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Capítulo 4

Clarisa regreso al hotel donde vivía por ahora, vio a gerente de reojo que la miraba cual trozo de carne; llego a su habitación y se puso a llorar; cada día se preguntaba ¿Qué había hecho mal para que estuviera viviendo ese infierno? Extrañaba a su padre y no podía ir con su abuelo porque bien sabía que su tío, estaría cerca y no quería el mismo final que su padre para su abuelo.

No tenía casi dinero le habían robado su bolso y tenía poca ropa. En eso la puerta se abrió de golpe, Clarisa se quedo petrificada, creía que era su tío quien la había encontrado. Pero al mirar bien era el gerente del hotel, un hombre de mediana estatura gordo, calvo, ojos oscuros, con mal gusto para vestir y sobre todo mal oliente.

-¿Qué...?-

-¿Te has peleado?- Pregunto el hombre.

-No es su problema- Dijo Clarisa.

-Yo podría ser tu protector-

Clarisa le lanzo una sonrisa sarcástica. El hombre nunca podría protegerla de su tío.

-¡A si! ¿A cambio de que?-

-Bueno, ya tu sabes. Tengo necesidades, necesito amor-

-¡Esta loco! Búsquese una mujer de su edad- Clarisa cada vez se ponía mas nerviosa, él hombre se acercaba a ella lentamente. Pronto estaba tan cerca de ella que le acaricio su rostro con delicadeza, lo que a Clarisa le causo nauseas y empezó a vomitar.

-¡Pero que mierda!- Dijo el hombre.

-¡No, no me toques!-

-Yo quería ser gentil. Pero ahora sabrás que es un hombre- La abofeteo en la mejilla.

De momento por la adrenalina Clarisa no sintió nada, le devolvió el golpe al hombre; pero esta lejos de detenerse la volvió a golpear y esta vez Clarisa si sintió el golpe, con ese golpe vinieron los recuerdos del fatídico día del secuestro y los recuerdos de la muerte de su padre. La ira creció en Clarisa, de pronto tomo la lampara de la mesita de noche y se la estampo contra su cabeza, Clarisa a pesar de ser una adolescente medía metro setenta y cinco, contra metro sesenta que medía el hombre. El hombre cayó inmediatamente al suelo inconsciente.

Clarisa se asustó nunca en su vida había golpeado a nadie, pero en cierto modo se sentía satisfecha, había logrado defenderse por primera vez. Pero la exaltación no le duro mucho había golpeado a una persona, por lo que tendría que huir nuevamente. Tomó las pocas cosas que aun le quedaba y las metió en una bolsa y salió corriendo de la habitación, de camino se encontró con algunos inquilinos que la miraron con extrañeza, de seguro por los golpes en su rostro.

Clarisa llego a la calle y empezó a caminar sin rumbo fijo, hasta que llego a un parque en el había personas que pasaban el día. De pronto vio a una pareja jugar con su pequeña hija, Clarisa recordó que nunca conoció a su madre, su padre había sido el mejor de todos, al menos para ella, su abuelo es severo pero siempre ha sido afectuoso con ella, pero ahora sus padres no existían, quería correr hacia su abuelo pero temía que tuviera el mismo final que su padre.

Las lágrimas le mojaban el rostro a Clarisa, se sentía débil, como podría ella destruir a su tío, él es un hombre poderoso y malo. Pensó pero no se le ocurría nada; Clarisa estaba ensimismada en sus pensamientos cuando de pronto sintió los brazos de un hombre que la sujetaba.

-No te muevas o será peor para ti- Dijo el hombre, cuando Clarisa volteo pudo ver a tres policías mas el que la sujetaba.

-¡Déjenme!- Grito Clarisa.

-Tenemos que llevarte a la estación de policía- Dijo uno de los oficiales.

-¿Por qué me detienen?-

-Hay una acusación en tu contra- Contesto el hombre. Clarisa inmediatamente dejo se pelear. De camino a la estación lo policías le hacían preguntas, pero el silencio era sus respuesta.

