El Paso Del Tiempo
Aahh son las 9:15 de la mañana y que bonita mañana hacia en la ciudad, las aves cantaban, los niños jugaban y hacia un sol despejado con una agradable briza.
Un genial día para salir en bicicleta, jugar con los hijos, hacer una parrillada familiar, ir con amigos de paseo, jugar a la pelota o simplemente quedarse en casa a disfrutar la belleza del día.
Un día en el cuál una persona normal estaría afuera, disfrutando del día, no como nuestro protagonista.
Que se quedó durante toda la madrugada sacando precios de todo lo que se robo.
En su habitación ahogaba el olor a la mezcla de todos los dulces que tenia que abrir, junto a un ambiente muy oscuro, iluminado por una sola lampara de escritorio.
Mark: 34... 35... 36... Uuhh... 33... 34... 35
... 36... Uuhh... 34...
El había estado desde las 10:00pm de la noche hasta las 7:00am administrando todo lo que estaba por vender.
En ese momento, Mark se cargaba unos ojos muy pero que muy rojos, una incapacidad de mantenerse concentrado y unas ojeras horribles.
Algunos empaques no llevaban el número específico de unidades que traía en total, por lo que tenia que abrir varios de estos.
Estos causó que el cuarto se inundara a un olor extremadamente fuerte a caramelo, gomas de mascar y malvaviscos que Mark ya no aguataba más.
Mark: 35... 36... Uuhh *Z z z*.
Se escucho un fuerte golpe de la cabeza de Mark golpeandose contra el escritorio, dándose por vencido de una vez ante su ya muy agotado cuerpo.
El en su subconsciente aun sentía el ya muy náuseabundo a la mezcla de todos los dulces que había tenido que abrir, pero ya ni siquiera quería esforzarse en moverse hacia su cama.
Mientras tanto, Janelle se había quedado dormida en el sofá de la sala, con una sabana puesta por el frío.
Con el brillo de los rayos del sol entrando por la ventana, comenzó a despertarse poco a poco.
Dando un gran estirón junto a un profundo bostezo, estiró un poco sus brazos también para terminar de despertarse.
Ella ya no recordaba bien que hacía en la sala, cuando vio la computadora enfrente suya, por lo que ahora ya recordaba.
Había estado tomando fotos a cosas que tenían por casa, cosas como antigüedades o decoraciones que ya no le servirían, esto con el fin de venderlos en línea y hacer una venta de garaje.
Todo esto lo hizo en una sola noche, por lo que durmió tranquilamente.
Ella ensendio de nuevo la computadora y mientras que esta encendía por completo, fue a prepararse un té.
Cuando termino de encenderse la computadora, fue que se llevó una sorpresa.
Ella tenía en su bandeja de correos un punto en rojo con un +99 en este. De la sorpresa ya casi se le sale el té aun caliente por la nariz.
No supó contener su emoción, por lo que fue al cuarto de Mark a decirle lo que sucedió.
Janelle: ¡Mark, no creerás lo que pasó!.
Al entrar, se topó con el náuseabundo olor de todos los dulces juntos.
Janelle: Puff ¿Que es ese olor?.
Fue pasando poco a poco dentro de todo el cuarto de Mark hasta que llegó a la ventana.
Ella abrió las cortinas, dejando entrar en un instante la luz al cuarto, lo cual a Mark le parecía estar recibiendo un chingo de agujas en los ojos.
Pero la verdad, por lo cansado que estaba, ni se esforzó en expresar dolor.
Janelle: Hijo, apuesto a que ¿No sabes lo que ha sucedido?.
Mark: Mmmhhhjjj... La verdad que no se.
Janelle: Ven conmigo. Dijo levantándolo de la silla de su escritorio.
Mark mientras se estaba terminando de despertar, estaba siendo jalado de la mano de su mamá para ir a ver La computadora.
Cuando llegaron a la sala y Janelle le enseñó la computadora a Mark, este vio todas las notificaciones que tenía.
Mark: No jodas ¿Que estuviste haciendo anoche?.
Janelle: Pues estuve poniendo en venta varias cosas y pues...
Mark: Oye ¿Y ya viste lo que este señor te escribió?.
Janelle: ¿Que señor?.
Vio la computadora para ver uno de los muchos mensajes en su bandeja.
El mensaje era de un señor llamado Bandit, el cual había escrito preguntando por comprar uno de los objetos en venta de Janelle.
Estos eran un conjunto de joyeria de oro en el que se encontraban aretes, collares y anillos en perfecto estado.
Lo que había escrito Ronn en su mensaje era una solicitud para poder ir a revisar este conjunto de joyas, ya que parecía que estaban valuadas en una cantidad muy grande de dinero.
Janelle al principio nunca le tomo importancia al mensaje de este señor, pero cuando Mark lo leyó ella se entusiasmo mucho.
Por lo que le regresó el mensaje al señor, aceptando el que fuera a examinar estas joyas.
Mark: Mamá ¿Quien fue el que te dio estas joyas?.
Janelle: Estas joyas me contó mi abuela que se las había regalado su madre, entonces le pertenecieron a tu tarara-tatara abuela.
Mark: ¿Y no sabes en que trabajaba o donde vivía ella?.
Janelle: Eso si no lo se, pero mira, talvez recibamos unas monedas por estas joyas.
Mark: Si es cierto ¿Entonces que? ¿Tendremos venta de garaje?.
Janelle: Así es hijo, haremos unos cuantos dolares antes de irnos.
Mark: Me alegra escuchar eso mamá.
Ambos se dieron un abrazo muy fuerte, teniendo una sensación muy grande de esperanza.
Janelle: Las cosas están por cambiar hijo... Desde que ti padre se fue, las cosas se han complicado mucho.
Mark: No mamá, no digas eso, para mi toda mi vida a sido perfecta junto a ti, y no me va a importar a donde vayamos o con quien estemos, yo estaré allí.
Janelle: Creo, que esta es solo otra forma de decirte... Muchas gracias por estar siempre a mi lado, Mark.
Ambos se abrazaron muy fuerte, con mucho sentimiento de por medio. Con una sensación de optimismo y esperanza en que todo de aquí en adelante sería distinto para ambos.
Luego de un rato, se separaron del abrazo.
Janelle: Bueno, supongo que tienes que ir a hecer tus cosas, yo estaré respondiendo mensajes aquí en la computadora.
Mark: Esta bien mamá, trataré de terminar y luego te ayudo un poco.
Janelle: Gracias Mark, pero no te preocupes, creo que lograré terminar yo sola.
Mark: Esta bien, si nesecitas algo no dudes en llamarme.
Janelle: Gracias hijo.
Después de la noticia, Mark regreso a su habitación, la cual había dejado de oler tanto a tantas golosinas que habían allí.
Al ver todo el desorden por el cual anduvo desesperado todo el día, solo dio un largo y profundo suspiro, se tranquilizó y decidió limpiar todo antes de comenzar de nuevo.
Por suerte, las cajas y empaques de los dulces que había destapado aún seguían en buen estado, por lo que organizo todos los dulces que tuvo que sacar en sus correspondientes empaques.
Luego es esto, el cuarto se veía muchísimo más limpio que antes, así que siguió realizando la cuenta por donde la había dejado.
Por suerte, ya eran pocos los empaques que le quedaban por revisar.
Así que estuvo inspeccionando y contando cada paquete qué le quedaba, lo cual le llevó menos de dos horas terminar.
Al finalizar el proceso de tanto contar y anotar precios y cantidades, le tocaba el sacar precios.
Proceso el cual no le llevo tanto tiempo, ya que la mayoría de dulces o eran del mismo precio o de mismo tipo de dulce.
Tardó menos de una hora en poder terminar y determinar los precios de cada dulce, a lo que abrovecho también para sacar el total de dinero que se ganaría.
La ganancia total era de $463,028.50, lo cual para el no era una ganancia para nada pequeña.
Así ya con todo listo, le faltaba esperar el día de la venta de garaje de su mamá para aprovechar y vender parte del producto.
Mientras tanto, Janelle en la sala estaba contestando mensajes que le habían llegado.
Entre varios de estos eran de vecinos y gente de la comunidad, los cuales también estaban interesados.
Ella estuvo hablando con muchas personas que llegarían a comprar cosas que a Janelle ya no le servirían.
Buscaba hacer algo de dinero, ya que al comprar junto con Brandy parte de la casa donde vivirían la dejo algo corta de presupuesto.
Ya que las dos pagaron mitad y mitad de una casa adecuada para sus hijas e hijo.
Para ambas fue necesario, para Janelle ya que un nuevo trabajo en el que ella iba a comenzar le quedaría muy cerca de la nueva zona de la mudanza.
Para Brandy por el mismo motivo laboral y porque el último hombre con el que tuvo divorcio le dejo una cantidad bastante grande de dinero.
A Janelle tampoco le estaba haciendo bien el estar sola, ya que no está interesada en buscar a un hombre nuevo.
Eso la estaba comenzando a hundir en una profunda depresión la cual se le dificultaba disimular con formé pasaba más el tiempo.
También en ocasiones le hacía tener un mal temperamento con su hijo y con personas en general.
Pero ahora que estaría con Brandy, buscaría mejorar su situación emocional y familiar.
Así estuvo varias horas contestando mensajes ofreciéndole ofertas que eran de una cantidad de dinero bastante grande.
Luego de unas aproximadamente cinco horas frente a la computadora, logró atender a todas las personas que le escrivieron.
Al terminar, cerró su computadora y solo se dio un fuerte estirón en el sillón, al sentir que ya se había desocupado de todo.
Después de unos minutos fue a ver a Mark, el cual seguía organizando cosas de parte de su venta en su habitación.
Janelle: Hola hijo ¿Que haces?.
Mark: Hola mamá, solo terminando de planificar algo.
Ella se quedó asombrada por como había organizado todos los dulces que iba a vender, notando también que tenia un pizarrón de corcho en el que tenía todos sus papeles y afiches con información de cada dulce.
Janelle: Guau, se ve que tu ya estas muchísimo más que listo.
Mark: Así es, quise ver como organizarlos, desde orden alfabético hasta orden de calorías y azúcares, pero al final me decidí organizarlos por los precios.
Janelle: Ja ja, y eso que yo ni he comenzado a sacar las cosas que voy a vender.
Mark: ¿Enserio? ¿No nesecitas que te ayude en algo?.
Janelle: Justo a eso venía, a pedirte favor de ayudarme con mi venta.
Mark: Claro ¿En que te ayudo?.
Janelle: Pues ya acabo de contestar todos los mensajes de los clientes, por lo que ahora nos queda organizar las cosas a vender.
Mark: ¿No vendrán hoy?.
Janelle: No, dicen que vendrán dentro unos cuantos días, así que nesecito que me ayudes a juntar las cosas que venderemos, las cuales están en el ático.
Mark: Esta bien, solo nesecitar que me digas que es lo que estas por vender.
Janelle: Será todo, no dejaremos nada.
Mark: ¿De verdad?.
Janelle: Así es Mark, dejaré todo atrás para poder comenzar de nuevo.
Mark: Entre todas las cosas hay recuerdos de tu familia ¿Segura que lo quieres dar todo?.
Janelle: Si hijo, he estado sintiendo que el aferrarme es lo que me mantenía tan deprimida, por lo que quiero formar nuevos recuerdos, nuevas experiencias.
A Mark le gustaba escuchar esto de parte de su mamá, ya que su actitud comenzaba a mejorar.
Desde el primer día que ella salía junto con Brandy y el aun no lo sabía, se comenzaban a notar cambios en su actitud.
Janelle: Se que no te he hecho vivir varios recuerdos bonitos o memorables en tu infancia hijo, pero prometo, te prometo que todo de aquí en adelante cambiará.
Mark: No digas eso mamá, tu te has esforzado mucho, y eso es lo que me motiva a seguir adelante cada día y aprovechar cada segundo.
Ambos se miraron con ojos muy dilatados uno al otro.
El cual iba a comenzar con ayudar a su madre en su pequeño negocio en lo que le pudiera ser posible.
Mark: Bien, entonces ¿Será todas las cosas del ático?.
Janelle: Así es, yo te iré diciendo que cosas necesitare de primero.
Mark: Esa es mi mamá...
Así, comenzaron con el largo trabajo que les esperaba, Mark ayudando a bajar cajas, mientras que Janelle iba colocando precios y empaquetando estas mismas cosas.
Esto les llevo a ambos varios días, ya que les tocaba desempolvar muchas cosas y organizarlas.
Pasaron más de una semana con días y noches sin dormir para poder terminar lo antes posible.
Estuvieron por nueve días analizando, limpiando y reuniendo partes de cualquier cosa que encontrarán en el ático.
Ya que habían cosas que aún seguían en buen estado, otras que les hacían falta piezas qué les tardaba mucho encontrarlas y otras que solo se iban hacia la basura.
Después de 17 días de arduo trabajo, lograron terminar de organizar todo lo que venderían, con sus precios y ya empacados.
En el mismo ático tenían mesas plegables que usarían para la venta del siguiente día, por lo que aprovecharon a bajarlas.
Las sala de estar de la casa estaba llena de varias cajas de distintos tamaños y formas que al siguiente día iban a irse.
Lo único que no estaba empacado en la sala era la caja de joyas que dijeron que iban a ir a evaluar.
Mark y Janelle se detuvieron a ver todo lo que lograron en todo ese tiempo, ambos dando un fuerte y profundo suspiro de agustisidad.
Janelle: Aahh... Lo logramos.
Mark: Si... Mira todo esto ¿Crees que si se irá todo?.
Janelle: Mmm... Yo digo que si.
Mark: Aahhh... Me alegra que hayamos podido terminar, bueno, muero de hambre, iré a ver que puedo prepararnos de cenar.
Janelle: Gracias hijo, yo veré que todo este bien preparado para mañana.
Janelle se puso a ver detenidamente algunas de las cajas, cuando vio que una estaba mal sellada con cinta.
Por lo que solo tomo el royo de cinta y se agachó para poder cerrarla bien, ya que no se atrevía a levantarla porque estaba entre las que tenían cosas frágiles.
Mientras que la arreglaba, Mark regresó a la sala para preguntarle algo a su mamá.
Mark: Bien, tenemos pechuga de pollo ¿Te gustaria que preparará pollo a la naranja? O que te parece...
Mark ya no pudo terminar de hablar, ya que sintio de repente que se fue completamente hacia adelante.
Esto fue porque había topado su pie en una caja qué no logró ver, causando que se fuera completamente hacia adelante.
Janelle ya que había terminado, se levantó y volteó hacia donde estaba Mark, solo para esperarse lo peor.
Todo el peso de Mark se fue encima de Janelle, lo que causó que ambos calleron al piso, los dos dándose un golpe extremadamente fuerte.
Ambos quedaron aturdidos del golpe, pero luego de un rato se recuperaron, solo para ver en la postura en la que habían quedado.
Janelle quedo pegada al piso boca arriba, con la cabeza Mark entre sus grandes y redondos pechos.
Mark tardó un poco más de recuperarse del golpe, pero al estar ya consiente, notó lo cálido y suave que se sentía.
Cuando abrió los ojos, se llevó un gran susto al ver que había caído boca abajo entre los pechos de Janelle.
Janelle: ¿¡M-Mark!?...
Al no poder argumentar nada, se levantó rápidamente del suelo, con un rostro de sonrojo tan fuerte.
Mark: ¡Mamá! ¡L-Lo lamento m-mucho! Dejame a-ayudarte.
Le dio la mano a Janelle para ayudarla a pararse de nuevo, esta con un sonrojo muy leve y un rostro perplejo por esta sensación.
Mark: Uumm... Entonces ¿Q-Quisieras cenar pollo a la naranja?.
Janelle: Eeehhh si... S-Si si si, estaría excelente.
Mark al escuchar la respuesta se fue rápido a la cocina para no seguir en esta tensión tan incomoda.
Mientras Mark comenzaba a preparar la comida, Janelle se quedo procesando aun lo que acababa ee ocurrir.
Ella se sentó en uno de los sillones de la sala, algo incomodada por la situación, pero en el fondo sintiendo una sensación de placer muy oculta en lo más profundo de su ser.
Fue como si una llama dentro de ella se hubiera vuelto a encender después de muchos años, una llama que la hacía sentir deseosa por sentir un calor cerca que avivara esta pequeña braza.
Comenzó a sentir unos pequeños temblores en sus piernas y a entrar un poco en calor al punto de sudar ligeramente, junto con un pulso cardíaco qué se había elevado de un instante a otro.
Janelle: (¿Que te pasa, Jane? Tu eres más fuerte que esto, no voy a dejar que esto salga con mi hijo delante de mi... Aun no).
Al pasar estos pensamientos por su cabeza, se logró tranquilizar apretando un poco sus manos en sus pantalón y dando un fuerte respiro.
Por lo que al terminar de tranquilizarse, todo siguió normal y ordinario en su actitud.
Con una actitud más serena, fue a la cocina a ver que tal estaba Mark preparando la cena.
En la cocina había un olor agridulce bastante abundante en el ambiente, mientras se escuchaba que estuvieran cortando algo que crujía.
Allí estaba Mark, el cual estaba cortando una zanahoria en palitos para ponerle al arroz.
Tenía en el fuego del horno el pollo ya cocinandose en una sarten, junto al arroz hirviendo en una olla.
Janelle tuvo algo de nervios de hablarle a Mark después de lo que había pasado, pero no quiso tomar mucha importancia y entró a la cocina.
Janelle: Hola Mark.
Mark: ¡Oh! Eemm... Mamá, hola.
Ambos se quedaron en un silencio incomodo durante un momento.
Mark: Oye... Lo que paso en la sala...
Janelle: No te preocupes por eso hijo, lo que paso, ya pasó.
Mark: Perdoname por eso, no había visto la caja esa, y...
Janelle: No hay problema, de hecho, me gustó bastante, podría decir que fue "Divertido".
A Mark le parecieron muy extrañas estas palabras de Janelle, ya que no sabía en que sentido quería decir la palabra "Divertido".
Mejor, no quiso ni preguntar, para así dejar atrás este tan raro asunto, aunque si podía ser algo gracioso y divertido para Mark, al parecer Janelle no lo decía en ese sentido de la palabra.
Después de esto, cuando la cena ya estuvo lista, ambos estuvieron charlando un rato mientras disfrutaban de la cena y de lo allá que estaba la noche.
Al terminar, Janelle estuvo lavando los platos, mientras que Mark se iba a alistar para dormir.
Cuando Mark llego a su cuarto se dio cuenta de algo, se suponía qe esa semana Janelle y el llevarían la ropa a la lavandería, pero al estar ocupados no pudieron ir.
Por lo que las únicas prendas que le quedaban a Mark en su closet era un short deportivo y una playera blanca.
A el no le importó tanto, ya que lo único que quería era desplomarse en su cama y hacer que el mundo se desvaneciera por completo aunque fuera por dos horas.
Al terminar de cambiarse, salió de su cuarto a desearle a Janelle buenas noches.
Fue a buscarla a la cocina donde pensó que ella estaría, pero al ver que no estaba allí, fue a buscarla a la sala de estar, donde tampoco estaba.
Hasta que escucho que ella le había hablado a lo lejos desde su cuarto.
Janelle: Oye Mark.
Mark: ¿Si?.
Janelle: ¿No se si me podrías hacer un favor?.
Mark: Claro ¿Que nesecitas?.
Janelle: Se que es repentino, pero ¿No se si quisieras dormir hoy en mi cuarto?.
Mark: (¿Uhm?) ¿Como para que?.
Janelle: No se porque se me vino a la cabeza de como dormías a mi lado cuando estabas pequeño, y quise que durmieramos aunque sea así por una noche más así antes de irnos a vivir con Brandy.
Mark: (Esto si que es demasiado raro y repentino de parte de ella) Esta... ¿Bien?.
Janelle: Ok, muchas gracias hijo, si quieres ven al cuarto y ponte cómodo.
A Mark le pareció que así de la nada a Janelle le dieran ganas de hacer esto, pero no se preocupo tanto en darle vueltas a este asunto y fue al cuarto de Janelle.
Al entrar, solo se sentó en la cama de Janelle, la cual era donde también había dormido su padre alguna vez.
Mientrás Janelle se duchaba en su baño, Mark vio que había un álbum de fotos encima del closet de ella.
Se levantó y tomo el álbum y se puso a ver las varias fotos que estaban dentro de este.
Aquí habían fotos de su padre, Janelle, de sus abuelos cuando era mas jóvenes, de el mismo cuando era bebé.
Pero a Mark le interesaban más las fotos de su padre, el era a ese tipo de hombres del estilo Old Money.
El era un Lucario bastante atlético, apuesto y con la apariencia de ser un gran líder.
Pero de entre todas las fotos, las que más le gustaban era donde el aparecía junto a Janelle, ya que ellos hacían una hermosa pareja.
