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Capitulo Seis.

 —¿Es mi impresión o aquellos chicos han estado sacandonos fotografías, fallando miserablemente en simular que no lo hacen?

Sacando un par de servilletas de la caja metalica en el centro de la mesa, Nee miró distraídamente hacia donde Kai estaba viendo, encontrandose con varios ojos curiosos mirando en su dirección—. Oh, ignora eso, pasa todo el tiempo. Probablemente, solo sean curiosos, sacarán algunas fotografias y las pondrán en sus redes sociales, nada de que preocuparse.

—¡Noo, Nee, Noo! —Silas intentó alejarse cuando comenzó a limpiar su boca, lamiendo sus deditos embarrados de dulce antes de que pudiese limpiarlos también.

—Estas todo sucio —señaló—. Papá va a matarme cuando te vea, ¿como hiciste todo este desastre con solo una pequeña tarta?

Ignorandolo, Silas tomó un trozo de tarta que quedaba en el plato y lo metió en su boca, empujandola con sus deditos como si Nee estuviese a punto de quitarsela. Observandolo masticar por un largo momento, el castaño suspiró, ya vería luego como lo limpiaba, porque por el momento, era un esfuerzo vano el siquiera intentarlo, él volvería a ensuciarse al instante.

Haciendo un bollo con las servilletas, las dejó a un lado y volvió a mirar a Kai, quién parecía distraído con su té, aunque su mirada seguía desviandose al grupo de jovenes—. Si sigues mirando hacia ellos, seguramente se acercaran a saludar y eso llamará la atención de todo el local sobre nosotros. Solo dejalos, cariño.

Frunciendo el ceño suavemente, Kai se sacudió—. Esto es algo normal para ti, ¿verdad?

Girando su tenedor entre los dedos, Nee lo observó bajo sus pestañas antes de soltar un pesado suspiro—. En realidad, sí, es bastante común en mi vida diaria —aceptó—. Mis padres siempre han sido personas reconocidas y desde el momento en que los medios supieron que Nicky y yo existiamos, intentaron por todos los medios conseguir fotografías nuestras. —golpeó el cubierto suavemente sobre la mesa—. Cuando finalmente consiguieron imagenes, todo explotó. Los periodistas nos seguian, la gente nos sacaba fotos sin preguntar o, a veces, se nos acercaban para pedirnos eso mismo, fue jodidamente abrumador.

Los ojos oscuros de Kai se volvieron cálidos mientras lo miraba—. Recuerdo esa epoca, no los vi demasiado por un tiempo, hasta había llegado a pensar que se habian mudado o algo. Llegué a preocuparme hasta que vi una fotografía suya en una revista de chismes por casualidad —hizo una mueca—. En realidad, en ese momento solo lo tomé como algo normal en sus vidas. Ahora, viendolo en retrospectiva, puedo ver como de invasivo y desconcertante eso debió ser para ustedes.

—Llegó un punto en que nosotros eramos quienes nos negabamos a salir de casa si no era absolutamente necesario. Nos incomodaba que las personas nos quedaran mirando o nos tomaran fotografias, había paginas en internet que se dedicaban a reunir imagenes nuestras, como clubes de fans —suspiró—. Nos sentiamos totalmente invadidos, como si todos tuviesen algo que decir de nuestras vidas, como nos vestiamos o actuabamos.

—Oh, Nee... —susurró compasivamente.

—Luego de un tiempo, nos dimos cuenta de que nada de eso nos interesaba realmente. La gente puede hablar, tomarnos fotografías o empezar el chisme que deseen, no nos afecta si no dejamos que lo haga —se encogió de hombros—. Preferimos ignorar a las personas que no tienen algo bueno que decir sobre nosotros, solo dejarlos hacer su vida a parte, y concentrarnos en las que si tienen cosas buenas o simplemente ven en nosotros un ejemplo a seguir. —sonrió—. Algunos hasta pueden llegar a ser muy tiernos, y teniendo en cuenta el rumbo que le he dado a mi vida...

