Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 27

Bennett.

La sala de juegos en mi apartamento tiene dos mesas de billar y un compuesto musical vintage. Fue diseñada desde hace años por mi hermano. Cuando tenía diecisiete años lo vi hacer primer boceto en planos y lo mejoró en un mes, yo lo ayudé a diseñarlo por el interior como hice con muchos de sus hoteles.

Tomo el taco de billar y paso la mano por el dije de cruz que tenemos ambos y es igual a la original, tres copias.

Meto el primer tiro mandando dispersas las bolas. Erick no está en la ciudad, se fue a Nueva York por los negocios del nuevo hotel hace dos semanas, estoy siendo vigilado por Dmitry para no acercarme al Score y no lo hago por la seguridad de Jack, sé que está ahí, pero me lo callo.

Miro el lugar dónde suele ir Kieran cuando estoy aquí. Mi buen y fiel amigo lleva mucho tiempo fuera de casa, el cabrón de Alexander se lo llevó, ni mi perro quiere dejarme.

Respondo un mensaje de texto que Emma dejó esta tarde, es simplemente absurdo como en estas semanas ambos nos convertimos en traidores y ahora regresamos al punto de comunicación que teníamos antes cuando nos conocimos.

Sé dónde está, pero solo he ido a visitarla un par de veces, desde el ultimo desplante de Katherine hacia ella, es mejor estar alejado. Todo estaba fríamente calculado para atacarla esa noche, ojalá lo hubiera sabido para advertirla.

No puede regresar a Londres, la organización está detrás de ella e internamente sé que Alexander si la encuentra la va a aborrecer hasta regresarle el mismo disparo, pero con el hermano de Cora cuidándola, está mejor protegida con lo s que quiere.

Siempre que voy me quedo al margen de ver a Cora y a Dylan. La hora en mi Rolex me hace subirme a mi auto y manejar hacia el lugar dónde está el biólogo.

La cámara escondida en la esquina sigue mis movimientos como de costumbre, la reconozco porque yo estuve ahí cuando fueron compradas hace meses para Hilton &Roe. Mi barbilla no baja porque soy un Roe, pero si presto atención a los kray que vigilan la entrada cuando llego.

—Te estabas tardando, el amo no tiene todo el tiempo.

—¿Qué quiere Logan de mí?

—No mucho, la siguiente muestra de anfetamina la quiere esta semana, es mejor que hagas al biólogo apurarse hace días no trabaja como debe.

Ese hombre no está encerrado en las jaulas, pero cuando termine la droga no servirá de mucho. Me coloco los audífonos inalámbricos como lo hago cuando voy a correr.

El siguiente cigarrillo me lo acabo antes de entrar y le doy la ultima calada antes de entrar a ver al biólogo neoyorquino. Sus ojos se abren en la penumbra de la oscuridad tirado en el suelo y me mira entrar por la puerta.

Si suplica, no lo escucho porque la música calla todo a mi alrededor. Con el dije de cruz colgado en mi pecho tomo la primera daga y la giro entre mis manos, es una daga barata, las de los Roe están hechas a mano, los herreros sangran por hacerlas, se les escuecen las manos y se ampollan.

Por la rendija de la pequeña ventana veo a los Kytter rodear el perímetro, son francotiradores agiles, mi puntería es buena y precisa, podría ser como uno de ellos.

—¿Dónde está la ultima muestra de la droga que hiciste?

Me señala la mesa y me acerco para guardarme el pequeño tubo blanco en secreto. —Te dijeron que trabajes para el amo, quiere más muestras.

Mueve los labios diciendo algo, pero no me detengo de caminar hacia él. De alguna forma mi esencia no está completamente corrompida de todas las formas posibles como la de mi hermano cuando se fue con los rusos, yo no soy Alexander, no soy Logan, ni un kray de mucho tiempo, pero soy un Roe.

Una sinfonía perversa y oscura baña el suelo de sangre, mis botas y la ropa verde de kray que traigo encima se ensucia. Si el biólogo grita no lo escucho, Frankie Valli es lo único que percibe mi cerebro.

Sin una emoción en mi cara tomo al biólogo y lo arrastro hasta que ponga las manos a trabajar, si no lo hago yo, Logan lo hará a su manera y nadie lo quiere conocer enojado. La cámara que instaló en la habitación sigue mis movimientos, ve lo que hago desde lejos.

La abstinencia de hambre del biólogo lo tiene temblando todo el rato y los golpes no ayudan. La cámara me enfoca a mí hasta que deja de moverse con la intervención del kray al que le pague buen dinero.

Me pongo de espalda con los segundos contados y le paso al biólogo por debajo de la mesa el suplemento alimenticio que le doy siempre.

—¿Por quién estas haciendo esto? ¿Quién te paga desde afuera para que me ayudes? ¿Es Jack? — lo esconde rápidamente.

Hace tiempo que no soltaba una carcajada, pero lo hago ahora con el cigarro entre los dientes. —¿Soy un Roe y crees que necesito dinero?