A Mark solo de ver estas fotos le salían lágrimas solo de pensar lo felices que eran juntos ellos dos y de lo genial que hubiera sido el como padre.
Después de derramar unas cuantas lágrimas, dejo el álbum donde estaba y se recostó en la cama.
Unos minutos después, se escucho la perilla de la ducha y que esta misma dejo de regar agua, significaba qué Janelle ya iba a salir.
Mark solo se puso a ver redes sociales en su teléfono mientras que Janelle terminaba de alistarse.
Al salir, ella tampoco llevaba puesta una piyama por la misma razón por la que Mark no llevaba puesta una.
En vez de esto, llevaba puesta una licra deportiva color negra y un top deportivo, ambas prendas muy talladas que dejaban más que marcadas las curvas de todo su cuerpo.
Sus grandes pechos, cintura, trasero y piernas era lo que más resaltaban con las prendas tan talladas que estaba usando.
Janelle: Bueno, supongo que mañana si habrá que llevar ropa a la lavandería si es que tenemos tiempo.
Mark: E-Eh... S-Si tienes razón.
Janelle: ¿Uh? ¿Sucede algo, hijo?.
Mark: A-Ah ¿Que?... N-No nada, para nada mami... ¡DIGO, MAMÁ! ¡Q-Quise decir mamá! (¿¡QUE CARAJOS FUE ESO MARK!?).
Janelle escuchó todavía ese "Mami" que dejo salir Mark, cosa la cual era la que buscaba.
Al parecer, ella aunque en realidad no tuviera ropa para dormir, si se puso esta ropa con intención de que su cuerpo fuera llamativo para Mark, lo cual resultó.
Ella finjio no darse cuenta de los nervios que Mark sentía, mostrándose inocente y tranquila.
Mark: O-Oye... Creo que voy a robarte mucho espacio en tu cama, m-mejor me voy a la mía para que duermas tranquila.
Janelle: Aayy tonterías, si por algo quiero que duermas junto a mi.
Ella pagó la luz del cuarto, haciendo que la única ventana del cuarto iluminar toda la habitación con la luz de luna que pasaba atravez de esta.
Así ambos se recostaron en la cama, dejando ver la gran diferencia de altura entre ambos, al ser de distintas especies, Mark era un poco más pequeño que Janelle.
Mark: Bueno, ten feliz noche mamá.
Janelle: Ten feliz noche hijo, descansa.
Mark se volteó viendo hacia afuera de la cama, quedando dormido a los aproximadamente siente minutos.
Le costó bastante dormir, ya que le incomodaba el dormir junto a Janelle, pero no se le complicó tanto ya que la cama al parecer era más cómoda.
Mientras que Janelle aún seguía con su plan de provocar a Mark a costa de todo.
Aprovechando ahora que Mark estaba dormido, ella paso su mano y su pierna por debajo de su cuerpo.
Hizo lo mismo con su otro brazo y pierna, pero esta vez pasándolo por encima de su cuerpo, logrando así tenerlo atrapado, tal cual como si estuviera abrazando un gran peluche.
Lo pegó más a todo su cuerpo, apretando su cabeza entre sus enormes pechos y tomando su cadera con sus piernas, dejándolo completamente inmovilizado.
Janelle: (Jhm Jhm Jhm ahora si, ya eres completamente mio~).
Ya teniéndolo más cerca, podía sentir más fuerte el olor que la estuvo provocando a ella desde que le había caído encima.
Al parecer, lo que quería Janelle era sentir más cerca el olor a las feromonas que desprendia Mark, ya que esto la hacía sentir sierto nivel de excitación.
Ella al tenerlo entre su brazos, acercaba la cabeza de Mark a su rostro para sentir el aroma tan afrodisíaco qué el desprendia.
Janelle: (Mmmmhhh Mark ¿Desde cuando comenzaste a oler así~?).
Luego de un rato, Janelle se terminó durmiendo con Mark siendo apretó por ella entre todo su cuerpo.
Mark en ningún momento se percató de lo que había hecho Janelle, por lo que ambos terminaron durmiendo en forma de cucharita.
Durnate toda la noche, Mark estuvo moviéndose bruscamente, como si estuviera soñando en que algo o alguien peligroso lo tenía atrapado.
En uno de esos movimientos llevó su mano atrás de su espalda, donde también estaba la parte íntima de Janelle.
El sin saberlo movió su mano, rozando la vagina de Janelle varias veces, lo que a Janelle aún dormida le causaban unos jadeos bastante pesados.
A tal punto, que Janelle comenzaba a entrar en calor muy rápido y su vagina se humedecia ligeramente.
A Mark se le pasó esto después de unos minutos, en los cuales si hubiera seguido lo más seguro era que Janelle terminará de tener su orgasmo.
Cosa la cual no sucedió, ya que Mark regreso sus manos a la posición normal en la que estaba durmiendo.
Después de esto, durante las siguientes siete horas de la noche no sucedió ninguna otra cosa como esta.
Cuando comenzó a amanecer, los rayos de sol comenzaban a iluminar todo el cuarto.
Lo que causó que Janelle comenzará a despertarse; ella al parecer en algún momento de la noche había dejado de abrazar a Mark y se había quitado las sábanas de encima.
Talvez el poco tiempo de excitasion que le causó Mark a media noche fue lo que le causó algo de calor, por lo que ella al acalorarse se quito las sábanas y soltó a Mark.
Al despertarse, dio un profundo bostezo mientras estiraba sus brasos hacia arriba.
Ella al estirarse, junto sus piernas y sintió algo pegajoso entre ellas.
Janelle: (???).
Al verse mejor, vio que su vagina estaba completamente húmeda, ella ni siquiera sabía porque.
Janelle: (¡Ay no puede ser! Sabía que debía ir al baño antes de dormirme, no puedo creer que a mi edad me haya pasado esto).
Pasó su mano por su entrepierna, sintió que no era completamente líquido, esto era mucho más viscoso.
Al parecer esto solo era fluido vaginal, que al parecer no fue poco, ya que esté líquido le recorría hasta sus rodillas.
Janelle: (Mmmm que extraño, no recuerdo ni que pasó anoche).
Se levantó de la cama y reviso su teléfono para ver que hora era; cuando encendió su teléfono vio que eran las 8:15am.
Solo se tronó los labios y se levantó de la cama para ir a la cocina.
Pasando frente a la cama vio a Mark, el cual se veía que estaba durmiendo plácidamente.
Por lo que aprovechando, Janelle quiso molestarlo un poquito.
Janelle subió encima de Mark, colocándo su trasero justo encima de la cintura de su hijo.
Luego comenzó a bajar su pecho delicadamente hacia el de Mark, apretando sus enormes senos contra el.
Para terminar, se hizo la dormida para que Mark pensara qué fue por accidente.
A Mark le comenzaba incomodar esto, por lo que poco a poco comenzó a despertar.
Mark: Mmmm uuhh... ¿Que?.
Ya logrando medio abrir los ojos, pudo sentir una presión muy fuerte en su pecho y como si algo mantuviera su cuerpo inmóvil.
