Dos semanas habían pasado desde que Johan había sumergido a Clarisa en la nebulosa del placer. Había logrado que le confesara que ella había sido la que ejecutó a los hombres de su tío. Entre lo hombres muertos se encontraba Sharper.

-¿Quién es Sharper?- Pregunto Johan en ese momento.

-El fue uno de los que me secuestraron el día del funeral de mi padre, después de que Knife me ultrajará mi tío les ordenó que me golpearan hasta matarme, pero Shadow me disparo. Solamente así dejaron de golpearme. Mi tío lo disfruto y mucho-

Después de esas revelaciones Johan entendía que era imperativo para Clarisa vengarse, su tío tenia que ver en la muerte de todas las personas que la habían amado, implícitamente él sería un eslabón en la cadena de venganza que ella estaba tejiendo. Entendió con cada entrenamiento, cada lucha en el ring la hacía fuerte, en lo que no coincidía era en que luchara con su tío, ese sería su meta.

Claro esta que Clarisa se había echo muy perspicaz; sabía que Johan la mantenía ocupada con sexo, para mantenerla alejada de los cuadriláteros clandestinos, pero ella tenía una meta en la vida, cumplir con su deseo de venganza; por más que amara a Johan, tenía que hacerlo.

Un día mientras a Johan le asignaron el turno nocturno, Clarisa aprovecho para buscar a su amiga; Mama no había tratado en localizarla por lo que Clarisa estaba muy preocupada. Clarisa llego a pensar que talvez Johan le había pedido que no la buscará, cualquier cosa podría ser la razón para que ella no la contactará. El primer lugar que visitó fue el albergue que había sido su hogar por días, pero nadie la había visto en días. El siguiente lugar que visitó fue el cuartucho donde vivían antes de que Johan la obligará a ir con él, pero no había ido ahí en días. Tomo una decisión, se sentó en el viejo sofá y la esperó; eran las cuatro de la mañana cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a una mama muy magullada, le habían dado una buena paliza.

-Estas hecha una mierda- Le dijo Clarisa.

- ¿Y tu que haces aquí? Creí que tu lindo policía te había amarrado a su cama-

-Casi, pero no pudo. Quiero retomar los entrenamientos y las peleas-

-¿Cómo harás para que el poli no se entere?-

-Usaré una mascara o maquillaje para que no me reconozcan-

Después de dos horas de ponerse al día, Clarisa le dio la dirección del apartamento de Johan a mama. Mama le dio parte del dinero que había ganado en sus anteriores peleas, por si necesitase huir, ya que la otra parte la había usado para pagar el cuartucho.

-Compra un móvil para que estemos en contacto- Le pidió mama.

-Lo haré a penas pueda y dame tu número. Tengo que irme Johan llegara a eso de las ocho y ya son pasada las seis-

-Bien. Sólo déjame decirte que te cuides, si te embarazas tu venganza tendrá que postergarse-

-¿De que hablas mama?-

-No eres la misma, Clarisa. Crees que no me daría cuenta de que en algún momento te entregarías a él. Estar en el mismo lugar a solas con el chico que amas, es muy difícil de que no suceda-

-No sabes lo que dices?-

-Claro que si lo sé. Solamente ve a un médico y busca un método para no quedar embarazada-

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Mientras Clarisa se veía con su amiga, Johan estaba en la estación de policía, había sido extrañamente una noche muy tranquila por lo que estaba haciendo trabajo de escritorio. Sin embargo la mente Johan estaba en su departamento, con los recuerdos de Clarisa retorciéndose debajo de su cuerpo. La amaba con locura pero nunca se lo había mencionado, solamente le había dicho que le pertenecía, tenía que demostrarle que la amaba, así talvez dejaba de lado la promesa de venganza que había hecho. Tal vez si le propusiese matrimonio, hablaría con su madre para que lo aconsejara que hacer.