—Precisamente porque eres el hijo del amo no creo en tu buena voluntad.

—Lo que pienses de mí me da igual— le aviento la caja de tabaco nueva para que siga teniendo algo en que distraerse —Mantente alerta, la única forma de que sobrevivas aquí es fingiendo que estás del lado de Logan.

—Jack se comunicó conmigo, bueno Alexander Roe lo hizo solo hablé con tu primo una vez, hay una señal desde afuera que intervino uno de los celulares.

El hacker de Alexander debió hacerlo. —Diles que tengo una muestra de la nueva versión de la droga.

—¿Se las vas a entregar?

La cámara se enciende otra vez y suelto el humo invitando a la otra persona a mirar al biólogo trabajar. Salgo dejando la puerta para que la cámara de afuera infiltrada vea lo que hay dentro.

No sé quién mira del otro lado, ni si es de confianza, pero me abro momentáneamente la chaqueta para que vean el tubo de cristal.

—Hey tú, te toca vigilar— me pasan un rifle y uno de los kray cambia su lugar conmigo.

—Yo no vigilo, vine para hacer trabajar al biólogo.

—No seas un señorito, eres hijo del amo, pero eres un perro sirviente como todos nosotros— me azota el rifle en el abdomen.

No le demuestro emociones y no creo que las sienta tampoco, me siento a la entrada con otro y me cuesta distinguir las camionetas que vienen a lo lejos.

Sabía que Katherine no estaba en Londres, Logan la mando lejos hace días para conseguirle algo, la última reunión de la organización hace poco más de un mes termino peor que todas por lo que dicen.

Logan se cargó a diez de sus kray en un solo enojo, yo tengo los recuerdos distorsionados.

De lejos veo a Katherine bajar con una expresión muy satisfecha en la cara, bajan algo a alguien de otra camioneta y dos kray arrastran el bulto hasta dentro del lugar por la otra entrada.

Un mugriento o prisionero no es porque lo habrían llevado a las jaulas. —Dile al amo que su orden está en el plato— manda a un kray a la casa de Logan.

Me levanto de la entrada y los sigo hasta la habitación metálica dónde cierran la puerta y la atascan con una cerradura de oxido pesada. No se escuchan quejas dentro ni ruidos para saber que es lo de adentro.

—¿Qué es?

—Algo bueno— no se ve sorprendida de verme —Siempre que el amo quiera algo yo lo consigo, aunque esta rata se escondió no muy lejos de aquí, pero ya la tenemos.

—¿Quién es? — inquiero.

—No, no, no Bennett— me pone un dedo en los labios, huele a plomo —Aquí las preguntas solo las hace el amo— pone las manos detrás de su espalda alzando su escote a mí —Le traje una distracción, la desafortunada muerte de Alesha es una pena y de alguna manera le voy a levantar el ánimo. Tú, ve a plantar bloqueos para que nadie nos haya seguido desde Brent— manda a un kray.

Ni desafortunada ni sorpresiva fue la muerte de Alesha, los Roe siempre terminan traicionando a alguien, está en nuestra naturaleza. Caterva será una pieza fundamental ahora que su la noticia corra entre su gente.

—¿Tienes a alguien siguiéndote? ¿Es el MI6?

—No, los bombardeos se siguen planeando— se ríe —Y nadie me siguió hasta aquí, porque esta noche trabajamos silenciosamente sin dejar rastros. ¿Estás aquí por tu ración de comida adicto?

—Eres una maldita— le digo con desprecio.

—Sí— la sonrisa no le cabe en la cara. —Pero aun así no puedes con la abstinencia, tráiganle su ración al hijo del amo como pago por sus eficientes servicios.

—Hasta aquí huelo tu odio— digo a su espalda.

Se gira con las cejas juntas. — No te odio, sólo me amo más a mí misma— termina sonriendo. —Voy a preparar al amo para su diversión.

Cuando se va tiro la colilla del cigarrillo y por curiosidad me quedo en la puerta durante dos horas en las que no hay movimiento alguno y no viene Logan tampoco.

Me termino el siguiente cigarro y solo para joder a Katherine quito el cerrojo de metal y entro en la habitación oscura y sucia. El bulto de la esquina se mueve con mis pisadas.

Trae un saco de dormir encima que cubre su manos y pies atados, la cara tiene una capucha que le cubre hasta el pelo.

—¿Y tu quién eres? — pregunto.

No articula palabra debe traer la boca cerrada a las malas.

—Dicen que vienes de Brent directo para Logan— le quito la capucha para ver.

Los ojos azules se me clavan en la cara como dos dagas en el pecho. El cabello rubio alborotado con la boca amordazada.

La muevo al lado de la ventana para ver mejor porque mi condición no me permite ver a la perfección. —Cora.

Sus ojos parpadean varias veces —¿Quién abrió esta puerta? — uno de los kray que vigilaban se acerca.

No tengo un nombramiento como los Kytter, pero pude tenerlo. Mi reacción no toma más que cinco segundos en quitar el seguro de mi arma y dar directo en la cabeza del kray cortando su amenaza.

