4. Las protegeré...
Mi hija jugaba con entusiasmo con Santiago en parte trasera del auto, Darius iba al volante y yo en asientos del copiloto. El trayecto a casa de mis padres fue algo rápido, mi madre salió de la casa e invitó a mi jefe y a su hijo pasar.
—El hijo de tu jefe es guapo—dijo mi madre.
—Si lo es—respondí vagamente miré a mi alrededor podía sentir un sensación rara.
Mi padre estaba sentado en el sofá en la sala, su semblante era neutro y era raro de su persona, mi madre por otro lado quería verse serena pero no era así. No quería sacar conclusiones pero me estaba preparando para lo peor.
—Hola papá—le di un beso en la mejilla.
—Hola Angie—me respondió para luego despeinar mi cabello. —¿Donde está mí nieta?—interrogo.
—No quiere despegarse del hijo de mi jefe—murmuré.
—Me has cambiado Danielle—mi hija lo vio seria por unos minutos para luego ignorarlo y seguir jugando con Santiago.
—Te acaba de ignorar tu nieta—se burló una voz muy conocida para mí, mi asombro me impedían formular palabra alguna.
—Pe-pe... Pero—balbuceo trato de aclarar mi voz—¿Cuando llegaste?—ahora todo tenía sentido alguno.
—Eso queríamos decirte hija—musito mi padre.
—Es mejor que nos retiremos que esto es un asunto familiar—interrumpió mi jefe.
—No interrumpen nada—declaró mi hermana.
—Me dijistes que aún faltaba mucho para que te dieran el alta. —exclamo algo desconcertada.
—No seas tonta y ven abrazar a tu hermana mayor—extendió sus brazos no dude en ir a ellos.
—Te extrañe tanto—musité tratando de retener mis lágrimas.
—Yo también—contestó.
Mi hermana Angelina, ella paso por varias situaciones que la orillaron a un abismo donde su salud mental se vio implicada. Ella era una guerrera al aceptar que estaba mal y verla aquí era una buena señal.
—Pero Angie me vas a presentar a estos señores guapos —dijo mi hermana con picardía algo que ella solía ser antes y verla así me daba gusto, mi jefe y su hijo soltaron una risita.
—Señores Vólkov ella es mi hermana mayor Angelina; hermana, ellos son el señor Darius Vólkov mi jefe y el Santiago su hijo. —mi hermana los tomó por sorpresa dándoles un beso en la mejilla.
—Que guapo es usted señor Darius—mi jefe se sonrojo ante las palabras de mi hermana.
—Lina deja de molestar al jefe de tu hermana—le dijo mi madre a mi hermana quien se encogió de hombros para acercarse a mi hija.
—Danielle me piensas ignorar cómo lo hiciste con mi papá—mi hija le sonrió—Tu hija se a enamorado y tiene buen gusto.
—Siento envidia—bufó mi padre, todos soltamos una carcajada.
—No es el único señor Landero. Mi hijo se robo la atención de la pequeña Danielle.
—Es el primer niño que no huye de mi o llora—comentó el susodicho.
—Hizo berrinche al quererla alejarla de él, eso es algo nuevo—declaré.
—Yo quiero pedirles un favor—comentó Santiago llamando la atención a mi familia.
—Necesitamos discreción—intervino mi jefe.
—Hace unas horas unos ejecutivos se acercaron a nuestra mesa son los dueños de la empresa que cada año compite con la nuestra. De camino del restaurante hasta aquí uno de mis empleados me informo que se filtro información y fotos de Danielle, alegando que es mi hija y Angie mi esposa.—mire a mis padres que estaban atónitos ante las palabras de Santiago, tomo aire algo pensativo y serio.
»Lo que les vengo a proponer es un contrato a ustedes en dónde estaré casado por un año con su hija y reconocería a Danielle como mi hija. Si no hago eso ellas estarían desprotegidas y serían blanco de agresiones, después del año Danielle seguirá llevando mi apellido.
—Madre mía—murmuro mi madre.
—Señor Vólkov, yo no puedo decidir por mi hija pero si cree prudente cuente con mi apoyo—declaró mi padre.
—Buena jugada Vólkov—comentó mi hermana—Angie es tu decisión sabes que contarás con mi apoyo. Pero Santiago te advierto que te cortaré las bolsas si dañas a mi hermana o a mi sobrina y bienvenido a la familia cuñado—respondió para luego guiñar el ojo.
—Es mejor que hablen entre ustedes en privado—musitó mi madre.
—Vamos al despacho de mi padre—dicho eso me di la vuelta para ir a la pequeño estudio de mi padre.
Una de las paredes estaban llenas de libros, en otras todo los logros escolares de mi padre, de mis hermanos y míos, cuadros de fotos de nosotros en otra pared, detrás del escritorio de mi padre hay una foto de Danielle.
—Sientate—indique al mismo tiempo en que tome lugar en la silla de mi padre.
—Tenia un concepto muy arraigado de ti, pero hoy si que me sorprendiste... —un chasquido sonó desde su boca ante mis palabras.
—No eres la única Angeline pero debes entender... —lo interrumpí antes de que siguiera hablando.
—Me gusta tener una vida pacífica, la calma es la mejor aliada pero gracias a ti me veré envuelta en una tormenta lleno de miles de espectadores curiosos por saber más de mi vida íntima; odio que tomen decisiones en mi vida sin consultarme. Pero no me sorprende que quieras decidir la vida de los demás; sin embargo, yo no soy fácil de manejar y manipular Vólkov.
—No quiero contratarte Angeline esa no es mi intención... Yo solo las quiero proteger —dijo.
—Nos quieres proteger—repetí soltando una risa irónica—Por favor Vólkov esta frase me la sé de memoria se que saldrás huyendo.
—No lo haré porque las protegeré siempre—recalco serio.
—Esta bien pero lo haremos a mi manera...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro