México y el inglés se encontraban acostados, mirando la película de "Encanto", el latino se recargaba en el brazo de UK conmovido por como iban el desenlace de la trama, mientras Reino Unido sólo tenía ojos para verlo a él, ver su expresión tranquila, dejándose envolver por la película como por su brazo, haciendo inmensamente feliz, hasta hace no mucho el latino difícilmente le habría permitido acercarse tanto, entendía que eso había sido en parte su culpa, pues pocos días después de haber hablado sobre hacer más caso al bebé pudo escuchar la hermosa risa del americano, sintiéndose tonto por no haber notado antes lo infeliz que lo estaba haciendo durante aquellos primeros cinco meses, pero ahora, ahora estaba dispuesto a corregir ese error y escuchar más al otro. Con eso en mente había logrado tener grandes avances durante las siguientes dos semanas. México comenzaba a abrirse con él, al fin llegaba actuar como lo hacía con el resto, aunque con el avance de su embarazo también empezó a verse afectado por los cambios de humor, había días en donde despertaba con muy buen ánimo, otros donde solía estar muy irascible.

Ese día en especifico había estado sintiéndose cansado, pero también tranquilo y de buen humor, así que después de terminar de leer el "Bestiario" de Arreola se dirigió a la habitación del europeo para invitarle a ver una película, cosa que aceptó encantado y así habían terminado con una tarde de varias películas de Disney, que por alguna razón el mexicano había insistido en ver.

<<¿Qué otra película quieres ver?>> le preguntó el inglés una vez se reprodujeron los créditos. México abrazó el peluche de ocelote mientras parecía estar pensando. Al final sólo negó.

<<Ya escogí cinco películas, ¿no quieres elegir tú?>>

<<No, estoy bien con lo que quieras ver>>

Un silencio repentino se formó después de eso. México pensaba si lo que estaba apunto de decir era lo mejor, sí, lo era, pero seguramente no para él, en definitiva nada de esa situación era lo mejor para él, pero ya no había salida, no podía escapar de sus sentimientos, no podía enfrentar el miedo con ira, el bebé evitaba eso, así que sólo apretó ligeramente más fuerte el peluche y habló.

<<Quiero salir mañana, deberíamos salir mañana>> Inglaterra, lo observó curioso por el repentino cambio de tema, luego miró atrás del mexicano, justo en el buró, la pila de libros llamó su atención; se había acostumbrado a tratar de entender que era lo que quería el mexicano, así que sabía que todos los libros ahí apilados ya habían sido terminado de leer, conjeturando que este quería salir para comprar más, pero todas sus cavilaciones fueron interrumpidas por la voz algo nerviosa del otro. <<Ya casi serán siete meses, además también tendría que ir a revisión pronto y ya tampoco tengo libros para leer>> terminó con un tono serio y expresión, UK sólo pudo sonreírle y acariciar con cariño su cabeza, no estaba errado del todo y entendía lo que el contrario quería decir.

<<Entonces salgamos mañana>> México miró de nuevo la pantalla para ocultar la sutil sonrisa que tenía, después de apretar los botones del control pasando las películas volvió a poner una, sin preguntar la opinión del otro, sabía que de todos modos aceptaría y era cierto, al inglés no le importaba que vieran, siempre y cuando pudiera estar a su lado.

Reinó Unido se sentía feliz y con esperanza.

México se sentía ahogado en un mar de emociones.