Emma.

La prensa esta por todos lados en la empresa, hay cámaras apuntando a la entrada y dos mujeres con micrófono frente a una cámara, me frustra que esa mujer haya recuperado la nota.

—¿Hace cuánto tiempo están aquí? — me encuentro con Alexander a la entrada.

—A primera hora del día.

Me toma de la mano mientras entramos, los periodistas son impertinentes y molestos, tomo nota de la marca de sus cámaras que anuncia de que portal de medios publicitarios vienen.

Ethan e Ida nos cubren para que no se amontonen a nuestro alrededor. —¿Por qué no nos da unas palabras señor Roe? — dice alguien en tono de burla a nuestras espaldas.

Seguimos caminando a la entrada, pero vuelve a insistir la voz de la mujer. —Dicen que Hilton &Roe tiene un lazo con una organización criminal ¿Es eso cierto?

Alexander la ignora, pero yo me giro. La mujer es la misma Katherine Portman, la mujer que hizo la nota, trae un traje de pantalón negro y el cabello atado en una cola alta. No tiene ningún periodista rodeándola, pero si tiene la atención de todos.

Me pongo frente a ella y la veo de cerca, tenemos la misma altura.

—Si no da declaraciones podríamos tomar su silencio como un sí— lo vuelve a presionar y me sonríe alzando el labial rojo que trae en los labios.

—Clásico de los medios sensacionalistas— me paro frente a ella.

—¿Me hablas a mí? — pone cara de sorpresa.

—Katherine Portman ¿No?

—Sí, tú ¿Eres Emma Brown cierto? Tu cara me parece familiar ¿Está es la única empresa en la que trabajas? — los periodistas centran su atención en mí — Creo que ya te recordé ¿Eres la publicista Hilton &Roe o la amante en turno del dueño?

—Soy publicista.

—Sí, eso dicen, pero ¿Cuál es tu relación con Alexander Roe?

—A lo mejor soy la esposa, ese es mejor invento que los tuyos.

Por un momento parece que la tengo porque se queda en silencio, pero vuelve a poner a los periodistas en la vista.

—Amante en turno definitivamente— me mira de arriba hacia abajo — ¿Por qué no nos das declaraciones respecto a los negocios negros de Hilton &Roe? La prensa te escucha Emma Brown.

—Danos una explicación para el New Times— se une uno de los periodistas a ella y comienzan a amontonarse.

—Queremos unas palabras de usted también señor Roe.

—No tengo nada que decir— responde regresando por mi para alejarme de ahí.

—Sigues siendo como en los viejos tiempos Alexander, pero no te vas a librar de dar declaraciones y menos a una antigua amiga como a mí— se dirige directamente a él.

—Mantente a raya Katherine.

—Oblígame a parar— le mueve las cejas.

Perra. Alexander la mira solo un segundo y con un movimiento de cabeza la saca a ella y a todos los periodistas de su empresa.

—Alto— se zafa del agarre de Ida, de su bolsa saca un paquete blanco pequeño. —Dáselo a Bennett de mi parte, el amo lo quiere bien alimentado.

Se lo arrebato de las manos ya que Alexander no lo hace, el olor es de coca, respiro hondo y Ethan va a sacarla.

—Un placer Emma — me dice antes que la saquen.

Alexander me guía a la entrada y camino enojada a su lado, tiro a la basura el maldito paquete. Miro a mi espalda a esa mujer que se mantiene sonriéndome, aunque la están sacando por la puerta trasera.

—¿La conoces? — lo cuestiono mientras Alicia nos recibe a la entrada seguida del señor Jones.

—Katherine trabaja para la organización.

¿El amo es Logan?

—Eventualmente se cansarán, tenemos el contrato de Nueva York, ya dejé entre dicho a los portales y los sitios Web que solo son rumores de la prensa amarillista— nos detiene mi jefe —Enhorabuena por el contrato de Nueva York— le da una pala masa en la espalda a Alexander.

—Conseguí las cláusulas, pídele a Blake que te las muestre.

—La nota de Katherine ya está de vuelta en los portales, ayer por la tarde la tumbe del portal del New Times con unos contactos mientras veníamos en el vuelo, pero se las arregló para ponerla otra vez— informó a mi jefe de los pormenores.

—Ya tengo basta información sobre esa mujer y gracias al nombre que me enviaste investigué que es un hueso duro de roer, pero no volvemos a estar en l primer puesto de las cadenas hoteleras internacionales, que hablen lo que quieran.

Sería satisfactorio si con eso creyera que se va a detener, pero viene de parte de Logan y Logan esta buscando al primo de Alexander.

Erick se reúne al pasillo serio oyendo los halagos a Blake, a mí y sobre todo a Alexander. Se mete las manos en los bolsillos y se mantiene lejos del circulo con la mirada indignada.

—Consiguió el contrato— le dice mi jefe.

Le da una mirada despreciativa a Blake —Enhorabuena— dice sin ganas y se va caminando enojado. —Yo también lo hubiera hecho— dice en voz baja al irse y más enojado se va cuando nadie le presta atención.

—Amelia tráeme los pendientes del día— pide Alexander cuando llegamos al pasillo de su oficina —Llamaré a una reunión para anunciar que tenemos contrato en Nueva York —mi jefe asiente a lo que dice —Vienes a mi oficina en cuanto puedas.

Voy a caminar con Alicia que me saluda con una sonrisa desde su lugar cuando Alexander me encamina a seguirlo y me lleva hasta su oficina. —Vamos a hablar— cierra la puerta detrás de nosotros.

—Voy a seguirle el rastro a Katherine.

—Ya Christopher dijo que no hace falta, mi cadena hotelera ya está en el tope otra vez.

Parece que nadie quiere centrarse en ella, con todo lo que está pasando tampoco debería hacerlo yo. —Entonces ¿De qué quieres hablar?

—El Doctor Green te va a recibir hoy en la tarde para ponerte el anticonceptivo— me pasa una tarjeta —Ethan te va a llevar.

Miro el papel con la dirección y la información de ese hombre. —Eso no está a discusión — me cruzo de brazos —Te dije que lo hará la Dra. Kriss, es mi decisión final además también tengo planeado hacerlo esta tarde, Cora y yo vamos con Dylan al hospital, le dispararon a uno de sus hombres en un operativo, me queda de paso.

—Llamas a Amelia para que cancele mis citas a la hora que vas— se poner trabajar.

¿Duda que me coloqué el anticonceptivo? —Dije que no, y si me disculpas voy a concentrarme en la empresa y lo que es importante — lo de Katherine ya es suficiente para molestarme, no tengo ganas de discutir sobre esto. —Tengo trabajo, ten un buen día — voy a su lugar y le beso la mejilla.

—No me gusta que hagan eso sí vas a besarme hazlo bien — dice serio.

—A mí sí me gustan esos besos, acostúmbrate a eso señor Roe, conmigo no exiges nada, conmigo hablas y recibes, si no te parece que otra lo haga — decir eso me molesta más de lo que pensé.

Cuando me estoy levantando veo por debajo del cuello de su saco y de su camisa el borde del collar que le di. Al salir ya tengo a Adam llamándome, por consideración le informe que estoy de regreso en Londres, parece que no puede esperar.

Me informa que la situación de la empresa es menos critica de lo esperado, pero aun tengo que reunirme con ellos por la tarde.

Las cosas en Hilton &Roe se vuelven menos tensas, estamos liderando otra vez. Mientras trabajo a la par de Alicia no dejo de pensar en Jack, de alguna forma me intriga saber porque Logan lo quiere y sumado a eso, Maya no ha aparecido, debe seguir en Nueva York.

—¿Cómo es la gran Manzana? — Alicia se ve entusiasmada por saber del viaje.

—No es una manzana después de todo.

Se carcajea archivando los últimos reportes y en eso se resume el resto del día ahora que salimos del bache que dejó Brent, incluso un par de revistas llaman durante el día para agendar una entrevista con Alexander.

—Estos son los días libres que tiene el señor Roe— Amelia me trae lo que le pido y evita mirarme a la cara.

—Las entrevistas serán mejor después del evento del jueves, ese día agéndalas.

—De acuerdo señorita Brown.

Me reúno con Mikael, dice que la situación de West B no es tan critica después de todo como Adam ye me había informado, Adam logro mover sus contactos y si estarán para el evento del jueves con los inversionistas, pero anuncia que desafortunadamente los empresarios de Nueva York lo llamaron para decirle que ya tiene contrato.

Se ve muy enojado anunciándolo a todos sus ejecutivos. Adam me mira para tranquilizarme y eso hago sabiendo que todo está siguiendo su curso como se debe. Acuerdan buscar más proyectos, pero de momento solo lo harán después de buscar algo mejor que Nueva York.

Reviso los reportes del día con la ayuda de Adam y me debato si agradecerle, pero no tengo oportunidad de hacerlo porque en tanto trabajamos Mikael se lo lleva quitándome la oportunidad.

A las cinco de la tarde después de agendar mi cita con la Dra. Kriss recojo a Cora en la entrada de la galería Gallery Art para la que trabaja y nos encaminamos al hospital. Me habla de su nueva exposición que no es pronto por cuestiones de autoría.

—Dos disparos recibió el cabo de Dylan en el abdomen.

—¿Y sobrevivió?

—Gracias al chaleco antibalas, me puse como loca cuando llamó, pensé que a mi hermano le habían tocado también. — entramos al hospital seguidas de una línea de gente — Cuando estaba lejos, al menos no sabía que operativos tenía, pero ahora quiero meterlo en una caja y no dejarlo salir, puedo alimentarlo de vez en cuando.

—Como a tus peces— vemos a los hombres de chaleco azul fuera de una de las habitaciones y no nos dejan acercarnos.

Caminamos por el consultorio privado hasta que encontramos a Dylan. Trae el uniforme azul y un cinturón de armas alrededor de la cintura. Se le ve cansado, trae una botella de agua en la mano, se la da a uno de sus compañeros y nos ve de lejos.

—Cuando llamaste casi me da un infarto— Cora lo besa en la mejilla.

—Y el premio para la dramática del año es para— frunce el ceño y me saluda igual que siempre acariciando mi barbilla.

—Se preocupó por ti, no seas tan duro con ella. — le quito los restos de mi labial de la mejilla.

—Exactamente.

Nos señala la cafetería de las afueras y salimos con él, nos dan la mesa de la ventana y nos colocan azúcar en sobre mientras traen nuestro pedido. Termino en medio de los dos Gray haciendo de intermediaria mientras Cora sigue reclamándole.

—Te ves cansado— le paso la mano por la línea de los ojos.

—Es parte de mi trabajo, me dijeron que fuiste a la Gran Manzana ¿Me trajiste algún regalo? — bajo mi mano donde la suya y pasa los dedos por los míos donde siguen rigurosos por el arma, medio frunce el ceño, pero no dice nada.

—Fue por negocios, no de turista, pero las fotos que me envió me volvieron loca— Cora le muestra el celular entusiasmada —Nuestras próximas vacaciones serán ahí, ya pensé en los lugares que vamos a visitar.

—¿Qué vacaciones?

—Vacaciones de invierno, si te haces un espacio en tu trabajo nos acompañas.

—Ya veremos— se bebe su expreso de un solo trago, el olor a café es intenso, lo necesita para despertarse.

No nos habla del operativo por cuestiones de confidencialidad, pero si veo la molestia que hace cada vez que levanta el brazo. —No he podido seguir en la búsqueda de Seth, los operativos de este año se han duplicado, estamos más cerca de lo que buscamos.

—No te presiones— lo tranquilizo —Sobreviví dos años a la deriva, puedo hacerlo por unos meses más.

—¿Qué me dices de la noticia del día? — pregunta cuando en la pantalla de la cafetería sale la nota de Katherine. Cora se tensa en su lugar quedándose en silencio. —¿Hace cuanto tiempo trabajas para Hilton &Roe?

—El suficiente para saber como quitar notas como esa, estamos en la cima otra vez. La competencia utiliza todo tipo de recursos para desacreditar las agencias, las cadenas hoteleras y demás. No creas todo lo que ves.

—Lo mismo te digo a ti, no creas todo lo que ves dentro de esa empresa — dice serio —Lo llame a una audiencia por atentar contra uno de mis agentes y hoy en la mañana su audiencia fue cancelada por el segundo ministro mientras este envuelto en esta nota.

La incomodidad de Cora me puede, ahora entiendo porque se ve reacia a aceptar tomar un lado. No quiero ponerla en medio de algo de lo que no quiere estar.

—Dylan estoy saliendo con Alexander— voy por la vía sensata —Prefiero que dejemos de lado las noticas de desacreditación o lo que se escuche, si alguien quiere hablarlo que lo haga directamente con él.

—¿Estás saliendo con él?

—Sí, estamos juntos, pero es independiente al trabajo.

— Hace tiempo que lo están, pero no lo habían admitido— Cora finalmente habla. —Bastaba ver como se odiaban mutuamente cuando comenzó su trabajo en su empresa, pero como dicen, del odio al amor solo hay un paso— las comisuras de su boca se mueven —Y es el sexo.

—No necesito los detalles— Dylan carraspea.

—Agente Gray— uno de los de chaleco azul viene y se mantiene firme frente al semi rubio —. El líder de la unidad acaba de llegar y quiere ver al herido, también quiere sus informes.

—Hazlo entrar.

—Si señor.

Se van caminando recto. Dylan deja el dinero de la cuenta sobre la mesa, pero lo detengo antes de irse, me levanto con él a la salida para que Cora no escuche. —Vendrás mañana en la tarde, al The Hunt, es un bar de la ciudad, tengo planeada toda una fiesta sorpresa para el cumpleaños de Cora.

Me entusiasma tanto decirlo finalmente, durante el viaje estuve pensando que sería buena idea sorprenderla muy a su estilo.

—¿Puedo librarme de eso por una reunión de trabajo? — pregunta muy fuerte y lo hago bajar la voz.

—No.

—Esta bien entonces. — me da una caricia en la barbilla y se va con el hombre que vino a traerlo.

—¿Qué tanto hablaban a mis espaldas?

—Asuntos pendientes, te compre una loción americana— la saco de mi bolso distrayéndola. La mira con los bien abiertos.

—Si estas planeando algo para mi cumpleaños, ni lo pienses Emma Brown.

—¿Qué? ¿Es tu cumpleaños tan rápido? — no cae por mi broma, me levanta los ojos azules amenazantes. —Me quedé viviendo el año pasado— No cae en mi trampa — opto por distraerla —Mi cita con la Dra. Kriss es en media hora.

—Vamos para no atrasarte— se levanta —Y antes que lo sepas de otro lado, la tía de los Roe me visitó el fin de semana, esa mujer es muy insistente, me hizo cenar con ella, incluso dejé a Luke plantado y se quedó muy molesto.

—¿Cora has pensado que Luke quiere algo más que ser tu manager? — se encoje de hombros —Lo digo enserio, no eres ingenua para no notar las señales, tiene un poco más de edad, pero no creo que eso sea un impedimento para ninguno de los dos.

—No sé si estamos en la misma página— se sincera conmigo — Una vez que juegas el dominio de un cuerpo no es fácil de remplazar— lo dice con nostalgia —Siento que para salir de este bucle de depresión emocional amorosa debo hablar una ultima vez con Bennett, pero no estoy lista para eso.

Veo que le cuesta admitirlo, la conozco desde hace años y es una persona abierta en todos los sentidos y si ahora se ve cerrada a este tema es porque en realidad la moral y lealtad a su hermano es grande.

—Estoy segura que los dos tienen mucho que decir.

—En realidad no, todo lo dijimos al final de nuestro breve romance, pero solo quiero... no sé— pasamos por el pasillo del consultorio privado —Maya dijo muchas cosas en nuestra cena, pero aun así no voy a verlo, es mejor así.

—¿Él tuvo la culpa de la su separación?

—Aunque diga que sí, la culpable fui yo— sacude la cabeza —Lo fuimos los dos, así que pueden echarnos la culpa a ambos. — sonríe — Somos muy jóvenes para buscar algo serio, pero valió la pena disfrutarlo todo cuanto duró y ahora que ya ha pasado el tiempo me siento decidida a recordarlo algo bueno y solo eso.

—Me encantaría tener tu carácter, eres muy fuerte

—Se trata de ser dominados por nuestros propios miedos y vencerlos— parece que recuerda algo al decir esa frase —Si lo veo en la calle, no voy a atropellarlo, ya tengo casi veintitrés años, debo ser madura para esta ruptura.

Escucho atenta, esta mujer rubia loca por la pintura y las artes es más fuerte que yo misma, verla sonreír recordando a Bennett habla de que ya logró sobreponerse. No como yo que me la pase llorando mis penas.

El hombre trajeado que camina a nosotras casi me deja con la boca abierta, no hablaba enserio en venir. Cora deja de hablar y lo mira acercarse a nosotras. —Coraline— la saluda poniéndose a mi lado.

—Hola Alexander. — toma una revista del montón que hay en la sala de espera.

—¿Qué haces aquí?

—Tenemos una cita con la Dra. Kriss, Amelia me notificó hace una hora — mira a mi espalda, sigo su mirada y veo a Dylan venir seguido de uno de sus hombres.

—Señor Roe— se para a saludarnos.

—No ha habido oportunidad de presentarlos sin formalismos, Alexander, él es Dylan el hermano mayor de Cora. — los presento —Dylan, él es Alexander Roe, ya lo conocías.

Espero que se den la mano, pero no lo hacen. Solo se miran en silencio.

—Agente Gray— vuelven a llamarlo.

—Emma Brown— la enfermera llama al mismo tiempo.

—Adelante sexy, ve a resguardarte, aquí te espero — Cora regresa a su lugar mientras Dylan se va.

—Mañana vamos a celebrar la fiesta de cumpleaños Cora en uno de los bares de la ciudad, por la tarde. — digo mientras Alexander me sigue los pasos hasta la oficina de la Dra. Kriss. —Puedes invitar a Erick a venir, no me siento en confianza de preguntárselo directamente, pero quiero que haya más gente conocida, es su primera celebración en Londres.

—La rubia no me tolera y no me van esas celebraciones— me da la negativa al momento que la Dora, Kriss nos hace pasar y quien se porta amablemente al recibirme y de él ni pregunta su nombre, solo lo hace pasar.

No se sienta conmigo, se mantiene como una estatua detrás de mí. —Es bueno verte Emma otra vez.

—Como le dije en la llamada estoy aquí para buscar otro método anticonceptivo, últimamente he estado cargada de trabajo que casi olvido tomarme las pastillas ya un par de veces, no quiero arriesgarme— le explico.

—Entiendo, primero debo hacerte un chequeo previo para antes de darte las posibilidades que hay y las más efectivas— asiente y anota algo en un papel —¿Y qué debo la visita de usted caballero? Solo la presencia de la paciente es necesaria— le dice a Alexander.

—Yo soy el dueño de sus orgasmos— dice serio como si eso explicara todo.

—Entiendo— la Dra. Kriss oculta una sonrisa pasándome por la mesa un folleto —La efectividad de los otros métodos anticonceptivos varia, el dispositivo es uno de los más eficientes, aunque también existe la inyección.

Se enfrasca explicándome las reacciones del cuerpo ante los diferentes métodos y después de hacer la relación con mi periodo y los días de mi ovulación, opto por la inyección.

Alexander mira con atención que sea colocada correctamente, respiro profundo teniendo en cuanta que no me gustan las agujas en el cuerpo. Como no estoy en mi periodo los siguientes días deberá usar látex conmigo.

Me dan las indicaciones finales y cuando él paga los gastos, salimos juntos seguidos de Cora, que trata de despedirse en cuanto salimos presa de no estar cerca de los Roe. Alexander me insta a ir a en su auto.

—Adiós a las pastillas— digo con alivio poniéndome el cinturón de seguridad y entregándole las llaves de mi Mazada a Ethan.

Solo asiente sin decir nada. Ya no se ha hablado de la situación de Katherine y no pienso darle crédito mientras sigo con lo de Cora, Alicia confirmó su asistencia y siento que tendrá a gente que la va a adorar rodeándola.

Repaso los pendientes que tengo y la compra de mi vestido mientras que Alexander se la pasa serio.

—Mañana vienes a dónde Cora— le repito a Alexander cuando aparca en mi apartamento.

—No.

—Por favor— paso mi mano por su cuello y lo jalo a mí para probar su boca. Lo beso con gusto todo lo que quiero. —Quiero hacer esto especial para ella. — lo beso en la mejilla. —Te espero en la noche.

—Ya te estás tardando en empaquetar tus cosas— se libra del tema en cuestión.

—No seas exigente Alexander Roe— bajo del auto y camino a la entrada buscando las llaves de mi apartamento, giro para verlo y lo veo mirando detrás de sus lentes oscuros mi figura.

Le alzo una ceja y ni aun así deja de mirarme con descaro acariciándose la barbilla..

〘 〙

Alexander.

Paso por el antiguo apartamento de Alesha, estar vacío y no esta vigilado. Katherine como ella deben estar viviendo con Logan en una de las casas de las afueras de la ciudad donde está su guarida.

Ethan dijo que no lo encontró porque unos kray ya se lo habían llevado por ordenes de Dmitry.

Veo el auto en el estacionamiento como lo pensé. Entro por el rastro de la puerta entre abierta sigilosamente y veo todo deshabitado, sin muebles, sin cosas alrededor, sacaron todo de aquí.

El agua de la ducha suena de lejos, pero esta vacía, camino a dónde debería estar el mini bar y en el piso lo veo tirado como un peso muerto. El olor no es de una sustancia que reconozca, la burla de Katherine era cierta, Logan le está dando más porquerías que meterse.

No sabe lo que está haciendo. Me agacho a levantar su asquerosa cabeza, sus ojos están desorbitados por las porquerías que se metió, huele mal.

—Levántate pedazo de mierda— lo incorporo apoyándolo en mi cuerpo.

Balbucea algo ilegible y lo arrastro hasta dónde puedo para verle la cara y los ojos. Lo examino de un lado a otro, pero nada me da indicios de lo que se ha estado metiendo.

Con la rabia corriendo en mi cuerpo lo llevo hasta la ducha, no pesa nada el cabrón está más flaco de lo normal, lo meto de cabeza hacia al frente para despertarlo, esto no va a quitarle lo drogado, pero es un indicio.

Año tras año después de unirme a Richard tuve que batallar con quitarle esta maldita adicción. Pensé que no comía en las jaulas porque la comida le daba asco, no pensé que era porque Logan le estaba dando coca de niño.

Alza la cabeza mojándose la cara y parpadeando varias veces. Lo suelto hasta que apoya las manos en las baldosas de atrás para sostener su peso. La banda de cabello que trae atada en la palma de la mano se moja junto con toda la ropa que se le pega al cuerpo, es ropa sucia del muy cabrón.

—Alex— la voz le tiembla. —Tengo frío.

Vuelve a ser un puto niño pequeño. Mi hermano pequeño. Aparto la cara enojado y a tirones me quito la chaqueta que llevo. Lo saco de la ducha y se la pongo mientras nos encamino a la salida.

—Camina más rápido— mi voz sale áspera.

El cuerpo le tiembla, trata de caminar, pero no tiene fuerza suficiente para hacerlo. Somos la viva imagen repetida de lo que éramos hace años, el con once y yo con trece años cuidando de la primera sobre dosis que tuvo por culpa de Logan.

Arrastrándolo fuera de la mugrienta jaula para que reaccionara, eso hago de nuevo. Lo arrastro por el pasillo cargando todo su peso hasta mi Aston Martin. El cuero del asiento se empapa.

Lo aseguro y me encamino al Score, con las ventanillas abajo para que el aire haga algo de su mierda. —Sabía que Dmitry trabajaba para Logan cuando hice negocios con él— habla bajo.

Piso el acelerador sin prestar atención a la mierda de la que habla.

—Logan dice que quiere la base militar de Dinamarca, pero los daneses no lo van a dejar y la organización tampoco, ya se cansó de la organización y quiere el control total, lo tiene con sus hijos porque sabes que tenemos un lugar asegurado en la organización de los treinta y siete, pero Logan solo te quiere a ti para ayudarlo no a mí.

—Cállate.

—Alesha durante meses antes que te atacaran en Brent, me llenó la cabeza de mierda sobre ser una carga, no sabía que estaba aliada con él y yo era parte del plan— lo dejo seguir —Un mes después Logan me buscó, pero acordó que si yo entraba en la organización no iría por ti y por Cora. Iba a quitármela. — se interrumpe tosiendo ronco —Me la iba a quitar, me había estado siguiendo meses y a ti también. Me importa una mierda lo que hice porque ella es mi todo, a veces la veo cuando viene en las noches, pero se va cuando despierto.

—Te eduqué para que entendieras que ninguna mujer te domina.

Se ríe amargamente. —Ella no me domina, el dominio es un arte — dice para sí mismo —Ella me posee entero, posee mi alma, mi mente y mi cuerpo y si tengo que quemar el mundo por Cora lo hago una y otra vez.

La carretera se hace menos en la entrada del Score mientras desacelero. Baja del auto tambaleándose, se pasa la mano por los ojos bruscamente.

—Veo borroso hace días.

—No sabes ni qué mierda te están metiendo— lo miro enojado subiéndolo.

Maya nos recibe a la entrada lista cuando la llamé, no trae al manso de siempre para no alterar mi mal humor. —Ya están aquí, déjalo en el sofá, déjame revisar sus signos vitales primero.

—Maya— Bennett se le va encima casi tirándola, lo reacomodo en el sofá tirándolo sin cuidado. Maya me mira mal por ser tan brusco, pero no me importa. Le pone una lampara en los ojos y Bennett se altera.

—Revísalo pronto para que se largue de mi casa.

—Se condes enciente, tiene afectada la vista y no entiendo por qué.

—Se llaman efectos secundarios madre, parece que estudiaste medicina en la época de los cavernarios— tengo la voz de Jack a mi espalda. —Alexander con el bote que te di, haz que le preparen un té herbolario, le sentará bien a su sangre.

Trae una toalla pequeña donde se seca las manos. —¿Qué coño haces en mi casa?

—Un bienvenido sonaba mejor, eres mal anfitrión ¿Hace dos días te recibí en mi casa y yo no puedo aparecerme en la tuya?

—¿Qué coño hace tu hijo en mi casa Maya?

—Cambié de opinión a lo que acordamos y pensé que, si tengo que esconderme de Logan, que mejor lugar que esconderme con el lobo— responde por ella — No me vas a mandar con Richard, ya te dije que no trabajo para los corruptos del gobierno.

—Logan está en Londres.

—Se llevó a uno de mis conocidos amigos, él también es un biólogo de Brooklyn, pero menos reconocido que yo, no estoy seguro en Brooklyn y seguramente la porquería que tiene metida Bennett es para lo que lo quiere, si me quedo aquí, puedo comunicarme con mi amigo y saber lo que trabaja dentro.

—Ya había acordado con Richard que te resguardara, eso es lo que te conviene.

Bennett se queja de algo que le hace tragar Maya mientras Jack toma siento en el sofá continúo mirándolo con el ceño fruncido con la decepción plasmada en su cara.

—No confió en Richard, esa alianza es tuya no mía, yo no formo parte de ningún bando.

—Eventualmente vas a tener que hacerlo o van a matarte.

. . .

La insistencia de Katherine no para como sospeché e incluso desintoxicado a medias Bennett no reconoce su nombre cuando Maya se lo pregunta. Emma se la pasa hablando de la fiesta de la rubia y no le hablo de lo demás para no quitarle el ánimo, pero veo las cosas silenciosas que están sucediendo.

Erick me trae los documentos que le pedí, pero hace caso omiso cuando le hablo. —¿Hablas o te despido?

—Yo iba a conseguir ese contrato em Nueva York tanto como Blake.

—¿Ya vas a llorar? — me mofo de él. —Ayer desintoxicaron a Bennett lo encontré tirado en el apartamento vacío de Alesha, Maya lo esta cuidando en su casa, no me fío del traidor, pero quiero que vayas a buscar un documento en específico.

—¿De que hablas? — toco su curiosidad.

—Los negocios que hizo con Dmitry tiene un contrato de una empresa de lavado de dinero, quiero ver quién es el dueño y dónde están las sedes.

—Son de Logan seguramente.

—Sí, pero en el evento de inversionistas las voy a hacer pasar por empresas de West B.

—Maldito cabrón.

—Nadie me sabotea y queda para contarlo, sigue vigilando a Mike, que ese traidor va a llevar toda la información que ha sacado de mi empresa a Mikael, el dueño de West B, porque estoy seguro que el evento de inversionistas será una pelea campante entre ellos y yo.

—Le seguí el rastro todos los días que te fuiste y solo uno fue a presentarse con Mikael, estamos incautos.

No me doblego a destruir a quién se interpone en mi camino y trata de hacerme tropezar, yo soy el diablo que provee el pecado, un lobo de alma despiadada que no tiene compasión por nadie ni nada. 

Hola sexys. 

Los amo tres millones

-Karla