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CAPITULO 13

Antes de empezar a leer pido por favor, POR FAVOR, evitar las discusiones y ofensas en los comentarios que son hechos para divertirnos, no para fomentar peleas entre teams. En verdad les pido esto con mucho amor, respetemos para que nos respeten.


Tipo de narrador: Omnisciente.

En un minuto pasan un centenar de cosas como ahora que, mientras Rachel clava la vista en la ventana del auto que arranca, Antoni la repara sintiendo el olor de la mentira, Christopher huye y Owen Morgan toca la sangre que sale de su nariz sin motivo alguno.

La próxima secuencia de tiempo trae más cosas todavía, porque las horas transcurren, los soldados que servirán a la mafia italiana llegan a Manarola. Cayetana deja todo para socorrer al menor de los Morgan, Emma James se reúne con su familia y el líder pone a trabajar los engranajes de su cabeza cuando llega a su tierra natal.

Son cosas y cosas que pasan mientras el mundo se mueve; Rachel compra un peluche para su sobrina, luego deja que la lleven a la hacienda donde recibe a los nuevos soldados de Gehena, se reúne con su hermana menor quien no tiene más alternativa que bajar la cabeza, asumir que está en esto y la hacienda es su nuevo hogar por tiempo indefinido. Y mientras que Rachel habla con Emma, Antoni en Florencia recibe la información que le dan sus hombres e involucra a su mujer.

—No había nadie en la alcoba —le hacen saber—. En el hotel tampoco encontramos sospechosos.

La vida sería diferente si tuviéramos la habilidad de saber lo que otros piensan. De seguro Rachel no estaría tan quieta si supiera que Owen está en cama y que Antoni sospecha de un posible adulterio.

No hay pruebas, pero sí sospechas, ya que él no es Bratt que confiaba en ella ciegamente, el italiano no es el capitán que tenía estabilidad mental; Antoni anda endemoniado desde lo de Lucca y Christopher ni que decir con los puños ensangrentados lidiando con lo de ella y Owen al mismo tiempo.

Se vive ese momento donde el enojo se va juntando como bolas de acero cuando hallan un imán.

La Élite está hasta el tope trabajando como animal y el Boss de la mafia rusa está que no puede con el enojo que le provoca el que Rachel se haya llevado a su hermana menor. Y mientras la teniente se despide de su familia, Antoni recibe a los miembros de la pirámide en su laboratorio.

Para él el mundo debe volver a tener claro lo que es, en especial la teniente que llega al sitio a reunirse con los otros. Saluda como siempre, un poco extrañada por la reunión improvisada de la cual no tenía idea.

—¿Qué nos mostrarán hoy? —pregunta Gregory.

—No sé, Antoni es quien preparó todo.

Los empleados terminan de organizar y el líder aparece, por ende, los presentes se acercan y él quita la manta que cubre los órganos humanos que yacen en la mesa causando repudio.

—Tres años de estudio, más de cien personas sometidas entre neonatos, adolescentes y adultos —informa— nos han dado el resultado de la nueva toxina química que llevo tiempo trabajando denominada H-A-S-S-E.

Rachel no gesticula, simplemente se mantiene en su sitio fingiendo que eso no es lo que tiene su hijo quien desde la noche anterior no ha dejado de tener hemorragias nasales consiguiendo que Uda prepare todo lo que se requiere para ir a verlo.

—El HACOC es la droga de la esclavitud, esta es la del suplicio— sigue explicando Antoni—. Primeramente fue probada en un feto del cual, por circunstancias ajenas, le perdimos el radar, pero sabemos que vive en él.

—¿Qué es ese feto actualmente? —pregunta uno.

—Un fenómeno —contesta el italiano—. La toxina se convirtió en una enfermedad que le causa ataques constantes y que prontamente lo llevaran a la muerte, ya que esto crece con él como un parásito que le roba fuerzas. Pero no hablemos de eso.

Rachel parpadea manteniendo la máscara, está entrenada para eso, sin embargo, es un ser humano y la persona de la que hablan es su hijo.

—Hablemos de lo que conseguimos ahora y es una nueva forma de subyugar al enemigo inyectándole un componente que te come por dentro poniéndote a padecer durante días, semanas o meses cuánto mucho —explica—. Abrimos los cadáveres y en este estado quedan los órganos.

Muestra pulmones acabados y ennegrecidos, hígados quemados, corazones hinchados y cerebros destruidos.

—¿Hay antídoto para esto? —averigua otro.

—No, una vez puesto en el sistema no hay marcha atrás y la persona morirá —declara—. Suele dormirse, pero cuando se reactiva se torna más agresivo.

El italiano termina de informar dando detalles que no hacen más que arrugar el corazón de la teniente.

Después de tres años, Antoni ha sacado a la luz lo que Rachel tanto esperaba y es la revelación oficial del Hasse, algo que él solamente ha estado maniobrando, pero que al revelarlo también deberán empezar a trabajar los herederos del clan (Damon y Domenico).

De los narcóticos y de los componentes tóxicos vive la mafia italiana y para ser quien es Antoni había que instruirse desde pequeño.

El líder reitera que no hay antídoto para su creación y Rachel no da signos de que le afecte, sin embargo, el italiano quiere dejar claro lo que puede hacerle a sus enemigos.

Los presentes lo aplauden, los primeros pedidos se hacen y el italiano se acerca a la teniente que espera.

—Saldremos hoy —dispone—, ponte bella.

—¿Más? —se esmera por esconderlo todo y él se acerca a sus labios dejando un beso casto antes de retirarse dejándola con los órganos dañados que yacen en las bandejas.

El nudo en la garganta es difícil de tragar, el afán entra en ella al notar que lo de Owen es mil veces peor de lo que pensaba; lo de Christopher es otra cosa que le suma peso, sin embargo, hay que seguir en busca de una bendita solución y en casa se reúne con Damon que la recibe alegre cuando llega con su padre.

Antoni se sume en su papel optando por uno de sus mejores trajes, la ocasión lo amerita y es que el italiano no es solo el líder de la pirámide; es el único hombre (fuera de Rick) que puede darse el lujo de decir que tiene a todas las James grandes y pequeñas. La hija de Rachel no cuenta porque esta tiene los genes de su padre y eso la malogra.

Estando listo se embarca a Manarola con Rachel que no deja de pensar en la toxina que tiene su hijo a quien Uda ya ha logrado estabilizar con la medicina de Gehena. Le trajo otros dos inhaladores, los cuales fueron realizados en base a la fórmula de Damon, que le dan un respiro a Owen con el tanque de oxígeno.

—Stefan les manda a decir que los extraña mucho —les informa la rubia a los mellizos que están en la cama.

Owen no es el único enfermo, su padre también lo está después del encuentro que le costó una puñalada en la pierna y en vez de curarse prefiere llenar un vaso de licor con la herida sangrando, mientras que en su alcoba Thomas se encarga de crear al próximo heredero del grupo delincuencial en el que están.

En definitiva, es una noche de mierda para muchos, hasta para la Élite que no puede ni sentarse, ya que al no estar en operativos deben hacer guardia protegiendo los muros de la FEMF. Ellos bajo la lluvia y Bratt con Gema disfrutando de sus hijos.

Ellos y Antoni son los únicos que pueden regocijarse, en especial el italiano que se pasea con las James y el príncipe de Gehena en una exhibición de vinos donde hace saber que ahora están con la mafia italiana, cosa que... le cuesta a Greta quien soporta el dolor físico que le inflige el Boss detestando a Rachel.

Se puede decir que son tiempos difíciles para las hermanas; Sam no está ejerciendo, Emma no deja de pensar en qué hacer para no hundirse como en años atrás mientras que Rachel quisiera ser la mujer maravilla y poder hacer más cosas al mismo tiempo, como la cura de su hijo por ejemplo.

Antoni habla airoso contestando preguntas sobre sus creaciones mientras Emma lo detalla. A ella es una de las que menos le conviene estar donde está, sin embargo, no hay nada que hacer.

—¿Te recuerda a alguien mi veneno, pequeña Emma? —le pregunta el italiano— Tus ojos sobre mí son un privilegio que me da curiosidad.

—Solo me estaba acordando cuando le abrieron las costillas a tu sobrina, le echaron sal en los pulmones y luego la colgaron por loca —se lleva las manos atrás— ¿Dalila era que se llamaba?

Las personas frente a él tosen con discreción. Eso es un hecho que marcó a la mafia, nadie quería a Dalila, ya que las estupideces que hizo le quitaron a su mejor aliado, pero bueno, ese es otro cuento.

En fin, las horas vuelven a transcurrir. Alex, Gauna y Rick miran el techo de su prisión, la familia de Rachel vuelve a la hacienda que las resguarda, la teniente vuelve a su casa y Antoni pasa la noche con las mujeres que le devoran el miembro antes de follárselo.

En la mafia la fidelidad se ve poco, es el líder y puede estar con la mujer que quiera y mientras lo hace, Rachel se desespera en su alcoba pensando en Owen, en el hecho de que un próximo ataque pueda fulminarlo.

Su hijo en cama y los de otros en pie como Damon y Domenico, que a la mañana siguiente pasan al próximo nivel recibiendo la caja de cristal que alberga la víbora venenosa que será su nuevo conejillo de indias.

—Tiene Hasse —comenta Damon—. Su lengua cambió de color.

—Si —confirma Antoni—, quiero ver qué tanto puedes hacer evolucionar ese veneno.

Pone la mano en el pecho de Domenico cuando se acerca demasiado estando la tapa abierta.

—Está prohibido tocarla —advierte su tío.

A Domenico le gusta lo que hace, a su edad ya ha dañado a neonatos de prostitutas, ya que Damon se enfoca solo en lo teórico y él en la práctica siendo una excelente dupla que augura un excelente Capo y Sottocapo.

—Trabajarán en Manarola —dispone.

En Florencia, Damon no se le despega a Rachel y como están las cosas no se sabe lo que puede pasar, además es un sitio seguro.

—Llévalos, principessa —le pide a la teniente que acababa de entrar—. Irás a ver a los soldados que te trajo tu cuñado, ¿No?

—Si.

Las esperanzas se encienden para la teniente, el asunto de la toma de la FEMF la mantiene ocupada, sin embargo, confía en que Sam y el príncipe de Gehena puedan hallar una solución. Uda es de Gehena y Cédric es el padre de su sobrina quien fue procreada en cautiverio.

—Te quiero de vuelta rápido —pide Antoni—. Daré otras dos demostraciones y necesito a mi esposa a mi lado.

—Ok.

Los antonegras trasladan el equipo de los primos mientras que Owen recibe cucharadas de sopa por parte de su nana; se siente débil, tiene fiebre, las venas se le marcan debajo de los ojos y no quiere jugar con Milenka que espera al pie de la cama.

—Damon y Domenico estarán aquí por tiempo indefinido —informa Rachel cuando llegan a la hacienda—. Sam, estate al pendiente de ellos, son los pupilos de Antoni, así que ayúdale con el itinerario de estudio y que Cédric contribuya también en su tiempo libre. Todos debemos colaborar en algo.

—Claro —contesta Sam sintiendo el peso de sus palabras.

Rachel ruega a Dios que capte la indirecta y vuelve al lado de Antoni donde tiene que ver una y otra vez las presentaciones sobre el veneno. Y mientras en la mafia se expande el rumor sobre la nueva gran droga de los italianos, en la Bratva se toman decisiones cruciales las cuales no tienen marcha atrás.

El reloj vuelve a moverse y esta vez más rápido logrando que pase un día más. Rachel entrena con los soldados de Gehena, Emma sabe su plan y por ello se compromete a ayudar en lo que se requiera con tal de que Rachel use sus influencias para ayudarla en la competencia de patinaje que se aproxima y necesita ganar. Christopher hace pruebas con sus nuevas armas y Cédric y Sam trabajan juntos con los primos Mascherano. 

