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CAPÍTULO 24

Advertencia: Este capítulo solo es para valientes. 


Emma.

Las luces de la entrada apuntan al estacionamiento y otras apuntan a la puerta principal donde hay dos hombres recibiendo a los empresarios.

Los medios de comunicación tienen a sus reporteros aquí, las cámaras van y vienen, reconozco las empresas de los medios y veo a la gente que trata de colarse por la fila de seguridad puesta por los oficiales para proteger a los empresarios.

Conozco mis movimientos en estos lugares, como publicista tengo trazado mi camino en los eventos importantes. Siempre llego como los demás por la puerta de al lado y paso después de un empresario por la puerta secundaría dónde entramos todos los que tenemos el gafete de entrada.

—Te veo dentro— le informo a Alexander viendo el Cadillac negro aparar en la entrada, del que bajan Tyler y a su lado Maya con un espléndido vestido rojo con escote pronunciado en uve y con pedrería alrededor de la cintura.

Resalta al igual que todas las mujeres de los empresarios, traen vestidos largos o cortos muy esplendidos y joyería que se ve desde lejos. Mira la fachada del lugar como si no fuera la gran cosa, aunque es todo un lujo y luego me mira a mí y me sonríe.

—Ida ya va en camino a dónde Dmitry señor, van a implantar las cámaras de vigilancia en aproximadamente una hora— Ethan le informa Alexander que le da una inclinación de cabeza para que sepa que lo escuchó.

Maya y Tyler se pierden por la entrada del lugar.

—Katherine estará aquí y Dmitry también, será mejor para Ida colocar las cámaras ¿Me equivoco? — miro los autos que llegan, dónde bajan gente de todas partes del mundo.

Empresarios adinerados, rusos, daneses, italianos, alemanes, americanos, hay mucha gente aquí y la seguridad va aumentando conforme llegan más. Nosotros tenemos a nuestra propia seguridad siguiéndonos, pero no me preocupo en un lugar como este.

—Ida sabe que hacer— la mano de Alexander se cierra sobre la mía impidiendo que saqué mi gafete de asistente del bolso y me hace caminar con él a la entrada.

Me separo antes que entremos y voy por dónde debo dejándolo solo, lo que lo deja con la cara seria, pero me acerco a mi jefe dentro del lugar y me mantengo al margen de ver la entrada, no quiero las cámaras sobre mí esta noche y Alexander las atrae a todo momento.

—Recuerde que venimos buscando patrocinadores como lo hacemos en cada evento Emma— mi jefe me recuerda, aunque no es necesario, ahora que Alicia está convaleciente yo me encargo de su trabajo también temporalmente.

—Si señor.

—Nunca pensé decir que Alicia me hiciera tanta falta.

Han pasado solo unos días de su accidente, pero aun no la han dejado ir a casa, paso por el hospital todas las mañanas con la culpa intacta, aunque ella me asegura que esos accidentes le suceden a cualquiera.

Cuando Alexander entra trae la cara seria con la que lo conocí, pero el porte impecable. Me mira con mi jefe, pero antes que pueda acercarse lo intercepta el New Times Londinense para su entrevista programada.

—Hola Emma— Erick se acerca a nosotros con una copa en la mano saludando a todo el mundo y junto con mi jefe se quedan hablando con un hombre de una prestigiosa revista.

Uno de los meseros del lugar me acerca una bebida cuando Katherine entra al lugar, viene con un perfil bajo, pero mira todo el lugar hasta que nos encuentra a mi jefe y a mí. Para mi desgracia no viene sola.

Así como el señor Jones, yo y Erick estamos aquí en representación del equipo de Hilton &Roe, ella viene seguida de una mujer que ya me había causado problemas antes. Alesha.

Mientras Katherine viene serena, Alesha como siempre viene con la actitud déspota de que todo el mundo la mire saludando a los empresarios y a mucha gente más, me recuerda a Birmingham de alguna forma.

—Tenemos compañía competitiva. — dice mi jefe al lado de su hijo Erick ambos mirando a las mujeres en la entrada.

—Es obvio que iba a venir con Katherine, Alesha comenzó con las ruedas de prensa y Katherine le siguió con las notas en los portales. — Erick se termina su copa y la deja en la bandeja de un mesero que pasa a su lado.

Alesha tiene buenos conocidos dentro del negocio, se ve que la gente la reconoce, es buena arquitecta, no digo lo mismo de Katherine, que, aunque viene con ella se mueve por un lugar diferente.

Sus tacones resuenan en mis oídos, ya tiene la mirada fija en mí y una expresión de sorpresa que casi le creo, sabe a lo que viene esta noche, no se me sorprende verla con Katherine.

Como la mayoría de las mujeres traer joyería luminosa y un collar plateado alrededor del cuello, el que le dio Alexander. Se lo toca satisfecha cuando me ve mirarlo.

—Christopher— se acercan a nosotros con los bordes de su vestido verde revoloteando entre sus tacones.

—Alesha. — no hay gracia en la voz de mi jefe.

—No pensé verte aquí— viene alardeando falsamente, aunque sabe perfectamente que nos vio de lejos. —Yo no vengo por trabajo está noche o no completamente, ya saben que me gustan estos eventos dónde la crema y nata nos mezclamos. — evito mirarla —Estoy segura que recuerdan a mi buena y adorable amiga Katherine, ella se ha vuelto un elemento fundamental de mis nuevos negocios y mi nuevo trabajo porque las puertas no se cerraron cuando dejé Hilton &Roe.

Erick no tolera que su presencia y se aleja dejándonos solos con ella. No pienso hablar a menos que sea necesario, la conozco en todos sus modos y sé que busca provocarnos.

—A tu amiga la conocemos bien por su ultima nota en el New Times, pero ojalá no tuviéramos el placer de conocerla como a ti tampoco— mi jefe no se deja envolver con sus palabrerías.

—Christopher, por Dios, no nos tratemos como si fuéramos unos completos extraños, hace tan solo unos meses yo era el mayor ingreso en la empresa de Alexander— se ríe y la risa me recorre la piel como pinchazos. —Emma lo sabe perfectamente también.

—Buenas noches Alesha— digo con educación.

Me extiende la mano con dos anillos de esmeralda y se ríe cuando no se la tomo.

—¿Dónde está Alex? Estoy ansiosa por verlo presentar sus nuevos proyectos, siempre hace lo mismo en estos eventos para atraer la atención de la gente— mira por su espalda hasta que lo ve dando su entrevista. —Se ve ocupado, ya lo veré después.

