Mi espalda se despegaba frecuentemente del colchón y mi boca se abría como queriendo emitir un alto gemido. Pero joder, no podía. ¿Gemir el nombre de Jungkook?

-¿Te está gustando lo que hace mi mano?- pregunta sacando un poco los dedos volviendo a retomar la rutina y poniéndose de vuelta sobre mí empezó a besar mis pechos llevándose uno a uno a la boca. Todo lo que experimentaba era nuevo, sin embargo todo conllevaba placer, y eso me gustaba.

-Sí... -contesto entre cortos jadeos apareando mis manos en su nuca, como asegurándome de que no se apartaría

-Pues mi boca aquí abajo haría algo mejor-decía desplazando sus besos por todo mi abdomen, se detuvo en mi vientre, en donde también besó, y mirándome una ultima vez a los ojos continuó, se metió entre mis piernas y su solo aliento en mi vagina me hizo delirar.

Mis caderas hicieron un involuntario movimiento hacia arriba al sentir como besó mi ingle, del tiro puse mis manos sobre sus hombros. Sin prestar la más mínima atención a eso comenzó con lo inminentemente esperado por mi parte, mis piernas estuvieron a punto de cerrarse por su cálido contacto pero él se las arregló para tenerlas sujetas y no que estorbaran. De inmediato un gemido salió de mi boca, y sin querer o no seguí repitiendo el sonido.

A la miera el orgullo.

Pasados unos pocos minutos llegaría mi primer orgasmo. Jungkook lo notó y continuó el trabajo solo con sus dedos arrodillándose sobre el colchón y visualizando todas mis placenteras expresiones.

Y la poca atención que le presté yo a eso. Estaba muy ocupada tirando mi cabeza hacia atrás, gimiendo de gusto apretando como podía las sabanas con mis manos. Faltó muy poco para por fin expulsar todo aquel líquido transparente de mi interior, con el más alto de los gemidos que había soltado.

Finalizado el proceso se posiciona sobre mi apartando mis piernas para ponerse entre ellas. Se puso a la medida, en un pequeño movimiento se introducía y yo estaba de los nervios por lo que se anticipaba.

De repente el miedo se apoderó de mi y me entraron ganas de salir corriendo, pero recordé que ya no podía arrepentirme, habíamos llegado muy lejos y tarde o temprano pasaría.

-¿Tienes preservativos?

¿Tengo preservativos?. No es como para decir por supuesto ,pero sí. Si los tenía. Nunca se me había pasado por la mente hasta el día en que mi mamá me pidió que guardara algunos por si la situación lo ameritaba alguna vez. Apesar de que le dije : "¡Omma!", con las mejillas coloradas, le obedecí y ahora cuento con ellos. Aunque sea algo bochornoso aceptarlo.

-¿P-preservativos?...-cambio la mirada

-¿Donde están?- extendió por sí mismo la mano hasta la gaveta de mi mesita de noche.

¿Cómo lo supo?

-Oh...vaya, nena precavida- sonríe mientras con sus manos lo abre. Se arrodilla en el colchón y se lo coloca a lo largo de su ....tsssk, ya hasta me avergüenza repetir esa morbosa palabra.

Lo sentí reincorporarse

-¿En que estabamos?

Está loco si cree que yo voy a responderle eso. : Ah, sí cuando tu me desvirgas. Adelante.

Dejé de evadir sus ojos y lo miré

-¿Dolerá mucho?...-le pregunté.

Jungkook rió levemente, trataré de pasar desapercibido el que me esye tratando tan imposible-mente bien- A todas les duele -no sabia si tomar eso como palabras de consolación o como una maldita advertencia - pero tranquila, seré cuidadoso, además, piensa en que después disfrutarás muchísimo- se acercó miró mis labios y sin pensarlo me besó lentamente mientras hacía mis piernas enrollarse en su cintura. Y sin siquiera un "¿lista?", trató de hacer presión, pensé que pasaría por lo que aguanté la respiración, sin embargo no sentí nada, cuando volvía a respirar entonces pasó.

Y hecho, soporté el desgarre de mi virginidad.

Poco a poco fue entrando toda la extensión y una vez sentí su pelvis chocar con la mía supe que no habría más, con razón, me sentía más que llena y a la vez extraña. Con un notable dolor y ardor, soportable claro.

-Ya está, ¿te duele?- preguntó apegando su rostro al mío dejando que su respiración chocara con mi mejilla, cerré los ojos esperando a que pasara de a poco, era más bien una incomodidad- Esperaré...

De mi boca solo salió un bajo "si". Después se acercó a mi cuello y se entretuvo dejando besos húmedos y chupones hasta mis clavículas, en lo que yo, con todo y mi dolor pensaba : ¿dónde está Jungkook y quién es este chico atento y cuidadoso? . Y lo que más importa:

¿Por qué hemos llegado a esto? ¿Por qué de repente esto esta pasando? ¿Por qué recién reacciono de esta locura?

Jungkook se retiró un poco e introdujo de nuevo, haciéndome olvidar la respuesta de cada pregunta ,por lo que vuelo a soltar un gemido.

Se movió dentro fuera lento y profundo. Besándome y acariciando mis muslos y piernas cada que podía.

Jamás pensé mi primera vez sería de esta manera. En mi habitación, Jungkook, yo, desnudos, teniendo sexo en medio de una fuerte tormenta de lluvia truenos y relámpagos, con nuestros padres a quilómetros de nosotros.

En yo entregándome a él, dándole el permiso de arrebatarme la virginidad que tanto me abstuve a mantener hasta los 17. Era malditamente increíble.

Pero muy muy muy en el fondo estaba feliz. Después de todo es lo siempre quise y lo obtuve sin ningún esfuerzo.

Cuando vio que yo lo estaba disfrutando y que al igual él, gemía de placer y no de dolor, aumentó el ritmo de las estocadas a uno más arrollador, fuerte y rápido.

-....¿Te gusta?- Susurró sobre mis labios.

-Sí...

El chocar de una piel con otra, el sonido cada vez que se estrellaba contra mí.

Se separó de mis labios, automáticamente continué gimiendo y chillando por la rapidez con la que lo hacía.

-Gime mi nombre nena...quiero escucharte, grita el nombre de tu hermano -pidió hablándome al oído

No se por que me dio risa pero reí soltando un alto gemido al percatarme de su incluso más fuerte penetración. provocandome el mejor placer que habia sentido nunca.

-¡Junggkook-ah!

-He tenido infinidades de sueños húmedos contigo, y todos terminan así - confesó en mi oído luego de chupar mí lóbulo, repartió besos por todo mi cuello. Sonreí con aires de satisfacción al escuchar eso. No era la única que fantaseaba con este momento y eso me ponía feliz.

-¿Estas diciendo que...-me interrumpí yo misma para luego soltar un -¡Ah, Oh por Dios! -..sueñas conmigo?- prosigo pensando que le resultaría incómodo contestar pero que él me contesta como si le hubiera preguntado 2x2

-tal vez, me hayas jodido la cabeza viendo las fotos que subes a instagram. O...tal vez te miré los cenos cuando llevabas una blusa ceñida y te los hacía ver incluso más grandes, solo tal vez- confiesa y yo entierro mis uñas en su ancha y musculosa espalda de Dios griego.

Nuestros cuerpos sudaban. A él se le veía tan sexy, su pelo se pegaba a su frente, esos sensuales jadeos, la expresión de su rostro, la cual demostraba que lo disfrutaba al máximo tanto como yo.

Mi intimidad empezó a latir más fuerte de lo común apretando su rígido miembro con mis espasmos ,el cual que se desplazaba dentro de mí extirpando mi "Punto G", un cosquilleo se instaló en mi vientre, una especie de corriente eléctrica me asotó obligándome a doblar un poco mi espalda. Mis muslos temblaron, tan débiles que pensé que no los podría sostener en donde estaban.

-Oh...Oh dios, ...mierda, me corro- articulé como pude postergando un poco mi sección de gemidos y jadeos de placer

-Hazlo- autoriza retomando el constante y placentero ritmo besándome el cuello y la mandíbula, mirandome a los ojos a cada movimiento- córrete para mí, hermanita

Un gemido lleno de soberbia proveniente de mi boca se escuchó por todo el lugar cuando alcancé el orgasmo gracias a su maravilloso envite. Jungkook siguió, corriéndose también.

Todavía dentro, me besó suavemente dándome del rico sabor de sus labios.

Le correspondí y sin dar uso de las lenguas se separó. Luego salió poco a poco de mi interior dejándose caer a mi lado, su pecho subía y bajaba buscando regularizar su respiración. Se sacó el condón y lo desechó en el bote de basura al lado de mi escritorio. Yo volví a cubrirme con la sábana, él imitó mi acción.

-Estoy seguro que el raro ese que tienes como novio no te va a follar así en su vida

-No hables así de él- incluso en mi estado post-orgásmico no dejé pasar eso, nadie habla mal de mi Jae-. Me siento mal por estar haciéndole esto, no se merece que lo traicione así

-No es tu culpa, ni mía

-¿Que pensarán mamá y papá de nosotros? menciono de repente-. Se van una noche y sus hijos terminan teniendo relaciones en medio de una tormenta

-Ellos no tienen por que enterarse de esto, si queremos intimidar lo haremos y punto.