Al ser la ocho de la mañana al salir Johan, se dirigió directo al hospital donde trabajaba su madre, no era el lugar indicado pero por lo menos podrían quedar en reunirse en otro momento. Al llegar a la puerta de su consultorio toco dos veces y escucho un leve .

-Pase- Johan entro y cerro la puerta de inmediato.

-Buen día, madre- Saludó Johan.

-Hijo. ¿Qué sucede?-

-¿No puedo venir a ver a mi madre?- Dijo Johan con molestia.

-No es eso, estuviste dos semanas de licencia y no viniste aquí, ni fuiste a mi casa a verme. Esa chica te ha tenido muy ocupado- Lo ultimo fue mas una confirmación que una pregunta.

-¿Por qué crees que es una chica?-

-Me visitas una vez a la semana y en esas dos semanas no lo hiciste. Soy tu madre. Te conozco-

-¿Recuerdas a Claire?-

-La chica que una vez trajiste y luego la dejaste en un orfanato?-

-Si, ella. ¿Cómo te lo explico?-

-Cuéntame desde el principio. Ya coy saliendo-

-Vamos al Coffe shop a dos cuadras de aquí y te cuento-

Pasa las siguientes dos horas hablando con su madre de Clarisa, omitiendo la parte más dura de la historia; aunque su madre sabe que ella fue agredida sexualmente.

-Madre, no quiero que continúe peleando, hemos tenido intimidad sin protección, pero hay momentos en que me siento miserable al quererla embarazar-

-Hijo, creo que es muy difícil que ella pueda tener hijos algún día y con respecto a esa promesa que ella hizo, si por alguna razón divina ella quedase embarazada, solo postergaría el cumplimiento de la promesa. Ella es eso una luchadora-

-Ese es el problema madre, ella es muy decidida-

-¿Cuándo es tu día libre? Llévala a casa de todos modos es mi nuera, quiero conocerla mejor-

-Bien madre, hablare con ella-

Johan llegó más tarde por la visita hecha a su madre, lo que le sorprendió encontrar a Clarisa durmiendo, se le hizo extraño pero no dijo nada, ya que el desayuno estaba listo en el horno. Tomo su desayuno y se dispuso a dormir junto a su amada. Por la tarde cuando Johan despertó, después de un sueño reparador no encontró a Clarisa en la cama por lo que se lavó los dientes y tomó una ducha, para luego dirigirse a la cocina moría de hambre. Al llegar a la sala se sorprendió al encontrarse a Clarisa con ropa de deporte y practicando sus Katas.

El hecho de ver a Clarisa practicar sus artes marciales y las técnicas de defensa personal no le daban buena espina a Johan era evidente que sus tánicas de disuasión no habían sido convincentes.

-Buendía señorita Craig-

-Buen día cariño-

-Te extrañé al despertar. Estas muy activa hoy- le dijo Johan abrazándola por la cintura.

-Bueno he retomado mis entrenamientos, la practica hace al maestro, dice el dicho. Con respecto a despertar conmigo a tu lado, he tomado la decisión de dormir en el cuarto de las visitas, no dormiré contigo hasta no ver a un médico y me recete píldoras anticonceptivas-

-Si quieres, le hablo a mi madre, ya la conoces-

-Si, fuese genial alguien de confianza-

-Hablaré con ella para que te vea mañana por la tarde-

-Perfecto-

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-Te he dicho que Clarisa esta viva, mi padre no logro matarla el día del funeral- Le dijo Bruce a su madre.

-¿Qué quieres que hagamos, Bruce?- Dijo Alana.

-Que le ayudemos a destruir a Anderson-

-Recuerda quien es Anderson-

-El perdió el derecho a que le llame padre, recuerda lo que te ha hecho y te sigue haciendo. Nunca has podido rehacer tu vida, si no es que aleja a tus pretendientes los ha matado y todos ellos buenos tipos y las veces que te ha golpeado-

-Algún día pagará, hijo-

-Si, por la mano de Clarisa. Si tu no me ayudas lo hare solo-

-No, hermano no estas solo- Dijo Brianna entrando en la sala de la mansión.

-Tu amabas a papá- Dijo Bruce.

-Si no lo voy a negar. Pero todo ese amor se fue a la mierda cuando escuche de sus propios labios dar la orden de matar a Clarisa. He seguido de cerca todos los pasos de nuestro querido padre, tengo toda clase de información en su contra- Dijo Brianna.

-¡Ustedes están locos!-

-Tal vez si madre. Pero ya me cansé de esperar. Pero antes de todo tenemos que hablar con el señor Bain, tiene un soplón en la mansión Craig del cual debe de deshacerse-

-Lo llamaré en este momento- Informó Bruce.

-Hazlo, hermano-

El teléfono suena y a los tres tonos contestan.

-Mansión Craig- Contesta una mujer al otro lado de la línea.

-Deseo hablar con el señor Evan Bain- Pidió Bruce.

-¿Quién le habla?- Preguntó la mujer.

-¿Esta o no esta el señor Bain?-

-Pregunta por Datchner- Pidió Brianna a su hermano.

-Si el señor Bain no esta comuníqueme a Datchner- Dijo Bruce.

-Señor Datchner, hay un hombre preguntando por el señor Bain y por usted. No quiere identificarse- Dijo la mujer al otro lado de la línea.

-¿Quién habla?- La voz profunda de Datchner se dejo escuchar al otro lado de la línea.

-Datchner, soy Bruce Craig. Necesito hablar con el señor Bain, es muy importante-

-Puedes decírmelo a mi- Dijo Datchner.

-En lo absoluto, será solamente a él. Pero si te diré se trata de un espía-

-Señor Bain. El joven Bruce Craig desea hablarle. ¿Le comunico?- Pregunto el jefe de seguridad de Bain.

-Dame el teléfono- Dijo Bain.

-Bruce dame el teléfono, yo se quien es el soplón- Ordeno Briana. Sue hermano le cedió el móvil.

-¿Quién habla?- Preguntó Bain.

-Señor Bain, soy Brianna...- Evan no la deja terminar.

-Eres la hija da Anderson-

-Para mi mala suerte, si- Dijo con sequedad Brianna.

-Habla, niña que no tengo todo el tiempo-

-Mi padre tiene un espía en la mansión Craig, principalmente le espía a usted- Dijo Brianna.

-¿Cómo sé que es verdad lo que dices? Y no una jugarreta de tu padre-

Aunque Evan sabía de lo despreciable que había sido Anderson con sus hijos y exesposa Evan tenía que estar seguro o pondría en riesgo la vida de su nieta y la de Johan por haberla salvado.

-Ace unos días llego un policía, uno muy joven y guapo. Usted lo mando a llamar. Mi padre lo sabe aunque todavía no ha descubierto el motivo; el motivo que mi hermano y yo conocemos-

-¿Cuál crees tu que es ese motivo?- Pregunto Evan sondeando el terreno.

-Mi prima Clarisa. Ella es un obstáculo para lograr su cometido. Volviendo al policía, recuerdo que él la ha protegido todo este tiempo. Sé que mi padre la cree muerta, pero piense señor Bain, mi padre se esta preguntando porque no ha desmembrado las empresas de la familia Craig, si ella esta muerta. Usted y nosotros sabemos que no es así. ¿Cuánto tardará mi padre en atar cabos?-

-¿Quién es el espía, según tú?-

-Recuerda la mujer del servicio encargada de la habitación de tía Arlene. Ella era la amante de mi padre. Su hija había sido una mujer muy sana hasta que se anunció su embarazo. Tiempo después ella empezó a enfermar, hasta su muerte. No se que uso la mujer, pero fue ella, por orden de Anderson-

-Es difícil creerte. ¿Pero que quieres de mi?- Pregunto Evan.