—Ha sido un largo tiempo sin vernos. ¿Estás aquí para apoyarnos? — no quiero escucharme borde, pero la detesto.

Trae las mejillas ligeramente más robustas al igual que un brillo diferente en los ojos, incluso diría que su forma de caminar cambió, pero estaría exagerando.

—No me eches de menos querida— esa maldita palabra me hace respirar hondo y ver si Maya ya entró al lugar — Aunque me estoy tomando unas merecidas vacaciones en el ámbito laboral, sigo pendiente de todo lo que sucede fuera, Katherine me dijo que le alegraste el día tratando de bajar su nota del portal del New Times y no lo lograste.

Toma una copa de champaña de la bandeja de uno de los meseros, pero la misma Katherine se la quita de las manos bruscamente enojándola. Un hombre se acerca a saludar a Katherine y ella no hace el intento de acercarse a Alesha o a nosotros, pero parece pendiente de ella todo el tiempo.

—¿Ya tienes una compañera para tratar de desprestigiar Hilton &Roe?

Mi jefe me insta a que nos vayamos dónde Erick, pero no hay razón para irse, está es la clásica Alesha con la que puedo lidiar todas las veces que sean necesarias. Él se aleja del drama y hace bien.

—Si contar la verdad es desprestigiar entonces estás en lo cierto. Voy a llevarlo a la banca rota porque esa empresa sin mí no es nada y porque trató de matarme hace poco en su casa — me sonríe viendo mi desconcierto. —Pero cambiemos de tema y mejor dime ¿Cómo se siente creerse la mejor publicista hasta que conociste a Katherine?

Veo de reojo el cabello de Maya en la entrada y a Tyler también. Le sonrío de vuelta.

—Se siente increíble, al fin tengo una digna oponente.

Con Alesha siempre debes encontrar las palabras correctas para borrarle la sonrisa del rostro y esta vez no es la excepción, pero como dije desde que apareció, se ve diferente de alguna forma porque pierde la sonrisa, pero le sale otra más cínica.

—Al fin todos conseguimos lo que queremos— se toca el vientre y baja la voz, ahora que lo hace noto que su vestido es holgado de esa parte—Sé que estás dentro de la organización, algunos socios te vieron en la última reunión en casa de Alexander. ¿Estás jugando a ser una mujercita valiente?

—Lo que yo haga con mi vida no es tu jodido problema.

—Ahí te equivocas y si yo fuera él, te habría traído mejor arreglada, aquí también hay mujeres de la organización y no venimos con harapos, yo sigo teniendo su recuerdo— se toca el collar plateado otra vez.

—Recuerdo bien ese collar, cuando se lo aventé a la cara cuando lo compró para mí, sabía que alguien más podía quererlo. — soy una Brown. —La joya me sentaba tan bien como te sienta a ti.

—¿Perdón?

—¿No lo sabías? — me encojo de hombros.

—Maldita mentirosa, lo dices porque lo único que quieres es la joya para sentirte más importante que yo.

Me río —No necesito sentirme más importante que tú, yo sé lo que soy, pero veo que tú aun no lo descubres — visualizo a mi jefe a lo lejos—Disfruta el evento, buenas noches.

No me deja ir porque me toma del brazo y me muevo de su agarre mientras llama a una mujer que tenemos cerca. —Suéltame.

La otra mujer se acerca cuando Alesha me bloquea el paso para irme otra vez, vagamente la recuerdo de la reunión en casa de Alexander.

—Te presento a Emma la nueva miembro de la organización.

La otra mujer me da una mirada barrida muy detallada y ambas se ríen. Viene como ella con un vestido sacado del armario de un diseñador con joyas que resaltan por todo el cuerpo. Los anillos pesan en sus manos como los de Alesha. Ya ni siquiera veo a Katherine cerca.

—¿Quién es esta? — la otra me mira bebiendo de su copa. —Ella no es mujer de la organización, ha de ser una bailarina de las jaulas.

—Estaba destinada para serlo, pero se escapó la maldita— Alesha le sigue el juego, pero lo que dice me deja en silencio.

—No soy bailarina, soy Emma Brown publicista.

—No mientas— me apunta con el dedo —Claro que no es una mujer de la organización, es más bien la mercancía. Cuéntale la historia a mi amiga Emma, cuando Alexander te sacó de la casa de los treinta y siete antes que te prostituyeran.

—¿De qué mierda hablas? — empiezo a sudar frio.

—¿Crees que nadie lo sabe? — se carcajea —Si hay un par de fotos con tu vestido rojo y tu pierna lastimada, no son las mejores tomas, pero esa noche era tu debut.

—¿Entonces es mercancía de las casas de compañía?

—Sí— me sonríe —Yo sé todo, tengo más poder dentro de esa organización de lo que crees— vuelve a tocarse el vientre muy satisfecha. —Deberíamos publicarlo en los periódicos locales, ella dice que es publicista ¿No? — le dice a la otra mujer —Deberíamos poner ¡Extra! ¡Extra! "La reina se escapó antes de su primer baile a los socios de la organización de los treinta y siete, pero podía regresar a cumplir con los clientes que ya teníamos para ella".

Ese apodo no lo escuche más que en esa mujer que me vistió ese día, uno de los infiernos que no puedo olvidar.

—Ya sabía que tiene cuerpo de bailarina— la otra mujer le sigue el juego.

—Te lo dije. Vas a ver qué tan perverso es todo dentro y vas a joderte — la pelirroja se me para enfrente —Espero que la felicidad te dure tanto como a mí porque no eres material para ser mujer de la organización.

—Y yo espero que llegues a tu mesa antes que te clave una de mis dagas— la voz de Maya viene a nuestras espaldas. —Tienen tres segundos para largarse de mi vista y ya pasaron dos.

Ambas mujeres la miran a mi espalda. —Hasta que nos vemos otra vez Maya— Alesha le extiende la mano.

Maya se la quita de un manotazo. — ¿Crees que me importa verte traidora?

—No te alteres Maya, solo nos estamos divirtiendo un poco, ya saben como son de aburridos estos eventos— la otra mujer le toca el brazo para calmarla.

—Claro— le sonríe —¿Por qué no me divierto yo con ustedes a mi manera? — las mira fiera y termina mirando fijamente a la pelirroja —. Alesha, ya que dices que Emma no es material más que una simple bailarina de las casas de compañía, déjame informarte algo.

Mira a las dos mujeres parada a mi lado.

—Si tocan un solo cabello de ella, todos los Roe los vamos a joder, en especial yo— amenaza —La organización pertenece en mayor parte a mi familia y si quiero con solo tronar los dedos las pongo de rodillas ante ella todo el tiempo que se me plazca.

—A mí no me amenazas — Alesha explota —Soy la mujer del amo y tampoco vas a poner a una puta barata sobre mí— ya se ve enojada, hace una seña y cinco de los hombres de ropa verde camuflados entre la gente se acercan. —No quiero a esta mujer aquí, sáquenla de inmediato del evento— les ordena.

Los kray se miran y dos si se acercan a Maya, pero se detienen con una sola mirada de la mayor de los Roe. —Adelante, pónganme una mano encima— dice con burla.

Hay otros hombres siguiéndola de lejos no se ven como los kray ni como la seguridad de Alexander y por los rasgos diría que no son ingleses. Cuando Tyler ve que los Kray se acercan a Maya mueve la mano y esos hombres de lejos se acercan.

Los Kray retroceden.

—¿Qué hacen idiotas? Di una orden y quiero que me obedezcan o se lo diré a Logan. — las mejillas se le ponen rojas —Ya te dije que soy la mujer del amo.

—Su marido trae a legaes de Dinamarca.

—Eso no me importa. ¡La quiero fuera!

Maya se ve fiera cuando se pone frente a Alesha sacándole buena altura con sus tacones —. Lárgate de mí vista antes de que me hartes y te mande a las jaulas niña estúpida porque conmigo no funcionan tus berrinches de ser la mujer de nadie, tú no eres nadie para ponerte contra mí.

Alesha se queda sin nada que decir como la mujer a su lado que se ve intimidada por la presencia de Maya. Incluso yo lo estoy en cierta forma, nunca había visto a Maya enojada.

—Y ustedes también lárguense de mi vista porque tengo unas ganas incontroladas de cortar gargantas con mis dagas— corre a los kray.

Katherine nota lo que pasa de lejos, mira a los hombres extranjeros que vienen con Maya y Tyler y se acerca, es más lista que las otras dos porque no dice una palabra contra Maya, la mira incluso con respeto.

—¿Tu qué me miras? — Maya se le impone también a ella.

—Vámonos Alesha, no conviene hacer pelea con los daneses por una tontería— Katherine la toma del brazo.

—No, está perra no va a decirme que hacer o qué no hacer y no va a rebajarme como lo está haciendo— su voz se pone un tono más agudo.

—Dije que nos vamos— Katherine la arrastra del brazo de nuevo y se la lleva con la tercera mujer siguiéndolas a unas sillas reservadas en el extremo opuesto para ellas dónde nos miran.

Algunas de las personas a nuestro alrededor escucharon que había una pelea verbal, pero dudo que hayan escuchado con el sonido de los músicos en el fondo de la sala.

Maya se arregla el cabello con elegancia como si aquí no hubiera sucedido nada. Tyler nos ve de lejos y viene hacia nosotras con otros empresarios.

—Ella es mi esposa, Maya Hilton— Tyler comienza con la presentación para que estrechen manos con los empresarios y sus esposas.

Busco con la mirada a mi jefe o a Erick o el pasillo que lleve al tocador de damas necesito un minuto para respirar.

—La cabeza en alto para los Roe Emma— los dedos de Maya me alzan la barbilla —. No hay tiempo para perder la compostura, el evento está por iniciar. Vamos al salón, en la entrada está mi mesa reservada.

—Te veo ahí, buscaré a mi jefe— esa es la puerta de los empresarios, los demás debemos ir por la otra entrada.

—Vas a entrar al salón conmigo y seguida de mi seguridad. Camina con la clase que te distingue de esas mujeres.

Me hace caminar a su lado sin replicar y seguidas de Tyler y la gente de seguridad que tienen por la puerta de los empresarios. Veo que más de uno me mira porque traigo el gafete de publicista.

—Toda la gente mira.

—Al diablo con ellos. La gente siempre va a mirar, así traigas el vestido más costoso con joyas igual de caras que las mías, o los harapos más viejos del mundo, la diferencia la hace la soberbia, la clase y la elegancia— me hace caminar derecha. —Imponte ante todos y sostenles la maldita mirada.

Entramos caminando juntas, con la barbilla alzada me miran y como yo hago lo mismo, ellos la apartan. Mira mal a una mujer de la fila de la entrada. —¿Qué miras a mi sobrina?

La otra mujer aparta la mirada disculpándose y entramos por la puerta de los empresarios, aunque nuestras mesas no quedan juntas y termino por buscar mi lugar junto a mi jefe.

Paso por la mesa de Katherine y Alesha y me mantengo seria mientras encuentro mi lugar en mi propia mesa, tengo presente aun lo que dijo de la casa treinta y siete. Alesha no me quita la mirada de encima y sigue tocándose el collar.

—El anuncio de nuestro contrato con Nueva York lo harán publico después del discurso de Alexander— me informa mi jefe distrayéndome de la pelirroja.

Veo de lejos como Alexander y Ethan se comunican a lo lejos, Maya se acerca a ellos y deduzco que hablan sobre Ida.

—¿Una copa Emma? — ofrece Erick y la acepto.

El director del evento toma su lugar en el micrófono dando la bienvenida a los empresarios internacionales, entre los que reconocen a unos rusos y la presencia de Alexander Roe como uno de los inversionistas más grandes del país.

Me uno a los aplausos y aunque mi lugar con él de Alexander no queda cerca lo veo porque nuestras mesas están continuas. Mi jefe me señala a uno de los dueños de las revistas a lo lejos y los mantengo en la mira.

Alexander tiene un discurso preparado en el que dará su ventaja en Nueva York también.

Alzo la mirada y al mismo tiempo que Bennett entra al salón en un traje negro serio, se sienta en la mesa de Katherine. Dmitry no vino, teníamos pensado que sería Dmitry para que Ida se infiltrara en la ubicación que dijo Jack, pero mandaron a Bennett en su lugar.

Ethan lo capta con la mirada. Erick lo saluda con la mano ajeno a todo y Bennett ni siquiera le devuelve el saludo. Mi mirada se conecta con la de Alexander y veo la señal que le hace a Ethan antes que salga del salón.

Miro a Bennett y busco rastro del castaño que conocí hace meses, cuando me mira y se mantiene serio como Katherine.

Me uno a los aplausos a otro empresario reconocido y a la presencia del segundo ministro Richard Joseph Madden, el ministro con el que trabaja Alexander. Pasa a dar un discurso al frente.

—Es honorable estar aquí — se arregla la solapa del esmoquin. —Como ministro del país me enorgullece tener la presencia de distinguidos empresarios que han impulsado la economía de Londres.

Sigue aludiendo con labia como buen político logros y demás, como dijo Maya, ahora que su campaña política comienza quiere estar impecable. Tengo muchas dudas respecto a él, por una parte, el MI6 es honorable y el está a cargo de ellos, pero por otro lado lo veo unido a Alexander y creo que el hombre es de doble moral.

—Quiero hacer un reconocimiento al empresario Alexander Roe con el cual tengo años de amistad y se encuentra está noche con nosotros— señala a Alexander —Es uno de los inversionistas que han impulsado con su cadena hotelera el mayor reconocimiento Londinense.

No tengo ánimos para tocar los aperitivos y sigo analizando a medias las fotos de Cora que no ha respondido mi mensaje. Erick desaparece de mi mesa y Alexander toma su lugar a mi lado con la mirada del ministro siguiéndolo.

Los meseros cambian por completo, la atención igual. Incluida la presencia de Ethan detrás de nosotros.

—¿Le ofrezco algo de beber señora? — se acerca un mesero más educado y mejor vestido que el resto.

A la par ya tengo a una mujer cambiándome los aperitivos por algo más dulce. Alexander me quita el gafete de publicista y se lo da al mesero, me atienden como si yo fuera la organizadora del evento en un segundo.

—Dmitry cambió lugar con Bennett para venir.

—Ida ya está informado— pasa su mano por el respaldo de mi silla y me pega a su lado mandando al carajo que nos miren los miembros de nuestra mesa. Su mano recorre mi muslo por la abertura del vestido con la voz del ministro aun en el micrófono.

—Katherine viene preparada para abordarte en tu discurso, la vi hablando con los reporteros del New Times antes que el ministro llegara— nos informa mi jefe.

Miro a la mesa de la mujer y la veo mirándome, a Alesha igual la miro de reojo que no aparta la mirada de nosotros. Alexander sigue mi mirada y se pone serio.

—Tienes algo en la cara, quítatelo — me mira con las cejas juntas.

—¿Qué es? — busco mi celular para verme en la pantalla.

—Trae — dejo que me alce la barbilla donde palpa mi barbilla y no veo venir cuando me besa, su mano pasa por mis hombros y me besa con la voz del ministro hablando de política. —Ya — besa las comisuras de mi boca.

Me miro en el celular y veo que no tengo, ni tenía nada. Lo miro mal y me mira satisfecho. El ministro hace alusión otra vez a Alexander y se escucha falsa su apreciación sobre él. El organizador del evento vuelve a tomar el lugar en el micrófono.

Me reclino en mi silla y Alexander toma mi movimiento como una invitación para dejar su mano sobre mi muslo.

—Este traje es nuevo señor Roe — miro su ropa tratando de no alzar la voz abriendo mi bandeja de mensajes. —No me molestes más o terminarás arruinándolo con vino.

—Mis trajes han sufrido una baja estos últimos días, la bola de pelos amarilla se larga con ese traidor en la otra mesa hoy.

—No lo corras— le pido —Kieran solo necesita salir, es una excelente compañía y muy cariñoso, si le enseñas aprenderá, eso te lo aseguro.

—¿Por qué tanto interés en ese perro? Alguien le enseña a seguirlo haciendo.

—Yo no le enseño eso— es cierto que había pensado que alguien le enseña a seguir rompiendo la ropa de Alexander, lo miro como solo yo sé hacerlo y frunce el ceño.

—No me gustan los animales, se va— arquea una ceja.

—En ese caso, me lo llevaré a mi apartamento cuando regrese— me encojo de hombros. Cora lo ama, yo lo amo y aunque el perro no es mío, no parece que su dueño lo eche de menos.

Saca su celular y veo la luz parpadeante de un mensaje. —Ida está dentro del lugar— me informa.

El nerviosismo me recorre, si Dmitry no está aquí, estará en allá. Paso mi mano por la suya y la entrelazo. Me mira de reojo serio y me deja hacerlo mientras otro empresario está al frente. El señor Jones ya entabló conversación con otro dueño de las revistas que tenemos en la mente.

Maya se une a nuestra mesa con Tyler una hora después y el evento sigue su curso como marca su itinerario. No han recibido noticias de Ida, ya ha pasado una hora y no soy experta en el tema, pero colocar cámaras no debe tardar mucho.

—Estamos ansiosos por oír sobre tus nuevos proyectos Alexander— un empresario interrumpe nuestra mesa —Alesha ha hablado que ella también tiene nuevos proyectos y como ahora no trabaja para ti, se podría considerar tu competencia.

—Yo no tengo competencia Marcus— Alexander apenas lo mira.

—Yo no diría lo mismo West B y sus representantes acaban de llegar y se de buena fuente que traen un proyecto jugoso, están planeado dar el discurso después del tuyo.

Miro al hombre que habla con Alexander cuando el equipo de West B entra al lugar.

Los organizadores mueven a Mikael, su equipo de ejecutivos junto con Adam por el lugar. El de ojos azules levanta la mirada hasta la mía y todos pasan a sentarse con Katherine.

Mikael me mira que estoy en representación de Hilton &Roe, todos lo hacen. Era una trampa y Adam lo sabía, este último se levanta y sale por un pasillo.

El organizador del evento se reúne con Mikael en la parte trasera para hacerlo pasar a hablar de sus proyectos. Me levanto de la mesa y sigo a Adam por dónde se fue. Lo encuentro en una de las salidas de emergencia.

—Emma estuve buscándote toda la mañana, quería informarte sobre la decisión de Mikael de entrar en el evento, sus contactos lograron meterlo en la lista de nuevo.

—No hay tales arreglos en estos eventos, sabías que vendrían. Vienen a presentar el proyecto de Manchester que se robaron de la empresa de Alexander. ¿Por qué Adam? Me pediste una oportunidad de confiar en ti y lo hice.

—Pues no debiste porque West B paga mejor por se un mentiroso que por ser ayudador de publicistas indefensas— muestra su verdadera cara —Te dije que te convenía trabajar con nosotros no contra nosotros.