—Tuviste que acostumbrarte a los fans.

—Debí hacerlo, además, cuando se trata de verdaderos fans entonces no es algo tan desconcertante, ellos son ambles y comprensivos cuando la situación lo pide. Saben reconocer cuando han ido demasiado lejos y dan un paso atrás —acercó el vaso con jugo cuando Silas intentó tomarlo y no llegó a él, sosteniendolo mientras bebía del sorbito—. Te acostumbras al reconocimiento con el tiempo.

—Hablas como alguien muy maduro para alguien que se divierte acosandome.

Nee rodó los ojos—. No te acoso —dejó el vaso en la mesa y limpió un poco a Silas con una servilleta, intentando, al menos, mantener controlado el desastre—. Simplemente protejo mi territorio de posibles amenazas.

—¿Tu territorio? —repitió incredulo—. ¿Cual es, según tú, tu territorio?

—Bueno, obviamente, dado que tu me perteneces, creo yo, que mi territorio se expande veinte kilometros a la redonda teniendote a ti como centro.

Kai se lo quedó mirando por un largo momento antes de soltar un resoplido de risa—. No sé que me asombra más, que en realidad pienses que funciona de esa manera o que tengas el descaro de soltarmelo a la cara sin ningún tipo de pudor.

—Lo sé, mi descaro enamora.

El mayor rodó los ojos en su dirección, aun pareciendo divertido—. Mejor dime, ¿que tienes pensado hacer ahora?

—¿De que hablas?

—Bueno, supuse que no pensabas pasarte todo tu mes de vacaciones sentado en casa de tus padres haciendo nada —obvió—. ¿O acaso planeabas recuperar el tiempo pedido y acosarme estas cuatro semanas?

—En primer lugar, yo no pierdo el tiempo, puedo acosarte desde cualquier parte del mundo —se jactó—. Y segundo, ¿que pasa si esos eran mis planes? ¿tienes algo que decir en contra?

—Yo no, pero la policia lo considera un delito. Solo te lo advierto.

—Uh-uh, ya entiendo, quieres hacerlo interesante porque te gusta que te acose, ¿verdad?

Kai lo señaló, intentando mantener una expresión seria—. No te gastaras tus vacaciones girando a mi alrededor, busca algo más que hacer.

—Son mis vacaciones, ¿por qué no puedo elegir yo algo que me guste? —hizo un puchero—. Serían unas buenas vacaciones si puedo pasarlas a tu lado.

Nee pudo ver que algo se derretía en el interior del mayor, pero aun así, no dio el brazo a torcer—. Encuentra algo productivo que hacer.

—¿Te he dicho ya que eres un gran aburrido y que le quitas la diversión a todo?

—Si, lo he escuchado un par de veces —admitió.

Suspirando, cedió—. Bien, no solo voy a acosarte, aunque eso ocupa gran parte de mi agenda. Los chicos de la banda estan planeando pasar por aquí en un par de semanas, así que seguramente perderemos mucho tiempo en el estudio. Tenemos planeado grabar otro albúm este año y nos faltan algunas canciones aun. Antes de que ellos lleguen, tengo que reunirme con un par de personas mientras estoy aquí, cerrar un par de negocios que tengo en mente —suspiró—. Y para finalizar, estoy intentando acabar de crear los planos para remodelar la casa que compré hace unos meses, aqui, en Londres.

Kai parpadeó un par de veces, obviamente sorprendido, antes de silbar bajo—. Vaya, supongo que tu agenda estará llena.

—No te preocupes, siempre tengo tiempo para ti —le dedicó un guiño—. Me aseguraré de ello.

La risita de Silas logró que ambos lo miraran, justo a tiempo para verlo cerrar sus parpados con fuerza y abrirlos un par de veces, sonriendo hacia ellos luego mientras murmuraba—. Bonito bebé.