El disparo no altera a Cora como lo hubiera hecho antes. —Katherine te tajo de Brent— asiente mientras le quito a tirones la mordaza de la boca y las manos.

El pensamiento me quema en las venas con una rabia que crece conforme pasan los segundos. El sentido se me nubla mientras la levanto del suelo, trae ropa de dormir, un pijama que no huele a sucio.

—Hace cuanto te sacaron de ciudad— miro por los pasillos.

—No sé, tal vez cuatro o cinco horas— la voz se le escucha ronca —Estaba en el estacionamiento del hotel que rentamos anoche despidiendo a Luke cuando las camionetas verdes aparecieron y terminé emboscada.

Aparto la mirada de ella. —¿No estabas en el MI6?

—El apartamento de mi hermano está ahí en la base, pero Luke y yo...— se pasa la lengua por el labio y aparta la mirada —Nosotros queríamos privacidad.

—Ah — miro al frente —. Te voy a ayudar a salir, sígueme en silencio que aquí todo está completamente vigilado por seguridad del biólogo.

El trato con Logan fue claro y ahora el maldito incumplió.

Asiente con el ceño fruncido, sus pies descalzos no hacen ruido, pero le cuesta ir rápido porque se resbala en las baldosas y más cuando bajamos por la escalera de la entrada.

—Agárrate de mí si quieres.

Asiente de nuevo y juro por Dios que vivo para este contacto. Cierro los ojos y me apresuro a sacarla, mi auto está entre el estacionamiento y la parte trasera del lugar. Se detiene en la entrada mirando hacia abajo, las piedras de granito del suelo le van a lastimar.

El alboroto comienza dentro, ya debieron ver la celda vacía. La miro a los ojos y la levanto contra mi torso cargándola hasta correr a mi auto. Sus manos se mantienen en mis hombros, pero su frente se pega a la mía.

—¡Es Bennett! — gritan dentro cuando cierro su puerta. —¡Síganlo! — La voz de Katherine me hace reventar todos los neumáticos de un tiro de las camionetas en el estacionamiento y ponerme al volante en cuestión de segundos.

—¿Qué haces demente? El amo viene en camino— sale con arma en mano el mismo kray al que le pague por desactivar la cámara. Ve a Cora en el auto y luego a mí.

—¿Por qué la trajeron?

—Porque se perdieron dos dosis nuevas que preparó el biólogo y quieren la verdad, te la van a sacar por las malas. Si te la llevas olvídate de regresar vivo— el enojo se le marca en la cara, pero luego niega.

—¿Cómo saben que yo me robé esas muestras?

—Eres el único que visita al biólogo y está demente igual que tu hermano— resopla molesto —Lárgate de una vez, yo te cubro.

—Encárgate de tener al biólogo con vida y aliméntalo.

—Pides mucho Bennett.

El auto sale derrapando hasta la autopista principal. Cora se agarra al asiento y mira por el retrovisor.

—Nos sigue una camioneta.

Veo el retrovisor y piso el acelerador. —¿Saber orar?

—Sí.

—Primero ponte el cinturón de seguridad y luego te pones a rogar que no nos matemos porque mi MC Laren corre a trecientos cincuenta kilómetros por hora— hago rugir el motor y la adrenalina de la velocidad me fluye en el cuerpo.

Giro en la siguiente intervención saltándome las luces del tráfico y entrando en Londres perdiendo la camioneta que nos seguía. Volteo a ver a Cora y su cara completa esta descompuesta en una sonrisa, nos miramos y le sonrío de vuelta.

Paro momentáneamente en mi apartamento para que tome algo de ropa, el invierno tiene las noches heladas. —¿No está Kieran? — pasa las manos por una de mis sudaderas y mirando el apartamento vacío.

—Alexander me lo robó.

—A él no le gustan los animales.

—Eso dice.

Respondo la llamada de Jack y le hablo de la prueba que conseguí con el biolog y que probablemente será la ultima que le pueda dar, después de llevar a Cora a Brent Logan me va a aniquilar.

—Voy en camino por ella— dice.

—No te tardes.

Con las pruebas que le he pasado a Jack han estado analizándolas para crear anticuerpos. En la última reunión mi tía Maya fue víctima de Logan. Se que Alexander está al tanto de que ayudó del lado de Logan.

Aunque se ha mantenido al margen en nuestras charlas, la desconfianza no le genera una ventaja sobre mí, incluso en sus viajes solo se rodea de sus hombres de confianza, a los demás los deja con Tyler. Cora sigue en la sala mirando el apartamento por todos lados.

—¿Alexander no está en el Score?

—No, Londres solo lo ha visto a finales de noviembre con su ultima videoconferencia, pero tengo entendido que se fue de nuevo. ¿Lo preguntas por Emma?

—No, solo se me hace extraño que este en constante movimiento y porque cuando vas a visitarla a Brent casi no hablas conmigo. — mete los pies en los pantalones de chándal que le quedan grandes y sonríe. —Ya no te acercas a saludar.

—Lo voy a arreglar si te molesta.

Mira la chaqueta en el brazo del sofá. —¿Lena está aquí? Pregunto porque puedo llamar a Dylan a que venga por mí y no interrumpirte para que me lleves a Brent.

—Es mejor si te llevo yo, pero esperemos una hora más aquí para que nonos sigan el rastro.

—No me has dicho si Lena está aquí— aparta la mirada —Es curiosidad no por... no... — se queda sin palabras. La miro de lado y se remueve incomoda. —¿Uh? ¿Te importaría si tomo un café para quitarme el frío? Me estoy congelando.

—Estás en tu casa.

Sale casi corriendo hacia la cocina y se pone en la cafetera, el solo ver el café me produce que el sabor amargo de la bebida de desintoxicación me revuelva el estómago. Gracias a Jack no he comido nada en todo el día por esa porquería, solo el tabaco regular me desaparece el mal sabor de garganta.

—Tengo que avisarle a Dylan lo que sucedió.

Le paso mi celular —Dile que te llevaré hasta Brent.

—Sí— lo toma apenas mirándome. —Logan, es un hombre inquietante, admito que estaba asustada todo el camino, hasta que lo oí hablando con esa mujer Katherine, ni porque nos largamos de Londres deja de jodernos.

—Es su pasatiempo favorito créemelo— pruebo a tomar de su café, pero mi boca lo repudia.

Mira mi expresión en silencio y por inercia me acerco a oler su perfume. Detengo mi mano de subir a los rizos rubios. —Y aun así trabajas con ella y con Logan. ¿Por qué Bennett? ¿Disfrutas trabajar de ese lado perverso?

—No tengo que darte explicaciones de lo que hago o no niñita— me inclino sobre ella apoyando mi mano en el marco de la puerta y el enojo de que la llame así es evidente, desde que la conocí ha odiado esa palabra.

—Eres diferente al Bennett que conocí. ¿Por qué me estás ayudando esta noche? — alza la barbilla, una mala idea porque su nariz toca la mía —Si no fuera por Emma habrías desaparecido del mapa, te aislaste.

—Ya quisieras que yo despareciera.

—Llévame a Brent.

—Claro, deben estarte esperando, además tu hermano me aborrece, trata de destruir la organización en la que estoy metido, seguro que me recibe con una bala en la cabeza cuando vea que yo te rescaté.

—Dylan hace lo correcto.

—Aja, déjame despedir a Lena porque si está aquí y nos vamos.

—No es cierto, no está aquí solo lo dices para molestarme— dice rápidamente golpeando su aliento con el mío.

Me río. —¿Vives en una burbuja niñita dónde nadie suple tu lugar después que me dejaste? — le levanto la barbilla —¿Crees que solo tu puedes follar y yo no? — el enojo de lo que dijo que estaba haciendo cuando vino se hace presente. —Quieres una respuesta coherente a por qué no me he acercado a ti cuando visito a Emma, es sencillo, no me interesas.

—Esta conversación ya no tiene sentido, ya deberíamos irnos.

—Por supuesto— me inclino a su oído —Porque hay cosas que no te gusta escuchar como la verdad.

Me debo quitar de ahí, pero cuando hago la burla huelo su perfume y el cosquilleo de su cabello en mi barbilla me hace quedarme un segundo más para seguir. Ella hace lo mismo, como la mierda hace lo mismo, porque aspira dónde yo.

Escucho como respira entrecortadamente. Me separo poco viendo que clava la mirada en mí y no sé a qué maldito juega relamiéndose los labios y atrayéndome como la peor droga que he probado, no es una adicción es un puto dominio.

—¿Qué haces? Déjate de jueguitos niñita que tú ya tienes novio— le saco el labio de entre los dientes y le paso mi pulgar por él.

—Y tú tienes a Lena.

Bajo un poco la cabeza para probar si su reacción es genuina o solo busca probar algo. Su cabeza sube con la boca abierta como un puto imán queriendo alcanzar mis labios mientras su pecho se alza.

Esa línea peligrosa la rozamos segundo a asegundo porque yo siento la misma reacción que veo en su cuerpo. Me separo jadeando por la boca enojado por la reacción automática de mi cuerpo con el de ella.

—Bébete ese café porque tengo que llevarte a hasta tu casa, pase de estar en mis cosas a ser tu niñero de la noche— digo, pero en lugar de soltarla la tomo de la cintura y sus manos van parar en mi torso.

—Esto está tan mal— mueve sus manos por mi torso descaradamente. —Mi hermano te aborrece.

—Aja— la pego a mí.

—Estás del lado de Logan.

—Aja— la pared se pone en su espalda.

Parece que todo lo dice para ella misma. —Estoy con Luke.

—Entonces bébete el maldito café para que te lleve a Brent y deja tus juegos de una buena vez— la hago mirarme. —No creo que vean bien que Katherine te haya tomado prisionera unas horas y en lugar de irte con tus amigos te besuquees con el hermano perdido, la oveja negra de los Roe.