Toda mi estrategia se va a la basura, me deja en el pasillo. Quise ayudar, pero terminé envuelta en esta mierda. Salgo al pasillo al aire frio, veo los autos todo terreno del MI6 que viene como seguridad del ministro y me trago mis miserables ganas de llorar de rabia.

Alguien sale detrás de mí hablando por teléfono y me limpio las mejillas bruscamente preparando.

—Reten a Ida ahí hasta que Alexander vaya a buscarlo— es Katherine. —Hola Emma— me sonríe. —Cuando Alexander llegue al lugar dónde tenemos al biólogo le dicen a los francotiradores que lo maten, que esa fue la orden de Logan.

—¿Qué mierda? — le arrebato el teléfono, pero ya está terminada la llamada.

—Lo siento— ni hace intento de quitarme el celular —¿Creían que Dmitry no podría encontrar a la gente que mandaron por el biólogo esta noche? Bennett es muy inteligente yo creo que sobrio sirve más que drogado.

—Eres una maldita— no aviento el celular, voy a dárselo a Ethan para que advierta a Ida. Camino para la entrada otra vez, pero me detiene.

—Te voy a dar una oportunidad de que no haya un enfrentamiento, dime dónde está Jack y le digo a Dmitry que suelte a Ida y así Alexander no tiene que ir por él dónde lo van a emboscar y también le digo a Mikael que se largue del lugar.

—Ni siquiera sé dónde está Jack y si lo supiera no te lo diría no soy estúpida.

Se ríe. —Pero si lo fuiste para creer que West B no iba a saber de tu traición y que amenazando a Mike no iba a decirnos que te fuiste a Nueva York por unos contratos, Mikael quería acabarte de inmediato, pero yo le dije que me haría cargo especialmente de ti esta noche. ¿Dónde está Jack?

Ya no me sorprende nada. —Vete al diablo— vuelvo a caminar.

—Los traidores van a las jaulas, está es tu ultima oportunidad Emma.

No sigo escuchándola. Tengo el celular en la mano cuando entro al salón y busco a Ethan, pero no lo veo, camino a mi mesa, pero no me dejan pasar.

—Solicito gafete de identificación para entrar— me detiene una mujer antes que entre.

—Soy publicista vengo con Hilton &Roe, olvidé mi identificación en mi mesa— le digo, pero no me deja pasar y sigo insistiéndole sin darme cuenta que Mikael está en el micrófono hasta que menciona mi nombre frente a todo el mundo.

—Me enorgullece tener al mejor equipo de publicistas de Londres trabajando este año en mi empresa como lo es el señor Adam Tail y la señorita Emma Brown ahí presente en la entrada— hace que todos los ojos se posen en mí. —Ellos han estado trabajando mano a mano con nuestra cadena hotelera.

Katherine pasa a mi lado directo a su mesa, pero yo me quedo inmóvil en mi lugar, todos saben que viene por Hilton &Roe, no por West B.

—Adam y Emma, me honrarían uniéndose conmigo aquí— Mikael pide un aplauso y Adam camina a la tarima.

Miro por los rostros de las mesas y veo a Maya con el ceño fruncido al igual que Tyler, mi jefe ya está levantado de su lugar caminando hacia a mí y yo miro al hombre de ojos verdes que no me mira porque tiene la mirada fija y seria en Mikael.

—Si solicito la presencia de mis publicistas es porque quiero anunciar uno de mis proyectos más prestigiosos este año. Un hotel ecológico en Manchester. — el salón completo se llena de aplausos.

El señor Jones se detiene a medio camino para mirarlo y Katherine se levanta de su mesa para colocar una presentación virtual del proyecto de West B. Los primeros planos terminan por derrumbarme cuando Erick maldice enojado y se levanta igual que su padre.

Todo se vuelve un torbellino de emociones para mí, las cámaras están apuntando al proyecto de Mikael, como uno de los más grandes de Londres este año. Tyler le dice algo a Maya en el oído y la mirada que me da la mayor de los Roe es muy decepcionada para poder soportarla.

—Emma por favor suba, este proyecto es una parte grande de sus méritos, ella nos compartió toda la información que debería tratar de ser arquitecta en lugar de publicista— la broma la toma el publico con risas agradables.

En la presentación pasan imágenes en 3D de los planos y un diseño de como sería el hotel, después pasan imágenes de mí y mostrando los planos en la mesa, imágenes que no sabía que tenían.

Mi jefe ya no se acerca, Erick se queda con él. Soy la comidilla del New Times, escucho que hay una anomalía si vine con Hilton &Roe y ahora West B presenta mi proyecto, el ruido hace eco en mis oídos, ya no siento mis piernas cuando una persona del Staff me obliga a ponerme al frente con West B.

Maya deja de mirarme, Tyler no, no parece sorprendido y Alexander se levanta cuando todos aplauden y aplaude en solitario. —Felicidades por su proyecto West B— solo mira a Mikael. —No esperaba más de ustedes que robaran nuestros proyectos y menos esperaba de nuestros anteriores publicistas que vender información confidencial.

Los murmullos se alzan en toda la sala.

—Felicidades Adam Tail— me mira por primera vez y no hay más que enojo en su mirada — Y felicidades señorita Brown— nos aplaude —Cuando West B termine de presentar el proyecto que le robó a mi empresa estaré encantado de dar mi discurso— le habla al organizador del evento y sale de la sala.

—Es una difamación que el proyecto sea robado del señor Roe— Mikael se excusa con los medios. —Ya lo llevamos a practica en Manchester y tenemos documentos que nos avalan como socios del proyecto...

Mi jefe no habla, sabe que provocar un escandalo nos desacreditara como dueños actuales del proyecto, es mejor llevarlo a cuestiones legales, pero nada de eso me importa.

—Ven, siéntate— Bennett es el único que se acerca a mí y me sienta en una mesa alejada mientras Mikael sigue junto con Adam y con Katherine.

Lo veo mirar a la entrada por dónde Alexander se fue y me levanto caminando a la salida todavía con el maldito celular de Katherine en la mano. No lo veo, pero si veo a Ethan caminando en el pasillo. —¿Dónde está Alexander?

—Por la salida— me lleva y cuando veo la espalda trajeada afuera, me acerco a él, pero otro de sus hombres ni siquiera me deja pasar.

—Voy a hablar con Alexander.

—No, el señor Roe dio la orden de no ser molestado.