Cuando logro aclarar mejos su vista frotándose los ojos, vio cabeza de Janelle frente a él y parecía estar completamente dormida.
El sin tratar de hacer mucho ruido, se puso muy nervioso y se sonrojo como nunca, ya que no podía hacer ruido creyendo que su madre aun estaba dormida.
No podía creer que ella tenía colocado su gran trasero encima de su miembro y sus cálidos pechos los podía sentir tan apretados en su pecho.
Mark: (¡CARAJO! ¿Que hizo? ¿Que hace encima de mi?).
Janelle por molestar, seguía complicandole las cosas a Mark, dejándose caer más en el y dejándolo completamente inmóvil.
Mark: (¿¡Que haces!? Por favor mamá, lo de ayer si te puedo creer que fue un accidente, pero esto si lo haces a propósito... Espera ¿Que es lo que siento?).
Al parecer, Mark ya no podía contener ni un poco más su excitación por esto que Janelle le hacía, por lo que su mienbro se comenzaba a levantar cada vez más y más.
Mark: (¡NO MAMES! ¡Si se despierta por esto ahora ya estoy hecho mierda!).
Janelle sintió de repente el erecto pene de Mark rozando su vagina, lo que le causó un escalofrío muy fuerte, el cual logro contener para no arruinar esta broma.
Para aumentar más la excitación en el, ella apretó más sus muslos para estrechar más el pene de Mark y tenerlo en su ya muy húmeda entrepierna.
Esto le estremeció a Mark, por lo que a él no le quedó dde otra, más que aceptar que no iba a poder levantarse en un largo rato.
Antes esto, Janelle hizo parecer como si se comenzaba a despertár de nuevo.
Janelle: Aaahhh que bien dormí... Espera... ¡MARK!.
Mark: ¿¡Mamá!? ¡Despertaste!.
Janelle: Así es, y al parecer creo que en un momento tan... Inapropiado~.
Mark: ¡Mamá! ¿¡Que te pasa!?. Dijo quitándosela de encima y levantándose de la cama rapidísimo.
Janelle: ¿A mi? ¿Pero de que hablas?.
Mark: Esto ya está hiendo demasiado lejos, lo de ayer talvez fue un accidente ¡Pero esto!.
Janelle: Ay hijo no te pongas así ¿Que tiene de malo pasar un momento divertido con mi hijo?.
Mark: ¿Divertido?... ¿¡A esto le llamas "divertido"!? Yo lo llamaría "Enfermo".
Janelle: Bueno, si lo dices de esa manera ya suena más feo.
Mark: Aagghh... Bueno, me tengo que ir a cambiar, ya se me hizo algo tarde para ir por algo.
Janelle: ¡ESPERA! ¿Por que te vas?. Dijo con unos ojos de cachorro tan dulces.
Mark: Tengo que ir por la lista de mandados, que ya nos hacen falta cosas del supermercado.
Janelle: Por favor, quedate un momento más aquí en cama conmigo.
Mark: ¿¡Lo dices enserio!? Mamá, ya casi me violas, y creeme que esta vez no voy a creer que fue un accidente.
Janelle: Si lo piensas bien no tiene que ser malo, como por ejemplo ayer que me llamaste "Mami", no fue tan malo como parece, hasta cierto punto llega... a ser lindo~. Dijo haciendose una ilusión bastante húmeda.
Pero mientras hablaba, Mark ya se había ido rápido de allí para no seguir discutiendo acerca de esto tan incomodo.
Janelle: (Mmmhh ¿Por que lo haces tan difícil?).
Afuera de la casa, Mark ya había comenzado a caminar a los lugares a los que tenia que ir por las cosas de la casa; mientras que Janelle se quedo sola en la cama.
Janelle se quedo algo molesta y triste por esto, ya que sentía que su impulso amoroso la había comenzado a alejar un poco de su hijo.
Por lo que solo fue a la cocina a ver que se podía preparar de desayunar.
Janelle: (¿Por que? ¿Como y cuando fue que comenzó a pasarme esto de nuevo? Es imposible).
Comenzó a preparar café dentro de la cafetera, mientras esperaba, seguía discutiendo con sus pensamientos.
Janelle: (No lo entiendo, no quiero que mi hijo piense soy una enferma, pero es muy difícil retenerlo cuando esta cerca).
La cafetera hizo un *¡Ding!* cuando ya se había terminado de preparar el café.
Janelle: (Pero tengo que controlarme, esto de acuerdo a la ley es ilegal, moralmente es asqueroso, religiosamente sería pecado, pero personalmente...).
Mientras pensaba en esto, tomó una bolsa donde tenían pan de campechana, el cual acompañaría con su café.
Sirvió su café en una taza y su pan en una servilleta, para luego sentarse y comenzar a comer.
Janelle: (Espero y esto sea algo pasajero, no quiero que mi hijo esté abrumado de con este tipo de acciones).
Por cada sorbo que le daba a su café y por cada mordida que le daba a su pan sus pensamientos se iban aclarando más.
Talvez lo único que nesecitaba Janelle era relajarse y saciar su hambre, quizá todo el estrés de los últimos días la tenía preocupada.
Janelle: (Janelle, tu sabes que eres más fuerte que tus impulsos, sabes que es lo que esta bien y lo que esta mal no importando de que punto de vista se vea, sabes exactamente que lo que hiciste con tu hijo es una cosa mala).
Mientras se motivaba a si misma, le estaba dando el último bocado al pan qué tenia en su mano.
Janelle: (Hoy, tu vas a demostrarle no solo a Mark, sino también a ti que tu eres más fuerte que tus instintos, que tu puedes controlarte y estar en sintonia contigo misma ¡Yo se que tu podrás con esto y pondrás feliz a Mark!).
Sin darse cuenta, ya se había terminado su pan y café, por lo que se quedó viendo a la ventana de la cocina, observando el casi nublado cielo qué hacía esa mañana.
Janelle: (Yo se que sabrás escoger lo mejor y que no me defraudaras) Ahh que rico, ya nesecitaba un pan con café.
Al terminar, levanto su taza y la llevó al lavatrastos y dejó la servilleta de su pan en la basura.
Mientras que lo hacía, escuchó el sonido de notificación de su celular, por lo que fue a ver que era.
Al regresar a su cuarto, tomo su celular y vio que no fue solo un mensaje el que le había llegado, eran varios mensajes de la gente que llegaría a comprar.
Habían varios mensajes de las personas que llegarían por las cosas que Janelle estaba vendiendo.
Así que ella se quito la ropa con la que había dormido la noche anterior y se puso una más apropiada.
Se puso una camisa de mangas cortas color rosa de cuadros, un pantalón de lona azul claro y zapatillas color beige.
Luego se puso manos a la obra para cuando llegaran los compradores a llevarse las cosas.
Durante todo el día, estuvieron llegando todos los compradores a la casa, las cajas se iban hiendo poco a poco, dejando despejada la sala de estar cada vez más.
Pasaron varias horas, Janelle estuvo entregando cajas sin parar hasta que por fin, en la sala de estar ya no quedaba ninguna.
Ya eran las 4:28pm cuando por fin había logrado entregar todo, excepto una última.
La caja de joyas que habían dicho que iban a ir a examinar, el que le había escrito a Janelle había dicho que llegaría pronto.
Le parecía raro, ya que las joyas nunca le habían contado la historia a Janelle de como fue que las consiguieron, solo le decían que las mantuviera.
Después de un largo rato esperando, llego...
Un Jeep de aspecto lujoso de color negro se estacionó frente a la casa.
Janelle salió de la casa para recibir a quien sea que viniera dentro de este vehículo.
De aquí bajo un Thievul con unos aires de millonario muy fino; llevaba puesto un traje blanco, un par de zapatos negros y una corbata negra.
Janelle se sintió algo intimidada solo con la apariencia de este señor, ya que por ser de una especie distinta era considerablemente más alto que ella, pero no quiso perder esta oportunidad tan única que estuvo esperando tanto.
Janelle: B-Buenas tardes señor, bienvenido.
El señor Thievul se le quedo viendo a Janelle por un momento, para luego sonreír de una forma bastante macabra.
???: Buenas tardes señora, mucho gusto en verla, me llamo Bandit.
Janelle: Mucho gusto conocerlo señor, mi nombre es Janelle.
Bandit: Soy el arqueólogo que le escribió para venir a examinar uno de sus productos en venta.
Janelle: ¡Oh si! Si gusta pase a la casa.
Bandit: Si no es mucha molestia, ¿Dejaría también pasar a mis acompañantes?.
Janelle: ¿Acompañantes?.
Bandit: ¡Vengan acá, niños!.
De la parte de atrás del auto bajaron dos pequeños Endeedee macho y hembra, corriendo junto al señor Bandit.
Endeedees: ¡Hola señorita!.
Janelle: Aaww que lindos ¿Son sus hijos?.
Bandit: Así es, les prometí que los traería a mi trabajo, desean ser como yo cuando sean grandes.
Endeedee niña: Mi papá va al desierto a desenterrar jarrones y coyares ¡Yo quiero hacer lo mismo de grande!.
Endeedee niño: Mi papá nos cuenta que también va a junglas a ver ruinas de... Uumm... ¿Como les llamas, papi?.
Bandit: Son las ruinas mayas, hijo.
Endeedee niño: Ah esas, son esas.
Bandit: Bien, comencemos con el trabajo, que mamá llegará de su trabajo muy pronto.
Endeedees: ¡Ok papá!.
Los niños fueron de regreso al auto para sacar dos maletines qué Bandit llevaba allí.
Janelle: Pasen a la casa, les serviré algo de tomar.
Ya dentro de la casa, todos estaban en la sala de estar, Bandit estaba viendo a detalle las joyas, collares y piedras preciosas que tenia la caja que tenia Janelle.
Mientras que ambos hijos veían desde un sillón lo que hacía su padre, mientras tomaban chocolate caliente qué les había preparado Janelle.
Bandit vio que habían algunas joyas que solo estaban sucias de tierra, otras tenían óxido solamente superficial que se podía quitar y otras que seguían intactas.
No se demoró mucho examinando y buscando que similitud tenía cada joya con algunas que llevaba buscando hace tiempo.
Al final de todo este análisis, de la cajita logró conseguir ocho coyares, entre estos tres de perlas, seis anillos, cinco brazaletes, unos cuantos diamantes y varias piedras preciosas.
Pero lo que más le llamaba la atención a Bandit, eran cinco medallones que habían hasta el fondo de la caja, ya que cada uno tenía una forma distinta a la otra.
La primera tenía forma de una roca, la segunda la forma de un cristal de hielo, la tercera tenía forma de una tuerca, la cuarta con forma de un rayo y la última con forma de la cabeza de un cráneo de dragón.
Bandit: Bueno, acabamos chicos.
Janelle: ¿Y que logro encontrar?.
Bandit: Lo primero, es que todas estas cosas son completamente genuinas, los diamantes y piedras preciosas son reales, la joyeria es de oro puro y pertenecen a colecciones del museo.
Janelle: ¡NO PUEDE SER! ¿Y cuanto valen?.
Bandit: Entre todo estas cosas salen unos $362,000.00 lo cual si es un premio gordo.
Janelle: ¡Ay no puede ser!.
Bandit: Así es, son piezas que una colección de reliquias que tenemos en el museo, solo estas joyas nos hacían falta.
Janelle: ¿Y esos medallones? ¿No sabrá que serán?.
Bandit: Le acabo de enviar las imágenes a mi jefe, solo voy a esperar a que me escriba y ya le digo que son.
Janelle: Wooow, tenía una reliquia en mi casa y nunca lo supe.
Bandit: A propósito ¿Quien le dio estas cosas a usted?.
Janelle: Lo único que se, es que estas cosas pasaron por manos de cinco generaciones en mi familia, yo soy la sexta, nunca me contaron de donde venían, solo que cuando fuera adulta las vendiera.
Bandit: Oh ya entiendo, quería que subieran de valor con el tiempo, bastante inteligente, que un poco más y que las tuviera y se comenzarían a corroer por el óxido.
Mientras hablaban, el teléfono de Bandit comenzó a sonar, siendo por una llamada de su jefe.
Bandit: Oh mi teléfono, en un momento vuelvo...
Mientras que Bandit salió de la casa para contesta la llamada, Janelle se quedo en la sala de estar con los hijos de Bandit.
Después de unos minutos, Bandit entro de regreso a la casa, con muy buenas noticias.
Endeedee niña: Y así fue como me saqué este diente que aun no estaba flojo.
Janelle: Wuau eso si que fue muy rudo ¿Y no te dolió?.
Endeedee niña: Naaaahh, lo volvería hacer aunque sea por cinco dolares del hada de los dientes.
Bandit: Adivina Janelle.
Janelle: ¿Que? ¿Son buenas noticias?.
Bandit: ¡Te lo aseguro!.
Janelle: ¡OH POR DIOS!.
Bandit: Estos no son solo medallones cualquiera, son las llaves para las ruinas escondidas en distintas partes, se dice que son las ruinas de los antepasados Regies.
Janelle: ¿Regies?.
Bandit: Fueron los pokemon legendarios que crearon varias cosas en la tierra en sus inicios, según la historia.
Janelle: Aaahhh ya entiendo.
Bandit: Estas ruinas las llevamos estudiando desde hace bastante tiempo atrás, hemos encontrado puertas que no hemos podido abrirlas con nada, hasta ahora.
Endeedee niño: ¿Y cuanto dinero ha ganado Janelle?.
Bandit: Mi jefe me ha dicho que de parte del museo, te damos un cheque de la generosa cantidad de...
El sacó de su traje una chequera en la que comenzó a anotar la cantidad que Janelle se había ganado.
Endeedee niña: Guau papá, esos son muchos ceros.
Janelle: (Ay Dios... Creo que me va a dar algo).
Bandit: Y... Listo.
En el cheque Bandit termino por anotar $1,250,000.00 y terminando con su firma de trabajo.
Bandit: Aquí tienes Janelle, un cheque de un millon docientos cincuenta mil dolares por tu caja de reliquias, te felicitamos.
Así, Bandit y sus hijos le aplaudieron a Janelle por la gran suma de dinero que había recibido.
Janelle: (...).
Bandit: Eemm... ¿Janelle? ¿Te encuntrás bien?...
Janelle: U-un millón... Y...
Bandit: Así es, Janelle.
Janelle: ¡MUCHAS GRACIAS, BANDIT!
Ella corría a abrazarlo con una fuerza incomparable, ya que no podía creer aún que había ganado tanto dinero por parte de ellos.
Janelle: ¡Muchas gracias señor Bandit! ¡No saben lo feliz que estoy!.
Bandit: Oh no, gracias a usted.
Janelle: Pero ¿Por que a mi?.
Bandit: Gracias a usted, estamos por culminar uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la historia, gracias a usted señora Janelle.
Ambos estuvieron conviviendo durante un rato, hasta que ya era para Bandit hora de irse.
Bandit salió con sus hijos denla casa, agradecieron la hospitalidad y se despidieron muy amablemente de Janelle.
Janelle se despidió de ellos también en la entrada, mientras veía al Jeep irse del lugar.
Caundo Bandit ya se había ido, ella regresó a la casa, mientras que aun seguía impresionada por lo que acababa de ocurrir.
Ya que con el cheque y el dinero ganado con los de más pedidos que había hecho, había logrado conseguir la cantidad de $2,300,000.00.
A Janelle seguía eufórica y llena de emoción, ya que había logrado ganar mucho más de lo que había gastado junto con Brandy.
Pero sentía aún algo dentro de ella que no la podía dejar tranquila, como si algo se sintiera... Incompleto.
Estuvo caminando sin rumbo por toda la casa para ver que era lo que la hacía sentir así.
Cuado pasó por el cuarto de Mark, entro y vio el gran pizarrón de corcho en donde el tenía su plan de como anunciar su venta.
Tenía un mapa de su ubicación con puntos marcados en donde repartiria anuncios de su venta.
Algo que logró conocer Janelle fue que los puntos señalados era lugares donde habían familias con niños, por lo que aquí eran los lugares más importantes por poner anuncios.
Al lado de esto estaba la imagen del aunicio que el mismo había hecho para repartir.
Janelle al saber lo que había hecho con Mark, quiso compensar su error ayudándolo a repartir sus anuncios.
Fue a una papelería junto con el anuncio de Mark, uso la impresora de aquí para sacar copias de este.
Estuvo solo un par de minutos para que la impresora sacara una pila de copias de este anuncio.
Por lo que ahora le tocaba ayudar a Mark a repartir sus anuncios por donde indicaba el mapa que el había hecho.
(Una larga caminata más tarde).
Ya estaba comenzando a anochecer, las luces de los postes en la calle ya se comenzaban a encender y algunas estrellas ya se veían en el cielo.
Janelle ya había llegado a la casa, ya muy cansada y con ganas de desplomarse en el sillón, al menos ya había logrado repartir todos los anuncios para Mark.
Sacó las llaves de la casa y entró por fin a la casa, y lo primero que hizo fue recostarse en el sillón para descansar mientras llegaba Mark.
Estaba tratando de quedarse aun despierta para esperar a que su hijo llegara, pero el cansancio de todo el día ya le estaba comenzado a vencer.
Janelle: Debo... Esperar... A Mark... No voy a... *Zzz* *Zzz* *Zzz*.
Janelle quedo completamente noqueada por el sueño, solo parpadeo una vez y sus ojos ya no se abrieron.
Pero de repente, en un solo parpadeo, se le pasó el tiempo y...
Mark: Mamá... Mamá despierta.
Janelle: Uuhh... Aamm ¿Que paso?... ¿Que hora es?...
Mark: Son las 10:15am, te quedaste dormida en el sillón je je.
Janelle: ¿¡Enserio!? ¿¡Me dormí tanto tiempo!?.
Mark: Solo un poquito, ayer llegue a las 6:30pm del supermercado, te encontré dormida en el sillón y te traje unas sábanas, ayer en la noche si hizo mucho frío.
Janelle: Oh muchas gracias hijo por traer las compras.
Mark: Bueno, si quieres seguir durmiendo ve a la cama que o si no te puede doler la espalda.
Janelle: Pues, yo creo que ya dormí por bastante tiempo.
Mark: ¿Y que tal te sientes?.
Janelle: Me siento como nueva, siento como si podría correr kilómetros sin parar.
Mark: Me alegro, mamá. Dijo abrazándola con mucho cariño.
Esta muestra de cariño alegro a Janelle, ya que su hijo pudo perdonarla por su error.
Janelle: Gracias hijo. Dijo abrazándolo ya sin impulso sexual, sino con un sincero abrazo de amor maternal.
Estuvieron así un rato, ambos moviendo sus colas de felicidad, hasta que luego de unos minutos se separaron del abrazo.
Mark: Bueno mamá, ya me tengo que preparar.
Janelle: ¿Prepararte? ¿Para que?.
Mark: Vi los anuncios que repartiste por mi, muchas gracias por ayudarme.
Janelle: Aahh tu venta de dulces ¿Ya van a llegar las personas?.
Mark: Así es, tengo que sacar las cosas que voy a usar para mi venta.
Janelle: Esta bien ¿Te podría ayudar en algo?.
Mark: ¿De verdad? ¿Me ayudarías?.
Janelle: Pues claro, que tan difícil puede ser.
Mark: Muchas gracias mamá, sería de bastante ayuda tenerte a mi lado.
Ambos se pusieron manos a la obra y comenzaron a sacar cosas de la casa para comenzar con la nueva venta.
Sacaron mesas plegables al frente de la casa, todos los empaques de dulces que Mark tenía para vender y una caja de madera que se cerraba con llave, donde irían juntando todo el dinero.
Mark coloco los dulces dependiendo de que fueran estos, los chocolates por un lado, los malvaviscos por otro, las gomitas por otro lado y así con todos, y listo.
Poco a poco comenzó a llegar la gente a la gran venta de golosinas y chucherías que Mark y Janelle habían hecho.
Llegaban personas de todas las edades, niños, jóvenes, adultos y ancianitos a comprar de la gran variedad.
Mark se encargaba de atender a algunos y Janelle a otros para agilizar la rapidez con la que vendían.
Algunos compraban sus dulces escogiendo un poco de cada uno, otros compraban una caja o bolsa entera de dulces.
Llegaban algunos que los compraban al por mayor, ya que decían que llevaban para las fiestas de cumpleaños o para algún evento familiar.
Pasaron las horas, la caja se iba llenando cada vez más de dinero, los clientes no paraban de llegar y a Mark le daba una sensación de optimismo y orgullo muy grande el ver esto.
El ver a la gente feliz comiendo algo dulce era como un deleite para su autoestima, el ver como la gente disfrutaba el rato junto a sus amigos, parejas o familia.
Poco a poco, los dulces comenzaban a acabarse, gracias a esto fueron entrando a la casa algunas de las mesas plegables para no ocupar tanto espacio.