-Me parece que te he visto en algún lado- Dijo uno de los policías. Pero nuevamente el silencio respondió.

Clarisa fue puesta en un salón con un gran espejo, ella se sentó y se quedo quieta sin mirar a ningún lado, su mente analizaba que diría obviamente estaba ahí por golpear a aquel horrendo hombre.

....

Mientras tanto Johan Smith el jefe de investigadores la observaba, miro los golpes en su rostro.

-¿Alguno de los oficiales la golpeo?- Preguntó Johan.

-No señor. Yo venía con ella en la patrulla-

-Entonces ya entiendo porque golpeo al hombre. Llama a urgencias, la llevaremos a un hospital ha que la revisen-

-¿Crees que el hombre la violo y por eso ella se defendió?-

-Puede ser, pero antes de actuar contra él debemos tener pruebas- Dijo Johan.

Johan entro a la sala de interrogatorio para hablar con Clarisa, se presento ante ella con tono amable para entrar en confianza.

-Johan Smith Roy. ¿Y tu, te llamas?- Clarisa volteo a ver hacia otro lado, no le interesaba nada de lo que el hombre frente a ella podía decirle. No confiaba en nadie.

-¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes? ¿ Donde están tus padres?- En eso unas lagrimas asomaron por sus mejillas, pero aun así el silencio fue su respuesta.

-¿Quiero saber quien te ha golpeado? ¿Ha sido el hombre al que golpeaste?-

A Clarisa no le interesaba nada de lo que saliera de la boca de Johan, solamente quería salir de ese lugar y desaparecer.

-Te llevaremos a un hospital para que te revisen-

Sorprendiendo a Johan Clarisa se levanto, ya que vio en ese hecho una oportunidad para escapar; pero ella se sorprendió cuando Johan tomó sus manos y la esposó. Clarisa lo miró desconcertada.

-Estas es para que no escapes; conozco esa mirada, la he visto cientos de veces, ahora camina por favor-

A Clarisa le extrañaba que el hombre a su lado fuera amable con ella, pero ya no confiaba en nadie.

....

Al llegar al hospital entraron por el área de emergencia, busco un cubículo, hasta que encontró uno vacío con una camilla.

-Quítate los zapatos y acuéstate- Ordenó Johan. Clarisa obedientemente hizo lo que se le pedía.

-Iré a buscar un médico- Dijo Johan. Al salir del cubículo le ordenó al oficial de policía cuidar la puerta nadie más que él podía entrar.

Dejando a Clarisa bien atada, caminó por los pasillos hasta que encontró el área de ginecología, que estaba al otro lado de la sección de urgencias, quería descartar que el hombre había violado a la chica. Johan por su experiencia sabía que la chica había pasado por un trauma severo estaba acostumbrado a esa mirada vacía y sin emoción. Por lo que buscaría a la persona en la que más confiaba, su madre.

Llego a la puerta, en ella había un nombre, Dra. Smith. Toco dos veces, tras de ella se escucho un tenue.

-Ya salgo-

Minutos después, sale una hermosa mujer de unos cincuenta años pelinegra, tes canela con unos hermosos ojos grises.

-¡Johan! Hijo. ¿Qué ha sucedido?-

-Tengo en urgencias a una chica y quiero que la revises. Pero no digas que eres mi madre-

-¿Qué has hecho Johan?-

-¡Por Dios Madre! Esta detenida por agresión, pero no quiere hablar. Sospecho que quien la acusa la ha violado o al menos trato de hacerlo. Y tal vez ella hable contigo-

-Bueno, vamos a ver a la chica- Salieron del consultorio con varios aparatos que le servirían para su revisión.

....

-Aquí esta- Dice Johan.

-Yo entraré y sola Johan-

-Pe... pe...pero-

-Pero. Nada. Ustedes los policías no tienen tacto al hablar de ciertas cosas. Te daré un informe si es lo que necesitas- Y con eso entro a la habitación.

-Hola. Soy la doctora Cinthya Roy. Me han pedio que te revise. ¿Estas de acuerdo con eso?- Pregunto la doctora. Clarisa solo movió los hombros sin darle el mucha importancia al asunto.

-Perfecto, necesito tus datos personales, para los registros-

-Claire, dieciséis años y huérfana- Dijo Clarisa. Obviamente no daría su nombre verdadero; no arriesgaría su vida.

-Esto que ves aquí es un ecógrafo en imágenes en 4D- Dijo la doctora mirando a Claire (Clarisa).

No obtuvo ninguna respuesta de parte de la chica. Clarisa ya sabía lo que la doctora encontraría.

-Dame un momento- Salió de la habitación y en menos de cinco minutos estaba de regreso y desato las esposas y le dio una bata de hospital para que se cambiara. Mientras Clarisa se cambiaba, furtivamente la doctora inspeccionaba el cuerpo de la chica, se sorprendió por la cicatriz de bala en su abdomen y las marcas de mordeduras en sus pechos.

-Sin bragas y acomódate en la camilla. Por favor- Clarisa se quito las bragas y se acomodo en la camilla.

La doctora utilizo un kit de violación para tomar muestras de la vagina de Clarisa por si había sido violada, posteriormente utilizo el ecógrafo e hizo un examen intravaginal y posterior mente lo paso por su abdomen. El resultado fue muy revelador, haría un informe para lo policía, pero tenía que saber por Clarisa si las marcas habían sido hechas por el hombre, aunque las mismas ya tenían algún tiempo.

-¿Esas marcas de mordeduras y tus otras lesiones te las causo el hombre al que golpeaste?- Pregunto la doctora, pero no obtuvo respuesta. Sin embargo miro como brotaban lágrimas de los ojos de la chica, como si sintiera un profundo dolor.

-Mira, si el fue el que te agredió y por eso lo golpeaste debes de decírselo a la policía, no es justo que este libre y tu en la cárcel-

Clarisa meditó lo que la doctora le decía pero aun seguía sin confiar en ella.

-Mira se que es difícil por lo que has pasado y que desconfíes de las personas, pero no todos son malos. Johan desea ayudarle, es un buen chico-

-Él quiso violarme y me golpeo. Tuve que defenderme- Dijo clarisa en tono frío y limpiándose el rostro que ahora le dolía.

-¿Y las otras lesiones? ¿Fue él?- Clarisa volteo su cara y negó con la cabeza.

-Bien, hablaré con la policía y firmare los documentos. Supongo que no hablaras con ellos, Informaré lo que me acabas de contar-

Y así lo hizo la doctora Roy, le pido a su hijo que la enviara a un lugar seguro ya que temía por ella.

Al llegar a la policía Johan, quiso hablar con Claire o sea Clarisa, para que le brindara información, sin embargo no obtuvo nada, de todas manera su madre se lo había dicho, de la chica no obtendría nada de información. La dejo en una celda sola para que los otro detenidos no la dañaran. Johan sentía la necesidad de cuidar aquella chica, no sabía porque pero su intuición de policía le decía que ella cargaba un gran equipaje. Analizó con cuidado cada imagen del ecógrafo y las fotografías que la doctora había tomado de la niña, tan joven y ya había visto el feo rostro de la vida.

Busco información de alguna chica desaparecida con el nombre de Claire pero no encontró nada en ninguna de las agencias policiales conocidas tanto a nivel nacional como internacional. Llegando a la conclusión que su nombre es falso.

El jefe de la policía le informo a Johan que al ser menor de edad y huérfana no podían retenerla más por lo que le sugirió mantenerla en el lugar hasta que el proceso terminará, sin embargo el tenía otra idea, sugirió un hogar de acogida ya tenía en mente uno. Al día siguiente salieron Claire y Johan hacia el hogar.

....

Clarisa, miro frente a ella la gran reja de acceso, tenía un letrero que decía "Santa Marta hogar de niñas". El lugar que parecía un lúgubre castillo.

-Como eres huérfana y menor el gobierno me obliga a dejarte en este lugar, vendré a verte a menudo, mientras el caso concluye- Le dijo Johan llevándola a la oficina administrativa.

-Madre superiora, buen día. Ella es Claire-

-Claire, ella es la madre superiora Ana- Clarisa se quedo ahí sin expresión.

-Buen día, Claire- Dijo la madre superiora. Clarisa continuaba en su mutismo.

Tras una charla informativa; Johan acompaño a la madre superiora y a Claire a su habitación la cual sería compartida con chicas del rango de su edad, al entrar a la habitación Johan miro como Claire se ponía rígida; dentro de la habitación había tres chicas un poco mayores que Claire, las tres la miran y sonríen al mismo tiempo.

-Señoritas, les presento a Claire. Espero que la acepten entre ustedes y la traten bien- Dijo la madre superiora.

Johan las miro a los ojos a las tres y le hablo a Claire en voz alta para que las chicas lo oyeran; había entendido la reacción de Clair al mirar a las chicas cuando ellas sonrieron. Las conocía.

-Claire, vendré mañana. Si necesitas algo dile a la Madre Ana que me llame y vendré- Clarisa no respondió de ninguna manera, tenía que aceptar que las cosas no le serán fáciles en ese lugar. Por lo que se dirigió a la una cama libre.

....

Solamente tres días le habían dado de respiro las tres delincuentes juveniles a Clarisa, la golpeaban solamente por diversión sin embargo todo tenía un límite, sería paciente y las atacaría una a una cuando estuvieran solas ya que juntas era imposible. Un día Clarisa encontró a la mas pequeña de las tres en el área de estudio, Cerro la puerta con seguro y se deslizo por el lugar en silencio cuando estuvo cerca de ella la golpeo en la cabeza para aturdirla, se sentó sobre ella y empezó a golpearla sin tregua.

-Si, gritas y llamas a tus amigas será peor. Sabes por que me trajo un policía, porque casi mato a un hombre, el día que ustedes me golpearon. Si hablas tu serás la que mueras. ¡Entendido!-

-Si, si, si lo entiendo-

-Ya sabes nada a tus amigas, si hablas y me vuelven a golpear, tu estarás muerta-

Y se fue del lugar rogando que a la chica no hablara. Pasaron los días las chicas volvieron a golpear a Clarisa, pero la menor no participó de la golpiza. Un día mientras Clarisa caminaba por los jardines se encontró con la mediana de las tres chica del medio, quien era de la edad de Clarisa, estaba molestando a un pequeño gato mientras reía, Clarisa miro a todos lados para asegurarse de que no había nadie más, tomo un tronco no muy pesado y ¡tas, tas! Dos golpes en la espalda le propino a la chica, mientras esta se retorcía del dolor, Clarisa la halo un poco más lejos del castillo, le dio la vuelta dejándola de espaldas al suelo y se monto sobre ella y la golpeo salvajemente.

-¡Te juro que si vuelves a golpearme te mataré! Si le dices a tus amigas soportaré los golpes y me vengaré como lo he hecho hoy. ¡Lo entiendes!- Las palabras salieron de su boca en tono bajo pero amenazante.

-Si, si, lo en...tiendo-

No pasaron muchos días para que le tocara el turno a la mayor de todas, san sólo le llevaba dos años de ventaja a Clarisa, pero su metro noventa la hacía ver mucho mayor. Era tarde por la noche cuando la chica se encontraba fregando los trastes del la cena cuando Clarisa entro a la cocina. Solamente estaba la chica, todos la llamaban MAMA, por su tamaño. Clarisa cerro la puerta de la cocina con seguro, las monjas estaban orando en la capilla por lo que no oirían los gritos.

Golpeo a MAMA con una sartén en la parte de atrás de la cabeza, se tambaleo pero no cayo se volteó y miró a Clarisa.

-Tu, me has golpeado- No lo dijo en son de pregunta sino que de afirmación.

-Así es- Dijo Clarisa con la sartén en la mano y tono desafiante.

-¡Me las pagaras!- Dijo MAMA.

-Así, veremos- La contextura de MAMA no le permitía ser ágil, pero Clarisa era delgada y alta pero ágil. Con un movimiento le asesto otro golpe en la cabeza pero aún no la hacía caer. Pero sin esperarlo MAMA le asesto un golpe a Clarisa dejándola aturdida, creyendo que la había vencido, MAMA se lanzo sobre Clarisa pero esta inmediatamente la esquivo, golpeando fuertemente a MAMA en la frente, esto la dejó bastante aturdida por lo que Clarisa se subió en ella y la golpeo a puñetazos.

Tomó el cuchillo que llevaba entre la cintura de su pantalón y se lo puso en el cuello a MAMA.

-Vas a dejar de golpearme, es más si yo llego a alguna área donde tu estés con tus amigas las tres se marchan y me dejan en paz. Sabes el policía me trajo porque casi mato aun hombre porque me golpeaba. Soportaré cualquier golpe que me des pero la próxima vez si la hay no dudaré en matarte. ¡Lo entiendes! Y nada a las monjas de lo que hemos hablado-

-Lo entiendo- Dijo MAMA.

Después de tres meses una pareja de ambos de una edad aproximada a los cincuenta años llegó al orfanato a adoptar a una niña, ese día de casualidad Johan había llegado a ver como progresaba Claire en socialización y para informarle que el hombre quien la había acusado había sido encarcelado por tratar de violarla y por violación a la hija de unos inquilinos.

Johan había escuchado que la pareja llegaba por una adopción, por lo que los interceptó en el camino, les pregunto sobre las expectativas que tenían en adoptar a una niña entre diez y quince años, lo que fue bueno para sus intenciones. Les hablo de Claire y su vida dura y que podría ser la niña perfecta que ellos buscaban. El matrimonio acepto hablar con la madre superiora para conocer a Claire.

Mientras la pareja hablaba con la madre superiora Johan busco a Claire para hablar con ella y cambiara su actitud de chica fría y ruda.

-Claire, al fin te encuentro- Dijo Johan.

-Vamos, que tengo que hablar contigo- Ella lo obedeció.

-Bien- Dijo ella.

-Hablas- Clarisa le hizo una mueca de exasperación.

-Bueno, ha llegado una pareja. Quieren adoptar una niña entre diez y quince años.- Clarisa levanto la cejas.

-Les he hablado de ti. Si te adoptan se una buena chica. Es tu oportunidad de salir de aquí-

-¿Y si no quiero salir de aquí?-

-Serías una estúpida- Respondió Johan marchándose del lugar.

֍֍֍֍

Habían pasado tres largos años y Clarisa había cumplido dieciocho años, estaba por concluir su tiempo en el instituto. Clarisa había sido adoptada por un matrimonio de clase media que solamente vivían para hacerla feliz, por un año Clarisa se había hecho indiferente a sus nuevos padres, pero después de ver llorar a la mujer que estaba entregándole su amor, no dudó en contarle toda la historia de su vida y la razón de por la que se negaba a acercarse a ellos. -No quiero sufrir más- Les dijo. Pero ellos con todo el amor y paciencia se fueron metiendo en su corazón. Comprendiendo por todo lo que había pasado Clarisa. Quien ahora se llamaba Claire Stone Sanders, su padre adoptivo la inscribió en clases de defensa personal y artes marciales, después de casi tres años había logrado ser una excelente alumna en todo. Por lo que sus padres adoptivos se sentían orgullosos.

Un día mientras se divertía con algunos de sus compañeros en un restaurante en el centro de Harrow, vio como entraba por la puerta Anderson Craig, ella trato de no demostrar miedo; pero sin embargo sus amigos la notaron.

-¿Claire, pasa algo?-

-Nada- Miró de reojo como se dirigía su tío en su dirección cuanto doblo a la izquierda, para pararse junto a una mesa donde había unos jóvenes tomando cerveza.

-Bruce Craig- Dijo su tío. Clarisa claramente reconoció el nombre, el joven era su primo.

-Bruce Bowie, dirás-

-Eres mi hijo-

-No lo soy-

-Hijo, necesitamos hablar-

-¡A la mierda! No me interesa lo que tengas que decir. Hace mucho tiempo dejaste de ser mi padre-

-¡Llévenlo!- Ordena Anderson.

-Si te atreves a tocarme, a mi hermana o a mi madre que ya la has dañado demasiado. ¡Te juro que yo mismo te mataré!-

Clarisa o Claire como se llama ahora era testigo de lo que sucedía a unos metros de ella, entendía porque el joven se le hacía conocido, es su primo y odia a su padre, el podría ser un aliado perfecto para vengarse de su tío. Pero no ahora, en un futuro no muy lejano.

-Chicos me tengo que ir-Dijo Claire a sus amigos.

Sin darse cuenta y por ir apresurada Clair choca con un joven que se encontraba en la acera.

-Lo siento señor, no lo vi-

-Tranquila no pasa nada- Dice el joven, pero al mirarse a lo ojos Claire es reconocida por su primo.

-Clarisa, eres tu- Y la abraza fuertemente. Clarisa se tensa y no responde a su abrazo, es más al contrario empieza a temblar de miedo.

-Claire- Una voz ronca y varonil llama la atención de los dos jóvenes, quienes lo miran.

-Johan- Dice Claire.

-Suéltala- Ordeno Johan.

-E... ella es mi prima Clarisa, la creía muerta- Dijo Cruce.

-Creo que se equivoca. Yo la conozco a ella y su nombre es Claire Stone- Dice Johan sacando a Claire de los brazos de Bruce.

-¿Qué haces aquí Johan?- Pregunto Claire.

-Pase a recoger mi cena. ¿Y tu que haces lejos de tu casa?-

-Celebraba la conclusión del instituto-

-Espérame en el auto y te llevaré a casa- Pidió Johan.

-Esta bien, te espero en el auto- Y así lo hizo Claire. Con los años Johan, aparte de sus padres adoptivos, unos cuantos de sus compañeros la hacían hablar. Johan tardaba más de lo que había dicho cuando Claire se disponía a regresar al restaurante Johan regreso.

-Lo siento, pero pedí algo para ti- Dijo Johan.

-Pero ya comí-

-Lo sé pero quiero celebrar contigo-

Se fueron al parque Pinner Memorial, donde había un lago, en el cual se podían ver algunas aves, fue el parque en que Johan conoció a Claire.

En el parque Claire pudo notar cierta incomodidad por parte de Johan, compartieron la comida, pero Johan extrañamente estaba en silencio.

-Yo creía que yo era la del mutismo. No tu. Escúpelo- Dijo Claire.

-¿Quién era el tipo?-

-¿Cuál?-

-No. Te hagas Claire. El del restaurante-

-¿Estas celoso Johan?- Su madre adoptiva le había comentado días a tras de tener sospechas de los sentimientos de Johan hacia ella, pero no le creía. <<Soy una cría para él mamá>> le había dicho.

-No, claro que no, eres demasiado joven para mi. Eres como una hermana menor-Dijo Johan.

-Un tipo que me gusta. Y si no hubieras llegado me hubiera besado. Sabes nunca nadie me ha besado-

La sangre de Johan empezó a hervir, no quería aceptarlo pero había desarrollado sentimientos hacia Claire, por eso la visitaba una vez al mes, repentina mente la tomó entre sus manos y la beso, Claire respondió al beso apasionadamente, no se dieron cuenta pero de un pronto a otro estaban recostados en el césped, la temperatura entre ambos subía, mientras Claire pasaba las manos por el duro trasero de Johan el tenía una mano dentro del sujetador de Claire. Comenzó a masajearlos excitándolos, pero de repente Clair reacciono de una manera que Johan se hubiera imaginado. Lo aparto de ella a golpes.

-No, no me toques- Él se aparto de ella de inmediato, asustado con la imagen que veía, Claire en posición fetal y llorando.

-Lo siento soy un animal- Dijo él.

-No, no eres tu-

-Cuéntame Claire-

-No. Puedes abrazarme- Solamente quería q alguien que la consolara, que la tomara en brazos y cuidaran de ella, no había recibido ningún consuelo cuando fue abusada cruelmente por aquel hombre.

-Dime, ¿Quién te hizo daño?-

-Sha...Shadow- Y no dijo nada mas.

-Te llevaré a casa-

Johan recogió todos los contenedores de la comida y los puso en un basurero, tomo a Claire en sus brazos y la llevo a su casa, donde ella tuvo que fingir que todo marchaba bien.

Al día siguiente Johan empezó a indagar ¿Quién es Shadow?, logro encontrar que era un hombre buscado por muchos delitos, pero el que le llamo la atención fue el de violación. Había recordado lo que su madre le había contado una vez sobre Claire, que según mostraba el ecógrafo ella había sido violada de una manera salvaje tanto hacía que había tejido cicatrizado en su cérvix y cuello uterino, además de las marcas de dientes en sus senos. Él era el causante de todos esos daños.

-¿Qué hay con Shadow?- Le pregunto su compañero.

-Daño a alguien que conozco-

-Mira te voy a contar algo que una vez me contó mi hermano. Hay una recompensa para encontrar a Shadow, por cierto desaparecido de la fas de la tierra desde hace dos años- Dijo el hombre a Johan.

-¿Qué recompensa?-

-Has oído hablar del caso Craig?-

-Si, algo-

-Ella desapareció el mismo día del funeral de su padre...-

-¿Qué tiene que ver Shadow con eso?-

-Bueno unos días después de la desaparición de la chica, al laboratorio privado donde labora mi hermano, llego una bolsa con ropa de mujer ensangrentada, se tomaron muestras la sangre de la chica resulto ser de la chica Craig, también en la ropa se encontró muestras de semen y ¿Adivina de quien resultó la muestra?- Dijo el hombre.

-A Shadow- Dijo Johan.

-Exacto, el viejo Bain como le llaman al abuelo de Clarisa, esta ofreciendo una recompensa de cinco millones de libras a quien lo encuentre. El único requisito es que este vivo-

-Por eso el hombre esta desaparecido. Esta escondiéndose-

....

Después de ese día Claire no había vuelto a ver a Johan, estaba en su graduación con sus padres adoptivos, lo que no sabía Claire que el día que se había encontrado con su primo a la distancia su tío Anderson los había visto y la había seguido, desde ese día. La había reconocido por lo que habían preparado todo para hacerla desaparecer, pero esta vez si lo harían pasar por accidente.

En la graduación, varios hombres de Anderson se habían hecho pasar por felices padres que compartían en el evento. Al salir siguieron al feliz trio, fueron a cenar y celebrar el logro de su hija, hablaron de la universidad y lo que Claire desea estudiar, así pasaron el rato hasta que fue la hora de ir a casa, en el camino el auto fue envestido de frente por un camión varias veces, Clarisa al ver que el auto no se detenía por instinto salió del auto creyó que sus padres la habían seguido, pero al mirar el auto se dio cuenta que eso sería prácticamente imposible. La parte delantera del auto estaba totalmente destruida, se escondió detrás de unos contenedores

Tuvo la intención de luchar contra los hombre que una vez más destruían todo lo que era importante para ella, pero era imposible luchar contra las balas, de un lujoso auto miro como salía su tío, arrogante y maligno. ¿Cómo, como se había enterado donde estaba ella? Recordó el día que vio a su primo. Lo vigilaba a él y ahí fue donde la reconoció.

Esta vez no la encontraría se escondería en el único lugar donde no la buscaría. Se escondería en el mundo de los traficantes y ladrones, en el mundo de los delincuentes. Por otro lado Johan llego al accidente, como representante de la ley llegar reconoció el auto, pero su mirada se dirigió a Anderson Craig, es ahí donde ato cabos Claire es Clarisa Craig.

-Clair, Claire- Grito Johan, pero en el auto solamente había dos cadáveres.

-Reich, saca a todos de la escena, por favor- Todos fueron apartados de la escena, incluso Anderson.

Johan se las arreglo para hacer creer que había tres cuerpos para que Anderson dejará a Clarisa en paz, no podía buscarla ya que tenía que seguir el teatro. Sabía que Clarisa talvez estaría herida y sobre todo sufriendo una perdida más. Tampoco esta vez tendría algún tipo de consuelo. Johan le pidió a su compañero que tomara las declaraciones de Anderson y sus secuaces para hacer tiempo y poder ir a la casa de Clarisa. Pero cuando llego era tarde. La casa de Clarisa estaba sola, subió al dormitorio de ella y todo estaba revuelto, se había ido.

֍֍֍֍

Mientras tanto el viejo Bain administraba ambas compañías, luego de descubrir que un delincuente apodado Shadow había violado cruelmente a su nieta, ofreció la recompensa de cinco millones de libras, pero sin tener resultado alguno. Datchnner recibía a la semana un informe de los movimientos de Anderson y se los pasaba a Bain. Sabía que Anderson acosaba constantemente a su exesposa y a sus hijos quienes se habían cambiado el apellido por el de su madre.

Cuando Datchnner se entero de que Anderson posiblemente había encontrado a Clarisa fue demasiado tarde ya habían matado a sus padres adoptivos y supuestamente a Clarisa, pero los hombres que seguían a Anderson se quedaron después de que este se fuera, descubriendo así que Clarisa seguía con vida lo que no entendían era porque la policía habría mentido. Principalmente el oficial que había llegado de primero. Datchnner, informó de todo al señor Bain.

-Tráeme al policía- Y así lo hicieron. Dos días después Johan visitaba a Bain en su mansión.

-Bienvenido, señor Smith- Saludo el señor Bain mientras Datchnner los miraba.

-¿Por qué estoy aquí señor Bain?-

-Al grano he- Dijo Bain.

-No hagas el tonto, muchacho- Dijo Datchnner.

-Vamos a calmarnos. Hablemos de Clarisa- Johan lo miro con extrañeza, como se había enterado el viejo que él conocía a su nieta.

-Yo no conozco a ninguna Clarisa- Dijo Johan.

-Oh, si lo olvidaba. Claire Stone-

-Ella murió. Ayer fue su cremación junto a sus padres. Pero no se que tiene que ver con esa Clarisa que usted dice-

-Mira no nos hagamos tontos, se que fingiste su muerte. Sabes la he buscado por tres años. La única hija de mi única hija. Se que ella vive- Lo último lo dice con el mayor dolor que se puede sentir.

-Lo siento señor Bain. No lo sé cuando llegue a su casa ya se había ido y la he buscado pero no la encuentro-

-¿Cómo la conociste?-

Johan pasan la próximas hora contándole a Bain como conoció a Clarisa y lo que harían.

-¡Oye Muchacho- Dijo Bain a Johan antes de salir por la puerta.

-Si, señor Bain-

-¿Desde cuando estas enamorado de mi nieta?-

-Creo que esta equivocado, señor Bain-

-No, no lo estoy, no le has perdido ojo a ella desde que la conociste, has mentido para salvarla y sobre todo ese brillo en tus ojos cuando hablas de ella. Sólo lo tienen los enamorados- Johan da la vuelta y se marcha dejando al viejo con las palabras en la boca.

-¿Confía en él señor?- Pregunta Datchnner.

-Claro, que confío en él. Es un hombre enamorado y hará lo que sea por ella-

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