—Déjala pasar— la orden de Ethan lo interrumpe.

Se quita y paso hasta el final de la salida dónde está de espaldas. —Comencé a trabajar en West B antes de regresar a Hilton &Roe, me ofrecieron una cantidad considerable de dinero, pero no la acepté. — digo a su espalda. —Katherine armó todo esto con ellos porque quiere llevarse a Jack, me abordó en la salida hace unos minutos.

Busco la llamada en el celular de ella para mostrársela, pero cuando se gira siento que se me cae el alma a los pies porque está tan serio como nunca lo había visto antes.

—Señor Roe, es hora de su discurso— le informan.

Pasa de largo a mi lado y entra de nuevo en el salón seguido del otro hombre. —Ya la escuchara— me dice Ethan.

—¿Lo hará?

—Emma, le dije que confiara en mí, usted no es buena ocultando cosas— frunce el ceño —Y menos algo tan grande como West B, el señor ya lo sabía.

—¿Cómo que ya lo sabía?

—Yo se lo dije porque le soy leal hasta la muerte a mi señor— dice con convicción — Aunque creo que lo que le tomó por sorpresa es la venta de su proyecto, pero sé que la escuchará— mira a su espalda que estemos solos —No debo decir esto, pero él esperaba que se lo dijera.

No siento ningún tipo de alivio al escucharlo, me siento peor. —Estaba acorralada Ethan, ya no sabía cómo librarme, nunca quise vender a su empresa.

—Lo sé— me toma del brazo —Por el momento no es conveniente quedarse aquí.

—Hay algo más, Katherine tiene a Ida— le entregó el celular —Quiere tenderles una trampa para que acorralen a Alexander y les entreguen a Jack y si no lo hacen lo matan, aquí hizo la llamada— se la muestro.

—Yo me encargo— se queda con el celular y yo entro al lugar.

Alexander ya está al frente y no me dejan sentarme en la mesa de mi jefe, pero me siento en una mesa cercana. —¿Es cierto que le robaron su proyecto señor Roe? Queremos reafirmar la información que dijo hace unos minutos — pregunta una mujer de los medios.

—Yo fui el arquitecto que diseñó esos planos, pero si el proyecto se queda con West B, mi empresa no se hunde, tengo proyectos importantes en camino.

—¿Cómo cuales empresario Roe? — Katherine habla —Hace días que ya se filtró la noticia en los portales de comunicación que tiene una asociación con Tyler Hilton dónde vendió el 25 % de su empresa— se levanta la mujer —Sería bueno que los inversionistas aquí lo supieran.

—¿Es eso cierto señor Roe?

—La venta de su empresa le quita el control total de su cadena hotelera.

—¿Eso no es bueno para su reputación? — las preguntas lo abordan.

—Katherine Portman tiene información errónea— Alexander toma una copa y se arregla el saco. —La próxima vez que compre a mis empleados que se encargue de ser más inteligente, aquí está presente Tyler Hilton y su esposa, mi bella tía Maya Roe. — les tira la bomba que se habían estado guardando. —Con la familia no se hace negocios solo estrategias.

Katherine queda mal ante los medios por dar la nota falsa tal y como lo predijo Alexander. —Entonces puede hablarnos de sus negocios terrorista en los que se ha visto envuelto estos meses. — me mira de reojo la mujer.

—Se sabe que estuvo en un tiroteo la semana pasada señor Roe— Adam la apoya provocando otra vez la intromisión de los medios, aunque él no pinta nada aquí.

Como es evidente no me quedo sentada y recupero mi voz, pero veo a Ethan entrar enojado al salón y se reúne con Maya, lo que le dice hace que tanto ella como Tyler se levanten. Bennett lo mira de lejos y cuida que Alesha no los vea salirse.

Si no estuviera con ellas diría que trata de sabotearlas.

—La prestigiosa empresa Dorian's en Nueva York Estados Unidos, no haría negocios con terroristas, pero si lo hace con la mejor cadena Hotelera de Internacional y esa es la mía, Hilton &Roe— levanta su copa y mira a Ethan irse con Maya por lo que apresura su discurso —Este año mi empresa comienza el proyecto de hotelería con América, expandiendo nuestra economía hacía otros continentes.

El asombro de la gente no tiene precio y menos cuando el ministro se une a Alexander en el micrófono y propone un brindis quitándole a West B toda la atención del lugar.

—Felicidades señor Roe— Katherine deja las intervenciones. —Disfrute de su noche que muchos otros tenemos sorpresas en camino.

—Un brindis por el empresario Alexander Roe damas y caballeros — el ministro levanta su copa.

Katherine y Alesha camina a la salida media hora después y Alexander hace lo mismo. —Tienen a Ida— escucho a uno de sus hombres.

Me levanto con ellos, es la trampa de Katherine, les traen el auto a ambas y sus kray acercan dos camionetas verdes, Bennett es el ultimo en salir con ellas, pero no se van. Busco a Ethan para que detenga a Alexander de ir, ya le había informado que es una trampa.

Me topo a Maya en la entrada y luego veo a Ethan. —Van a ir por Ida, los emboscarán.

—La llamada que me mostro es falsa Emma y el celular es un rastreador ¿Cómo pudo?— Ethan se ve apresurado.

Otro hombre se acerca por detrás. —Alguien la llevará al Score, el señor Roe irá en su auto y nosotros lo seguiremos.

Tomo mi bolso y sigo en la entrada, cuando estoy esperando que traigan una de las camionetas negras Katherine se pone a mi lado.

—Mira— me pone un dispositivo al frente de unas cámaras dónde hay gente alrededor de Ida con armas caminando a su alrededor, también se ve al calvo de Dmitry.

—Están esperando por Alexander ¿No le vas a dar un beso de despedida? De todas formas ya no te van a creer nada, les diste un rastreador de Logan— se ríe —Eres tan fácil de engañar.

Trato de quitarle el dispositivo y se aleja llevándoselo. La gente del evento sigue dentro del salón y la seguridad resguardar el estacionamiento.

—Hay una manera de que lo detengas y que yo libere a Ida— mira a nuestro alrededor — Es disparándole, es solo un tip que te doy, pero dudo que sepas hacerlo cariño y si lo haces es considerado un intento de muerte en la organización y el tendrá que matarte por tratar de matarlo ¡Qué divertido es esto! Ni la propia Alesha tuvo mente para crear todo esto como yo.

Maya sale por la entrada con Tyler y ven a Katherine. —La llamada con el dispositivo que eres un rastreador, le dije a Mikael que yo me encargaría de ti y ahora estas contra la pared, si Alexander va se muere y si no va, nos quedamos con la ubicación de Jack.

—¿Qué dices? — Maya la quita enfrente de mí.

—Tienes que detenerlo de ir, la llamada no fue falsa Ethan— veo a Alexander a lo lejos subiendo cosas a su cajuela.

—Señorita Brown ya no puede acercarse— Ethan me detiene —La llevarán al Score.

—¡Ethan! — siento la impotencia recorrerme. —Katherine lo tiene todo planeado, tienes que créeme por favor. ¡Cómo demonios, sabría que el dispositivo es un rastreador! Este no es mi mundo. Vi a los francotiradores listos, si tienen a Ida, pero lo van a usar para acorralar a Alexander.

—¡Emma, el celular que me mostró, todo el teatro de lo que me dijo con esa llamada es falso, ya no puedo creerle, si no nos apresuramos se llevan a Jack también, el dispositivo se conectó en las camionetas del señor Roe cuando me metí en ella para buscar la llamada de la que me habló y una de ellas la tiene el hijo de Maya.

Logro meterme entre ellos y voy dónde Alexander, pero mira sobre su hombro y hace que no me dejen pasar más. La desesperación me recorre, lo matarán. Lo miro a lo lejos dar instrucciones y siento las lagrimas caer por mis mejillas, pero nadie me deja pasar.

—Emma— la voz de Dylan me distrae, viene con el uniforme del MI6, viene con la seguridad que trae el ministro.

—Dylan— me agarro a él sorbiendo con la nariz —Tienes que detener a Alexander, Katherine tiene a francotiradores, no me dejan pasar, no sabía que había un rastreador— nada de lo que digo parece entenderlo porque solo frunce el ceño y me sostiene.

—Tranquilízate y ven conmigo— me sostiene las muñecas juntas que me tiemblan.

—No me muevo de aquí— miro a Alexander a lo lejos.

—Está bien, quédate aquí y voy a traerte agua.

Le suplico con la mirada a Ethan que me crea, pero apenas y me mira. Las lagrimas que me caen son muy amargas quedé como una mentirosa, ya no me quieren escuchar, pero eso le va a costar la vida a Alexander.

Traen la camioneta negra frente a mí, el hombre que baja me abre la puerta del copiloto y veo el borde de su arma en el asiento trasero. Las palabras de Katherine resuenan en mi cabeza.

Repito el te amo que me dijo hace días en mi cabeza, no tengo alternativa, no estamos hechos para estar juntos, el mundo no es como quisiera, siempre seré una debilidad aquí, no pertenezco a la organización ni este tipo de vida, me bastó una noche para entenderlo y tendré una vida para lamentarme por lo que estoy a punto de hacer.

Mientras el hombre sube al lado del copiloto tomo el arma del asiento trasero con las manos temblándome.

—¿Me encontraste?

Las lágrimas caen por mis ojos cuando apunto lejos de Ethan, lejos de Maya a un hombre de ojos verdes que pondría su vida por protegerme.

—Siempre te voy a encontrar.

Fuimos hechos para pecar, pero no fuimos hechos para amar.

El grito enojado del chofer no detiene mi mano que apunta a la parte más baja de su cuerpo, solo tengo que herirlo para que no vaya por Ida o lo matarán ahí mismo, Katherine lo sabía, tenía todo esto planeado, pero ya no tengo alternativa. La miro a medias frente a la camioneta verde con Alesha dentro.

—Hazlo Emma o si no lo matan.

Mi dedo que quita el seguro del arma, Ethan mira a la camioneta al mismo tiempo que Alexander se da la vuelta y me mira con el arma, yo suelto el gatillo que lo tumba al suelo cuando le da en el estómago.

El arma se me cae al suelo y mi cuerpo entero se deshace en temblores y me entra un ataque de pánico al ver el cuerpo en el suelo.

—¡Le dispararon al lobo! — veo a gente corriendo a su alrededor mientras trato de respirar.

—¡Emma! ¿Qué hiciste? — la mano de Dylan me levanta del suelo, pero no puedo respirar, la gente de Alexander se me viene encima apuntándome directo a la cabeza, veo borroso.

—¡Le dispararon al lobo!

—¡Emma! — ya no escucho la voz de Dylan, ya no respiro, el cuerpo me tiembla. Dylan me hace meter la cabeza entre mis piernas y me pide que respire, pero no puedo, acabo de dispararle a Alexander.

Los hombres de seguridad incluido Ethan lo resguardan. Maya pasa corriendo entre ellos y le levanta la cabeza del suelo, tiene los ojos muy abiertos y la mano en el abdomen, hay mucha sangre cayendo entre sus dedos.

—No la dejen pasar, es una traidora— Tyler les ordena y veo a Bennett corriendo preocupado cuando ve a Alexander en el suelo. —Acaba de herir a muerte a Alexander.

—¡No le apunten! — alcanzo a oír el grito de Dylan.

—Dejen ir a Ida, el lobo no podrá ir por él— escucho a Katherine decir a lo lejos.

—Emma respira por favor, te estás muriendo— Dylan me sostiene la mano.

Ya no veo más porque de repente todo lo que veo es negro ni con Dylan soplando aire directo a mi boca puedo conseguir respirar y menos mantener la conciencia.

. . . .

Hay algo de conscia en mi mente, a veces escucho un zumbido de la maquina del hospital, otras veces escucho la voz de Cora.

Cuando grito trato de abrir los ojos, pero siempre controlan mi ataque de ansiedad con medicina y la misma situación se repite los dos días siguientes que trato de recuperar la conciencia.

Al tercero no toco la comida, se que me tiene sedada de alguna forma porque siento la mitad del cuerpo pesada. Hay dos policías fuera de mi habitación en el hospital, están aquí porque le disparé a Alexander, sé que Dylan está interviniendo por mí con sus contactos.

Cora me hace beber agua a medias y Luke me abre las cortinas para que el sol me de calor. —No sabemos cómo está Alexander, pero lo que si sabemos es que está muerto, Hilton &Roe acaba de mandar a sus abogados contra ti, Dylan tiene una audiencia hoy con el ministro, espera conseguirte un amparo diciendo que el arma se disparó sola.