—Si fueras la oveja negra por qué le avisaste a Dylan sobre el bombardeo que Logan quería mandar a las bases.

—¿Quién dice que fui yo? — inquiero tentado a meter mis manos bajo la sudadera que trae —Eso seguro te lo imaginas tu para seguir teniendo tus fantasías conmigo y no con tu novio.

—¿Quién dice que tengo fantasías contigo?

—Te hice llorar de placer muchas veces, sería un pecado no acordarte de como le quitamos el polvo a la pared de la galería en tu primera exposición— levanto mi mano —Aun tengo la cicatriz de tus dientes... gatita.

La ultima palabra la digo ronco haciendo que la tensión se corte por el contacto inmediato que ambos provocamos. La pared puede caerse con la fuerza con la que la empotro rodeándome con sus muslos y cortándole el aire con mi boca.

Abre las piernas y sus manos van debajo de mi camisa para atrapar mis caderas. El aire se va de mis pulmones y ni aun así me detengo, ni porque quiera porque cuando separo la boca mete la mano en mis rizos y me hace pegarla de nuevo.

El sabor amargo de mi boca se va con su lengua. Somos tan dominantes, tan deseosos.

Mi celular suena y de reojo veo el maldito número de su hermano. Le quito la ropa y su falta de sostén me hace caer de picada en sus senos haciéndola gemir, mi miembro se alza cuando siento como me moja dónde nuestros cuerpos se tocan.

Me lleno las manos de ellos comiendo duro hasta que me levanta la cabeza.

—Dime que Lena no está aquí y que sigo siendo la única Bennett— pide con las mejillas rojas.

—La gatita saca las garras de nuevo — la provoco y dejo caer las murallas que tenía desde que traicioné a mi hermano. —Pase lo que pase después de hoy siempre seremos solo nosotros en nuestras almas Cora y que se joda la vida cuando estemos con alguien más.

Sé que solo tengo esta noche.

Logan sabe de las pruebas que me robé y ahora liberé a Cora, no van a tardar más que un día en encontrarme para matarme por eso llamé a Jack para darle la ultima prueba.

Cora se llena de mí y yo me lleno de ella. Cada que sube sobre mí montándome la miro a los ojos, veo lo que hay en ellos y espero que ella vea lo que hay en los míos. Su cuerpo toma con desenfreno el mío con el deseo que me consume.

Me levanto y se resbala hasta que mi miembro se sale de ella y se ríe, sonrío igual y grabo su risa en mi mente. Una hora más tarde se abraza a mí así como estamos, Dylan ha llamado unas tres veces más, pero estoy tomando mi ultimo respiro, lo necesito.

Paso mi mano por su cabello. —Dile a Alexander que te de a Kieran.

—¿Qué? — deja de besarme.

—Cuando lo vuelvas a ver, dile que el perro es tuyo y llévatelo a Brent.

—¿Por qué dices eso?

—Porque ha sido mi amigo durante muchos años y te ama— sonríe y se abraza a mí.

Veo la hora en mi Rolex y Jack toca la puerta mientras nos vestimos. —Cora— saluda sorprendido a la rubia que aún tiene las mejillas rojas y saco la última muestra que me entregó el biólogo, la guarda cuidadosamente en un recipiente.

—Logan sabe lo de las muestras— lo escucho maldecir —También saque a Cora de ahí porque la habían llevado y voy a llevarla a Brent.

—Bennett— su ceño se frunce, sabe que significa todo lo que dije.

—Lo sé— palmeo su hombro y bajo la voz para que Cora no escuche. —Alguien mantendrá al biólogo vivo, espero que se comunique con ustedes. No voy a huir porque me va a encontrar de todas formas, después de llevarla a salvo yo mismo me entrego.

—Encárgate de tener la cabeza en alto hasta el final— dice soberbio — Ven aquí— le doy un ultimo abrazo a mi primo. Me aprieta con fuerza.

—Despídeme de mi hermano— digo y su agarre se intensifica.

Nos separamos viéndonos a los ojos. —La cabeza en alto.

—Siempre para los Roe.

Se despide de Cora llevándose la última muestra y después de una hora más Cora y yo nos adentramos camino a Brent. Soy consciente de la camioneta verde que me sigue, no planeo huir como se lo dije a Jack.

Ni Cora ni yo hacemos mención de lo que pasó en mi apartamento, se duerme parte del camino porque debe estar exhausta y aprovecho para verla de reojo varias veces recordando tanto.

—Apenas me enteré de todo— Emma nos recibe en Brent, ya amaneció mientras veníamos de camino.

—Katherine anda suelta tengan cuidado— le digo mientras Cora baja del otro lado del auto.

Como es su costumbre el hermano agente me tiene con mala cara pero una vez que inspecciona que ella esta bien no le queda más que dar las gracias cuando les explica que la ayudé a salir.

Emma de igual forma viene y Luke igual lo hace. —Tengo que irme— voy con Emma.

—Nos ayudaste al menos quédate, Dylan te debe una comida, voy a obligarlo.

—No puedo, tengo una cita importante, además es un poco peligroso que esté cerca del MI6 siendo lo que soy.

Me mira con media sonrisa, yo la llamé a ella para avisar sobre los bombardeos, pero se debería quedar como una llamada anónima.

—Emma tienen razón— Dylan se acerca y le regala una caricia de dedos en la barbilla que la hace sonreír y el también le sonríe aunque su sonrisa desaparece conmigo. —Ayudaste a mi hermana y te debo las gracias. Además, hoy es un día de celebración para Luke.

—Sí te quedas habrá una cena elegante en el restaurante más caro de la ciudad— dice el que tiene a Cora abrazada.

Comparto una mirada con ella. —¿Qué cena? — le pregunta.

—Es una sorpresa pastelito y ahora estoy más que convencido viendo lo que pasó.

—Por favor Bennett solo hoy.

Me río sin humor —Está bien me quedo, pero solo porque si hoy no ceno con ustedes ya no habrá otra oportunidad.

Emma se entusiasma, pero Dylan se va malhumorado diciendo que nos alcanzará a la hora pactada. Estaciono mi Mc Laren lejos de los autos todo terreno azules y entramos al apartamento que comparten.

. . . .

Verla arreglarse no es algo a lo que este acostumbrado, la cerveza fría en mi mano la bebo en solitario ya que el agente se la pasa trabajando durante el día y el otro ridículo anda fingiendo sorpresa por todos lados.

De vez en cuando Cora sale a la sala y compartimos una mirada de lo que sucedió en mi apartamento. La comida la invito yo en el mejor restaurante de la ciudad que yo si pago no como el patético novio que llama restaurante a esa pocilga.

Me divierto pidiendo la comida favorita de Cora y ordenado por ella para demostrarle que así pasen siglos es mía.

—¿Estás bien? — Emma me toma del brazo mientras paseamos por Brent solos.

—Sí— respiro hondo —Es que la cita que tengo es muy importante.

—Tranquilo casanova, todo estará bien en Londres supongo— su mirada se pierde.

—Extrañas la ciudad.

—Sarah dice que es mejor no hablar de lo que nos hace mal y mejor de lo que nos hace bien— sonríe fingidamente —Debes pasar la navidad con nosotros.

Frunzo el ceño. —Primero esa Sarah esta loca, que no te prohíba hablar de lo que se te de la jodida gana y segundo, las navidades no son lo mío, los Roe no celebramos eso.

—Creo que iremos pronto a Los Ángeles Estados Unidos para una conferencia sobre el área en la que soy voluntaria, así que no creo que deba pelear con Sarah hasta que el viaje llegue.

Nos perdemos en la plática hasta que llegamos a la base dónde está una mujer auxiliando a alguien, Emma se apresura a ir y de rodillas ayuda a la mujer en el suelo a recuperar la conciencia con perfectas técnicas de supervivencia.

Paso por curiosidad por la base del MI6 dónde seguro me volaran la cabeza y veo a la tal Sarah instruyendo, del otro lado hay gente disparando a blancos tanto mujeres como hombres, son agentes y me saca de inmediato de la zona.

Es evidente que las bases del MI6 son como la casa de la Reina Isabell en vigilancia.

Veo un auto conocido y lo que me temía es que veo al ministro salir de una oficina. Saco un cigarrillo y lo miro de lejos a la lacra que es y lo respetado que debe ser. Saco las llaves de mi auto y paso por el suyo rayando el cofre dejando rayones por todos lados.

Sí, soy un Roe y nos gusta joder en todas las formas.

—Bennett Roe— sale y me mira de lejos a la zona a la que no puedo acercarme, de hecho si no fuera porque Dylan dio la orden habrían balaceado mi auto kilómetros a la redonda de la base, la zona es restringida a civiles comunes.

—Ministro Madden, ¿Qué tal la campaña? En dos meses serán las elecciones.

—La tengo en la bolsa.

—Estamos listas— Emma y Cora salen cortando la conversación que el ministro comenzó y lo veo mirar a Emma. Él la envió aquí.

—Iremos en mi auto damas— suena la alarma ostentosa de mi auto deportivo y como un cabrón le doy el asiento delantero a Cora.

Se ve deslumbrante con un vestido negro que solo resalta los risos rubios, la imagen la guardo vivo y muerto, halago a Emma también y me siento como el día en que salimos por primera vez por Londres.

Otra vez quedo cautivado por la rubia.

Al llegar al restaurante la sonrisa no se me cae cuando entramos a la dichosa cena de Luke pero a la mujer la traigo yo. —Su mesa los espera— nos dice la dueña del restaurante a Cora y a mí.

—Ella viene conmigo— se adelanta a decir.

—Te quedas conmigo— Emma aligera el ambiente tenso que marca el novio de Cora y también el hermano que o se ve cómodo usando traje.

