Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

»36«

Afortunadamente dentro de las exigencias de mi padre ―o amenazas― no estaban el que dejara el colegio. Se supone que soy la inteligente y bien portada hija de Lucius Clarkson y eso pesa aún para él y la sociedad a la que pertenece. Y solo él, porque con todas sus decisiones, me siento aislada, condenada a solo cumplir sus órdenes. Albert conduce rápido, y muy callado, solo me ha dirigido la palabra para desearme los educados buenos días y abrirme la puerta para subir al auto. Y no lo culpo, debería estar odiándome porque he puesto en riesgo su trabajo de años; sin embargo, lejos de reprocharme ha sido muy comprensivo.

El y Ele, son lo único bueno que me ha dejado mi padre porque han cuidado de mí más que él; y, aunque no estén de acuerdo con sus decisiones, no pueden decir nada u oponerse sin que eso signifique un despido. El recorrido finaliza y el auto se detiene frente a la escuela. Albert se baja del auto y corre de inmediato a abrirme la puerta. Tomo mi maletín y me bajo, ya de pie frente a él, le detengo cuando está a punto de desearme un buen día y devolverse a su puesto.

―¡Espera! ―digo antes de que haga ambas cosas.

―Señorita ―habla con tono acongojado.

Papá debió prohibirle que hable demás conmigo.

―Yo siento lo que pasó; pero no quiero que dejes de hablarme como antes.

―Es lo mejor ―aduce con tono preocupado.

―¿Te preocupa que te despida? ―increpo molesta.

―No ―afirma con seriedad―, me preocupa más que no pueda permanecer a su lado y hacer algo por ayudarle, como le prometí a su madre.

Después de todo lo que estoy viviendo con mi padre, me pregunto si ella fue alguna vez feliz a su lado. Sus palabras me acongojan pensando que se quedaron allí solo por mí.

―Y yo te lo agradeceré siempre; pero no voy a dejar que eso pase.

―Tenga cuidado, señorita ―dice con tono paternal haciéndole honor a las múltiples canas que adornan su cabeza.

―Lo tendré, no te preocupes.

Le regalo una sonrisa apretada pero optimista.

―Adiós señorita, que tenga buen día ―añade finalmente con mejor semblante acomodando su gorra de conductor y volviendo a subir al auto.

Espero a que se marche para entrar al colegio; pero antes de dar un paso hacia los escalones de la imponente entrada, que no en vano es un afamado y prestigioso colegio de niños ricos ―y desdichados como yo― soy sorprendida por unos brazos que me rodean con fuerza.

―¡Hola, princesa!

―¡Brice! ―chillo llevando la mano a mi pecho.

―¡Te asustaste! ―exclama y se echa a reír cuando se pone a mi lado.

―No, tonto, estaba desprevenida. Podrías saludar de forma normal.

―¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que te abrace?, ¿o es que prefieres que te abrace Young?

¡Qué le pasa a Brice! Le miro espantada.

―¡Para nada! ―resoplo empezando a caminar nuevamente hacia la entrada.

―¿Estás segura de eso? ―increpa tomando mi mano para que me detenga.

Lo hago en seco y le miro.

―Vaya, parece que estás en perfectas condiciones hoy.

―Lo digo en serio, Leah ―emite afianzando su agarre en mi mano―, sigo en pie con lo que te propuse ayer, ¿y tú? ―añade con mucha seriedad.

Su propuesta de escapar vuelve a mi cabeza, y mi respuesta a ello también. La verdad le había dado muchas vueltas a la idea después y he terminado pensando que es descabellada; porque, ¿a dónde iríamos que mi padre no nos encontrara? Era claro que tampoco podía subestimar sus alcances. Sin embargo, también estaba que... simplemente podría intentarlo.

―Brice...

―Prefieres convertirte en mi madre; porque eso es lo que te espera si te dejas doblegar por tu padre.

―Eso...

―Eres muy inteligente, Leah, y eso es lo que admiro de ti. Eres capaz de desechar y quemar sin piedad los sentimientos de esos chicos que dejan sus cartas de amor en tu casillero y no puedes revelarte para exigir tu derecho.

―Brice.

―Bob, ha dicho que para el próximo año se casará contigo y que yo debo alejarme de ti. ―Eso me hace tragar grueso―, y sabes muy bien con qué supuesto fin. ¡Es lo que quieres!

La verdad, Brice me deja sin palabras. Se supone que Leah Clarkson no llora, tampoco se doblega; pero en estos momentos me quito el caparazón que llevo cargando para poder mostrarme perfecta, y lo cierto es que quiero llorar porque Brice tiene toda la razón. Al final los planes de mi padre solo tienen un objetivo, la ambición y la avaricia. Como si no fuera suficiente con todo lo que posee. Tanto que es capaz de vender a su propia hija. Me calmo y restriego de mis ojos las lágrimas que mueren por brotar, y miro a Brice, a quien las mismas palabras que lanza también parecen mortificarle de forma terrible.

―¿A dónde iríamos? ―pregunto con la incredulidad de la posible respuesta.

―Eso no debe preocuparte. Se muy bien a donde ir.

―¿Estás seguro de lo que planeas?

―No te lo estaría proponiendo si no lo hiciera ―dice acercándose y tomando mis manos con suavidad.

―¿Es necesario que entremos? ―señalo hacia la entrada.

―Solo para despistar al enemigo ―juega con humor sobre su fabulosa propuesta, y que se me antoja un tanto arriesgada, peligrosa.

¿Que tendrá en mente?

Él toma mi mano con propiedad y me arrastra dentro del colegio, y al que posiblemente entre por última vez, si lo que planea Brice tiene éxito. Solo me entristece no poder seguir ayudando al profesor, que afortunadamente no se verá envuelto en todo esto. Mientras avanzamos dentro de la instalación agarrados de la mano y observados por todos lo demás estudiantes, pienso y ruego internamente que sea lo que sea que tiene Brice en mente, funcione.

~°~°~°~°~°~°~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro