Aún recuerdo aquella ultima vez que te vi. Yo dormía y tu llegaste a casa muy temprano, como era tu costumbre.

Solías llamarme dormilona, pero no como regaño, mas bien era una manera de mostrarme tu cariño.

-Ya me voy a trabajar- dijiste desde la primera planta, yo sin pensarlo me arroje de la cama y fui a tu encuentro. Llevabas esa camisa amarilla, tu favorita y con toda razón, era la que mejor te quedaba.

-Que tengas buen día, tío- bese tu mejilla y sonreiste.

-Portate bien, clarita- tocaste la punta de mi nariz y te marchaste.

Fue la ultima vez que te vi.

Cada dia recuerdo con dolor que me hubiese gustado abrazarte un poco mas, disfrutar la seguridad que me daban tus brazos.

Para una adolescente que había perdido hacia un par de años a su padre. Tu, querido tío, te habías convertido en esa figura paterna, en ese ser que me inspiraba. 

Estaba por perdérte a ti también y no podía ni imaginarlo.

Esa seria tu partida, allí comenzaría una nueva etapa de mi dura vida.

♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦

ESTOS SON FRAGMENTOS DE UNA HISTORIA REAL, SON SENTIMIENTOS VERDADEROS EXPRESADOS TAL Y COMO FUERON SENTIDOS.

SI LEES, NO OLVIDES DEJAR TU ~>  ☆  LO VALORO MUCHO. BESAZOS.