se puso en pie y los dos chicos se acercaron a él, hubo un momento incomodo donde los dos alfas se dirigieron una mirada, pero Jackson rompió el silencio cuando reparo en el bebé que el moreno tenía en sus brazos.

— ¿Puedo cargarlo?

— No le gustan los extraños — dijo Scott intentando poner distancia entre ellos, pero el pequeño alzo sus bracitos para alcanzar al rubio y no tuvo más remedio que dárselo.

— Eres igual a tu papi, el mismo color de ojos y esa hermosa sonrisa — dijo Jackson mirando  al bebe, el latino parecía irritado por el tono que usaba para hablarle a Oliver, pero luego se dirigió a él — Scott sé que no somos amigos, pero gracias por protegerlos este tiempo.

— No lo hice por ti.

— Lo sé, pero aun así no sabes cuánto agradezco que Isaac y mi hijo estuvieran bajo tu cuidado — dijo Jackson antes de devolverle al bebe y cuando se alejaba Oliver comenzó a llorar, queriendo regresar con el rubio — Isaac te espero en el estacionamiento.

— Tranquilo Oliver — dijo Scott meciendo al bebé — ¿qué quiso decir Jackson? ¿A dónde van? — pregunto Scott y el más alto se sentó, porque necesitaba hablar con él y el moreno hizo lo mismo visiblemente preocupado.

— Scott, Jackson me dijo que podíamos irnos Oliver y yo a vivir con él — dijo directamente.

— ¿Qué? ¿Cómo se atreve a siquiera sugerirlo? — dijo el moreno pensando en una cantidad enorme de razones por la cuales eso era una terrible idea, sin contar sus celos.

— Le dije que si — dijo el rubio y Scott no pudo ocultar su tristeza — escucha creo que sería lo mejor para todos ya les di suficientes molestias a ti y a Melissa...

— Pero sabes que mi mamá y yo estamos felices que estés con nosotros, jamás han sido una molestia, ella te quiere como un hijo y a Oliver como un nieto y yo...

— Lo sé y no sabes cuánto les agradezco por todo su apoyo... pero ya tome mi decisión — dijo el rubio y Scott debía saber que era obvio que Isaac quisiera irse, la familia de Jackson era rica, y él era el padre biológico, lo entendía, pero no por eso era menos doloroso, se despidió de Oliver y de Isaac, en un abrazo que no quería que terminara, tenía el corazón roto, se lamentaba porque por un momento pensó que poco a poco podría ganarse el cariño de Isaac y formarían una familia juntos, él ya amaba a Oliver antes que naciera y a Isaac durante todo su embarazo, pero solo hizo falta que Jackson volviera para arrebatarle todo lo que quería.

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Al día siguiente sería la primera noche de luna llena de Stiles y Liam como hombres lobos y de Malia como parte de una manada, el castaño no había perdido el control en ningún momento a diferencia del inestable rubio y la impulsiva chica, pero el resto de la manada tenía experiencia y Stiles sabría que lo harían bien, el punto de reunión era la antigua casa de los Hale, los primeros en llegar fueron Isaac y Jackson, el omega sintió un poco de pena por su amigo al ver a los dos rubios juntos, pero no había nada que él pudiera hacer.

— Derek — dijo Jackson acercándose a ellos — quiero pedirte tu aprobación para unirme de nuevo a tu manada, tengo intenciones de quedarme de forma permanente en Beacon Hills.

— Bienvenido de vuelta Jackson, pero ahora es Stiles el que toma las decisiones así que debes hablar con él — dijo Derek y el rubio se giró al castaño que estaba al lado del alfa, la confusión solo estuvo en su expresión por un momento hasta que el omega hablo.

— No voy a contradecir a Derek en lo que prometió antes y menos después que fui yo quien pidió tu ayuda, pero en esta manada todos somos iguales y tendrás que me demostrar tu valía.

— Y así será Stiles — aseguro Jackson antes de sonreír de lado y regresar al lado del chico de rulos.

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Liam había llegado al bosque con su nueva niñera Malia, no le agradaba la chica desde que sugirió que, si no era lo suficientemente fuerte para sobrevivir él solo, debía morir como dictaba la naturaleza, pero lo que más le molestaba era que no fuera Scott quien estuviera con él, todos parecían desconfiar de su capacidad de mantenerse bajo control, menos el latino.

Aiden le advirtió que los lobos podían percibir las emociones y detectar las mentiras, pero Scott le había creído ciegamente sin cuestionarlo, cuando empezó a llorar porque no podría jugar más Lacrosse incluso lo había abrazado para reconfortarlo, rodeándolo con su cálidos y fuertes brazos y el rubio se hubiera sentido mal por engañarlo si no fuera porque él era el responsable de todo.

La mordida no fue como lo imagino, no tuvo miedo, ni cuando vio a Scott aún con su brazo en sus manos y su sangre en sus colmillos, no había dolor, solo un agradable cosquilleo que le producía la lengua del chico en su herida, los minutos siguientes el moreno parecía un poco preocupado, como esperando algo, pero cuando Liam pregunto por un olor que de pronto percibió, Scott se dio cuenta que había funcionado.

A partir de ese momento Liam sabía que podría identificar ese olor en cualquier lado, era una esencia fuerte y fresca al mismo tiempo, un aroma como a madera y a naturaleza, era difícil de describir pero ese olor almizclado lo hacía sentir bien, porque era el olor de Scott, el menor no sabía que le traería tantos problemas al moreno su transformación, apenas empezaba a entender el asunto de omegas, betas y alfas y era difícil controlarse, pero a pesar que parecía todo el tiempo ocupado, aun seguía siendo amable con él, solo no entendía porque trataba a Isaac con tanta delicadeza como si fuera a romperse, él era el recién convertido no ese rubio con ridículas bufandas.

Ya empezaba a ocultarse el sol cuando Scott llego, fue el último en presentarse, parecía desanimado y su aroma un poco diferente, Liam quería saber porque, pero antes de poder acercarse, Stiles empezó a hablar sobre el entrenamiento y todos escucharon atentamente se dividirían en dos grupos los omegas y el resto, el objetivo era que los primeros perfeccionaran el ocultar el aroma y los demás mejoraran en rastrearlos.