-Hagamos un trato confirme lo que le estoy diciendo. El número del identificador es el número de mi hermano. Cuando se sienta seguro, solamente llámenos. Recuerde que la vida del policía esta en peligro y por medio de él llegaran a Clarisa-

-¿Crees que el viejo reaccione?- Pregunto Bruce a su hermana.

-Clarisa es el único familiar que le queda. Tendrá que hacerlo-

-Y mientras eso sucede que hacemos, hermana? ¿Nos cruzamos de brazos?-

-No, tonto. Primero seguir vigilando a Anderson, segundo localizar a Clarisa sin que el ogro se entere y por último fraguar el plan para la caída de Anderson- Expreso Brianna.

-Clarisa no querrá ni verme, fue por mí que Anderson mató a sus padres adoptivos. Se te olvidó ese detallito hermana- Le recordó Bruce a su hermana.

-Eso no fue tu culpa. No sabías que él te seguía-

-¿Cómo sabemos que no lo hace ahora, Brianna?-

-Mi contacto me dijo que no lo hace desde la su puesta segunda muerte de Clarisa. A quien vigila ahora es a mamá.- Lo dice Brianna mirando a su madre que hasta el momento estaba como espectadora silenciosa.

El móvil de Bruce sonó con una notificación de mensaje, se dispuso a leerlo.

"Sedge Green, Street, 11:30pm. Trae dinero"

-Hermana hoy es el día. Veremos a Clarisa- Dice Bruce.

-Así, ¿Por que lo dices?-

-Hoy hay peleas en Sedge Green. Ella estará ahí-

-Pues ahí estaremos- Dijo Brianna.

-Están locos ambos- Dijo Alana a sus hijos.

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Clarisa acompaño a Johan a visitar a su madre, Cinthya Roy. Ella se había emocionado al saber que su hijo había encontrado la mujer de su vida, quería que su hijo formara su propia familia, dejara de ser policía y se encargará del negocio familiar, la industria inmobiliaria no era del agrado de Johan, pero la justicia si, su padre es uno de los dueños del bufete de mayor renombre en Inglaterra; sin embargo decidió ser policía.

-Madre, te presento a Clarisa. Aunque ustedes ya se conocen- Dijo Johan.

-Doctora Roy, es agradable volver a verla- Expreso Clarisa.

-Me alegro de verte. ¿Como has estado?¿Mi hijo te trata bien?-Preguntaba Cinthya como si de un interrogatorio se tratase.

-Yo también me alegro de volver a verla. He estado muy bien y si su hijo me ha tratado muy bien- Dijo Clarisa sonrojándose al recordar las noches de pasión con Johan.

-Clarisa, mamá. Yo las reuní hoy para pedirte algo, Clarisa- Dijo Johan tomando la mano de Clarisa.

-Me estas preocupando Johan- Dijo Clarisa.

-Clarisa, yo se por lo que has pasado y lo que has sufrido. Se que hiciste una promesa de venganza. Tus seres queridos y tu merecen justicia. Yo haré todo lo posible para que se haga. Pero quiero que nos vallamos lejos de todo este odio y formemos la familia que nos merecemos. Temo que Anderson te vuelva a encontrar y esta ves podría ser definitivo. Tu y yo tenemos el dinero suficiente para vivir varias vidas sin trabajar. Acepta por favor. Yo te amo-

Esas tres últimas palabras calaron profundo en el corazón de Clarisa, pero ella les había hecho esa promesa.

-Johan, yo también te amo. Pero yo hice una promesa- Clarisa miró directamente a los ojos de Johan y en ellos vio miedo, tristeza y decepción.

-Lo entiendo- Dijo rendido.

-Clarisa, ¿Por qué no lo intentas? Has sufrido a una temprana edad. Trata por un tiempo de llevar una vida tranquila. Pasado un tiempo si la justicia no actúa, puedes cumplir tu promesa. Sabes nadie te juzgara por querer ser feliz- Dijo Cinthya tratando de ayudar a su hijo y de salvar la vida de Clarisa.