Asiento a lo que dice Cora y Luke me sostiene las manos que otra vez comienzan a temblar, ellos si me creen, creyeron todo lo que dije sobre Katherine, incluido Dylan, pero no puedo declarar eso a los policías porque involucra a Alexander en la organización.

Me levanto de la cama de hospital el cuarto día deambulando como un muerto y vomito con dificultad en el baño. Cora enciende la luz y me ayuda a regresar. Me han puesto un suero alimenticio ya que no puedo comer decentemente.

—¿Quieres que me acueste contigo? — pregunta quitándome el cabello de la cara.

Niego con la cabeza y me sorbo la nariz mirando el cielo negro por la pequeña ventana. Las lagrimas me salen como todos los días y los sollozos me cortan la garganta. Cora me abraza en silencio y me deja llorar todo lo que debo.

Al quinto día después de llorar con amargura me entero que a Alicia la dieron de alta y sobre Alexander no sé nada más, solo que a Dylan le esta costando que no me encierren porque los abogados de su empresa están en mi contra.

No prende la televisión porque las noticias solo hablan del atentado contra él, el mundo lo sabe.

No sé qué día es el siguiente, pero me hacen tomar una ducha para la que apenas tengo fuerzas. Cora sigue conmigo y Dylan también, sé que algo serio pasó en la audiencia de hoy porque veo a Luke murmurar algo en el teléfono desde la mañana.

Ha hecho llamadas todo el día, se ven presionados como si tuviéramos prisa. —¿Cómo fue la audiencia de hoy? — le pregunto a Dylan cuando entra.

—Bien— me acaricia la barbilla —Conseguí un amparo judicial por ti, es decir, el ministro lo hizo por mí, no irás a prisión.

—Es algo bueno sexy— Cora me palma el hombro.

—¿Cuáles son las condiciones?

—Tendrás que declarar que fue un accidente otra vez y...— mira a Cora —Tendrás que cancelar el contrato de arrendamiento de tu apartamento porque tendrás que mudarte a otro estado del país.

—¿Qué?

—Aunque el ministro consiguió el amparo, el sabe lo que realmente ocurrió, eso se cataloga como asesinato tentativo y protegerán a Alexander, fue la única manera que los abogados nos dejaron llegar a un acuerdo.

—Esta bien— apenas escucho mi voz —¿Cómo está?

—No lo sé, no hablan de él.

—Tengo que buscar un lugar para irme— me limpio las mejillas —Tengo que pedir que me den de alta del hospital. ¿Cuánto tiempo tengo para dejar la ciudad?

—El suficiente y no te preocupes, yo me encargaré de todo— Dylan me tranquiliza — Te dije que el MI6 tiene una base en Brent, puedes tomarlo como una opción.

Asiento.

—No tienes que irte sola, Luke está arreglando todo para que me vaya contigo, él tiene su casa aquí y trabajamos para Gallery Art, él estará al pendiente de nuestra reuniones y lo demás.

—No es necesario Cora, yo soy la que se tiene que ir, no tú.

—Es muy pronto para esa platica enfoquémonos en las cuestiones legales de tu apartamento.

Por la tarde pasan los agentes vuelvo a decir lo mismo, que fue un accidente, escucho la llamada del ministro con Dylan y a la tarde siguiente me dan de alta, en la casa de Luke hay varias cajas empaquetadas de mi apartamento.

No se si hay un lugar para mi en Brent, pero se que debemos irnos en dos días máximo. —Todo está empaquetado, la mudanza se lo llevará sexy— Cora me trae uno de sus tés, pero no tengo estomago para beberlo.

Mi imagen dice lo mal que me he alimentado, no tengo color en las mejillas y apenas tengo fuerza para moverme. No hay camionetas negras siguiéndome, no hay una mujer de abrigos caros preguntando por mí.

Veo la revista del atentado de Alexander a lo lejos y busco las llaves de mi Mazda. Luke se encargará de llevarlo a Brent, yo me iré con Dylan y con Cora, ese es el acuerdo con la policía no puedo aquí ya más.

La mañana siguiente Dylan y Luke sube el resto de las cajas al auto del hermano de Cora, miro la calle y los policías que se encargan de vigilar que deje la ciudad hoy. Mi celular ya no lo tengo, tengo que conseguir un nuevo número, un nuevo empleo, una nueva vida.

Cuando entro al auto de Dylan veo por primera vez una de las camionetas negras con Ida detrás del volante y Ethan del otro lado, creo que viene a comprobar que me largue, pero mientras el hombre callado que siempre está serio no se baja, Ethan si lo hace y me mira desde el otro lado de la acera.

Me alejo caminando a él, Luke y Dylan están bajando las ultimas cajas, por lo que Cora es la única que lo ve.

—Si vienes a comprobar que me largue, lo haré.

—El señor Tyler nos envió a corroborar que se vaya, pero personalmente vengo porque le dije que en el desastre me quedaría con usted.

Ya no quiero llorar, pero lo que dice me toca la fibra sensible. — ¿Está vivo?

—Sí.

Me limpio las mejillas. — Adiós Ethan.

Me da una inclinación de cabeza. —Buen viaje señorita Brown.

Los dos nos damos una inclinación de cabeza, pero después de vernos me abre los brazos y voy como una niña pequeña buscando calor. Lloro en su pecho con el dolor y tomo fuerzas en ese momento para alejarme.

Lo veo limpiarse la cara. —Siempre leal también a usted Emma— pone la mano en su cabeza en forma de saludo militar y dejo de llorar.

El corazón me duele cuando le doy la espalda y dejo los pedazos de mi amor perdido en el suelo porque no tengo fuerzas para recogerlo.

Cora me recibe del otro lado de la acera y cuando Dylan y Luke suben las ultimas cajas entro a su lado mirando la ciudad pasar por la ventanilla, la policía nos sigue, nos seguirán hasta Brent deben cerciorarse que me fui.

No pensé que me iría de Londres cuando vine aquí para hacer mi nueva vida. Miro los autos y el parque por dónde solía correr, la carretera que me llevaba a mi gimnasio en Downing Street.

La autopista que me llevaba todos los días a Hilton &Roe.

Cierro los ojos y recuerdo todo lo que pasé desde que llegué por primera vez. No tuve oportunidad de despedirme de Alicia, pero sin duda la echaré de menos. Cora me abraza por los hombros y me acurruco con ella soportando el vacío en mi pecho. 


No hace falta decir nada sexys. 

Nos leemos el siguiente capítulo. 

-Karla

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