-Sabes a lo que me refiero- viré la cabeza en su dirección para mirarle a los ojos- somos... hermanos

-Oh, vamos ,no somos hermanos Tn. Mi sangre no corre por tus venas ni la tuya por las mías. No hay un lazo sanguíneo entre nosotros.

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Mi pelo estaba mojado, la mayor parte pegada a mi espalda. Mi cuerpo empapádose del agua que caía de la ducha. Un fuerte dolor que abarcaba desde mis muslos hasta mis piernas casi impidiendome caminar. Me sentía extraña, y a la vez aún no conseguía asimilar lo que había hecho, como tal barbaridad pudo haber ocurrido. Lo peor es que pude haberme negado, sin dudar pude haberle dicho que no, pero tenía motivos, estúpidos motivos por los cuales ceder.

Entre tanto pensar sentí la puerta del baño ser abierta. No podía ser otro ser humano en esta tierra que Jeon Jungkook. Sé que ya lo había visto sin ropa, que además el me habia visto a mí desnuda pero no pude evitar sonrojarme por semejante vista, volteando para no ser observada en mis partes más íntimas, dándole la espalda, lo que no hizo detener su paso hasta adentrarse a la ducha cerrando la puerta de cristal detrás de él. El momento de escuchar la masculinidad de su voz llegó poco después.

-¿Ocultándote a mí?, ¿es enserio?, ¿después de lo que pasó anoche?- soltó unas tres preguntas seguidas. Cerré los ojos fuertemente. A pesar de todo seguía pareciéndome extraño hablar con el sin pelearnos por algo o discutir mandándonos al diablo el uno al otro- voltea, anda, no tengas pena, por lo menos no conmigo

Giré a punto de temblarme la quijada, y no exactamente por el agua fría. Si, la electricidad está de vacaciones y no le ha dado la regalada gana de volver

-¿Cómo te sientes?- interroga con normalidad, me proporciona un pequeño e insignificante empujoncito cediéndose la ducha para que el agua callera sobre él.

¿Que se supone que respondo yo a eso?

-B-bien...-tartamudeo

-¿Bien?, ¿no te duele nada?- repite la incógnita mejor elaborada.

-Un poco, las piernas -respondí esta vez excluyendo el balbucear de mi voz, queriendo bajar mi mirada pero a la vez no pudiendo, mirar hacia abajo sería...arriesgado

Jungkook rodeó con sus manos mi cintura y me atrajo hacia él, levantó mi mentón para luego besarme suavemente.

Llevó una de sus manos a mi nuca atrayendome más. Mis senos se friccionaron contra su pecho. La mano en mi cintura manoseó mi glúteo derecho sacandome jadeos que logré soltar entre dientes.

No puedo creer que quiera más

Estuvimos así uno o dos minutos aproximadamente. Hasta que el se separa y sin decir nada me besa nuevamente

Su miembro ya estaba duro, aunque no quería lo sentí, nos pusimos cachondos en menos de cinco minutos. Me tomó de las nalgas haciéndome trepar sobre él, mis piernas se enrollaron en sus caderas permitiendome sentir mejor su miembro.

-Jungkook, sin condón no -me adelanté a decir, él ignora mi dicha y sin dejar de besarme se alineó en mi entrada y me penetró. Nuevamente sentí dolor, aunque más leve.

-Mggh!~ mi gemido hizo eco por todo el baño

-Nunca lo he echo sin condón, mi polla está sana, si es lo que te preocupa- consigue decir dejándome en absoluta tranquilidad. Me sujetó de las nalgas y me empujó contra él introduciéndose por completo. Mi vagina lo recibió con la misma estrechez que el día anterior.

-Dios, así es mucho mejor- confesó mientras el agua resbalaba por nuestros cuerpos.

Me llevó contra la pared y con mucha potencia me embistió.

Que desalmado. Le dije que me dolía

Me besó como si dependiera de ello para vivir, le correspondí sin dudar dándole paso a su lengua. Se escuchaba un leve eco de mis chillidos y gemidos en el baño

-Jungkook - suspiré al decir su nombre como pude, sentía tanto placer que no lograba decir cosas coherentes- esto está mal...

Me arremetía con una inusual potencia que estaba volviéndome loca y casi que me impedía soltar y botar aire por la nariz. Nunca había anhelado tanto que invadieran mi espacio personal como hasta ahora lo había hecho él.

Cerró la llave del agua y caminó conmigo encima aún con la poca visibilidad con la que contaba. En el menor tiempo posible mi cuerpo estaba sobre la cama. Las cortinas estaban apartadas por lo que la claridad era mucha dentro de la habitación.

