Rusia se lo había dicho. México era muy diferente como pareja, bastante difícil de tratar, suponía que por la situación actual actuaría peor, no se equivocó del todo.

Reino Unido le contó lo que quería hacer y también le pidió algunos consejos y aunque el ruso se negó tratando de convencerlo de cancelar todo finalmente terminó por aceptar, al no lograr hacer cambiar de parecer a su amigo lo mejor que podía hacer era no dejarlo solo.

Así que siempre lo supo, sería extremadamente difícil, cada vez perdía un poco la esperanza de poder estar con el latino, parecía que en vez de lograr acercarse hacía que lo odiara, creía al principio que era como dijo Rusia, pero cuando lo vió llorando, cuando lo vió tan apagado comprendió el error que había cometido obligándolo a pasar por eso, se arrepintió muchísimo de crear el acuerdo, sabía que todo fue con un fin egoísta.

Después de ese día se alejó considerablemente del mexicano, dejó de lado el papeleo de los acuerdos, no sentía que fuera capaz de tratarlos, más bien quería deshacerse de todo ello.