Te amo
Último capítulo
El ruido del río y los grandes árboles lo calmaban. Volvió a cantar su canción pero ya no pudo continuar, el lugar era hermoso y de cierta manera le recordaba a la finca Shiori; lágrimas surcaron sus mejillas -Akashi- susurró y cubrió el rostro.
Estaba destrozado. Su corazón partido en mil pedazos. Sabía que sufriría por ese amor que sentía por el pelirrojo y su confirmación sucedió después de haber tenido relaciones, Akashi se arrepentía; y luego la verdad, había sido utilizado.
-¿Por qué un hermoso doncel llora?
Aquella voz la reconoció. Descubrió su rostro y lo miró -....- se levantó y camino de regreso mientras limpiaba sus lágrimas.
-¿Me vas a ignorar?- cuestionó tomándolo del brazo.
-Suélteme. No tenemos nada de qué hablar- dijo intentando zafarse del agarré.
-No sin que me escuches.
-¿Y qué me dirá esta vez? Qué...
-Te amo- confeso viendo directamente a esos ojos chocolates que se abrieron como platos por sus palabras. Kōki se veía pálido y demacrado.
Su corazón latió rápidamente -Miente. Sólo quiere comprar nuestro invernadero.
-No. Te juro que ya no lo quiero. Quiero otra cosa.
-¿Qué quiere?
-Tú corazón. Te amo, Kōki. Ese día no sabía qué hacer ni cómo reaccionar. Siempre he mantenido divididos los negocios del...
-¿Placer sexual?- fue lo único que se le ocurrió decir.
-Del amor. A mi edad nunca me había enamorado y cuando te conocí no me entendía ni a mí mismo. Lo único que quiero es verte sonreír, escucharte cantar, saber que soy yo quien te ocasiona ese sonrojo- acarició la mejilla.
-Me utilizo- murmuró desviando la mirada. Su rostro debería estar rojo remolacha.
-No, nunca lo hice. Tenía planeado presentarle una oferta a tú familia es cierto, pero no tenía nada que ver con nosotros. Siempre he tratado los negocios aparte. Sabía de los riesgos cuando te enterarás y pensaba decírtelo pero me distraje pensando en ti y lo olvidé.
-¿Creé que le creeré?- cuestionó incómodo. Su corazón le decía que Seijūrō le decía la verdad.
-Créeme, te amo. No quiero perderte. Te amo Kōki- nunca aparto la mirada -Eres el doncel más hermoso que he conocido. El doncel que ha logrado que me enamore. El doncel por quien estaría dispuesto a dejarlo todo por verlo feliz a mi lado.
Sus labios temblaron y se lanzó a los brazos del pelirrojo -Lo amo, Akashi-san.
Levantó el rostro del castaño y lo besó. Kōki respondió el beso, al separarse ambos los hicieron jadeando por la falta de aire. -Te amo...Te ves hermoso-. Vestía un pantalón ajustado, que realzaban sus glúteos y piernas; una playera súper ajustada de tres cuartos y en tono gris; y su cabello lo traía suelto.
Se sonrojó y aprovechó para mirar al pelirrojo. Un pantalón de mezclilla negro y una camisa blanca, esta se pegaba a su cuerpo. Amaba a ese hombre - Kōki- presto atención.
-Te amo. Quiero pasar el resto de mi vida contigo ¿Quieres ser mi esposo?- dijo rebuscando en su bolso.
-¿Qué? Es muy apresurado- dijo rápido.
-Lo sé. Pero nos podemos casar en uno o dos años, cuando tú quieras- dijo mostrándole el anillo.
Kōki miro el anillo y luego al pelirrojo. Amaba a Akashi Seijūrō. Tal vez era muy apresurado, pero tenía razón. No tenían que casarse inmediatamente -Acepto.
Seijūrō sonrió y le colocó el anillo en el dedo anular -Te prometo hacerte feliz. Te amo- dijo besándole la mano.
-Te amo, Seijūrō-san- besó al pelirrojo y está vez enroscó sus piernas en las caderas del pelirrojo. Seijūrō lo sostuvo de los glúteos y respondió al beso, y luego su espalda chocó contra el árbol.
-Te necesito- gruñó besándole el cuello.
-Yo también- jadeo. Sintió como unas manos se colaban por debajo de su playera y llevaba a sus tetillas -aghhh... Sei.
-Gime mi nombre- pidió mordiéndole el labio inferior.
-Aghhh... Seijūrō- gimió -rápido.
-Joder, luego no me culpes- dejo en el suelo al castaño, le bajo el pantalón y la ropa interior hasta las redondillas. A tientas busco el botón de su pantalón, bajo el cierre y el bóxer dejando expuesto su endurecido miembro. Junto ambos penes y comenzó a masturbar mientras devoraba los labios de su prometido.
-ghh.. nghhh.. sei- gimió sosteniéndose de los hombros del pelirrojo, quien le hizo lamer los largos dedos blancos hasta que quedaron humedecidos. Después de liberarlos, a los pocos segundos, sintió como se abrían paso en su entrada dilatándose-la -aggggh duele-.
-Tienes que relajarte- lo beso mientras lo dilataba y acariciaba su pene. Pronto tres dedos simulaban envestidas -Gira- ordeno extrayendo sus dedos.
Kōki gruño por inconformidad, giro y se sostuvo del tronco del árbol. Sintió como el gran miembro se frotaba entre sus glúteos -aghh ra-rápido-.
-Sostenerte- ordeno mientras separaba los glúteos del castaño dejando expuesta su húmeda entrada, Sin más preámbulos, se posiciono y, de una sola envestida, penetro a Kōki.
-AGGHHHH... mgghhh.. Dios- gimió fuertemente. Se retorció y Seijūro no lo dejo acostumbrarse sin aviso alguno comenzó a envestirlo con rudeza. Cada nuevo rose o caricia a su cuerpo lo excitaba, ese Seijūrō era diferente al que lo tomo la primera vez y le gustaba.
-Joder. Me estas succionando- gruño mordiéndole el hombre.
-aggh noo nghh digass eso aghhh- gimió incoherente ante las envestidas.
-agh.. pero es verdad...- jadeo sintiéndose succionando y cada vez más erecto.
-aghhh.. mnghhh Seiii- gimió aferrándose a la corteza.
Se percató de lo rojo que se estaban tornando las manos del castaño. Salió de su interior y lo giro -Enrosca tus piernas y sostenerte- ordeno y Kōki obedeció. Atentas, con una de sus manos, busco colocar su erecto pene en la entrada cuando lo hizo comenzó a envestir desde abajo y golpear la próstata del castaño haciendo que se corriera, manchando en el proceso, la camisa del pelirrojo -Encontré el lugar- le susurro mordiéndole el labio.
-Seijūrō más- gimió enterrando sus uñas en la espalda blanca.
Siguió penetrando hasta que Kōki volvió a quedar erecto. -Sujetarse del árbol- ordeno cuando lo bajo, el doncel obedeció y se sostuvo - Kōki baja más tu espalda..- al ver que Kōki no entendía lo coloco en cuatro, con sus pies le amplio las piernas y lo penetro.
-aggh sii más Sei- gruño. Seijūrō salía lentamente y volvía a penetrarlo llegando hasta la próstata.
-Seijūrō/ Kōki - gimieron cuando llegaron al orgasmo, Kōki se corrió ensuciando el árbol y Seijūrō había abandonado el interior de su prometido, y se corrió ensuciándolo en los glúteos.
Buscaron devorar sus labios -Te amo, Kōki- le dijo para después besarle la mejilla.
-También te amo Seijūrō- respondió sonriendo.
-¿Estas bien?- pregunto ayudándolo a pararse.
-Duelen mis caderas- dijo sosteniéndose del pelirrojo.
-Lo siento, pero tú lo pediste- dijo riendo.
-Cállate y ayuda me- dijo avergonzado.
-Bueno tenemos dos problemas: tú estás sucio y mi camisa también, no podré ver a Kazu-san y Kōko-san así- dijo viendo su camisa. Su pantalón seguía arriba y no se había manchado.
-Espera... ¿Ellos saben que estas aquí?- cuestiono.
-Por supuesto ¿Por qué crees que te mandaron aquí... y solo?- guiño un ojo -Ya sé que vamos hacer.
Kōki observó cómo Seijūro se desnudaba y quitaba el reloj. Luego el pelirrojo lo ayudo a quitarse los pantalones y la camisa para luego cargarlo -Oh no... eso sí que no- dijo aterrado.
-No te preocupes. Te cuidare- dijo caminando hacía la orilla del riachuelo y se metió al agua. Kōki grito y pataleo -Mantenerte de pié- ordeno. Kōki así lo hizo y el agua le llevaba a la cadera -¿Ves? no está profundo.
-Si- dijo seguro, no le gustaba el agua. Observo como el pelirrojo quito los restos de su semen con la mano y luego enjuagar la camisa de esa misma área.
- Listo- dijo sonriendo. Se aproximó a la orilla y estiro su camisa para que se secara con el sol -Ahora a lavarnos... Aunque prefiero ensuciarte mucho más- Kōki se sonrojo y se dejó abrazar.
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Regresaron tomados de las manos y entraron en la casa. Kōko corrió y abrazó a su hermano -Felicidades.
-¿Lo sabías?- cuestiono.
-Por supuesto- se giró hacia el pelirrojo -No vuelva hacer llorar a mi hermano o se las verá conmigo.
-Así será, Kōko-san. Un gusto conocerla- dijo saludándola.
Estuvieron platicando hasta altas horas de la noche hasta que Kōko recordó algo importante -Bueno abra un problema.
-¿Cuál problema?- pregunto Seijūrō.
-Kōta- respondió.
-Oh no ¡Kōta va a matarme!- dijo Kōki revolviéndose el cabello. Seijūrō supo que la iba a tener difícil con su cuñado.
Fin
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Gracias por leer y sus votos. Espero les haya gustado.
Originalmente lo manejé como un Oneshot en Amor Yaoi y aquí lo alargue en varias partes.
Ninguna imagen y personajes me pertenecen.
Atte Ai
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