—Eso es un guiño de bebé —Nee explicó cuando Kia lo miró confundido—. Nick le enseñó a hacer eso y cuando lo hace bien, siempre le dice "bonito bebé". Es una especie de juego.

—¡Bonito bebé! —chilló el pequeño, volviendo a hacerlo y riendo luego.

Escuchó varias risas de otras mesas y suspiró, mirando a su hermanito—. Te gusta llamar la atención, ¿verdad?

Silas le sonrió en respuesta.

No le extrañó cuando varias personas tomaron ese momento como una oportunidad de acercarse a ellos para pedir una fotografía o autografo. Dandole un breve aviso, Kai tomó a Silas y huyo hacia el cuarto de baño, dejandolo solo para enfrentar al grupo de jovenes emocionados.

Para cuando el más bajo volvió, la gente se había disipado y Silas parecía contento de estar medianamente limpio nuevamente. El pequeño corrió hacia él, dando pequeños saltitos y permitiendo ser cargado en cuanto llegó hasta él. Quitando el oscuro cabello de sus ojos, besó su mejilla antes de mirar hacia Kai.

—¿Nos vamos?

Kai miró alrededor—. ¿Terminaste de ser amable con esos chicos?

—¿Celoso?

—Vamonos. —replicó, tomando su mochila y dirigiendose a la puerta.

—¿Ves eso, Silas? —hizo un gesto hacia Kai, quien se dirigía a la puerta—. Esa es una persona locamente enamorada de tu hermano, escucha lo que te digo, tu serás quién lleve los anillos en nuestra boda.

Silas parpadeó sus enormes ojos grises hacia él—. Nee está loco —rió.

—Hey, se suponía que este era el momento en que hacias "Bonito bebé" y apoyabas mi declaración, por eso eres mi hermano favorito.

—¡Bonito bebé! —hizo lo pedido.

—Así me gusta.

—Ya, muevete —Kai lo apuró desde la puerta—. Necesito que me lleves a mi casa, tengo tarea que hacer.

—Él esta enfermo de amor por mi —aseguró, tomando su mochila con las cosas de Silas y siguiendo los pasos del mayor.

(...)

De pie en la puerta de su cocina, Kai observó a Nee caminar alrededor de la sala, meciendo suavemente a Silas, quién tenía el rostro escondido en su cuello, mientras entonaba una suave canción de cuna para él. Era una imagen realmente hermosa, Nee podía ser algo joven, pero tenía todas las cualidades para ser un grandioso padre, había visto todas ellas en el correr del día. Aun cuando se había autoinvitado a su casa, Kai no podía encontrar una razón para molestarse con él mientras lo veía mecerse de un lado a otro, frotando la barriguita de Silas, quién había declarado que le dolía luego de comer tantos dulces. Kaí había estado preocupado por eso mismo y había estado a punto de reclamarle a Nee por haberlo permitido cuando lo escuchó maldecirse a si mismo por lo bajo por eso.

Nee tenía muchas cosas que aprender, pero eso no quería decir que no tuviese todo para serlo.

Recordando los pensamientos que había tenido el día anterior, mientras sostenía a su sobrina en brazos, se mordisqueó el labio. Niños perfectos, como sus padres querian.

Entonces, la imagen de un pequeño niño con el cabello oscuro y ojos ámbar como los de Nee aunque un poco inclinados en los bordes, más como los suyos, la piel color caramelo y gran sonrisa, apareció en su mente. ¿No sería ese también un niño perfecto?

Nee era hermoso, malditamente atractivo, ¿que tenía de malo un bebé con algunos de sus rasgos?

Solo porque no fuera totalmente japones, no quería decir que no fuese perfecto.

Hermosamente perfecto.

Sintió la angustía apretar su pecho al pensar en esa posibilidad. Todos esos años de dura disciplina golpeaban su cerebro, recordandole lo errado de esos pensamientos. No podía evitarlos, pero tampoco le era posible evitar pensar en todos esos años que sus padres le habían repetido lo malos que eran.

Su telefono sonó en su bolsillo y lo sacó. Queriendo evitar despertar a Silas, ahora que se había dormido, entró a la cocina y miró la pantalla, haciendo una mueca al ver el nombre. Song.

Con la mano temblando, aceptó la llamada y llevó el aparato a su oido—. Hola.

—Buenas tardes, Kai —respondió simpaticamente desde el otro lado—. Espero no estar molestandote, si estas ocupado puedo llamar en otro momento.

Miró hacia la puerta que daba a la sala por un momento antes de darle la espalda—. No, está bien, no estaba haciendo nada —aseguró—. ¿Necesitas algo?

—Eh, no, en realidad, no. Solo te llamaba para hablar contigo —se escuchaba algo avergonzado—. Sé que esto no es parte de toda la tradición ni nada, pero pensé que podríamos conocernos mejor si hablabamos más, así podremos tomar una decisión certera cuando llegue el momento.

El aliento apretado en su pecho dolió, así que lo soltó lentamente—. ¿Estarías dispuesto a tomar ese paso después de solo un par de citas? —preguntó con voz débil.

—No lo sé, por eso quería hablar contigo —rió—. Pareces un buen chico y según Yuki, ámbos tenemos mucho en común. Creo que sería algo bueno —vaciló—, no sé, ¿qué piensas tu de ello?

—Casamiento —susurró—. Yo... no podria decirlo con seguridad.

—¿No estarías dispuesto?

—No, no es eso —miró sus uñas, nerviosamente—. Mi abuela habló conmigo de esto, me dijo que las inseguridades son normales, pero...

Un suspiro le dijo que el otro comprendía a donde iba sin necesidad de terminar la frase—. Sé que esto no es fácil, Kai, no lo es para mi tampoco. Pero ya somos bastante mayores y es algo de deberiamos comenzar a pensar. Ya sabes, sobre formar una familia y-

La voz de Song se desvaneció cuando su muñeca fue jalada hacia atrás, llevandolo en un circulo que lo envió directo a los brazos de Nee. Este le quitó el telefono y cortó la llamada, haciendo algo con el aparato por un momento antes de guardarlo nuevamente dentro del bolsillo de Kai.

—¿S-Silas? —preguntó en un susurró.

—Durmiendo en el sofá —respondió con brusquedad.

Sus miradas se trabaron por un largo momento antes de que Nee lo jalara más estrechamente, escondiendo su rostro en su cuello, besando la piel allí y comenzando a subir por la línea de la mandibula. Las manos de Kai se aferraron a la camisa del más alto sin esperar permiso, inclinando la cabeza para aceptar más de los suaves labios dejando toques cálidos en su pálida piel.

—Nee... —suspiró.

Sintió la sonrisa contra su barbilla antes de que el camino retrocediera, volviendo a su cuello. Nee puso especial atención allí, mordisqueó suavemente la piel de su delicado cuello, besandola para aliviar el dolor. Luego de un momento, él simplemente chupó la misma con un poco de brusquedad.

—¡Nee! —se quejó en un susurro. Cuando el chico alejó sus labios, su mano voló al sector húmedo que había dejado—. ¿Me has hecho una marca?

Nee sonrió, dejando un dulce beso en el borde de sus labios—. Debo irme, hace demasiado frío afuera para Silas —se alejó hacia la puerta—. Te veo mañana, Kai.

El mayor parpadeó viendolo alejarse. Para cuando reaccionó, el otro ya había salido a través de la puerta con Silas en brazos. Acercandose al espejo cerca de la puerta, miró su cuello, notando una obvia zona roja en su pálida piel que seguramente se volvería morada luego, resaltando como una luz neón.

Jodido bastardo posesivo. 

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