Sin embargo, es más difícil de lo que parece; Sam sospecha de que Rachel no perdió la memoria y con Cédric intenta hacer lo posible por sacarle información útil a los primos, la cual pueda contribuir a una solución que combata el veneno de Owen, quien logra pararse de la cama, débil pero lo hace.

El que el Hasse sea aceptado satisfactoriamente reitera porque Antoni es el líder de la mafia, ya que los resultados no decepcionan y Rachel debe sonreír junto a él recibiendo felicitaciones mientras Sam se mata la cabeza buscando respuesta siendo presionada por su hermana menor quien requiere que Rachel le ayude y para eso necesita noticias buenas por parte de Sam quien no consigue nada. Los primos Mascherano no saben hacer antídotos, es complicado, Antoni no los fabrica y el más apto para hacerlo es Damon, pero todavía le falta aprender.

Las James desesperadas y Antoni carcajeándose con el hecho de saber que tener a sus pupilos cerca les reitera lo letal que es. La teniente se frota la cara frente al espejo del tocador harta de todo y esta serie de acontecimientos nos dejan en un nuevo día el cual...

Rachel y Bernardo se embarcan a Manarola a llevarle las provisiones especiales que necesitan los soldados de Gehena, Angela vuelve a Florencia, Antoni se va a su laboratorio y los ánimos de la teniente quedan en el piso cuando entra a la casa de la hacienda encontrándose con Sam que su cara lo dice todo y ni hablar de Cédric, que la mira con pesar y para disimular se va a ver a los soldados con Damon y el Sottocapo conteniendo el ardor en los ojos.

Se puede decir que el líder de la pirámide ha logrado su cometido: Luciana entre más escucha, más teme al igual que Sam y eso es un punto para él, porque entre más grande ves al enemigo menos ganas tienes de llevarle la contraria y tiendes a mantenerte callado volviéndote manejable.

Sin embargo, a Antoni se le olvida algo y es que estos trucos funcionan en Sam y en Luciana, mas no en la hija menor del general James quien no conoce el significado de la palabra no y necesita un maldito favor por parte de Rachel, por ello le prometió que contribuiría en una solución.

Rick tiene mucha diversidad en su familia: Rachel es sobreprotectora, Sam es decorosa y Emma...

Muchos lo han reiterado miles de veces, sus pupilos lo confirman y es que no hay antídoto para sus víctimas, eso ya está claro para todos... Y mientras Antoni empotra a una de sus asistentes contra la pared de su oficina, Emma James se convence de que esto es un dar, que te vienen dando y por ello decide ponerse a la par de Domenico buscando la serpiente con la que trabajan y está enroscada e inmóvil en su sitio.

El líder embiste y ella prepara el repertorio adentrándose en el estudio donde Domenico estudia con Sam, repara la caja y el italiano se acerca con aires de sabiondo a inyectar los componentes que potencian el veneno del animal.

—¿Por qué no la sacas? —pregunta.

—Porque es muy peligrosa —contesta Domenico.

—¿Por qué es muy peligrosa o por qué te da miedo? —empieza— En Phoenix los hombres de tu edad coleccionan alacranes.

Sam se exaspera con las actitudes inmaduras de su hermana que se pone a tachar al italiano de cobarde y tiene razón al enojarse, pero estas son las consecuencias de no detallar y notar que Rachel no es la única que está cansada de que la jodan, Rachel no es la única que tiene prioridades, Rachel no es la única que lleva tres años matándose por un objetivo y está mal juntar el hambre con la necesidad.

Es malo subestimar, como Domenico que entra en una contienda con Emma queriendo tener la razón y en ese estado falla cayendo en el juego que le hace abrir la caja de laboratorio metiendo la mano, queriendo demostrarle que no le tiene miedo a una serpiente, con la cual Emma le alega una y otra vez diciéndole que está muerta sabiendo que no lo está, simplemente está quieta en un rincón.

Pero bueno, situaciones desesperadas llevan a actos desesperados. Y mientras Rachel vuelve a la casa con Damon, Antoni devora la boca de la mujer que lo besa a la vez que uno de sus pupilos pasa por alto las advertencia dadas y termina recibiendo una dosis de veneno en la muñeca cuando el animal que intentaba tomar actúa como lo que es enterrándole los colmillos.

El grito de Sam llamando a Rachel la hace correr al despacho mientras que Antoni sigue embistiendo. Domenico se desploma en los brazos de Emma, Sam lo auxilia y Rachel entra con Bernardo hallándolo convaleciente en los brazos de su hermana menor.

El italiano la aparta tomando a su hijo quien ahora tiene en el organismo la misma toxina que porta Owen.

La atención médica de Cédric retrasa, más no evita que se retuerza preso del dolor luchando por respirar a la vez que su padre lidia con el terror de perderlo y es que los hijos le duelen a todo el mundo y Emma lo sabía, tenía claro que los Mascherano no hacen antídotos para sus víctimas, pero Domenico no es una víctima, es el próximo sottocapo de la mafia italiana.

— ¡Necesito un antídoto para esto ya! —exige Bernardo en medio del desespero y las palabras entran en la teniente detallando a su hermana menor quien la sigue mientras sacan a Domenico.

Con disimulo le susurra el favor que necesita y los latidos de Rachel se vuelven lentos al captar lo que acaba de hacer y es empujarla al agua sin aviso previo, como cuando de pequeñas que se lanzaban a la piscina, pero... Ya no son unas niñas y esto no es una piscina, es el océano entero.

Antoni se detiene con la llamada que acepta y termina apartando con braveza a la mujer con que follaba cuando recibe la noticia. Suben al italiano al auto llevándolo a Florencia, la mano se le hinchó, las venas del rostro sobresalen y no deja de botar espuma por la boca mientras que Rachel maquina pálida y angustiada.

Bernardo no deja de contar los segundos que faltan para llegar al laboratorio temiendo por la vida de su hijo quien parece que no lo va a resistir, sin embargo, hay tiempo porque el Hasse no mata de inmediato, por algo es la toxina del suplicio.

Lo sacan cuando el auto frena en el laboratorio, quienes lo acompañaban se quedan afuera y Bernardo corre con el cuerpo de su hijo mientras que Angela se encuentra con él y Antoni se apresura al sitio donde lo llevan. Los ojos se le están poniendo negros y el líder lo primero que hace es tomarle los signos vitales.

—Por favor —le ruega Bernardo—, haz algo ya.

—¿Qué te mando a buscar? —pregunta Angela desesperada— ¿Qué componentes necesitas?

Desesperado lo revisa, el Hasse se está expandiendo rápido y el enojo hace que apriete más el cordón que Sam le puso en el brazo mientras Bernardo y Angela le siguen pidiendo que haga algo hablando al mismo tiempo. Rachel lo observa y el niño no deja de quejarse.

Es su sobrino, lleva años preparándolo y también es una herramienta necesaria para Damon, pero cualquier cosa es un peligro por...

—Antoni ¿Qué necesitas? —insiste Angela y...

—Nada —habla Rachel—. Aquí no se hacen antídotos, recuerdalo.

La mirada de Bernarndo, Antoni y Angela recae sobre ella de inmediato. Emma tiró una piedra poniéndola en aprietos.

—Está sufriendo, mátalo —propone.

—¿Qué te pasa, hija de perra? —se ofende Bernardo— ¡Es mi hijo el que está en esa camilla!

—Y son las normas que están en juego —contesta con firmeza—. Eso lo está torturando y entre más tiempo pase, más seguirá sufriendo en vano porque el resultado será el mismo y es la muerte.

Las fosas nasales de Bernardo se explayan preso del enojo al igual que las de Angela que ya no reconoce a su amiga, la cual se centra en Antoni.

—Mátalo —saca la glock que tiene atrás— ¿O lo hago yo?

El sonido de la desactivación del seguro saca el arma de Angela que le apunta mientras ella hace lo mismo con Domenico y Bernardo con Antoni consiguiendo que la teniente se vaya contra él desarmandolo y dejando el cañón en su frente listo para matarlo.

—¡Suéltalo! —pide Antoni.

—Te apuntó —responde rabiosa alterando a Antoni— ¿Dejo que te mate? ¿Eso quieres?

—Hemos estado contigo siempre —le dice Bernardo a su primo—. Angela no te ha fallado, la familia va primero y no va a haber si la escuchas.

—Aquí hay leyes y se respetan —insiste Rachel—. Ya se dijo que no hay antídoto y lo estás presionando para que lo haga.

—¡Porque es mi hijo!

—¡Pero es mejor que muera ya a que siga cargando esa cosa en el cuerpo! —reitera Rachel— ¡Mal padre eres dejando que sufra así!

—¡No cuentas más conmigo ni con Angela si lo matas! —declara y Rachel clava en la vista en su "marido".

—Procede ya y quitale ese suplicio.

—¡Es un niño, Rachel! —lo defiende Angela y empieza a discutir.

Bernardo le suplica con los ojos, la firmeza de la teniente no da señales de querer dar marcha atrás, está en guerra con otro clan; ya Rachel lo ha hecho fallar varias veces y es su perdición, pero ahora hay otras cosas en juego más que la veneración hacia una mujer.

—¡Antoni, por favor! —suplica Angela.

—Hazlo ya —contradice Rachel.

—No la escuches —implora Bernardo.

Domenico convulsiona y a Bernardo le saltan las lágrimas mirando a su primo. Angela rompe a llorar cuando Domenico empieza a ahogarse y...

—¡Sal de aquí, Rachel! —exige.

—Pero...

—¡Que salgas! ¡Tú y todos!

Dudan, pero bajan las armas dejándolo solo y a puerta cerrada voltea a Domenico antes de rebuscar rápidamente en una de las cajoneras lo que se requiere para hacerlo respirar. Por teléfono manda a desocupar el laboratorio, las cámaras se desactivan, espera y con el sitio vacío toma a su sobrino en brazos bajándolo a una de las bóvedas acorazadas hechas para casos de emergencia.

Lo deja en la camilla del sitio y rápidamente lo desnuda conectando los equipos, drena la sangre acumulada en la mordedura y aplica varias inyecciones en el suero que le pone. No morira aún, ya que el Hasse es una droga de tortura que puede durar semanas o meses en el cuerpo dependiendo la persona y Domenico está bien vitaminado.

Lo induce al coma y le conecta todo lo que necesita para sobrevivir en su ausencia, mide el tiempo, enlaza lo que requiere a su móvil y sale dejando a Domenico en lo más recóndito del laboratorio. Las puertas se van cerrando y sella la última empuñando la muestra de sangre que le sacó. El enojo le afloja el nudo de la corbata y le echa un último vistazo al sitio antes de avanzar.

«¿Tiene que hacerlo?» Si, pero en silencio y con cautela, precavido, escondiéndose de los ojos que lo vigilan desde arriba sin darse cuenta.

«Rachel». Antoni se pierde y ella toma su camino a través de los pasillos oscuros dibujando una sonrisa leve en sus labios mientras en su cabeza se forma un motivo más para amar a su hermana que si, la arrojó al agua, pero ella sabe que la teniente es buena nadando y puede dudar de todo menos de las habilidades de su hermana mayor.

Sigue caminando, presionar a Antoni con Bernardo es una forma de recordarle sus fallas, porque matar a Brandon le costó el odio de Dalila y eso tarde o temprano tuvo consecuencias, por ende, aprieta para que elija a la familia y su primo lo es al igual que Domenico.

La sonrisa no se borra, no se ha concretado nada, pero Rachel sabe que por Owen está dispuesta a lo que sea. Lástima que el momento de gloria sea fugaz, porque mientras Rachel abandona el laboratorio, la Bratva pisa Italia dando inicio al tipo de contienda que no se ve en el mundo criminal y es la batalla de los clanes.

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Holiiiii.

Este capítulo me exigía narrarlo así y no sé... Esperemos a ver que pasa, eso es todo por hoy, portense bien.

Este capítulo va para Andrea T, Lucia, Anyaris T e Ivanis que el padre Santiago las bendiga hoy siempre.

Besitos.

Con amor.

Eva. 

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