La música está en su punto máximo de volumen, las personas pegada sin ningún pudor. Desde aquí arriba puedo ver a la gente una que otra descarada tocándose como si nada.

Entonces ahí estaba bailando en el medio de la pista, contoneaba sus caderas de manera sensual, sus movimientos tan atrevidos me tenían al borde de la locura. Me había cautivado, me tenía en sus manos sin que ella lo supiera, estuve por un largo tiempo admirando su belleza, trataba de controlar está ganas de ir hasta donde se encuentra. Durante estos minutos note que había una cantidad de hombres con sus ojos puesto en aquel ser tan hermoso, otros que intentaron acercarse pero ella los rechazó; una sonrisa burlona se formaba cada vez que ella rechazaba algún idiota, tome un trago de mi whisky sin quitarle la mirada de un instante a otro nuestras miradas se cruzaron.

Entonces deseé besarla, tocarla y hacerle mía.

El deseo de tenerla debajo de mí, el deseo de que diga mi nombre, porque deseaba que todo de ella me perteneciera.

Porque por primera vez deseaba algo que parecía sencillo pero era tan difícil de conseguir.

Era mi deseo de una noche.

Esta historia será corta, tendrá al rededor de 20 capítulos, se estará actualizando cada domingo. Tener paciencia tengo otros compromisos.

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