-Esta bien, lo haré, pero te doy un año, Johan, para que lleves ante las autoridades a mi tío. Si en ese tiempo no lo has logrado, tomaré la ley por mi cuenta- Dijo Clarisa.

El resto del día la pasaron entre risas y anécdotas de la infancia de Johan, Clarisa se sintió a gusto con Cinthya, ella era como Adara y como Mariel las dos mujeres que la habían amado como una hija y que su tío las había asesinado.

Al día siguiente Johan se fue al trabajo como cualquier día; hablaría con su jefe para entregarle su renuncia de las fuerzas policiales, se había propuesto cumplir con su palabra no solamente renunciaría, sino que también le entregaría una serie de pruebas que había recabado durante su investigación en contra Anderson Craig. Johan confiaba en su jefe por lo que se las entregaría a él y así cumplir su palabra de entregar a Anderson a la justicia.

Era media noche y Johan nada que regresaba a su departamento, Clarisa estaba preocupada ya que Johan no debía que trabajar, inicialmente no lo había hecho pensando que estaba con su madre pero no pensaba que se tardase tanto por lo que decidió a llamarlo, al decimo intento y no tener respuesta ya empezó a preocuparse seriamente. Mientras caminaba por la sala del apartamento pensando en donde podría encontrarse Johan, El timbre del interfono sonó. ¿Quién podría ser?, solamente Cinthya sabía de su existencia. Miró por la pantalla del interfono y se encontró con el rostro de Mama; en ese momento tuvo el presentimiento de que todo iba mal. La dejo entrar sin percatarse de las personas que acompañaban a su amiga.

-¿Qué hacen ellos aquí?- Pregunto Clarisa al ver la compañía que traía Mama.

-Tranquila Clarisa. No vinimos a hacerte daño, es mas hemos venido a apoyarte-Dijo Brianna a su prima.

-Así, por la culpa de tu estúpido hermano mis padres adoptivos están muertos- Dijo con enfado Clarisa.

-Lo sé, voy a resarcir ese hecho. No sabía que Anderson me seguía, si lo hubiese sabido jamás me habría acercado a ti- Dijo Bruce con pesar-

-Bueno a lo que vimos. Ya pronto vendrá Anderson con su gente- Dijo un mama muy molesta por la perdida de tiempo.

-¿De que están hablando?- Pregunto Clarisa.

-Anderson tiene a Johan, no sabemos ¿Por qué?. Pero esta la posibilidad de que vengan aquí y te encuentren- Dijo Bruce.

-Fuimos por la madre de Johan y ella esta segura- Dijo Brianna.

-Nos tenemos que ir ya. Dejen de parlotear como pericos- Dijo mama.

-¿Cuál es el plan?- Preguntó Clarisa mientras sacaba una mochila con algunas pertenencias.

-El que siempre te has planteado. Destruir a Anderson- Inquirió Bruce.

-¿Por qué me ayudan?-

-Anderson nunca fue un padre. Nos ha arruinado la vida a mi madre y a nosotros. Nadie nos quiere cerca. Mi madre ha sufrido por él- Dice Brianna.

-Que joya nos fuimos a gastar por familia- Dijo Clarisa.

-¿Nos vamos?- Preguntó mama al ver que los primos no hacían por donde irse.

-Hay una salida secreta, solamente Johan y yo la usamos para salir-

-Pues vámonos- Dijeron lo otros.

-¿Qué saben ustedes de Anderson?- Pregunto Clarisa a sus primos.

-Todo- Respondió Brianna.

-¿Saben donde están Bones y Knife?-

-Claro que si, sabemos donde están-

-Bueno empezaremos por ellos-

-Excelente, le cortaremos los tentáculos al pulpo- Dijo mama.

-Exacto- Dijo Clarisa cuando se subían a uno de los autos de Johan.

Al salir a la calle notaron como de unos autos salían los hombre de Anderson, no sabían a ciencia cierta que estaban haciendo en el lugar lo importante es que no encontrarían a nadie.