-Jungkook...-gemí al sentirlo entre mis piernas. Lo que provocó que mi espalda se arqueara como tantas veces había pasado la noche anterior -¿y si vienen mamá y papá?

-No vendrán aún, relájate- y dicho esto siguió empleando esa maravillosa lengua tocando mi sexo y golpeándolo de placer y encanto

Me hizo venir dos veces seguidas, el placer fue tanto que sentía que me desmayaba. Se acercó a besarme todavía con su mano en mi sexo hambriento esperando por su gloriosa polla.

-J-jungkookhh...‐a penas y podía respirar, mucho menos hablar- por favor hazlo ya

Me complació sin chistar. Lo sentí penetrarme. Jadeó en mi boca sujetando mi cintura con la mano que no ocupaba para sostenerse. Me empujaba ferozmente contra el hundiéndose sin la más pequeña pausa

-¿Te gusta esto no?- habló entonces besando la curvatura de mi cuello, enlazando su mano de sostén con la mía, la apreté fuertemente gimiendo placenteramente - que te folle sin piedad

-si..Ah!!!- dije extasiada

Que bipolar soy...

-Quiero hacer tantas cosas contigo - me besó la boca torpemente, sofocando mis gemidos -pero todavía no puedo. No estás lista.

Derramó su líquido en mi interior con un placentero gruñido que me hizo llegar a clímax. Respirabamos agitados pero para nada cansados, claramente aun queríamos más.

Su miembro se había puesto flácido en mi interior, el semen se derramaba por toda mi vagina teniendo yo la mayoría dentro. Entre suspiro y respiración entrecortada lo vi sonreír, esa sonrisa que solo un buen sexo te puede dar

-Ponte en cuatro, déjame ver ese hermoso trasero que tienes

Obedecí poniéndome en cuatro a penas pudiendo sostenerme de brazos y piernas, deseperada por sentir contacto con su cuerpo y ansiosa por lo que me pudiera hacer, que sin duda sería bueno, muy bueno. Sujetó mis brazos detrás de mi espalda por lo que ahora apoyaba mi mejilla izquierda contra el colchón.

Estaba tan malditamente cachonda que mis líquidos corrían por mis muslos. Parecíamos dos actores pornos filmados por una cámara.

Repasó sus manos por toda mi espalda, indicándome que pusiera mis manos de vuelta al colchón, dio besos y caricias que solo conseguían ponerme inquieta, ya que lo que realmente quería no lo estaba haciendo.

Minutos después me penetraba con tres dedos. Tocaba mi duro clítoris con su mano libre y me penetraba con los dedos de la otra haciéndome ver el mismísimo cielo por lo bien que se sentía. Gemí al sentir manera en la que se introdujo en mi y comenzó a penetrarme sin parar.

Poco después de correrse y dejarme exhausta me hizo quedar bocarriba para luego besarme arrebatando el poco aliento que me quedaba, aún así no me reusé a corresponderle y atraerlo a mí ,rodeando su cuello con mis brazos soltando un leve jadeo cuando abarcó con su enorme mano una de mis nalgas, me sentía muy sensible, por ende, que cualquier toque de su parte me hacía soltar un sonido.

Se separó jalando suavemente mi labio inferior, el cual mordí yo misma luego. Permanecimos en silencio mirándonos con la respiración echa un desastre, no habrá llegado al minuto cuando Jungkook decidió hablar.

-Creo que -suspiró todavía encima mío sosteniéndose de sus fuertes brazos- hemos tenido suficiente. Papá envió un mensaje diciendo que ya habían salido. Posiblemente estén aquí pronto.

-Supongo ...-hablé yo- esto acaba aquí ¿no?

-Sí...-respondió mientras asentía - esto solo fue diversión.- asentí también de alguna manera no satisfecha por su respuesta, siempre sin admitirlo tanto- ¿te gustó tu primera vez?- se levantó de encima de mí despidiéndome del calor de su cuerpo sobre el mío

Segundos después de cubrirme hasta los cenos con el edredón respondí viéndolo colocarse su chándal y sentarse en la cama de nuevo.

-Mucho. Gracias por haberte portado tan cuidadoso conmigo- noté que me miró de reojo mientras se colocaba la camiseta-ya sabes. . .no nos llevamos muy bien y. . .-paré en seco al sentir su completa atención sobre mí una vez se colocó toda la ropa y estuvo de pie, igual no pude evitar que mis mejillas tomaran ese típico color carmesí y bajar un poco la mirada- bueno...

-Si lo que te preocupa es mi silencio cuenta con que solo lo sabremos tu y yo

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