Pero tampoco fue un trabajo tan fácil, ya que habían personas que querían regatear el precio al que estaban algunos de los dulces y otras personas solo llegaban a ver un precio e insultaban hasta a la madre que los pario, hiendo se sin comprar nada.
El estar aguantando este tipo de quejas o insultos par a ambos era bastante frustrante aunque les trataran de dar un buen y amable servicio a las personas.
Pero aún así, ambos siguieron en pie durante todo el día, no importando el tipo de gente que llegara.
Siguieron así hasta la noche, específicamente hasta las 7:25pm, cuando por fin todos los dulces fueron vendidos.
A esta hora en la calle frente a la casa, estaba decorado con luces de jardín muy bonitas, dándole un bonito iluminado a toda la calle.
Al entrar de regreso a la casa, contaron el dinero que habían ganado y los cálculos de Mark fueron exactos.
La ganancia total fue de $463,028.50, por lo que la venta concluyó en un éxito rotundo.
Mark: ¡Mira mamá! ¡Lo hicimos!.
Janelle: ¿De verdad? ¡Oh que alegría Mark!.
Mark: Muchas gracias mamá, por ayudarme en todo esto.
Janelle: Claro hijo, fue un gusto ayudarte.
Ambos se abrazaron de alegría, ya que no se perdió ningún centavo de la venta y ya i tenían el suficiente dinero para poder vivir tranquilos.
Ambos salieron al patio de enfrente de la casa para respirar algo de aire fresco y relajarse de todo el trabajo que tuvieron en los últimos días.
Se sentaron, y quisieron contemplar el hermoso cielo nocturno de esa noche.
Ambos vieron que en la calle se comenzaron a juntar varios niños pequeños, se veían muy alegres.
Mark: Mira como van todos los niños ¿A que se estarán juntando?.
Janelle: Mmmm no lo se, pero están emocionados.
Detras de la multitud de niños, iban varios adultos, unos de ellos llevando tres piñatas qué al parecer iban a romper allí mismo.
Mark y Janelle: Ooohhh, es un cumpleaños.
En el grupo de adultos, iba una señora qué era una Ninetales de alola, qué vio desde lo lejos a Mark y a Janelle.
Ella era una de las vecinas del barrio, ella se llamaba Sheila y era muy buena amiga con Janelle, entonces se acerco para charlar con ellos.
Sheila: ¡Janelle! ¡Mark! ¿ Có estan chicos?.
Janelle: Hola Sheila ¿Como se la están pasando en la fiesta?.
Sheila: Se la están pasando muy alegre los peques, y mucho más con las piñatas que ya las van a quebrar.
Janelle: Je je ¿Si que se emocionan?.
Sheila: No tienes idea... Bueno, solo vengo a deciles gracias por vendernos unos cuantos dulces.
Janelle: Con gusto.
Sheila: Sepan que nos salvaron de algo grande a mi esposo y a mi, ya que en ningún lugar encontramos dulces para las piñatas.
Janelle: ¿De verdad? Eso es terrible.
Sheila: Fuimos al centro comercial, pero ya no nos dejaron entrar a la parte del supermercado, porque habían tenido un problema hace unos días con la seguridad.
Al escuchar esto, Janelle y Mark se quedaron viendo el uno al otro por los nervios.
Janelle: Oh eso... Eso si es terrible.
Sheila: Pero miren, ya nos hicieron el favor de apoyarnos, muchas gracias los dos.
Janelle: Con gusto Sheila, sabes que estamos para ayudarte.
Sheila: Y por cierto ¿Para que estuvieron vendiendo varias cosas? Me contaron que estaban por vender su casa.
Janelle: Ah si, es que nos tendremos que mudar dentro de poco.
Sheila: Ay no ¿Entonces se irán?.
Janelle: Si, parece que si, por eso nesecitabamos algo de dinero para poder comenzar de nuevo.
Sheila: Oh eso es triste, si que harán mucha falta por aquí, pero reconozco que es por algo que tendrán que hacerlo.
Janelle: De verdad apreciamos tu compañía Sheila.
Sheila: A donde sea que ustedes vayan, yo se que mientras se tengan el uno al otro, no habrá problema que no puedan superar.
Janelle: Muchas gracias Sheila.
Ambas se abrazaron con sentimiento para darse un último adiós.
Se abrazaron durante un rato, hasta que se escucho a lo lejos la voz del esposo de Sheila.
Esposo de Sheila: Listos todos los niños y niñas ¡Vamos a romper la piñata!.
Sheila: Oh ya me tengo que ir Janelle, les deseo la mejor de las suertes en su viaje.
Janelle: Muchas gracias Sheila, ten feliz noche.
Así, Janelle y Mark se abrazaron el uno al otro por la espalda mientras estaban sentados allí en el patio de la casa.
Ambos contemplando el hermoso cielo nocturno.
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Mark: Oye mamá...
Janelle: ¿Si hijo?.
Mark: Tu... De casualidad, solo de pura casualidad... ¿No estas nerviosa por dejar este lugar?.
Janelle: Pues, no tanto ¿Tu si?.
Mark: ...Un poco si.
Al escuchar esto, Janelle inclinó su cabeza sobre la de Mark y con su mano acariciando el hombro del que lo estaba abrazando.
Janelle: Sabes, yo la verdad si tengo bastante miedo, pero no podemos retroceder el tiempo y tenemos que aceptar que nuestro futuro nos espera.
Mark: Pero... ¿Que va a pasar con nuestro pasado?.
Janelle: Nuestros recuerdos pasados se quedan en nuestra memoria, pero el aferrarnos a ellos en realidad nos va a frenar en distintas cosas, por lo que el primer paso será... Soltar.
Mark: Y que va a pasar ¿Si es que el futuro no es como lo esperamos? ¿Que pasara si ya no podemos volver atrás?.
Janelle: Para eso nos tenemos el uno al otro, mira todo lo que logramos juntos estas últimas semanas, el tiempo nunca lo vamos a poder apurar ni detener cuando queramos, pero lo que sí podemos hacer... Es hacer lo mejor para que no nos arrepintamos y aprovechemos cada momento.
Mark: (...).
Janelle: Recuerda siempre las palabras de Sheila, nosotros mientras nos tengamos el uno al otro, nada será un problema, no lo olvides... Yo estaré siempre allí para ti, Mark.
A Mark le alentaron estas palabras de Janelle, le hicieron sentir una sensación de optimismo y esperanza muy fuerte.
Le dieron más esperanzas de saber y descubrir que les esperaba a ambos más adelante.
Mark: Muchas gracias mamá.
Janelle: Clark Mark, tu sabes que siempre estaré para ti, te amo. Dijo abrazándolo por la espalda e inclinado su cabeza hacia su hombro.
Mark: Yo te bien te amo, mamá. Dijo también abrazándola e inclinando su cabeza.
Así terminaron estas atareada semanas de arduo trabajo para ambos.
Ambos se abrazaron con sentimiento mientras veían el hermoso cielo estrellado de esta noche.
¿Que les esperara más adelante a ambos?...
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