Parece que en la mesa ambos hombres querrían matarme, pero sorpresa que solo le daré a Logan el lujo de hacerlo. La camioneta ya no me siguió después de dejar Londres, saben que vendré, el reloj sigue corriendo restando mi tiempo.

Hacen un brindis al que no me uno, pero me encargo de sacar el cheque que firme desde la mañana. —Una persona me dijo que tu cumpleaños se acerca Emma Brown y me di el lujo de ser el primero en darte tu obsequio— llamo a la castaña y le extiendo el sobre.

—Siento que esa persona es rubia— se ríe —Bennett, no era necesario — me abraza y agradezco el gesto.

—Págate unas vacaciones a mi nombre ¿De acuerdo?

—Solo si me acompañas— se le ve entusiasmada con la idea de vacacionar, es una cantidad generosa la que le di que incluso hace que sus cejas se alcen. —Dios Bennett ¿Qué vendiste? ¿Un riñón?

Suelto una carcajada. Los ojos tristes que le he visto el mes pasado han ido mejorando. Luke se levanta y suena su copa atrayendo ridículamente la atención de más de una persona en las otras mesas.

—¿Se va a poner a cantar? — digo en voz baja y Emma se ríe.

—Quiero aprovechar este momento para hablar de algo importante.

—¿Le economía mundial? — ladeo la cabeza y mi sarcasmo no lo recibe bien, pero Cora si porque lucha contra la risa que se le quiere escapar.

—Cora— le pide que se levante y ahí mis bromas se quedan de lado cuando le toma las manos. —Has sido la aventura más extraordinaria que he tenido en mi vida y solo pienso que eres perfecta para pasar el resto de tus días conmigo.

—Oh Dios no— Emma se ve sorprendida.

Mientras Luke se va poniendo sobre una rodilla y peleándose por abrir la caja que no cede yo me voy levantando. Cora no deja de mirarlo, aunque no hay expresión en su rostro.

—¿Te casas conmigo? — pregunta antes de abrir el anillo.

—Buenas noches damas y caballeros, tengo que irme— me levanto de la mesa serio y camino a Cora, cuando me giro escucho la respuesta afirmativa de ella que me deja un vacío en el abdomen.

Tanteo mi cigarrillo en mi bolso mientras traen mi auto y miro una ultima vez más el cielo. Cierro los ojos y dejo ir una calada de humo. Ya no me despido de Emma ni de nadie más cuando subo a mi auto de lujo.

La carretera se abre paso a paso por aquí y de noche es espectacular. Enciendo otro cigarrillo y en la radio pongo Rude de Magic a todo volumen mientras regreso a Londres, me pongo la colilla entre los dientes y canto a la par como lo hice en ese bar de Nueva York con Erick.

Abro el compartimiento debajo del asiento y saco la banda de cabello que me ato en la mano yendo por el tercer cigarro repitiendo la misma canción una y otra vez las cuatro horas que tardo en regresar a Londres, el celular suena y suena en el asiento trasero.

La camioneta verde comienza a seguirme cuando entro a la ciudad y media hora más tarde me detengo en un cambo abierto a las afueras de Londres con las puertas abiertas y la música a tope.

La camioneta verde se detiene detrás de mí y me enciendo otro cigarrillo mientras espero a que lleguen a aniquilarme.

Me cruzo de tobillos apoyado con el capote y veo a tres camionetas de kray llegar frente a mí, no corro, no saco un arma, solo espero a que terminen de rodearme.

—I'm gonna marry you anyway— le doy una ultima calada a mi cigarro cantado la ultima parte.

Logan alza el arma directo a mi cabeza, los kray me tiene rodeados por todos lados, que bien se siente.

—Maldita rata traidora, te vas a pudrir con la adicta como he deseado que lo hagas desde siempre— le quita el gatillo al arma y alzo la cabeza soberbio.

—Te dije que a mi hermano no lo tocas— la voz de Alexander es clara en mi espalda.

Tiro la colilla del cigarro al suelo y veo al puto y jodido Caterva Smith rodeando con su gente a los kray unido a la gente de Alexander. Casi me río de que ese bastardo este ahora del lado de Alexander.

La mirada que solo Alexander y yo conocemos se hace presente cuando apenas notoriamente me señala el suelo y veo el arma esperando por mí.

Otra melodía perversa suena, pero esta vez una de alianzas, los kray comienzan a disparar, me derrapo por el suelo como miles de veces lo he hecho en las misiones con Alexander y me pasa el arma que uso con mi mejor habilidad para darle a cada kray que apunto.

El mejor francotirador.

La gente de Caterva es sucia, pelea cuerpo a cuerpo matando a diestra y siniestra, están enfermos los malditos y les gusta, Caterva se encuentra cara a Cara con Logan y veo una pelea de dos cuerpos buscando matarse.

Caterva pelea por la muerte de Alesha.

Un kray se me viene encima y me azota la cabeza contra el suelo hasta que su daga se me clava en el abdomen, peleo con él quitándomelo de encima y cubriendo a Ethan que va haciendo que los kray retrocedan.

Uno va por Alexander y no tengo que ver dos veces porque mi puntería lo acaba en un segundo hasta que tengo a otro encima, pero alguien le vuela la cabeza de un tiro.

—Levántate hijo de puta— la mano de mi hermano aparece extendida frente a mí —No te salve toda la vida para que vengas a entregarte a la primera oportunidad.

Tomo su mano y me levanto sonriendo de lado cuando nos miramos como solo nosotros sabemos. —Gracias hermano.

—Deja tu drama niñita y ayúdame a cargarme a todos estos cabrones uno por uno— levanta el arma fiero.

〘 〙

Alexander.

Bebo mi whiskey escoces en el Score, la gente de Caterva ya se fue, logramos cargarnos a plomo a la mayoría de Krays que llevaba Logan. La satisfacción no me cabe en el pecho.

—¿Cómo sabías que estaba ahí? — Bennett choca su vaso como el mío igual de satisfecho mientras Maya le sutura la herida que le hicieron con la daga.

—Siempre voy dos pasos delante de cualquiera.

—Y por qué te dispararon hace tres meses — Jack abre la boca y lo mando a sacar de la sala para que deje de joderme, quiero que se concentre en las muestras que Bennett le robó al biólogo.

—Encontré al ministro por ahí, dice que tiene en la bolsa su campaña política.

—La tiene, el muy cabrón se asustó hace un mes cuando el MI6 le dijo que tenían amenazas de bombardeo, pero como nada de eso sucedió va a ir a los ángeles a reunirse con sus contactos y cuando consiga traerlos se proclamará por el gobierno oficialmente su victoria.

—Te tiene involucrado en esto, he visto las reuniones a las que lo acompañas.

—Hice un trato con Richard, cumplo mi parte, la ultima reunión a la que lo acompañaré será en los ángeles en febrero y será todo por mi parte.

—¿Los Ángeles?

—Que bueno que regresaste Alexander, tengo los últimos informes de tu empres y de tu gente mientras estabas fuera estas semanas — Tyler entra sin pedir permiso ni opinión. —¿Qué hace este traidor aquí? — mira mal a mi sangre.

—No estas de mi mandadero, los datos de mi empresa los reviso yo.

—Yo estoy a cargo mientras no estás, has estado buscando a la mujer que te disparo estos meses si no me equivoco — se sienta en mi silla detrás de mi escritorio. —Se que alguien borro los datos a dónde el ministro la envió y ya me hice cargo. Mis sugerencias son que te entretengas con el ministro mientras yo me hago cargo de todo.

Me levanto con el genio embrutecido y de un solo movimiento lo quito de mi lugar, al que nadie le permito. —Regrésate para Dinamarca, ya no me sirves aquí.

Ida ladea una sonrisa, he estado al pendiente a todo lo que ha estado haciendo Tyler cada movimiento. Kieran pasa por la puerta a la par que yo salgo y antes que se vuelva loco viendo a Bennett paso mi mano por su cabeza y salgo.

—Alexander — Rebecca aparece en el pasillo. —Tu asistente Amelia llama para tu aparición en la empresa y el evento de mañana en el que el señor Jones tiene a la prensa reunida para tu regreso.

—No es un regreso, me han visto con el ministro estos meses siguiéndolo en cada aparición — paso de largo con ella siguiéndome y dejo que me quite la chaqueta sucia hasta mi habitación.

Veo a Jack trabajando en la habitación especial que se preparó en mi casa. Se mantiene concentrado.

Logan inyecto a Maya en la ultima reunión y si no se ha enganchado como Bennett es por él, que actuó de inmediato, porque Jack no esta en ningún bando, pero si quisiera a todos nos mata el cabrón con una sola dosis de cosas que solo el conoce.

El arma la dejo como de costumbre al lado de mi cabeza y me quito la liga del cabello largo pasándome los dedos entre él.

. . . .

Mi seguridad se ha vuelto más ostentosa, Ethan siempre va a liderarla, después Ida. Van formando una línea de abertura mientras mis camionetas negras se detienen a la entrada del lugar.

Las cámaras van llegando al lugar que predijimos con Christopher que serían, me arreglan como de costumbre antes de hacer una aparición. El ministro está aquí presente, los medios digitales también.

Bennett se quedó reposando la herida y lo que sea que son sus penas que me dan igual. Además, Jack hizo de las suyas y lo sedó para darle más de la bebida de desintoxicación.

—¿Estás listo? — Christopher aparece con Alicia.

—Nací listo.

Le hago una señal a Amelia y viene corriendo para preparar todo. Me arreglo la corbata y extiendo la mano para que la mujer a mi lado camine a la par mía saliendo a las cámaras como debe ser.



¡Hola sexys!

Los hermanos Roe juntos de nuevo es algo digno de ver damas y caballeros. 

Un capítulo muy interesante que dejó datos importantes para los lectores cuidadosos.  

¡Los amo tres millones!

-Karla 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro